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03. Kim SeokJin


Era su hora de almuerzo en el trabajo, por lo que JungKook decidió ir al comedor que había dentro del departamento para poder comer con tranquilidad. Él solía hacer su propio almuerzo en casa antes de salir, aunque no fuera un arte culinario, al menos era comestible y podía mantenerse vivo con eso.

Después de llevar la última porción de arroz a su boca, dejó los palillos a un lado y sacó su celular, dispuesto a seguir con su investigación personal.

Tecleó "Kim SeokJin" en el buscador. No apareció casi nada, solo cosas al azar que el buscador ponía cuando no encontraba un resultado concreto. Sin embargo, después de varias búsquedas entre las redes sociales, logró encontrarlo en Instagram. A diferencia de YoonGi, su perfil sí estaba público.

Habían fotos bien producidas con amigos, en solitario y sobre naturaleza, pero nada relevante.

Al menos hasta que encontró su perfil de Facebook.

Habían muchas publicaciones y fotos incluso desde antes de su primera publicación en Instagram; en la época en la que SeokJin estaba en la universidad. Ahí encontró gran parte de lo que necesitaba.

Kim SeokJin, nacido en 1985, tenía la misma edad de YoonGi. Buscando en los inicios de su perfil, se dio cuenta de que Min aparecía en varias de sus fotos, parecían muy buenos amigos en cada una de ellas.

SeokJin estudió en el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea, especializándose en la ingeniería aeroespacial.

—Interesante —murmuró para sí mismo.

Después de pasar varias fotos y de leer las descripciones de las mismas, supo que YoonGi y SeokJin estuvieron juntos por un largo tiempo, incluso aparentemente se habían casado y lo comprobó cuando miró las imágenes de ellos en la ceremonia de casamiento.

JungKook se sintió decepcionado por un momento, hasta que cayó en cuenta de algo: el detective Min no había llevado puesto ningún anillo desde que lo conoció. Y revisando las publicaciones mas recientes de SeokJin, notó que YoonGi o el nombre de él no aparecía en ninguna de ellas.

¿Qué quería decir eso? ¿Ya no estaban juntos? Pero de ser el caso, ¿por qué YoonGi había ido a casa de SeokJin la noche anterior? ¿Y por qué se besaban como si aún fueran una pareja?


Ese día YoonGi, JungKook, los forenses y un par de policías más estaban dentro de un apartamento, donde se encontraba una escena que parecía ser un crimen pasional.

La víctima era un hombre de 27 años, su cuerpo estaba sobre la cama, tenía una apuñalada en su hombro derecho que indicaba que lo habían sorprendido por la espalda, pero la real causa de muerte había sido por estrangulamiento.

—Tomaremos su declaración oficial en el departamento de policías —dijo JungKook.

El chico que había encontrado el cuerpo y decía ser un amigo en común de la pareja, asintió. Jeon dio por terminada esa conversación y se alejó de él, dirigiéndose hacia donde estaba HoSeok observando un par de retratos en el mueble blanco que estaba bajo el televisor de la sala.

—Es la pareja —dijo, viendo también al otro chico que se mostraba en la fotografía, abrazando a la víctima.

—Lo sé —respondió HoSeok—. Lo más probable es que huyó desde la noche anterior, debemos encontrarlo antes de que pueda salir del país. Tenemos que poner a los aeropuertos y fronteras en alerta.

JungKook asintió. Entrecerró los ojos un momento al notar algo en el cuello del presunto asesino. Era un tatuaje al parecer, la forma de un dragón rodeado de flamas verdes.

Se giró hacia donde estaba la habitación y observó a YoonGi, quien seguía junto a Kim NamJoon examinando el cuerpo.

—Hay sangre bajo sus uñas —comentó Kim mientras sacaba una muestra de la misma—. Lo más seguro es que intentó defenderse del agresor.

—Analiza la muestra cuanto antes, si corresponde a él ingrésala a la base de datos.

—Por supuesto.

