Epílogo
Love Drunk
—Jungkook— le llamo, ambos estamos cubiertos hasta la consciencia en esta licoreria, él piensa que es muy divertido lucir como fugitivos— deja de poner botellas en el carrito, nos vas a matar, estúpido.
Me ignora, poniendo otras dos de un vino que desconozco, sonríe como si estuviese haciendo la mayor de las travesuras.
—Espérame en el auto— me pide, yo lo miro como si estuviera loco— iré a pagar esto y nos iremos.
No espera mi respuesta y se va.
—Le faltan unas mil tuercas a este idiota— camino preocupada hasta el maldito auto y me subo en él, como me pidió— supongo que tiene pensamientos suicidas.
Y es que no entiende que no somos buenos con el maldito alcohol, pero claro, mi novio es más loco que una cabra e intenta consolarme con un "nada malo pasará, solo nos tomaremos un poco de cada cosa" mi única esperanza estaba en que el hombre de la caja no lo dejase llevar tanto, pero murió, pues desde aquí puedo ver como conversan sonrientes y él pasa cada botella.
Le recibe la tarjeta e identificación, supongo. Estamos muertos, llamaré a papá y le diré que prepare la tumba de su solecito, porque moriré ahogada en trago.
Lo ve salir, trae todo en su mochila y llega dando saltitos como un niño emocionado, no puedo no reírme porque Jungkook es simplemente un payaso, esta medio loco, pero vamos, es un loco muy guapo y me encanta.
—Próxima parada— anuncia, en modo comercial— mi casita personal.
—¿Tienes una?
—Claro, todos tenemos un lugar propio a pesar de que vivamos los siete juntos— se encoge de hombros— casi no estoy allí, pero me gusta mucho y te gustará.
Suspiro en mi asiento, literalmente mío pues hace un mes Jungkook había mandado a bordar en letras pequeñas mi nombre en el espaldar del mismo, es tan ñoño, me fascina, sinceramente es lo más romántico que han hecho por mi en la vida.
—Sigo pensando que es mala idea porque nos emborrachamos hasta con agua— suelta un «nah»— pero está bien, me resignare, no puede ser tan malo.
🍫🍫🍫
—Ba-Bájate de ahí, imbécil— pido entre risas, estas aumentan y me encuentro aplaudiendo el intento de show privado que Jungkook me está regalando— eso no luce muy resist— hipo— resistente.
Baja con extremo cuidado, o eso alcanzo a ver pues mi vista se tornó borrosa hace como media hora, deja la botella vacía allí mismo y da nuevamente saltitos hacia mi, me toma en un abrazo y aún riéndonos, damos vueltas por todo el lugar, incluso pasamos por la cocina, este vals tonto nos hace chocar con un sin fin de cosas.
—Mi corazoncito borracho te adora— por poco no le entiendo, pero me abrazo a él totalmente, me reconfortan sus brazos— me gustas~
—Me— hipo— gustas más~
—Tengo frío.
—Estamos arrecostados en la nevera, por eso— su mano recorre toda mi espalda y se adentra al pantalón— no hagas eso.
Me mira, con ojos entrecerrados y sonrisa burlona.
—¿Porqué? ¿Te calientas si hago eso?
—¡Dijiste que no lo recordabas!
Me estampa contra la nevera y como si no hubiera notado que me dolió terriblemente, me besa, Jungkook siempre es jodidamente agresivo y parece que con tragos encima es el doble.
Camina conmigo aferrada a su cadera, una estabilidad horrible, casi caemos unas seis veces al suelo solo con él tratando de encontrar el sofá mientras su lengua se enreda con la mía sin descanso alguno, cuando mi espalda toca la suave superficie y mis manos son retenidas por sobre mi cabeza, siento sus dientes bajar por mi cuello y morder cada pedazo de piel que se encuentra.
Habrán marcas otra vez.
—Déjame hacerte el amor...
