Tatuaje 32
Unos dedos recorrían la piel de Mingyue de arriba abajo, tanto por su brazo, como por su muslo descubierto. El chico se removió acurrucándose al pecho cálido junto a él e hizo un sonido con su garganta de satisfacción. No abrió los ojos. Aún estaba soñoliento y parecía ser temprano todavía. Yenhuo tendría que esperar para lo que quisiera a pesar de que le gustaba que lo tocara. Era una sensación que venía experimentando desde la mordida, completamente diferente a como era él normalmente pero realmente le gustaba, sobre todo ser consiente que alguien quisiera tocarlo como lo hacía el lobo.
-Su piel es extraña-
-Quizás por eso le guste a hermano mayor-
-Sí, él es de gustos bastantes excéntricos-
Fue entonces que el chico abrió los ojos y se enderezó encontrándose con dos pares de ojos fijos en él.
-AHHHHH- gritó en respuesta por el impacto e intentó retroceder hacia atrás pero el brazo de Yenhuo lo tenía bien sujeto en el lugar.
-Shhhhh, oye no grites- uno de ellos le dijo- sino hermano mayor se enterará que entramos en su habitación a molestarte nos colgará de las orejas.
-Sí, sí- asintió el que Mingyue sabía que se llamaba Mingyi.
El chico respondió moviendo la cabeza y frotándose los ojos, afuera ya era de día, por el leve resplandor en las cortinas. Se dio cuenta que la túnica estaba mal puesta dejando ver gran parte de su cuerpo y se la acomodó como pudo.
-¿Cuál es tu nombre?- Xixi apoyó la barbilla en el borde de la cama con una sonrisa.
-¿Qué edad tienes?- preguntó el otro
-¿Dé dónde eres?- otra pregunta vino con la misma velocidad.
Mingyue notó que los chicos eran realmente intranquilos y curiosos, iba a responder cuando el cuerpo grande a su lado de movió.
-Sino dejan de hablar y salen de aquí los colgaré de las orejas- Yenhuo dijo casi dormido, con voz ronca contra la almohada.
Los dos lobos se erizaron y se levantaron.
-Será en otro momento- Xixi le lanzó un beso mientras su hermano le guilló en ojo, para después salir corriendo y cerrar la puerta.
Mingyue se sonrió, al parecer las cosas iban a estar muy entretenida con ellos dos dando vueltas por la casa. Miró hacia el otro lado, al lobo que seguía durmiendo y reconoció que era la primera vez que estaba tan vulnerable. Su cabello regado por toda la sábana y almohada, su rostro hermoso relajado y su respiración constante. Bajó su mano y acarició los mechones de cabello claro, eran suaves.
-Vas a seguir mirándome todo el tiempo- él protestó lentamente abriendo solo un ojo.
Mingyue le sonrió ahora y el brazo del lobo lo tiró nuevamente hacia abajo. Yenhuo se removió un poco y entrelazó sus piernas dejando la de él entre las de chico abriendo la túnica aún más y besó su mejilla, la punta de su nariz y después sus labios. Era un beso lento, muy lento, casi como si no tuviera energías, no había encuentro de lenguas como siempre, apenas eran unas caricias a los labios, pero aun así, Ayue lo encontró placentero, era algo nuevo, y abrazó el cuello de él atrayéndolo.
Ambos todavía estaban medio dormidos así que solo rompieron el beso y Yenhuo se corrió solo un poco hacia un lado acurrucando su cabeza al lado de su pareja y volviendo a cerrar sus ojos. Era temprano, podían dormir un poco más. Yenhuo no lo reconocería pero era de aquellos que le gustaba despertarse mimando y siendo mimado, tanto el roce como el sexo mañanero era algo que disfrutaba y mucho, lástima que todavía necesitara recobrar fuerza todavía. Pero estaba seguro que de esa noche no pasaría su unión, llevaba demasiado tiempo esperando y era complicado contenerse. Prepararía a Mingyue a lo largo de día, le podría doler al principio pero después estaría gimiendo por más debajo de él.
Tao protestaba constantemente sobre todo a los dos hermanos menores que a pesar de que ayudaban a recoger, tocaban su trasero o simplemente besaban su mejilla cuando pasaban por su lado. Mingyue los estaba ayudando a arreglar la biblioteca, después de que al despertar encontrara que el comedor y la cocina estaban totalmente restaurados. Tao era más eficiente de lo que parecía, pero ahora, los chicos juguetones como que ralentizaban su capacidad de rendimiento. Yenhuo no estaba con ellos, había ido a la habitación que funcionaba de estudio y se encargaría personalmente de ese lugar.
Después de pasar parte del tiempo con los chicos ya se habían estado conociendo y ellos lo llamaban simplemente cachorro, no eran muy bueno con los nombres a menos que fuera el de Tao, ese lo tenían en su boca tatuado seguido de la palabra cariño. El lobo casi había perdido los estribos y Ayue había tenido que correr y agarrar el jarrón que casi les lanza. Por suerte la espalda no estaba a mano, Yenhuo la había decomisado sabiendo a donde podían llegar los sucesos.
