Extra 6
-SUELTAMEEEEEEE- Tao gritaba siendo llevado sobre el hombro de Xixi con mucha facilidad mientras Mingyi iba caminando detrás mirándolo con una sonrisa en sus labios y con las manos agarradas detrás de la espalda, como si estuviese controlándose de meterle mano ya.
Estos lo habían raptado después de poner distancia mientras Mingyue y Yenhuo hablaban sobre lo ocurrido anteriormente debido al descubrimiento del embarazado y para ellos sería una noche larga.
-Cálmate amor- le dijo este- Ya oíste a nuestro padre, mi hermano tiene que llenar como pavo de Navidad al cuñado, así que mientras ellos se divierten nosotros te daremos amor a ti para que no te sientas solo.
Tao alzó la cabeza como pudo con indignación.
-No yo lo pedí, suéltameee Xixi, no soy un saco de papa- pataleó para recibir una nalgada que le hizo soltar un sonido obsceno que detuvo a los dos lobos en su lugar. Incluso Tao abrió los ojos con impresión y se llevó las manos a la boca con vergüenza.
Eso... había sido un gemido.
-Bebé, si quieres llegar vivo a la habitación no vuelvas a sonar así, amenazó Xixi con la voz grave cargada de excitación.
Y Tao podía sentir bajo su cuerpo, los músculos tensos del lobo. En qué momento aquellos dos renacuajos habían crecido tanto como para intimidarlo de aquella forma. Aun así, no se removió más hasta que llegaron a la habitación y entraron más rápido de lo que este pensó.
Al momento fue puesto en el suelo y girado. Los brazos de Xixi ahora a su espalda, recostado contra la puerta de la habitación le envolvieron la cintura pegándolo a su cuerpo, dejando que sintiera tanto cada músculo de su cuerpo y calor, como la erección que acomodó sobre sus montículos solo con la molesta tela de por medio. Mientras que por delante Mingyi se acercó y poniendo sus manos sobre la cadera pegó la suya por delante y besando su sien.
Tao se encontró entonces atrapado al momento por aquellos dos hermanos, que lo envolvían tanto con sus brazos como con su calor. Y podía sentir el nivel de excitación de ambos. Sus pechos subían y bajaban y sus corazones latían rápido.
-ah, esto se siente tan bien- expresó con una sonrisa Mingyi vertiendo sus feromonas sobre el cuerpo de Tao.
-¿Nos extrañaste?- Xixi le preguntó en su oído para después lamer su oreja y morder con su colmillo el tierno lóbulo.
Un gemido salió de Tao que se estremeció recostando su cuerpo contra él. Sus rodillas se sentían débiles.
-Si Tao, dinos- Mingyi le besó la mejilla restregando su cadera contra la del lobo específicamente su erección contra la de este, que palpitaba dolorosa entre sus muslos- Nosotros lo hicimos mucho, apenas podíamos dormir y mira como estamos.
Tanto él restregó su erección como Xixi por detrás para que Tao sintiera con todo lujo de detalle lo duro que ambos estaban. Y aunque él siempre solía ponerles un alto y protestar por la mayoría de las cosas que ellos hacían, decir que no estaba igual que ellos sería mentir a lo grande.
Apretó los labios y se encontró perdido en la mirada de Mingyi delante de él, y aunque Xixi estaba detrás había puesto su cabeza sobre la curva de su hombro esperando su respuesta.
Soltó un suspiro y se relajó. Al final no era como que no le gustara aquello. No todos podían decir que tenían a dos lobos muertos a sus pies por ellos. Solo que a veces... quizás demasiadas ellos eran demasiado intensos y lo desorientaban de su trabajo principal.
Desvió la mirada con un ligero sonrojo.
-Yo... también...
Sin embargo, no pudo terminar de hablar. Su boca había sido agarrada por la de Mingyi que no tenía paciencia en ese momento. Coló su lengua dentro de su cavidad y la enrolló con la de él tan rápido que Tao se estremeció y enterró sus uñas en los hombros del lobo.
Xixi sonrió y lamió el cuello de su pareja dejando que su hermano le comiera la boca, mientras él desplazaba sus manos por el costado del cuerpo de su pareja hasta su cintura y hurgó en su ropa para comenzar a desatar su túnica y después los cordones de su pantalón.
