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Sexto plato


[Jin]


Los días fueron pasando y mi humillante presencia en el programa fue desapareciendo con ellos, o al menos quedando en el olvido. Aún había comentarios y fotos por las redes sociales, pero después de casi cinco emisiones más del programa, yo había dejado de ser la noticia del día. Con suerte podría retomar mi vida como si nada hubiera pasado y llegar a cumplir mi sueño de una manera más sencilla y que no incluyese ponerme en ridículo delante de miles y miles de personas.

- ¿Entonces hoy vamos a cenar a tu piso?

- ¿Eh? –me giré hacia Eunwoo, quien me miraba sonriente, mostrando esa angelical expresión que le caracterizaba y que de tantos problemas nos conseguía sacar. – ¿Cómo que cenar?

- Venga hyuuuuung~ – Jungkook se me colgó del brazo como si fuera un niño e hizo un puchero, abultando el labio inferior y exagerando la situación. – Mañana es sábado.

- ¿Y eso que tiene que ver para que yo os tenga que cocinar?

- Me he portado muy bien esta semana...

- ¡Yo también! –anunció Tae por el fondo, sin despegar la pantalla de su móvil pero alzando la mano para llamar la atención.

- A ti te han expulsado dos días por casi incendiar la mesa del profesor.

- ¡ESO NO ES VERDAD, PEDAZO DE CHIVATO! –Taehyung dejó el móvil, empujando a Jungkook de forma brusca y apartándolo de mi lado, y puso ojitos de cachorritos, dejando en claro que las palabras de su hermanastro eran totalmente ciertas. – Solo quemé una punta y ni siquiera se extendió el fuego, solo eso.

- ¿Te han expulsado dos días? –preguntó Eunwoo, quien aún no se acostumbraba a los líos en los que solía meterse Taehyung, y eso que ya hacía un tiempo desde que los cuatro nos conocíamos. Al vivir en el mismo barrio, él y yo fuimos y seguimos siendo amigos de la infancia, época en la que se nos unieron Tae y Kook cuando se mudaron a nuestra misma calle poco después de la boda de sus padres.

- Me han invitado a permanecer fuera del centro.

- Te han echado.

- ¡Tú te callas! –dio un golpe al menor de todos, quien no tardó en devolvérselo con la misma fuerza. Eunwoo rió y yo rodé los ojos mientras me metía en medio para separarlos. – ¡Jin, a cara rata no le des comida!

- ¡No llames así a tu hermano!

- ¡PUES TÚ ERES UN ALIEN CON LAS OREJAS DE DUMBO!

- ¡JUNGKOOK! –regañé al pelinegro. Miré a Eunwoo pidiendo auxilio y el muy desgraciado seguía riéndose de la forma más disimulada posible, guardando las apariencias. Tuve que patearle suavemente en el muslo para que reaccionara y fuera a poner orden. A pesar de tener la misma edad que Jungkook, era de los más maduros del grupo.

- Como soy el único que se porta bien, Jin solo cocinará para mí... –soltó sonriente, llamando la atención de los hermanastros como por arte de magia, quienes se separaron al instante, volviendo a mirarme con inocente, y completamente falsa, expresión en sus rostros.

- Yo también me porto bien, hyung...

- Y yo, y yo –siguió el pelinegro, reprimiendo el impulso de alzar la mano como si fuera un niño. Sonreí, enternecido por la imagen y revolví el pelo de ambos mientras les empujaba suavemente por la espalda para que siguieran caminando. – ¿Podemos cenar pizza de chocolate?

- ¡Y con piña!

- ...

- No –respondí por Eunwoo, a quien se le había quedado la misma expresión de asco que a mí. Taehyung resopló con resignación y asintió.

- Vale, pues que sea sin piña.

- No voy a hacer una pizza de chocolate para cenar.

- ¿PERO POR QUÉ NO? ¡Ya te he dicho que me he portado bien, ha sido a Taehyung a quien han expulsado!

- ¡QUE NO ME HAN EXPULSADO, ME HAN INVITADO A IRME!

Rodé los ojos y en esta ocasión decidí omitir la pelea, caminando a un ritmo más rápido con Eunwoo a mi lado, quien estaba llamando a sus padres para avisar de que cenaría en mi casa. Yo hice lo mismo pero diciéndoselo a los padres de Jungkook y Taehyung, quienes confiaban más en mí que en sus propios hijos, y los cuales nunca rechazaban un momento de paz sin ellos, así que la respuesta fue un rotundo sí.

