CAPÍTULO 01
—Así que ¿Taehyung ha encontrado un nuevo amor esta semana? —tomaba un sorbo de su café.
Se tragó el pedazo de pan que masticaba. —Así parece... pero según él esta vez es distinto y realmente le interesa el chico.
—¿Ah enserio? —El pelimenta frente a él se encogió de hombros. — ¿Y eso por qué? ¿Qué tiene de especial?
—Pues lo que me dijo es que tiene el cabello negro, piel blanca, es alto, con hermosos ojos y al parecer buen cuerpo... —hizo una ligera mueca tratando de recordar. — Ah y también estaba vestido de negro completamente dándole un toque de "sexy gótico". —hizo comillas al decir lo último.
—Me suena a un Jungkook 2.0 —Ambos comenzaron a reír.
—No lo había pensado. —Se sonreían mutuamente. —Pero así parece.
—¿Y cuál es su nombre?
—Pues no lo sé. —El castaño frente a él alzó una ceja. —Quizás me lo dijo o no, ya no lo recuerdo porque comenzó a hablar y yo solo quería ver televisión.
—Si es que en verdad va enserio esta vez tendremos que preguntarle el nombre del susodicho de lo contrario para mí es Jungkook 2.0 nacido para follar. —Ambos comenzaron a reír escandalosamente.
Luego de calmarse de la risa por el chiste de su hyung, seco sus pocas lágrimas —Yo solo espero que sea feliz.
—Yo también. —Ambos sonrieron sin mostrar los dientes. —Hablando de nuestro enamorado amigo ¿En dónde está Taehyung?
—Quizás en el Gym.
—Hoy es domingo, Yoongi. —Lo miro con los ojos ligeramente entrecerrados.
—Oh es cierto hoy es su día de descanso. —soltó una risilla. —A esta hora debería estar aquí pidiendo el desayuno ¿A dónde habrá ido?
—Quizás está stalkeando al chico que le gusta. —soltó una risilla.
—No lo creo... bueno estamos hablando de Tae así que es posible. —soltó un suspiro.
Los días domingos eran los únicos días sin falta en los que los tres roommates desayunaban y pasaban el día juntos pues sus horarios de clases eran distintos, en especial el mayor ya que estaba a punto de graduarse y pasaba más tiempo en la universidad o de viaje para sus investigaciones.
Cuando Taehyung y Yoongi ingresaron a la universidad tenían que buscar un lugar donde vivir por suerte encontraron un buen lugar junto a un chico llamado SeokJin quién era mayor que ellos y terminó convirtiéndose en un amigo indispensable para ambos jóvenes.
— ¡Ya he llegado! —grito el rubio al cerrar la puerta yendo directamente a la cocina/comedor en donde sabía estaban sus amigos. —Ya no lloren que su alegría está aquí.
Ambos chicos rodaron los ojos para volver a comer sus respectivos desayunos.
—Que feo de su parte. —hizo un puchero sentándose en un banco libre. —Yo que me he levantado temprano para ir a esa panadería y hacer una cola larguísima para comprar los croissants de mantequilla que tanto amamos. —mostró la bolsa con el logotipo de la panadería. —Bueno me iré y tendré que buscar otros amigos con los cuales comer estas delicias.9
—Oh Taehyungnie tan bonito. —Le sonrió. —Siéntate que Jin hyung te preparará un rico café. —El mayor se paró de su silla.
—Gracias hyung. —Le sonrió para luego mirar a su otro amigo. — ¿Y tú no dirás nada de lo gran amigo que soy?
—No, de igual manera me darás lo que compraste para mí porque estás obsesionado con las calorías y terminarás media hora más en el Gym el lunes. —tomo un sorbo de su chocolate. —Además tú me amas.
—Odio cuando tienes razón. —chasqueo la lengua mirándolo con el ceño fruncido. —Por ser tan gruñón es que te amo. —El pelimenta sonrió geométricamente.
—Tú eres un fastidioso, pero también te amo. —Le dio un golpecito en el hombro.
—Hay dios que cursis. —El mayor regreso a la mesa. —Aquí tienes. —Le brindó su humeante café al rubio. —Ahora díganme qué me aman o no les daré de comer más tarde.
