Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 02

Nuestro adorable y sexy pelimenta dormía tranquilamente en su cómoda cama pues el día de hoy tenía solo una clase por la tarde por lo cual podía disfrutar de los cómodos brazos de Morfeo mientras babeaba su almohada sin imaginar que un tornado de mechones rubios interrumpiría su pacífico estado de inconsciencia.

—¡Yoongi es hora de despertar! —abrió la puerta de un fuerte portazo.

Yoongi se encogió en su cama abrió solo un ojo para volverlo a cerrarlo tirando de su cálido cubrecama de color púrpura con patrones abstractos en azul.

—¡Min Yoongi! —Se lanzó sobre el bulto sobre la cama. — ¡Levántate, levántate, levántate! —Se movía cual gusano bajo sal.

El pelimenta se resistía a tener que levantarse de su preciada cama, pero los gritos y movimientos de su rubio mejor amigo lo estaban llevando al límite de su paciencia.

—¡Ya! —Se destapo bruscamente sacándose de encima a Yoongihyung quien casi cae al suelo.

— ¡Eres un violento! —Se quejó frunciendo el ceño.

— ¡Y tú eres un fastidioso! —Le respondió en igual tono.

— ¡Grosero!

— ¡Latoso!

— ¡Cállense! —Ambos chicos se quedaron callados viendo en la dirección de aquella tercera voz.

—Jin hyung. —Al ver la vena palpitar en aquella frente prefirió callar.

— ¡Escúchenme bien! —Los señalo con el dedo índice. — ¡Solo he dormido tres horas y no quiero escuchar sus infantiles discusiones! ¡Cállense y déjenme dormir! —De un fuerte tirón cerró la puerta dejando a los dos menores con los ojos bien abiertos.

—Esto es tu culpa. —Lo acuso el pelimenta.

— ¿Mi culpa? —Lo miro incrédulo. —Tú eres el que casi me tira de la cama.

—Porque tú te subiste encima mío gritando que me despertara. —Se cruzó de brazos. — ¿Por qué tratabas de despertarme con tanta insistencia?

El rubio miro al techo de la habitación tratando de recordar cual fue el motivo por el cual había ido en un principio. — ¡Hoy tenemos la cita con mi futuro esposo! —chillo siendo golpeado por el pelimenta quien lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué no oíste a Jin hyung? —El rubio hizo un puchero. —Si sé que hoy es la cita con el tatuador, pero ¿Ya es tan tarde? —Se giró para así poder tomar su móvil de la mesa de noche entrecerrando los ojos al ver la hora. —Son las seis de la mañana. —miro con fastidio a su amigo. — ¡Faltan cuatro horas! —Su boca fue tapada por la pequeña mano del rubio.

— ¿Acaso quieres que Jin hyung venga? —El pelimenta se libró con fastidio mirándolo fijamente en busca de una explicación. —Bueno sé que es muy temprano, pero es que estoy muy emocionado. —Le sonrió adorablemente.

Yoongi soltó un bufido de molestia. —Me volveré a dormir. —Se giró para arroparse en su cama.

—Bueno si insistes pondré la alarma y dormiré contigo.

Al poco rato ambos estaban acurrucados juntos en la cama del pelimenta durmiendo hasta que la molesta alarma los despertará nuevamente.

Jimin con molestia apago la alarma de su móvil, manteniéndose aun sobre su cama con la vista al techo gris de su habitación pensando en nada y todo a la vez.

Realmente el haber salido a beber la noche anterior con su amigo Hoseok porque este había terminado con su novia Tiffany no había sido una buena idea pues la resaca lo estaba matando por suerte no de manera literal. El pelinegro estimaba mucho a su alto amigo de cabello castaño por ser leal y confiable aparte de divertido e inteligente; en fin, si bien ayer Hoseok lloro un poco por su rompimiento después de ocho meses de relación bien sabia el pelinegro que la tristeza solo le duraría a lo mucho una semana para estar nuevamente en el juego de las conquistas y quien sabe con nueva víctima pronto.