Yo, por suerte, llevaba viviendo solo desde que empecé la universidad, así que no tenía problemas para dar explicaciones, pues no existía nadie que necesitara escucharlas. Bueno, podría hacer a excepción de Jjanggu, la perrita que adopté cuando me vine a vivir solo, pero seguro que a ella ni le importaba donde me había pasado el día con tal de que volviera para cepillarla y echarle la comida.

Cuando llegamos, Jungkook fue el primero en echar a correr por el piso en busca de mi pequeña bolita de pelo blaco, seguido de Taehyung, quien comenzó a ladrar de extraña forma para "confundirla y hacerle creer que hay un perro sexy en la entrada, y así conseguir que apareciera" . Eunwoo recogió las mochilas que habían dejado tiradas en cualquier parte, llevándolas junto a la mía, a mi cuarto, y yo fui a la cocina en busca de alguna receta para la cena.

- A mí no me parece tan mala idea una pizza de chocolate... –apareció el apodado como "príncipe" a mi espalda. Realmente no me extrañaba que tuviera a la mitad de la escuela tras él, pues era una verdadera belleza.

- ¿Sabes prepararla tú? –negó de inmediato con la cabeza. – Pues entonces.

- ¿Y qué me dices de unos Spaguetti?

- Creo que no tengo... –respondí mientras rebuscaba en uno de los armaritos. – ¡Oh, pero hay arroz! –exclamé victorioso, alzando la pequeña bolsita como si de un trofeo se tratara. Se la lancé a Eunwoo, quien la cogió al vuelo sonriente y dejó con cuidado en la encimera. – Y en la nevera hay carne.

- ¿Janggukbap entonces?

- Ahá. Luego pondré un plato de carne y yo creo que basta con eso.

- ¿Y la pizza de chocolate? –pegué un salto sorprendido al encontrar a Taehyung a mi espalda, seguido de Jungkook con la perrita subida en un hombro, haciendo lo imposible por no caerse. – ¿De postre o cómo?

- De ninguna forma, no existe.

- ¿Por qué hyuuuuung? –se lamentó el pelinegro, formando de nuevo un puchero.

- Porque no se puede hacer una maldita pizza, con chocolate.

- Pe-pero...

- Jungkook –Ahora era Eunwoo quien hablaba, probablemente para manejar la situación de nuevo. – Hay carne.

- ¿HAY CARNE? –asentí aliviado por ver como recuperaba la emoción, al igual que su hermanastro, quien había agarrado a Jjanggu y se lo había puesto en la espalda mientras daba vueltas por el salón. – Hyung, eres el mejor.

- Lo sé –respondí acomodándome el flequillo con suficiencia.

Porque no mentía, es decir, esos niños no podían quejarse de mí ni un poquito, les mimaba como si me tratara de su propia madre, ¡mejor que su madre incluso! No podía ni imaginar cómo estarían si no fuera por mí. Quizás tendrían unos kilos menos, pero definitivamente no sonreirían de esa forma a como lo hacían en ese momento.

- ¿Te ayudo a cocinar? –preguntó Eunwoo, sacándome de mi ensoñación. Asentí y le ordené que comenzara a poner el agua a hervir. Jungkook no tardó en unírsenos, pero pocos minutos después se cansó y fue directo a por su hermano, quien prefirió ponerse a jugar a los videojuegos desde un principio, y realmente lo agradecía. Taehyung y la cocina no se llevaban del todo bien. – ¿Escuchaste lo del concurso?

- El qué de todo –respondí recordando la mala pasada que me había dado ese estúpido programa culinario.

- Lo de la repesca.

- ¿Lo de volver a integrar a uno de los eliminados? –Eunwoo asintió sin mirarme, más concentrado en ajustar correctamente la temperatura del fogón frente a él. –Ni me presentaré, mandaré una carta avisándoles.

- ¿Eh? –ahora sí que me prestó más atención. – ¿Por qué? Pensé que querías ganar ese concurso a toda costa. Es tu oportunidad.

- La vez anterior era mi oportunidad, esta vez es un camino directo al fracaso y hacer de nuevo el ridículo.

- Es imposible que te pase lo mismo.

- Cierto, quizás en esta ocasión si consigo clavarle el cuchillo a mi compañero.

- ...

- No me importa, Eunwoo, ya lo he aceptado. Llegaré a cumplir mi sueño de otra forma y ya está.