—¡Te amamos Jin hyung! —Ambos al unísono le regalaron una hermosa sonrisa.
El día domingo los tres amigos y roommates se la pasaron de maravilla invernando en su pequeña casa, disfrutaron de películas, golosinas y todo lo que Jin cocino.
Al día siguiente como todos los días de la semana Jin se levantó temprano ya por costumbre para preparar el desayuno.
Cómo era lunes solo él y Yoongi tenían clases temprano así que fue a despertarlo para desayunar juntos e irse a sus respectivas facultades, dejando en el centro de la mesa bien cubierto la comida para el pequeño rubio quién se despertaría unas dos horas después.
Ya entrada la tarde, momento adecuado para ir a almorzar, así que el pelimenta se encontraba caminando por los pasillos del tercer piso de la facultad de ingeniería.
—¡Yoongi! ¡Yoongi! —El pelimenta se paró para girar y ver quién lo llamaba.
El chico castaño que corría por los pasillos con una hermosa sonrisa se posicionó frente a él. — ¿Qué sucede Minjae?
—Saliste muy rápido del aula, cuando me gire ya no estabas. —El pelimenta se encogió de hombros. —En fin, quería decirte que nos juntemos el jueves para empezar con el proyecto ¿De acuerdo?
—Está bien, ¿Te parece bien en la biblioteca?
—Bueno. —Se rasco la nuca. —Yo pensé que sería mejor que vayamos a mi casa para estar más cómodos... claro si es que no te importa.
Yoongi lo miro meditando por unos momentos la propuesta. —Creo que sería mejor que vayamos a la biblioteca a recopilar información y luego a tu casa para comenzar el esquema que usaremos ¿Te parece?
—Claro. —sonrió mostrando sus perfectos dientes. —Es un muy buen plan.
—Entonces así queda... —Su móvil comenzó a sonar. —Disculpa un momento. —saco el aparato de su bolsillo y vio en la pantalla la foto de su amigo quién le sacaba la lengua. — ¿Qué pasa Tae?
—¿En dónde demonios estás? Me estoy muriendo de hambre.
El pelimenta rodó los ojos. —Estoy en camino así que solo espera un poco o mejor aún anda comprando nuestra comida.
—Min Yoongi solo te doy cinco minutos así que apresura tu gran trasero. —colgó dejando al pelimenta con los ojos entrecerrados.
—Esa es una cara muy graciosa y bonita. —sonrió el castaño viendo fijamente al pelimenta.
—Es por culpa de Taehyung como siempre. —soltó un suspiro. —En fin, Jae, quedamos para el jueves después de clases.
—Por supuesto que sí.
—Vale. —Le regaló una sonrisa. —Me voy antes de que Taehyung muerda a alguien.
Yoongi se apresuró por los pasillos hasta llegar al comedor, desde la puerta se paró de puntillas mirando sobre cada cabeza hasta ubicar la rubia cabellera de su amigo quien estaba sentado en una mesa al lado izquierdo del amplio lugar.
—¿Kimchi bokkeum bap? — se sentó frente al rubio.
—Si querías otra cosa hubieses venido más rápido.
El pelimenta lo miro asombrado. —No me estoy quejando solo me sorprendió tu elección de platillo... uhm Taehyungnie ¿Me puedes decir que palo se te metió en el culo?
—¿Qué te hace pensar que tengo algo atorado en el trasero?
—¿Entonces es la falta de ello lo que te tiene así?
—Oh cállate. —rodó los ojos. —Ni que tú tuvieras una vida sexual activa.
—Eso no lo niego. —Se encogió de hombros. —Ya dejémonos de tonterías, —El rubio no lo miraba, —Ya Tae mírame por favor. —Los ojos del rubio lo miraron. —Ahora ¿Dime qué es lo que te sucede? Yoongi promete ayudarte. —Le sonrió con cariño.
Taehyung termino de tragar lo que tenía en la boca. —Es que he estado pensando todo el fin de semana como acercarme a Jimin, pero no se me ocurre nada y lo peor es que no se si él se acordara de mi pues debe tener muchos clientes todos los días y ya han pasado cuatro días ¡¿Cómo lo voy a convencer de que somos almas gemelas si no nos vemos?! —hizo un puchero.37
—Ya. —El pelimenta tomo un trago de su bebida. — ¿Quién es Jimin?
