Lean el capítulo anterior a este.

·Jungkook·

—Eres un estúpido— lo sé, y no es Al quién me reprende— tienes mucha fe en las personas.

Alanamya sostiene el hielo en mi mejilla y me observa enojada, el señor Hwan me regaña y me recuerda que soy estúpido como por quinta vez mientras la señora Hwan ambienta una habitación para mi porque ya se decidió que pasaré la noche en esta casa y no está a discusión.

—Sabía que terminaría así, él se daría cuenta de que más que afectarme a mi, estaba jodiendo a sus amigos y- ¡auch!—  presiona el paquete en mi cara, vale, tal vez si está muy molesta— ya dije que lo siento.

—Golpealo con el hielo otra vez, así razona— sugiere el hombre, dando por terminada la conversación y aún en pijama se da la vuelta, su habitación está en el primer piso y puedo ver a Nami-ah llamándolo con la mano, listos para dormir, aún cuándo es temprano— no quiero más interrupciones en mi casa, así que iré a dormir con la esperanza de que nos despertaré hasta mañana a las seis. Ah, y yo no retiraré mi demanda, debes saberlo.

Se va, cuándo estoy seguro de que no volverá, aparto el hielo y miro con ojos suplicantes a Al, inmediatamente se levanta negando con la cabeza y no me queda más que seguirla como perrito después de apagar las luces, hasta su habitación dónde se tira sobre la cama boca abajo para evitar mirarme.

Me acuesto sobre ella dejando caer casi todo mi peso y no tarda en quejarse y rogar por aire, parece que realmente soy muy pesado.

—Convence a tu papá— niega— anda ¿para que queremos más problemas? simplemente dejemos hasta aquí y así no se agrandan más las cosas, el prometió no molestar más.

Se gira rápidamente, apartándose el cabello del rostro y observa mi puchero, como esperé, no le afecta ni un poco.

—No esperes que yo pueda convencer a mi papá de no demandar, es abogado, es terco, es estricto— y un sin fin de cosas que asustan pero nos agradan a todos— él no va a desistir de ello, no cuando llamaron a su solecito "zorra"— es cierto— para él aquello es digno de cien demandas si quiere.

—Y yo entiendo perfectamente, bonita, pero sólo digo que lo intentes una vez, así ya no habrá nadie que se meta contigo— me blanquea los ojos, que mujer tan agresiva— solo una ¿mmh? una.

Finalmente asiente y victorioso vuelvo a dejarme caer con más suavidad sobre ella, su mano acaricia por encima mi mejilla lastimada (Mingyu me hizo ver estrellas) y se alza un poquito, besando mi nariz.

Mi novia bonita.

Beso quedito y lento sus labios, aunque soy más fanático de ir rápido y brusco, no me molesta tomarme mi tiempo para sentirla, es incluso más íntimo e intenso.

—El próximo viernes— intento proponerle entre besos, el chasquido que resulta de aquella acción es lo único que se escucha, luego mi voz— tengamos esa— me muerde y asciendo al cielo— cita.

Rodamos y queda ella encima, se suponía que íbamos a besarnos bonito y ahora estamos en estas condiciones dónde me toquetea hasta el alma.

—El viernes tengo mi proyecto final— se separa un poco— ese en el que no quieres ayudarme.

Todas las alarmas se encienden en mi cabeza y solo puedo pensar en una cosa.

—¿Le vas a dibujar el pene a alguien más?— y estalla en risas, justo en toda mi cara— hablo enserio, la preocupación es real.

Picotea mis labios.

—Si no consigo a quién dibujar, pues el maestro me asignará un modelo, así de fácil— lo hace de nuevo, en el medio de mis cejas pues no me gusta lo que estoy escuchando— relájate, es solo un dibujo.

—Si, uno de alguien desnudo— niega con la cabeza, riéndose— ¿no puede ser en boxer o algo? si es así, puedo sacrificarme.

Se sienta derecha sobre mi torso y he de decir que la vista es magnífica.

—La tarea es un desnudo.

—Pues conviértelo en un semidesnudo, ya sabes, dejar algo a la imaginación.

—Claro, porque mi profesor se tomará el tiempo de imaginarse tu órgano viril— asiento.

—Puede crear expectativas y trabajar con eso.

Me observa aterrada.

—¿Es enserio?—afirmo— estás idiota.

—Y tu muy bonita— le alego sacándole una expresión de ternura— y más bonita te verías dibujando el cuerpo de tu novio en boxer en lugar del desnudo de un desconocido.

—Jungkook. Superalo, le veré el pene a un modelo y no puedes hacer nada para cambiar eso.

Resoplo.

—Es como si me engañaras indirectamente.

Y así nos quedamos hasta pasadas las once, discutiendo por un jodido dibujo, discusión en la que yo salí perdedor, como debe ser.

—No te atreverías— le digo.

—¿No?— el tono coqueto y sin vergüenza que usa, me dicen muchas cosas— pruébame, cariño.

Y aquello fue en realidad una invitación a literalmente probarla, y... no saben cuánto amé su sabor.

Sabor a aventura, expectativa y mucho cariño.

Sabor a Al.

Hello, so, read me please jeje.

Mañana subiré el epílogo y sé que lo amarán y como es usual, es un epílogo extenso, con algunos spoilers o referencias que tal vez capten, tal vez no.

Taste me las amó como lectoras, nos vemos mañana y muchos besitos rojos.