—No quiero levantarme. —rodó por su cama envolviéndose más en sus sabanas color borgoña. — ¿Necesito ir a trabajar? —se preguntó a sí mismo.

Por su mente pasaba la idea de llamar a Jisun para que cancelara todas sus citas o mejor las citas de la mañana para así poder aparecerse por su tienda en la tarde para no perder todas las ganancias del día.

Por ello volvió a agarrar su móvil buscando el contacto de la chica de cabello azul. —Hola Jisun.

—Bueno día jefe. —saludo contenta la chica en la otra línea. —Ya me contaron. —soltó una risilla. —Ayer te vieron en el bar Big Hit junto con Hoseok, ¿Qué estaban celebrando que no me invitaron? ¿Por qué la llamada jefe?

—Que bien informada estás. —La chica solo rio. —Ayer Hoseok termino con Tiffany así que supongo que eso celebrábamos.

—¡Al fin! —grito emocionada la chica. —Disculpa Jimin es que realmente esa chica toda boba siempre me ha caído mal... Yo sabía que no era buena para Hoseok.

—Claro y el que te guste Hoseok no tiene nada que ver.

— ¡Jefe!

El pelinegro se rio. —Dejemos está conversación para otro día... Ahora dime ¿Cuántas citas tengo para hoy en la mañana?

—Uh pues solo dos citas... Una a las diez y la otra a las once ¿Por qué?

—Muy bien entonces cancélalas.

—No, no lo haré.

Jimin enarco una ceja, aunque la chica no pudiese verlo. — ¿Cómo qué no? Solo llama a los clientes e inventa una excusa para reprogramar las citas o pasa los con uno de los chicos libres.

—No, no lo hare... Por dos muy buenos motivos jefe. —Se aclaró la garganta. —Número uno, la agenda está llena de citas por las próximas dos semanas para todos los tatuadores y número dos, los días sábado y domingo estaremos a la expo de tatuajes por lo cual se harán trabajos a mitad de precio o gratis si tienen ese cupón que nos dijo el organizador del evento así que nuestras ganancias serían menos.

El pelinegro chasqueo la lengua. —Si bien ya entendí. —soltó un bufido. —En fin, ya se me quitó el sueño por estar hablando contigo.

—Pues agradéceme luego... Oh cierto casi se me olvida ¿Cuántos meses estuvieron juntos Hoseok y la odiosa rubia teñida?

—Si que le tenías cariño a Tiffany... Tenían ocho meses ¿Por qué?

—¡Gane! —Con esa simple frase el tatuador comprendió. —Quiero mi desayuno especial con jugo natural.

—Diablos se me había olvidado la apuesta. —Se rasco la nuca. —Seré un buen perdedor y te llevaré el desayuno, nos vemos más tarde.

—Vale, toma una ducha bien fría y un café cargado para la resaca.

—Si mamá lo haré. —sonrió al escuchar las quejas de la chica hasta cortar la llamada.

Jimin se sentó en el borde de su cama para comenzar a estirarse de manera perezosa logrando hacer tronar sus articulaciones. Se paró dejando enchufado su móvil para que este cargará y caminar directo al baño privado que tenía en su cuarto.

Luego de una relajante ducha se vistió con un polo negro liso, un pantalón jean roto en las rodillas, unas zapatillas negras con cordones rojos y para terminar su look usaría una chaqueta gris con tachas en los hombros.

Se adentro en su sala mirando fijamente el sofá cama que allí tenía encontrando cual trapo viejo al causante del martillo en su cabeza junto a la acidez en su estómago.

—Hoseok ya levántate. —Le palmeo la espalda pues estaba boca abajo. — ¡Jung Hoseok!

El nombrado por el susto del grito cayó del sofá golpeándose el trasero con el suelo y comenzar a mirar a todos lados hasta dar con la silueta de su amigo quien tenía una sonrisa burlona.