- Me sigue pareciendo una mala idea.

- Bueno, pero como es mi decisión y no la tuya, da igual lo que te parezca.

- Te vas a arrepentir si no vas, hyung. Eres mejor que todos ellos.

- Lo sé.

- ¿Entonces?

- No voy a arriesgarme a meter la pata otra vez. Estos últimos meses han sido muy duros.

- Hyung...

- ¡Fin del tema! –declaré de forma apresurada, temeroso de que terminara consiguiendo embaucarme. Había tomado una decisión y ya está, nada me iba a hacer cambiar de opinión. – Ve poniendo la mesa mientras llamo a estos dos.

Y antes de que pudiera hablarme, agarré un trapo para limpiarme y salí directo en busca de Taehyung y Jungkook, intentando desechar las palabras de Eunwoo de mi cabeza.

- ¡Jin hyung, Jin hyung! –el mayor de ambos me tiró de la manga hasta hacerme sentar a su lado, entre él y el pelinegro, frente a la pantalla de mi cuarto en la cual destacaba mi juego preferido de Mario Bross. – Ayúdanos a pasar este nivel.

- Es imposible, hyung.

- Dificilísimo.

- ¡Más difícil que el nivel más dificilísimo del mundo!

- Ash, no es para tanto –agarré rápidamente el mando y me dejé llevar por mi vicio al juego de mi personaje preferido. No pasaron ni dos minutos antes de que terminara el nivel, consiguiento que la partida avanzara una casilla y que los hermanastros me miraran asombrados, como si acabara de logra la hazaña más complicada del mundo. – Me he pasado el juego como ochenta veces, ya lo sabéis.

- ¡Jin hyung es mejor que todos!

- Puede hacer cualquier cosa –corroboró el pelinegro a su hermano, abrazando felizmente mi brazo con fuerza.

- Lo que digáis –me puse en pie, haciendo caso omiso, o fingiendo, a sus cumplidos, y palmeé mis piernas para quitarme cualquier rastro de polvo que pudiera haberles quedado, aunque fuera bastante improbable ya que el suelo estaba impoluto. – Ahora mover el culo que la cena ya está hecha.

- ¡Sí mamá! –gritó Jungkook en broma, ganándose una patada mi parte y echando a correr entre risas a la cocina.

- Yo ya voy, espérate que termine la partida...

- Tú tiras ya.

- Un momento, hyu-

- YA –Desenchufé la consola, haciendo que la tele se apagara de inmediato. Taehyung puso cara de espanto y fue a replicar, pero tras ver mi mirada, terminó rodando los ojos y saliendo casi corriendo de nuevo a la cocina. – ¡Lávate las manos antes!

- ¡Si mamá!

- ¡Y no me llames mamá, niño!

A pesar de todo, sonreí inconscientemente, disfrutando en parte de la inmadurez de ambos. Era bonito tener amigos que te idolatraran tanto, que realmente te creyeran capaz de cualquier cosa.

"¿Puedo hacer cualquier cosa? ¿Incluso ganar la repesca?"

No. Definitivamente no valía la pena arriesgarse. 


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Hubo a gente a la que no le salió el tercer capítulo, así que en caso de que entréis en ese grupo, os recomiendo echarle de nuevo un vistazo a ver si sale, y si sigue igual de desaparecido, pues yo en mi caso reiniciaría Wattpad.

De todas formas os dejo un resumen de que pasó, por si no os apetece reiniciar y ezaz cozaz de gente vaga y molona. 

- Jin está lamentándose por su asquerosa vida. Metió la pata en el programa, tirando platos, volcando ingredientes y demás cosas debido a los nervios por pensar que Namjoon iba a mandarle directo a eliminatoria. Ambas juezas votaron su expulsión (como es obvio) a excepción de Nam, porque Namjin forevah. A pesar de todo, como es mayoría, pues acaba fuera del programa. 

- Jungkook le consuela haciendo de osito de peluche apapuchable.

- Taehyung es Taehyung. 

- Taehyung está viciado al móvil hablando con Hobi, porque Vhope forevah. 

- Rebeca maldijo a todo Wattpad pOR hacerla bullying y no notificar sus capítulos a los seguidores. 

Y ya está, fin.

¡BAI, BEZOZ DE NO AMOR!

P.D: Os añado una fotos del perro de Jin (es su perro en la vida real y <3)

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