-Ah mira, este libro- Xixi, recogió el manuscrito del suelo y leyó el nombre- Enamorado de un idiota- hizo una mueca- ¿Quién demonios se enamora de un idiota?- casi gritó.
Mingyue rio con el comentario.
-El título es bastante sugerente aunque la verdad no se sabe quién de los dos es el idiota-
-¿Lo has leído?-
El chico asintió.
-Aunque solo la mitad de la novela, la otra parte del manuscrito todavía está siendo escrito así que no se el final pero al historia me gustó bastante, trata el tema del embarazo masculino y como se adapta a su nuevo cuerpo que no tiene un pasado precisamente santo, y sobre todo el protagonista, digamos que soy todo lo contrario a él, nunca podría soltar ninguna de las palabrotas que dice-
-Oh, se oye interesante, Tao me lo llevo- le anunció al lobo guardando el manuscrito dentro de la túnica.
-Ya lo estás guardando- resopló y chasqueó la lengua al pisar otro libro y lo levantó. Sus ojos se abrieron- No, no puede ser- lo abrió y hojeó encontrando que la mitad de las letras de la segunda mitad estaba casi borrada- Este libro es importante-
Mingyue se acercó.
-Las tácticas de la enseñanzas tácticas- era un nombre poco común y conocido, quizás para otras personas- Si quieres te puedo escribir lo que falta-
Tao lo miró confundido.
-Estamos hablando de la mitad de un libro, en primer no creo que lo hayas leído, no es un tema muy fluido que digamos, y en segundo a menos que tengas una mente capaz de sabértelo de memoria no creo que puedas hacerlo-
-La tengo- Tao lo miró impresionado- La verdad es que solo de leer un libro puedo recordar su contenido todo el tiempo que quiera- se rascó la mejilla- es como una habilidad que he tenido desde niño- no pensó que el lobo le creyera pero se asombró cuando le acercó el libro.
-Pues lo dejo en tus manos, espero un buen trabajo- fue la primera vez que Tao le sonrió, no abiertamente, solo los bordes inclinados de sus labios pero eso era mejor que nada.
-Entonces- Mingyi se acercó al menor, minutos después, que recogía algunos libros del suelo para ponerlo en uno de los estantes- ¿Qué sientes por hermano mayor?- la pregunta fue directa y dos pares de ojos se fijaron en él.
Mingyue se sintió nervioso y el corazón palpitó en su pecho y retrocedió pegando los libros en su pecho.
-Yo...yo...me gusta que me toque- tenía un marcado sonrojo en sus mejillas y bajó la cabeza.
Un brazo se cruzó por encima del cuello de él. Xixi se recargó contra él.
-¿Solo que te toque? Entonces han llegado bastante lejos, hermano mayor puede ser un excelente amante en la cama y aunque seas un chico no te vez tan mal a pesar de que tu piel sea algo extraña- ya habían sido puestos al días con la situación por lo que no había mucho que explicar.
-Dinos ¿te dolió mucho la primera vez? hermano mayor es bastante grande y su nudo debe ser complicado contenerlo, aunque bueno, él te mordió así que no debe ser tan difícil-
Mingyue estaba tan rojo que le era complicado respirar. Si sabía que Yenhuo era grande, claro que lo sabía, lo había visto y pensar que eso estaría dentro de él lo estremeció de miedo y de placer en partes iguales.
-Nosotros...todavía no lo hemos hecho- murmuró.
-¿QUEEEEEÉ?- los dos hermanos gritaron
-Aún no te la ha metido- Xixi se llevó las manos a la cabeza- Hermano mayor debe estar mal. No tiene tanta resistencia y con el lazo no puede tener sexo con nadie más-
-Aquí hay un gran misterio- Mingyi se tocó la barbilla.
-Aquí lo que hay es mucho trabajo- Tao los regañó con las manos en su cadera y el ceño fruncido.
-Vamos cariño, no seas celoso, anoche no estabas así cuando nos colamos en tu cuarto- Xixi soltó el cuello de Mingyue.
Tao cerró los ojos y dejó escapar un suspiro. No quería recordar lo ocurrido en la noche, la única razón por la que no habían llegado supuestamente a nada era porque su conciencia se había desvanecido del cansancio y porque Yenhuo había ordenado que se controlaran pero antes de eso habían tenido su lengua muy entretenida y su boca llena.
-Cariño, si terminamos esto rápido tienes que darnos una recompensa- a Mingyi le brillaron los ojos.
-Muéranse partida de imbéciles, en ese caso puedo hacerlo yo solo-
Los lobos hermanos se rieron y avanzaron hacia Tao pero una de las túnicas de ellos se enredó con uno de los clavos del estante y ante el tirón este se tambaleó. Lo próximo que supo Mingyue es que el pesado estante lleno de libros se precipitaba hacia él.
Enamorado de un idiota: mi novela favorita de todas las que escribo. Lol
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