—Diablos Jimin. —Se sentó en el suelo rascándose la nuca. — ¿Por qué diablos me despiertas?

—Porque son las ocho y hay que desayunar, tengo que ir a trabajar y tú también. —tiró su chaqueta en el sofá para proceder a caminar hacia su cocina/comedor. —Te prepararé un buen café cargado.

—Si. —Se paró sentándose en el sofá nuevamente. —Iré a meter la cabeza al water.

Jimin hizo un gesto de asco viendo a su tambaleante amigo irse en la dirección del baño.

El pelinegro llegó a su tienda de tatuajes con el pedido del desayuno especial para la recepcionista de cabello azul, quién era su amiga desde hace ocho años cuando estaban en décimo grado de preparatoria, como buen perdedor pues ambos tenían una apuesta sobre el tiempo de duración de las relaciones de Hoseok con sus novias siendo los números pares para Jisun y los impares para Jimin.

El pelinegro se encontraba terminando de arreglar sus implementos para su primera cita de aquel día.

—Hey jefe. —La cabeza de trenzas azules se asomó por la cortina negra que fungía de puerta. —Ya llegó tu cita de las diez. —sonrió feliz. — ¿Qué pasen o vas a salir a recibirlos?

—Yo salgo. —soltó un pesado suspiro. —Consígueme un café, por favor.

—Claro jefe. —Le guiño un ojo para desaparecer.

El pelinegro dejo sobre la mesa su máquina de tatuajes para proceder a caminar hacia la entrada de la tienda en donde estaría su próxima cita.

Pudo visualizar una cabellera rubia conversando con Jisun quien sonreía ante lo que sea que le decía el otro chico, mientras más se acercaba vio mejor al chico de cabellera rubia recordando que antes lo había visto.

—Hola. —metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.

El rubio giro sonriéndole tímidamente. —Hola.

—¿Tú eres mi cita supongo? ¿Ya habías venido antes verdad?

—Si, si ya lo había hecho. —sonrió ampliamente. —Hace como una semana atrás vine por un tatuaje.

—Ya... ¿Un tatuaje en las costillas verdad?

El rubio parecía iluminarse con la noticia de que se acordará de él. —Así es... me alegra que me recuerdes.

Jimin claro que lo recordaba pues era un chico muy lindo y había soportado muy bien el dolor para ser su primera vez sobre todo en una zona tan sensible como las costillas.

—Deben gustarte mucho los tatuajes para que vengas tan pronto por uno nuevo. —sacó las manos de sus bolsillos. —Bueno vayamos a mi estudio no perdamos más tiempo.

—Oh no, bueno sí. —soltó una risilla. —Pienso hacerme más tatuajes, pero no ahora... Hoy he venido por un amigo. —El pelinegro alzó una ceja pues el chico estaba solo entonces vio girar su cabeza hacia el lado derecho de la tienda acto que el imitó viendo así radiantes mechones menta. — ¡Yoongi ven!

Jimin fijo su vista en el chico de cabellos menta que miraba atentamente los cuadros con dibujos que él había hecho colgados en aquella pared. Si al estar de espaldas se veía muy bien cuando se giró y dejó ver su rostro por poco su corazón se sale de su pecho.

Talvez solo era el pelinegro pero el precioso pelimenta parecía caminar cual modelo de pasarela, pero en cámara lenta hacia donde ellos estaban.

—Soy fan de otro tipo de arte, pero debo admitir que esos dibujos están muy bien realizados.

—Yoongi. —La voz risueña y dulce del rubio saco de su ensoñamiento al pelinegro. —Él es Jimin, nuestro tatuador.

Yoongi miro al chico frente a ellos, y maldijo a Yoongihyung en su mente por tener buen gusto. —Uhm Hola. —saludo al sexy pelinegro de imponente mirada.