El adorable rubio lo fulminó con la mirada. — ¡¿Acaso no escuchas nada de lo que te cuento?! —El pelimenta sonrió inocentemente. —Jimin es el tatuador más sexy de todo el país del cual te estuve hablando estos últimos días ¡Yoongi concéntrate!
—Ya recordé... que intenso. —soltó un suspiro. —Taehyung si tanto te gusta anda y háblale, ya sabes en donde trabaja solo debes ir y decirle. —Se puso en una curiosa posición para imitar a su amigo. —Hola soy Taehyung al chico que tatuaste y bueno creo que eres guapo ¿Qué te parece si salimos? —comenzó a batir sus pestañas.
—Yo no hablo así. —frunció el ceño. —Además mi querido Yoongi sabes que yo no haría algo así ¿Acaso crees que soy Taemin o qué?
—Hablando de Taemin deberíamos llamarlo para salir de fiesta una vez se aligeren las clases... es un chico divertido.
—Min Yoongi concéntrate.
—Hablo enserio con lo que te dije, deberías pedir una nueva cita con él, con el pretexto de un tatuaje, pero vas y le coqueteas hasta conseguir su número.
Taehyung solo rodó los ojos sin decir nada más volviendo a comer su almuerzo, el pelimenta al ver esa acción la imitó pues luego de almorzar ambos tenían clases a las cuales debían llegar puntuales.
Yoongi se estiraba aún en su asiento de clases pues gracias al cielo luego de cuatro horas su clase de cálculo ya había terminado. Podría ir a su casa ponerse ropa ancha, comer alguna chuchería para nada sana y acurrucarse en su cómoda cama con su laptop en las piernas para una buena película.
—Hey Yoongi. —un sonriente pelinegro se sentó a su lado.
El pelimenta le sonrió. —Hola Nam.
—Hey me preguntaba si ¿Podrías prestarme tus apuntes de la clase? —El pelimenta lo miro curioso. —Puede que me haya quedado dormido en clase... Solo la última hora y media al menos. —sonrió divertido.
Yoongi comenzó a carcajearse cerrando el cuaderno en su mesa para extendérselo al alegre chico.
—Muchas gracias. —Lo abrazó meciéndolo de un lado a otro. —Más tarde pasaré por tu casa para devolvértelo.
—Solo para devolvérmelo o ¿Sera qué quieres ver a cierto hyung castaño que cocina muy bien? —sonrió burlón ante el gracioso gesto.
—No como crees. —Desestimo de manera graciosa fingiendo desinterés. — ¿Pero tú crees que SeokJin hyung estará en casa?
Yoongi alzo una de sus impecables cejas, — ¿Yo no hablaba de Jin hyung?
Namjoon enrojeció. —Uhm yo no... tú... eres... —Se frustro al ver como el pelimenta reía.
—Eres tan lindo. —Su hermosa sonrisa rectangular iluminaba su rostro.
—¡Yoongi! —Ingresaba al aula un muy energético y bullicioso rubio buscando con la mirada a su mejor amigo. — ¡Yoongi! — corrió en dirección de los dos chicos que lo miraban con grandes ojos. —Ya se cómo voy a lograr volver a ver al sexy dios gótico que se robó mi corazón y todo será gracias ti me mejor amigo de toda la vida quien me ayudará porque me ama demasiado al igual que yo te amo... Ah hola Nam. —Le sonrió.
—Hola Taehyung. —Le sonrió de regreso.
—Un momento pequeño loco. —El pelimenta miro con un leve ceño fruncido a su mejor amigo. —De todo tu trabalenguas entendí que ya sabias como te acercarías al tatuador ese y que sería gracias a mi ¿A qué te refieres? explícate bien.
—Estas en lo correcto, bonito. —Le guiño un ojo. — ¿Recuerdas que me dijiste que solo debía pedir una nueva cita e ir a la tienda para hablarle?
—Claro que sí, te lo he dicho hoy. —Su rostro estaba serio
—Pues bien, eso haré. —sonrió en grande.