YoonGi observó la habitación por un par de minutos. Miró a NamJoon de nuevo y carraspeó, sin estar muy convencido de lo que iba a preguntar.

—¿Estás ocupado esta noche?

—¿Qué? —NamJoon alzó la mirada hacia él.

—Yo solo... me preguntaba si querías salir a beber o algo.

—¿A qué viene eso?

Entre ambos había una muy buena relación desde hacía años, pero usualmente siempre se comunicaban por cosas del trabajo. Rara vez salían como amigos o algo por el estilo.

—Solo pensé que sería buena idea. Ha sido una semana larga, y los demás chicos ya tienen planes esta noche al parecer.

—Oh... de verdad me gustaría, pero también tengo planes. Mis padres me visitarán esta noche y se quedarán conmigo todo el fin de semana.

—Vaya, entiendo —asintió—. Espero... que tus padres estén bien.

—Sí, gracias —suspiró—. Siento no poder acompañarte.

—No, no importa. Yo...

—Yo puedo acompañarlo.

Ambos voltearon a ver hacia la entrada de la habitación, donde JungKook se encontraba de pie bajo el marco de la puerta.

—Oficial Jeon —dijo YoonGi, un tanto extrañado por la propuesta.

—Lo siento, no era mi intención interrumpir ni ser entrometido. Pero si usted gusta... yo podría acompañarlo. N-no tengo planes y me gustaría salir a beber.

Observó atentamente al detective, quien no lució muy convencido al inicio, pero luego de unos segundos su semblante se relajó y terminó asintiendo con la cabeza.

—De acuerdo.

JungKook sonrió, demasiado feliz con esa respuesta.

JungKook podría asegurar que no se había sentido así de feliz durante todos esos días. Es decir, tendría una cita o algo parecido con YoonGi, y eso le emocionaba.

Claro, ya había salido con él un par de noches, pero siempre fue en grupo con sus otros colegas, y esta era la primera vez que solo serían ellos dos solos.

YoonGi, por otro lado, se sentía un poco extraño. Había querido salir esa noche para ahogar parte de sus penas en alcohol por la noticia que SeokJin le había dado la noche anterior.

NamJoon era lo más cercano a un amigo que tenía, sin mencionar que contaban con la misma edad, lo que hacía sentir a YoonGi un poco más cómodo. Y aunque agradecía la compañía de JungKook, no tenía la confianza suficiente para poder desahogarse con el novato. Además, era su superior, no quería lucir patético frente a él.

Así que se propuso que solo sería una salida cualquiera, donde solo beberían un par de copas, tendrían una conversación de lo más banal y luego cada quien se iría a su respectiva casa.

Claro, eso funcionaría.

JungKook cambió su uniforme en el departamento y se colocó una camiseta básica blanca que se amoldaba muy bien a su cuerpo, y un pantalón color negro. YoonGi no utilizaba uniforme por lo que no le sorprendió verlo con el mismo atuendo formal que había usado durante todo el día.

Fueron a un pequeño bar no muy lejano al lugar donde trabajaban. El establecimiento estaba un poco lleno y no habían mesas disponibles, por lo que optaron sentarse frente a la barra.

—Debo decir que agradezco que vinieras esta noche aquí conmigo —dijo YoonGi—. Estás joven y probablemente cuentas con muchos planes en días como estos, no pensaba interrumpir tu noche libre.

—Oh, no. Es un placer estar aquí —sonrió—. Además, ¿por qué lo dice como si usted fuera un anciano?

—No soy un anciano, pero seamos honestos, soy trece años mayor que tú y estoy cerca de los 40, así que tampoco soy precisamente joven.

—¿Ah, sí? Porque he escuchado que dicen que los 40 son los nuevos 20.

YoonGi sonrió genuinamente por primera vez, y JungKook casi se sintió en el cielo por verlo de esa manera. En verdad le encantaba ese hombre. YoonGi sonriendo era lo más hermoso que había visto en el mundo.

—Por cierto —dijo YoonGi—. Ya no estamos en el trabajo, puedes tutearme.