Susurra en mi oreja y procede a morderla también, se frota en mi aún con la ropa de por medio, aún así siento su deseo, me gusta cuando él me anhela de esta manera, con Jungkook todo es intenso, las sensaciones, los toques, las palabras, los sentimientos... el amor.
Se pone de rodillas en medio de mis piernas y sin tomarse mucho tiempo, se saca la camiseta dándome la privilegiada vista de su torso desnudo, sus mejillas están muy rojas y me encanta, de verdad me encanta todo en él.
Esta es una de esas noches que quiero recordar.
🍫🍫🍫
El puto sol me da en toda la cara y apenas abro los ojos me quiero matar.
—Agua...— ruego en susurros, necesito hidratarme con urgencia o de verdad moriré— puto Jeon, le dije que no y-
Estoy desnuda.
Miro hacía abajo y me encuentro con mis pechos al aire, no solo eso, una mata de cabello esta acostada en mi estómago y suelta quejas pidiéndome que me calle y me quede quieta. Me cubro la boca, estamos sobre la alfombra de la sala.
—Jungkook— le llamo, llevo mi mano a su hombro y lo sacudo, vuelve a quejarse y se aferra a mi— por la mierda, que te levantes.
Lo sacudo otro par de veces más, perdiendo la paciencia limitada que tengo y finalmente gruñe molesto levantándose, se sienta y se frota ambos ojos con las manos, le toma unos minutos lucir despierto y yo estoy conteniendo la risa, estamos desnudos y no veo mi ropa por ningún lado, su camiseta esta a seis pasos de nosotros y es la única prenda visible.
—Woah— me mira, sus cejas enarcadas y sus ojos abiertos, se mira a él mismo y repite— woah ¿qué pasó?
—Tu me preguntas a mi ¿crees que recuerdo algo?— gateo hasta tomar la camiseta, me la pongo y gracias al cielo me cubre lo suficiente, oh, bajo la camiseta están sus boxer— ten— se los lanzo, los atrapa hábilmente y empieza a ponérselos con expresión pensativa.
—Que raro— dice— no recuerdo.
Uy si, que raro.
—Iré por agua— asiente, sentándose en el sofa, una botella descansa a su lado, la toma y la pone junto a las demás sobre la mesa, voy rápidamente a la cocina, hay cajones abiertos y una botella sobre el mesón— somos imbéciles.
Regreso con ambos vasos de agua, Jungkook lo recibe y aún con los ojos medio cerrados ojea su celular.
—Tu papá ganó la demanda— ¿me sorprende? no, le tomó meses— dice que se va a Marruecos con tu mamá a celebrar.
No me llevó, la traición.
—Está bien— digo— alistate, quedaste con Athena y Taehyung de ir a visitar a tus hyung's.
Se queja en voz alta, jala de mi, tomando el borde de su camiseta y me observa con pucheros.
—No me acuerdo de nada— dice con pesar, resoplo— pero seguramente fue asombroso, quiero recordar.
Se escucha el sonido de algo cayendo en la cocina, la puerta de la nevera se abre sola.
Yo también quiero recordar, Jungkook, yo también.
Fin
Y SE ACABOOOOOOOOOOOOOOÓ.
Así termina el cuarto libro de la saga, celebremos 😎🎆🎶
Muchísimas gracias por tanto amor, porque nos reímos y disfrutamos mucho con estos dos, porque conocimos a Hwan Alan y porque tenemos otro final feliz. Gracias por apreciar tanto a mis personajes y a mi escritura, les mando muchísimo amor y espero verlas es los tres libros restantes de la saga, y por supuesto, en RED MOON para que sepan que tendrán mucho más de parte de su reina roja.
Y estamos en cuarentena, así que seguiremos actualizando seguido, lol, cuidense y quédense en sus casas, las necesito seguras y saludables.
Gracias de nuevo, besitos rojos.
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