Yoongi alzo una ceja. —Esa sonrisa tuya me dice que hay algo más así que escupe de una buena vez.
—Que bien me conoces Min Yoongi. —Se acomodó el cabello. —Pues bueno llamaré para pedir una nueva cita, pero... no seré yo quien se atienda.
—Ni en broma. —negó con la cabeza comenzando a terminar de guardar sus cosas.
—¿Alguien puede por favor explicarme de que están hablando? —Intervino Namjoon quien estaba más perdido que marco buscando a su mamá.
—Aquí Taehyung piensa que por ser tan tierno voy a acceder a sacar cita en una tienda de tatuajes para que él pueda coquetear con su enamoramiento de estos días.
—Oye no es un enamoramiento ya te dije que es diferente. —Hizo un puchero. Vamos Yoongi hyung no es necesario que te hagas uno. —El nombrado lo miro con los ojos entrecerrados.
—Ya entendí. —volvió a intervenir Namjoon —Bueno si sacas una cita para un tatuaje y luego te retractas en la tienda sería un problema ¿No? —El rubio lo miro. —Yo creo que el chico tatuador se molestaría por hacerlo perder su tiempo.
Taehyung lo pensó por un momento en caer en cuenta que lo que menos quería es molestar a Jimin pues eso reduciría sus posibilidades de una posible cita, entonces miro a Yoongi quien seguía sentado. —Podrías hacerte uno pequeño.
—No, no lo haré. —Se paró y se fue rápido del aula de clases.
Los otros dos se quedaron viendo la dirección en la que se fue.
—Conociendo a Yoongi pensé que cedería ante tu petición. —miro al rubio. — ¿Hay algo que no sepa?
—Yoongi hyung le tiene miedo a las agujas. —soltó una risilla. —Pero lograre convencerlo. —sonrió. —Nos vemos luego Nam. —Se fue corriendo en la misma dirección que el pelimenta.
Yoongi estaba en su cama en posición de indio con su laptop sobre sus muslos tecleando algunos algoritmos para su clase de programación, pero no podía concentrarse del todo ya que su rubio amigo caminaba de lado a lado con su móvil en mano mientras hablaba.
—Hey ¿Dicen que tienen espacio para el jueves por la tarde?
—No puedo el jueves... iré a la biblioteca y luego a casa de MinJae. —El rubio alzo las cejas sorprendido. —Tenemos un proyecto juntos para el fin del semestre.
Chasqueo su lengua. —Esta bien. —volvió a caminar de lado a lado con el móvil en mano.
Yoongi soltó un suspiro pues su querido amigo Taehyung alias grano en el culo porque si el rubio había sido tan fastidioso aquella noche del lunes y ni que decir de toda la mañana del martes, ya que ni en clases estuvo a salvo pues a su teléfono llegaban mensaje tras mensaje de su amigo y lo peor es que no podía apagarlo pues su madre podría llamarlo por algún problema con sus hermanos o sus abuelos así que prefería tenerlo encendido.
Taehyung le había prometido a Yoongi que si hacia esto por él, este le compraría el almuerzo por dos meses y eso era algo que no podía rechazar pues Min necesitaba ahorrar para poder comprarse un nuevo portátil de mayor rango pues la que tenía a duras penas soportaba los distintos programas que al transcurrir de su carrera le instalaba.
—¡Genial! —grito el rubio quien lo miro con ojos emocionados. —Han revisado y tiene un cupo para el día viernes por la mañana. —El pelimenta lo miraba tratando de buscar alguna excusa. —Se muy bien que el viernes solo tienes una clase por la tarde. —Le saco la lengua.
—Maldición. —murmuro Yoongi.
—Estupendo. —sonreía. —Entonces el viernes a las diez en punto. —Yoongi miro la pantalla de su laptop que se había congelado maldiciendo en voz baja pues realmente necesitaba una nueva con urgencia para el próximo semestre. —Si a nombre de Min Yoongi... Gracias. —finalizo la llamada.
—¿No puedo retractarme, ¿verdad?
—No, no puedes. —Se acercó al pelimenta abrazándolo con fuerza. —Ya te dije que te amo. —Le beso la mejilla derecha.
—Si y lamentablemente yo también lo hago. —soltó un suspiro derrotado.
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