—¿En serio?

—Sí, por supuesto —asintió—. Oye, ahm, cambiando de tema... —relamió sus labios—. Hay algo que he pensado y no he tenido la oportunidad de decirte. La primera vez que salimos a comer contigo, tú... creo que me has abierto la mente con respecto a algunas cosas.

—¿A-a qué te refieres?

Un par de cervezas fueron colocadas frente a ellos, ambos agradecieron y tomaron un trago de su respectiva bebida.

—Siento... —continuó YoonGi—. Que siempre ha habido algo así como un estigma en que un policía fuera gay, ya sabes, porque las personas no los consideran lo suficientemente "masculinos" o "machos" para eso. Por un minuto pensé que después de lo que dijiste, los demás te rechazarían o te verían raro a partir de esa noche, pero no fue así. Y realmente me alegra. Admiro tu confianza en ti mismo, porque yo jamás me hubiera atrevido a hacer eso.

—Usted... digo, tú —se corrigió en seguida—. ¿Eres gay? —fingió sorpresa.

—No es que lo oculte en mi vida cotidiana, solo prefiero no mencionarlo con cada persona que se me cruce. Cuando era estudiante nadie me tomaba en serio por ese motivo, y es malditamente absurdo, pero así era, y desde entonces aprendí a solo ocultar mis sentimientos ante la sociedad.

—Es horrible.

—Lo es —asintió—. Pero crecí acostumbrado a eso, así que a estas alturas de mi vida tampoco me tomaría el trabajo de cambiarlo.

—Lamento que hayas tenido que pasar por eso.

—Bueno, supongo que son experiencias de cada uno. Espero que las tuyas hayan sido mejores que las mías.

JungKook se alzó de hombros y volvió a tomar de su cerveza.

—Había un tipo que me molestaba por ser gay cuando estaba en la universidad.

—¿En serio? ¿Y qué hiciste?

—Lo puse en cuatro y al día siguiente iniciamos a salir.

YoonGi soltó una pequeña carcajada. Casi no se conocían, pero nunca hubiera esperado recibir esa respuesta por parte de JungKook.

—Es un buen giro de trama, aunque algo cliché —rio.

—La mayoría de las personas que son homofóbicas, es porque están reprimidas. No lo van a decir en voz alta, pero lo único que buscan es que alguien se lo encaje bien.

—Eres más osado de lo que pensé —negó con la cabeza aún con una sonrisa en sus labios—. Y... —volvió a verlo a los ojos—. ¿Por cuánto tiempo salieron?

—Cuatro meses, después él se fue con otro —volvió a encogerse de hombros—. Eso tampoco te lo dicen acerca de los reprimidos: una vez que se desatan, son los más infieles que podrás conocer.

—Oh, ya veo —apoyó su cabeza sobre la palma de su mano.

—¿Y tú, detective Min? ¿Tienes pareja? —inquirió, prestándole suma atención a sus expresiones—. ¿Novio? ¿Esposo?

YoonGi sonrió y tomó su botella de cerveza.

—Es... complicado.

—Tenemos tiempo, ¿no? —sonrió—. Vamos —lo animó—. No siempre puedes desahogarte con alguien que te entienda perfectamente.

—Pues, es una historia un poco larga y estoy seguro de que te vas a aburrir.

—Por supuesto que no, venga, lo prometo.

YoonGi suspiró rendido.