Ah, se sentía bien. Eso era algo que Tao no podía negar. Podía pelearles a esos dos, pero sabían muy bien como alterar su cuerpo y ponerlo tan caliente como ahora, donde con solo pocas caricias ya estaba completamente duro y mojando la parte de delante de su ropa. Al inicio se había avergonzado, pero con esos dos las vergüenzas eran en vano... porque solo se burlarían y las intensificarían.
Tao había llegado a una conclusión, solo en ese momento. Donde estaba a puertas cerradas y solo con ellos podía dejar salir todo aquello que llevaba reprimiendo en su interior constantemente dada su posición y trabajo.
Así que cuando Mingyi soltó sus labios gruñó y lo agarró del rostro.
-Ven aquí- y esta vez fue él el que besó al otro lobo, después de todo estaba en una edad sexualmente estable y con un lívido alto que solía contener. Así que por qué no entregarse.
Estos dos hermanos, después de todo, sabían cómo hacer que viera el cielo toda la noche.
Tras él Xixi sonrió al ver que Tao se había quitado su tradicional mascara de lobo frío y junto con él su hermano que no se negó de seguir devorando la boca de su pareja con muchas más ansias que antes pinchando los labios de este con sus colmillos, chupando su lengua para después meter la suya en la cavidad de Tao hasta llegar a su garganta.
Mientras tanto Xixi acarició el vientre ya desnudo de Tao después de soltar el pantalón y este caer al suelo, descendiendo hasta rodear la erección del lobo y apretarla. Lo escuchó jadear contra la boca de su hermano que no lo dejó escapar. Después de todo ambos estaban sincronizados para hacer enloquecer al lobo entre ellos.
Xixi acarició de arriba abajo el miembro de Tao de forma suave, pero apretando logrando que este se estremeciera y con su otra mano jugaba con los testículos de este sabiendo que eran una zona bastante sensible.
Los músculos de Tao temblaban sin poder detenerse recostando más su peso contra el lobo detrás de él y humedeciendo la mano de Xixi que apretaba su glande justo debajo de este dónde casi podía hacer que se corriera, pero a la vez no.
Mingyi soltó la boca de Tao a la vez que este dejaba salir un sonoro gemido y sonrió lamiendo la saliva que se corría por el costado de este.
-Te vez tan lindo así- dijo con un aire de excitación y dejando salir sus feromonas para que sus ojos brillaran al notar lo que ocurría delante de él.
-Se ve bien ¿verdad?- le preguntó Xixi a su hermano después de besar la mejilla de Tao al este recostarse completamente sobre él, después de todo el miembro de Tao tenía un tamaño promedio pero su color rosado y con su piel suave difería mucho del de ellos, más grandes y donde sus venas solían marcarse alrededor del glande rojo y oscuro.
Mingyi no respondió, simplemente se lamió los labios con ganas. Xixi al momento comprendió lo que este quería.
-¿Por qué no te lo comes aquí?- Xixi detuvo sus movimientos dejando su puño en la base del miembro de Tao dejando el resto de este a la vista, húmedo y palpitante... realmente delicioso.
No tuvo que pedírselo dos veces. Mingyi se dejó caer de rodillas quedando su rostro frente a la erección de su pareja y lo primero que hizo fue lamer el glande rojo.
-Ah- Tao tembló echando la cabeza hacia atrás. Xixi rodeó su cintura con su brazo para mantenerlo en su lugar.
-¿Se siente bien?- le preguntó al lobo contra el oído y le lamió la mejilla.
Tao asintió apretando los ojos y soltando otro gemido tras sentir la lengua de Mingyi recorrer su erección.
-me encanta como eres, pero mucho más cuando eres así de sincero- Xixi tenía un notable sonrojo en sus mejillas y una sonrisa excitada en su rostro- Esta noche te haremos gritar mucho bebé.
Y no tardó mucho en que Tao tuviera que tragar un chillido.
-Mételo hasta tu garganta- esta fue la orden que había dado Xixi antes que su hermano abriera la boca y tras dejar un grueso rastro de saliva sobre el miembro de Tao lo engullera por completo llenando precisamente su garganta con este.
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