Tatuaje 19
El lobo apretaba sus dientes sobre la suave piel. El instinto primario de reclamar algo por encima de los otros reinaba en su cabeza y no dejaba que su presa se liberara aun cuando esta se revolvía constantemente para ser liberada. Y mientras más luchaba más fuerte apretaba él, tanto su boca como los brazos alrededor del delgado y cálido cuerpo. Sus ojos tan dorados que estaban más allá de lo humano. Su bestia estaba tan al borde que sus brazos comenzaron a cubrirse de pelaje.
Su cabeza solo dictaba que desnudara a su presa y se enterrara en su interior dejándose acarician por las calientes paredes que lo estimularían hasta llegar al orgasmo. Sí, eso quería. Sus manos comenzaron a moverse filtrándose por entre las túnicas ajenas, buscando el borde para llegar a las partes más íntimas. Aun así quería más, eso no era suficiente.
Pero algo lo detuvo de golpe y se sintió contrariado. Había marcado enterrando los colmillos en la nuca de quien estuviera delante de él, sin embargo su marca no se impregnaba por completo, el tóxico para hacer suya a su presa no se adhería como debía a la sangre. Entre eso y el grito que doy su presa la nebulosa que lo envolvía se difuminó de golpe y Yenhuo soltó en todos los sentidos a Mingyue que cayó con un sonido sordo en el suelo.
El chico se cubría la nuca con un inmenso dolor reflejado en su rostro y la sangre manchando sus dedos. Yenhuo por su parte aún estaba confundido con lo que acababa de pasar. Había mordido al humano, así, en un arranque provocando esta situación. Lo peor de todo aquello era que no había sido una simple mordida. Fue específicamente en la nuca y su bestia lo había hecho con el objetivo de enlazarse con él.
Los lobos eran sumamente celosos así como territoriales por lo que había perdido el control en cuanto había sentido el olor de su primo en el cuerpo del menor. Además, él ya no estaba unido a nadie. La persona que anteriormente había tenido su marca había muerto y eso rompía todo lazo, por lo que las posibilidades de crear uno nuevo eran 100%, más no era así.
Miró al chico en el suelo, sobre todo en donde había mordido. Lo había hecho realmente duro, al no haber tenido sexo con él debía reforzar la unión, pero aun así el vínculo no se había creado completamente. Se sintió igual de indignado que desilusionado. Había algo dentro de él que se lo había impedido y solo había un método por lo que su mordida no hubiera funcionado. A Mingyue alguien lo había marcado antes.
Un gemido por parte de este lo hizo arrodillarse para ayudar a levantarlo pero el chico se separó retrocediendo aun cubriéndose la nuca que había dejado de sangrar y el dolor comenzaba a mermar.
-¿Por qué?- le gritó, había una lágrima corriendo por una de sus mejillas -¿Por qué me mordiste?- Mingyue sabía lo que el lobo había hecho. Era de los pocos datos que había leído antes sobre la especie.
-Fue para protegerte- mintió rápidamente Yenhuo buscando una excusa por su comportamiento –te debo cuidar y la mejor forma es que estés vinculado a mí, de esa forma ningún lobo osará tocarte- intentó ser lo más convincente posible.
Mingyue se quedó quieto procesando todo aquello. A veces se asombraba de su capacidad de adaptación.
-No me avisaste, solo me mordiste- le reclamó tocándose la marca.
-Era mejor de esa forma, no tengo tiempo se explicarte en que consiste el proceso- se levantó y esperó que el chico hubiera comprendido, se veía que era inteligente.
Ayue bajó la cabeza.
-Leí sobre el vínculo, es de por vida- se mordió el labio, el dolor en su cuello ya era solo un recuerdo –y tiene otra connotación-
-Los libros saben muy pocos de nosotros y solo son teorías. El vínculo se puede romper- volvió a mentir sabiendo que solo había una forma, la muerte de alguno de ellos –en cuanto tengamos nuestros problemas resueltos te dejaré libre, pero por el momento solo es una medida preventiva.
El humano aún tenía sus dudas y además estaba incómodo. Algo dentro de él se removía de un lugar a otro y la voz del lobo retumbaba de una forma diferente. De igual manera también había una lucha interna que no podía definir con palabras.
-Vamos, quítate esa túnica y nos vamos- el lobo le tendió la mano y Mingyue vaciló en tomarla decidiendo al final pararse por sus propios medios.
Esta vez no le dio la espalda al hombre. Se quitó la túnica con el borde del cuello manchado de sangre reemplazándola por otra que había de repuesto de color oscuro. Yenhuo estudió cada uno de sus movimientos todavía preocupado y detuvo sus manos a medio camino.
-Déjame revisar cómo está la herida. Se curó rápido gracias a mi saliva pero quiero examinar la marca- agarró los hombros del chico y lo giró incluso cuando este se negaba a hacerlo pero su fuerza era superior.
En la nuca había quedado una marca, profunda pero no tan notable como se esperaba si hubiera sido un vínculo completo. Eso significaba que el otro vínculo también había sido a medias pues no estaba la marca en la nuca, entonces debía estar en los hombros, lo que sería una marca de sumisión. Se extrañó que no lo hubiera notado antes por lo que buscó más a detalle en la piel del chico casi sin resultados.
Hasta que debajo de una de las tantas cicatrices había una pequeña irregularidad, casi imperceptible pero que no daba error a la duda. Acercó su cabeza y olió buscando saber el origen y un muy leve, tan ínfimo que era normal que no lo hubiera detectado antes. Allí estaba, no había duda, no se equivocaba. Esa era la persona que estaba buscando. El asesino de su familia y que había escondido su marca para siempre encontrar al mapa. De esta forma sabría dónde estaba siempre.
Un gruñido salió de su garganta y el humano quiso separarse, esta vez lo dejó irse y esperó a que se acomodara la ropa. Lo malo o bueno del vínculo, dependiendo el contexto y aún si no era completo, es que la tensión y el deseo entre las dos partes aumentaba siendo más conscientes de ellos mismos. Él no estaba mal con eso, sabría sobrellevarlo aunque no se confiaba mucho de su autocontrol. En cuanto a Mingyue estaba seguro que le resultaría extraño el nuevo mar de emociones que lo asaltaría.
Ahora tenía mucho en que pensar. Tendría que estar vigilando mucho más al chico, de seguro comenzaría a actuar extraño. Las dos vínculos lucharían en su cuerpo para ver cuál de los dos era más fuerte y Yenhuo no podía asegurar cual quedaría estampado en su cuerpo. Después de toda la persona que lo había marcado y le había hecho todo aquello era...su hermano mayor.
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