—De acuerdo —bajó la mirada hacia su bebida, luciendo pensativo, probablemente estaba reviviendo toda su historia en su mente—. Cuando tenía 15, me cambiaron de instituto. Estaba molesto al inicio, pero me olvidé de ello cuando lo conocí a él. Su nombre es SeokJin, nos hicimos amigos muy rápido, luego mejores amigos, y a los 18 nos dimos nuestro primer beso. Éramos el primer amor de ambos, así que como te imaginarás, estábamos muy ilusionados cuando iniciamos a salir. A los 21 nos fuimos juntos a vivir a un pequeño apartamento, trabajábamos y estudiábamos a la vez, y a los 25 decidimos casarnos. Es decir, no legítimamente, sabes que aquí la ley no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero nos compramos anillos e hicimos la ceremonia, así que para nosotros, estábamos casados. Contando el tiempo desde que nos hicimos novios, llevábamos 17 años juntos, hasta... que nos separamos. No fue porque ya no nos quisiéramos o porque alguno de los dos fue infiel, solo... creo que ambos queríamos cosas diferentes —soltó un resoplido. Vaya, realmente pensó que no iba a poder desahogarse, pero lo había soltado todo—. Aún así nos seguíamos viendo, sabes, pero ahora SeokJin está teniendo citas con Dios sabrá quién y, no pienso mentir, eso me duele —pasó una mano por su frente, sintiéndose abrumado—. Ya pasaron casi tres años, pero aún se siente raro estar sin él.

JungKook sintió un poco de lástima hacia él. HoSeok tenía razón, YoonGi podía aparentar ser una persona fría, pero en realidad no era un mal tipo.

¿Sería esta la primera vez que hablaba tan expresamente de su vida con alguien del trabajo? De ser así, era todo un honor para JungKook. Deseaba que YoonGi pudiera confiar más en él, y deseaba ser el único que pudiera conocer su lado vulnerable.

—Aún lo amas —concluyó. YoonGi no respondió, solo bebió de la botella y de alguna forma JungKook lo tomó como si le estuviera dando la razón. Mordió el interior de su mejilla, ¿qué se supone que debía decirle? ¿Qué lucharan por su amor? ¡De ninguna manera!—. Si él está empezando a conocer otras personas quizá deberías hacer lo mismo. Intenta seguir adelante o de lo contrario, te quedarás estancado.

—Por favor —bufó—. SeokJin es atractivo y una persona extraordinaria, puede estar con quien quiera las veces que quiera. Yo soy yo —dijo, con cierto desagrado.

—Tú eres tú, y por eso muchas personas matarían por estar contigo.

—¿En serio? —se burló—. Lo dudo mucho.

—Yo lo haría —musitó.

Fue algo que se le había escapado decir. Sin embargo, eso no impidió que YoonGi lo pasara desapercibido, ni siquiera por la música que se escuchaba en todo el lugar. JungKook siguió bebiendo sin darse cuenta de que Min lo había escuchado, y esa "indiferencia" ocasionó que el detective se cuestionara si realmente había escuchado bien o no.

JungKook era demasiado atractivo, de ninguna forma iba a negarlo, pero tampoco estaba en sus planes pensar en él como algo más. No obstante, si lo que había escuchado era real, al mismo tiempo no podía dejar de preguntarse, ¿qué rayos le pasaba a JungKook por la cabeza como para fijarse en él? Había un millón de chicos más atractivos y de la misma edad de Jeon allá afuera. Definitivamente, no tenía sentido, y si lo tenía, lo único que podía pensar era que le estaba jugando una broma. Una en la que no iba a caer.

—¿Sabes? —se puso de pie—. Creo que el alcohol me ha dado un poco de sueño, así que será mejor que me vaya.

—¿En serio? ¿Tan pronto? —también se puso de pie.

—Sí —puso un billete sobre la barra como pago por la cerveza—. Lo siento.

—Detective Min... —quiso detenerlo, pero YoonGi ya se había alejado lo suficiente hacia la salida—. Maldición —masculló mientras volvía a sentarse.

Mientras se seguía maldiciendo en sus adentros, otro hombre se sentó al lado suyo para pedir una bebida. JungKook volteó a verlo por puro reflejo, sin embargo, algo llamó su atención.

El hombre ni siquiera había reparado en la presencia del castaño, por lo que JungKook aprovechó para ver a detalle el tatuaje que tenía en su brazo izquierdo. Era el mismo que había visto en el chico de la foto esa mañana.

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Díganme qué tal les está pareciendo la historia hasta ahora, plox, porque esta temática policiaca es muy nueva para mí xd

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