·Jungkook·

—Sinceramente— Yugyeom comienza a alzar la voz por encima de la música— esperaba algunos golpes.

—Yugyeom...

—Ya sabes, como en las películas, cuando el principal se acuesta con la hermana de su amigo y esta sale en embarazo—se ríe, dando otro sorbo a lo que sea que esté tomando— y luego se gritan cosas como "¡Has traicionado mi confianza!"

Mimgyu ríe, sin ganas y mediante un resoplido.

—Ves mucha televisión—me mira— Jungkook no se acostó con nadie y de ser así, creo que no sería de mi incumbencia... además, conozco a Alanamya como la palma de mi mano.

Frunzo el ceño, no entendiendo que quiere decir.

—¿Y con eso te refieres a...?—Eunwoo es quien decide preguntar, agradezco mentalmente por ello— Jungkook se disculpó, de todas formas, si tuvieses que enojarte no debería ser solo con él. Tu amiga también participó activamente.

—No estoy molesto, no importa—ríe de nuevo— Alan ya me explicó.

—Ah todo esto— Yugyeom se ve interrumpido cuando una mesera, bastante sonriente deja su pedido en la mesa—si, gracias.

—Es un placer.

Oh. Yo conozco ese tipo de mirada, volteo el rostro para otro lado conteniendo mis ganas de reír por el tono de voz usado, no soy el único.

Yugyeom odia en sobremanera cuando las mujeres intentan agudizar su voz para sonar más... sensuales y atrayentes, casi puedo ver como le tiembla un ojo. La chica se va, no sin antes sonreír aún más, agradezco la oscuridad del lugar.

—Cómo decía— retoma— ¿Cuándo conoceremos nosotros a tu famosa amiga? Siento que tengo derecho a conocerla puesto que no hablas de nadie más.

—Es cierto, solo la he visto en fotografías.

—Tiene que ser preciosa si Jungkook ya la besó.

—¡Yugyeom!— vuelvo a quejarme.

Para nuestra sorpresa, Mingyu se suelta a reír con fuerza, desconcertandome.

—¿Eso quieren? No hay que preocuparse— vuelve a mirarme a mi ¡Maldita sea! poniéndome de los nervios— la traeré para que puedan verla en condiciones.

Paso la lengua por el interior de mi mejilla, no sé porqué, una pequeña molestia empieza a arder en mi interior.

—¿Cuándo?

—Ya mismo— le hace una seña a uno de los guardias que cuidan el lugar, el hombre se acerca obediente— diles que deseamos cambiar de mesera, pregunta por Hwan Alan.

Eunwoo está por tocar el suelo con la mandíbula seguido de Yugyeom, yo no tengo nada que decir incluso aunque sé que mi rostro se ha tornado rojo.

—¿Hizo algo mal la actual?— pregunta el hombre.

—Está coqueteando, por favor, trae a quién acabo de mencionar.

Nos quedamos en silencio, observo de manera distraída los tatuajes en mi mano, estoy molesto y conteniendome de expresar mi descontento a Mingyu, no lo hago porqué sé que terminaría en pelea y por muy amigos que seamos, lo mandaré a la mierda si continúa siendo un idiota.

Eunwoo carraspea, intentando disipar la tensión que Mingyu ha creado, pero, Yugyeom es más explosivo y siendo todo lo contrario a lo calmado que es Eunwoo, Yugyeom si habla.

—Dices que no estás molesto y que lo que sucedió no es de tu incumbencia pero estás haciendo este número ridículo— suelta de sopetón, ganándose una mirada sorprendida y de ojos abiertos por parte de Mingyu— sabías que la chica iba a estar aquí y por eso sugeriste el lugar, sabías que Jungkook iba a estar lo suficientemente apenado contigo y te estás aprovechando de eso haciéndolo sentir mal cuando lo que pasó no es siquiera un delito, calma tu rabia, Mingyu.

—¿Que calme mi rabia dices? No estoy-

—Si, si estás—levanta la voz—no sé que diablos esté pasando por tu cabeza en este momento, pero ahorratelo, creo que Jungkook ya se disculpó lo suficiente contigo incluso cuando no tenía porqué, te recuerdo que todos aquí somos adultos y estoy seguro de que también somos conscientes de lo que hacemos, y cuando la cagamos jamás nos hemos escondido de la responsabilidad para terminar admitiendolo. Madura, maldita sea.

Creo que el shock está en todos, incluso en mi, pues jamás había estado tan de acuerdo con alguien, es cierto, me hace sentir pésimo el hecho de que esta noche Mingyu la planeo con maña, queriendo avergonzarme y parece que no se dio cuenta de que no sólo yo terminaría mal, pues Hwan también estaba envuelta en esto.

Supe que efectivamente no sería el único con el revoltijo de emociones cuando vuelvo a verla, Hwan nos observa a los cuatro, está de pie con ambas manos en los bolsillos de su jean negro, tiene una camiseta igualmente negra y el cabello recogido en una cola alta, su mirada se detiene en Mingyu y si pudiera fotografiar la decepción, se vería exactamente como su rostro justo ahora.

Pero a Mingyu nisiquiera parece afectarle.

—Alan— pronuncia el castaño— sabía que trabajarías esta noche, siéntate.

—Tu amigo tiene razón— lo corta inmediatamente— hace mucho tiempo no sacabas tu lado imbécil.

Sé que es una situación de carácter serio, pero me resulta un tanto difícil apartar mis ojos de ella, aquellos pantalones marcan perfectamente la linea de su cuerpo, tiene caderas y aunque la camiseta es ancha, que el borde este metido entre los pantalones me permite afirmar que su figura es preciosa, casi tanto como su rostro.

Sus labios, yo recuerdo esos labios.

—Estoy trabajando, así que no puedo sentarme a hablar—suspira, no me mira en ningún momento—alguien más vendrá a atenderlos, este no es mi piso.

Se inclina, respetuosamente y da la vuelta, yéndose por donde llegó, así que quiero culpar a mi impulso cuándo en medio de los regaños y reprendas hacia Mingyu, mi cuerpo se levanta y va tras ella, queriendo arreglar las cosas.

Tal vez soy muy tonto.

Apenas empezamos y ya todo mal, vaya.

Besitos rojos. ❤