—Hola. —Gracias al cielo la voz salió estable. — ¿Tú eres mi cita de hoy?

—Pues sí. —relamió su labio nervioso.

—Qué bueno. —Los ojos de Jimin no sabían que apreciar mejor si esos preciosos ojos verdes o sus labios rosa en forma de corazón tentadores.

Jisun soltó una pequeña risita llamando la atención de los chicos. —Jefe debe apresurarse, tiene una cita a las once.

—Oh si ya. —Regreso su mirada a los dos chicos centrándola en el pelimenta quien parecía estar nervioso. —Vayamos a mi estudio. —Hizo un gesto con la cabeza señalando el interior de la tienda.

—Si no es molesta yo también iré. —sonrió el rubio. —Es que Yoongi tiene miedo por ser su primera vez así que he venido de apoyo ¿No es así Yoongi? —codeo al pelimenta quien asintió repetidas veces.

El pelinegro sonrió por aquel acto del pelimenta. —Por mí no hay problema... Pero no temas seré gentil contigo, Yoongi.

Yoongi miro con una ceja levantada al pelinegro, acaso el chico por el que su amigo babeaba estaba coqueteando con él.

—Síganme. —Se giró para caminar siendo seguido por los otros dos chicos uno mucho más entusiasmado que el otro.

Los tres chicos ingresaron al cuarto de paredes color verde militar las cuales estaban adornadas con discos viejos de vinilo, cuadros con sus dibujos y en la pared de fondo un grafiti con rosas, cráneos, corazones y dagas adornando el centro en donde estaban las iniciales "JM".

Jimin se sentó en su silla giratoria indicándole a Yoongi que se sentará en el sillón de tatuajes color negro, mientras que Taehyung se sentó en una pequeña silla de plástico al otro lado de su pelimenta amigo.

—No te lo había dicho antes pero realmente me gusta ese grafiti en la pared. —señaló el lugar con su pequeña mano.

El pelinegro miro hacia ese lugar. —A mí también me gusta mucho, fue un regalo cuando abrimos por primera vez la tienda.

—Qué lindo, quien lo hizo tiene mucho talento. —sonrió. —Oye Jim... Puedo decirte Jimin, ¿verdad? —El pelinegro asintió despacio. —Bueno Jimin quería preguntarte ¿Hace cuánto eres tatuador?

—Unos cuatro años y medio. —Su vista se fijó en el pelimenta que parecía sudar frío. — ¿Estás bien?

Los ojos verdes del pelimenta lo miraron y pudo notar el miedo que desprendían. —No. —negó despacio.

Ambos chicos se quedaron viendo. —Yoongi no seas cobarde ya habíamos hablado de esto. —Lo empujó ligeramente el rubio. —Jimin no te preocupes, es la reina del drama.

—Eso no es cierto. —Se quejó el pelimenta frunciendo el ceño.

—Eres un hombre de veintidós años. —Le recriminó el rubio. —Solo será una pequeña aguja perforando tu piel una y otra vez hasta hacer un dibujo.

El color de la piel de Yoongi desapareció para dejar solo un tono blanco debido al miedo.

—No, no, no. —Se encogió en el mueble negro. —No puedo hacerlo. —miro con irá al rubio quién sabía había metido la pata. — ¡Todo es tu culpa Taehyung!

El rubio se mordió el labio inferior. —Ya Yoongi hyung olvídate de eso ¿sí?, y deja que Jimin haga su trabajo.

—Hey Yoongi. —El pelimenta giro para verlo. —Trata de calmarte. —Su mano viajo a la nuca del pelimenta comenzando leves masajes que en un principio sorprendieron al pelimenta, pero luego comenzó a disfrutar.

—Eres tan amable Jimin, eso es una excelente cualidad. —mordió su labio inferior. —Tengo envidia de Yoongi, yo también quisiera masajes. —murmuró lo último.

La voz de Taehyung saco de su estado de relajación a Yoongi quién se separó del toque del pelinegro viendo a su amigo con el ceño fruncido.

—Creo que sería mejor que esperes afuera. —Ambos chicos miraron al tatuador. —Veo que Yoongi está nervioso y al parecer tú lo pones más nervioso... Y eso no ayuda con mi trabajo así que por favor podrías esperar fuera.

Taehyung se perdió en la mirada del pelinegro asintiendo despacio levantándose de la silla. —Estaré afuera por cualquier cosa. —Sin más salió tras la cortina.

—¿Esto es una apuesta o algo así?

—Algo así. —relamió sus labios no siendo consciente del efecto que tenía en el pelinegro. —Si estoy aquí hoy es por Taehyung.

—Entiendo... ¿Y qué has pensado hacerte?

Yoongi se encogió de hombros. —No lo sé... Pero algo pequeño.

—Eso no me dice mucho. —Se cruzó de brazos recostando en su silla.

—Pues discúlpame por no saber. —rodó los ojos. —No tenía planeado hacerme un tatuaje hace unos días atrás por eso no tengo la más mínima idea.

— ¿Qué te gusta? —El pelimenta lo miro. —Así podré ayudarte a decidir qué hacerte.

Yoongi lo medito por un momento. —Pues me gusta el arte ya sabes la música, fotografía, pintura... Uhm también me gustan los animales en especial los perros y la naturaleza... Bueno muchas cosas.

—No te preocupes con eso me basta. —Le sirvió para ponerse de pie caminando a su escritorio de donde saco un folder de tapa negra. —Aquí hay distintos diseños podemos escoger uno de tu agrado y luego te diré cuáles son los lugares en donde duele un poco menos hacerse un tatuaje.

Yoongi asintió despacio comenzando a ver cada una de las hojas enmicadas.

Taehyung conversaba amenamente con Jisun quien le había contado un par de cosas interesantes sobre el sexy pelinegro. Entonces vio como su mejor amigo se acercaba siendo seguido por el pelinegro dueño de sus actuales sueños.

—Yoongi. —Se acercó a ambos. —Gracias Jimin por cuidar de mi amigo.

—Fue un placer. —sonrió sin mostrar los dientes. —Espero verlos pronto.

—Por supuesto que sí. —sonrió feliz. —Yo vendré para poder hacerme un nuevo tatuaje obviamente contigo.

—Por mi parte nunca más regresaré a una tienda de tatuajes. —Abulto sus labios. —La única forma de que pase por el tormento de las agujas será estrictamente por orden médica.

—Eso es una lástima. —Les brindo una sonrisa de medio lado.

La suave risa de la chica peliazul llamo la atención de los chicos. —Jefe su cita de las once ya está aquí. —señaló los asientos de espera en donde un chico veía su móvil.

—Vale... Espero poder verlos pronto. —miro a la chica quien le extendía unos folletos. —Oh es cierto, tomen... Mañana estaremos en una expo de tatuajes así que sería bueno verlos allí.

— ¡Claro que sí! —chillo emocionado el rubio. —Allí estaremos.

—Genial. —Se aclaró la garganta. —Bueno nos vemos.

Ambos amigos salieron juntos de la tienda comenzando a caminar hacia la parada del autobús.

—Que feliz soy, mañana podré ver nuevamente a Jimin y hoy pude obtener información gracias a Jisun.

—Eres un mal amigo. —El rubio vio al pelimenta. —Por ti acabo de hacerme un tatuaje aún con mi miedo a las agujas y ni siquiera me has preguntado ¿Qué me hice o en dónde?

—Oh mi Yoongi. —Lo abrazó por detrás. —Cuéntame todo y sobre todo de Jimin.

Yoongi de separó de abrazo. —Pues ya no quiero contarte nada. —Le saco la lengua comenzando a correr.

— ¡Yoongi! —comenzó a correr detrás de su mejor amigo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro