Cuagesimocuarto plato
[Jin]
Al parecer a la "falsa novia de Namjoon que nos había pagado la cena para intentar comprarme con comida" -cosa bastante factible- le habían surgido algunos problemas. Así, tal cual, era lo único que me había explicado Namjoon en voz baja mientras seguía con su atención puesta en la llamada. Tampoco me importó mucho, yo iba perfectamente en mi mundo con mis hamburguesas. Que sí, que la calidad podría ser inexistente, pero aún así tenían un sabor delicioso, y más teniendo en cuenta mi hambre.
La situación pasó a ser la siguiente. Namjoon serio, andando por la acerca a paso rápido en busca de su coche. Yo a su espalda, sosteniendo tres hamburguesas en un brazo y comiendo una cuarta con la mano libre. A pesar de mis esfuerzos, no conseguí enterarme de absolutamente nada de lo que sucedía, porque el pelirrosa solo escuchaba y no comentaba absolutamente nada. No fue hasta que llegamos al coche que colgó la llamada y se guardó el móvil en el bolsillo al tiempo que entraba en el vehículo.
- ¿Bedoh omehr e ed cgose?
- Mastica, traga, y luego habla, Jin -me regañó mientras metía las llaves del coche. Yo comencé a masticar más y más rápido, inflando mis mofletes, para poder tragar antes y volver a preguntárselo de forma correcta. Pero no hizo falta, él se me adelantó unos segundos antes de que yo pudiera vocalizar de nuevo. - Y sí, sí puedes comer en el coche.
- Genial -me metí el último trozo de hamburguesa en la boca y fui a abrir la segunda. Antes de probarla yo, se la acerqué a Namjoon, quien ya estaba conduciendo, para que le diera un bocado. Casí se llevó media hamburguesa el desgraciado. - ¿Me vas a explicar de una vez que ha pasado y a donde vamos?
- Vamos a tu casa, te dejo en tu piso.
- ¿Eh? ¿Por qué? -me quejé indignado. -Aún es pronto, yo quiero estar más rato contigo.
- Dos tíos están dando una paliza al novio de Ailee y obviamente no voy a llevarte.
- ¿Y tú si vas a ir? -asintió sin despegar la vista de la carretera. Yo volví a envolver lo poco de hamburguesa que quedaba y me crucé de brazos. Era hora de ponerse serios. - Si tú llevas tu plano culo, ten por seguro que yo también iré.
- Es peligroso, idiota.
- Pues entonces tú no vayas.
- Pero Ailee es mi amiga, obviamente no voy a dejarla tirada.
- Que llame a la policía o algo, que se yo.
- Ya se lo he comentado, pero teniendo en cuenta el personaje de novio que tiene, seguro que le va a venir peor a ellos.
- Oh. Una pena.
- No pongas ese tono -me regañó, mirándome una milésima de segundo con el ceño fruncido. Yo rodé los ojos y le ignoré. Aprovechó que había un semáforo en rojo, para prestarme atención. Le miré desafiante, esperando que me dijera algo, que me echara cualquier cosa en cara para saltar. - ¿Piensas bajarte del coche con las hamburguesas?
¿Eh? ¿Acababa de aceptar que le acompañara sin poner ninguna pega? Bueno, sin contar las anteriores. Pero sabiendo lo cabezota que era, y más en temas de "protegerme", se me hacía raro el haberlo convencido tan fácilmente. Borré mi expresión de sorpresa y negué rápidamente al tiempo que volvía a desenvolver mi comida a medio terminar. Le pegué un mordisco y respondí sin esperar a tragar antes.
- Edo tedinoh antez e iegar, no drodrmah -no sé si entendió lo que dije o no, algo que traducido sería "Me lo termino antes de llegar, no problema". Simplemente rió y me revolvió el pelo, gesto que tomé como aceptación por su parte.
Comí tan rápido que me terminé yo solo -y con pequeñas intervenciones de Namjoon- con las tres hamburguesas que quedaban diez minutos antes de llegar. En ese tiempo intenté animar el ambiente hablando sobre el drama al que tan enganchado estaba, pero por desgracia Namjoon había dejado de verlo. Dijo que se sintió tan decepcionado con esa muerte que marcó su final definitivo con los dramas. Y yo le apoyé totalmente, pues sabiendo con lo incrédulo que era, seguro que sufriría demasiado en compensación a la satisfacción, y yo no quería ver a mi bebé triste por más historias ficticias.
Finalmente nos detuvimos en una calle poco transitada, por no decir prácticamente desierta. Era un barrio de esos que no se iluminan ni cuando sale el sol, y solo con mirarlo sientes que vas a caer en el infierno con habitación reservada junto a Satán.
La mayoría de farolas estaban rotas y no iluminaban, pero a pesar de eso no nos fue difícil diferenciar al gran grupo de personas en medio del descampado. Bueno, tampoco eran muchos, quizás llegaban a seis incluyendo a Ailee y su novio. El primero estaba en el suelo mientras uno le metía patadas y a ella la estaban sujetando tres personas. Definitivamente la chica debía ser fuerte para necesitar a tres personas que la sujetaran.
- Tienes mayonesa en la cara, junto a la mejilla -me susurró Namjoon cuando bajamos del coche. Pasé mi mano y efectivamente cuando la volví a mirar tenía una pasta blanca. Fulminé al pelirosa con la mirada mientras me limpiaba fuertemente todo el rostro con la manga de mi sudadera. - Ya está, no tienes más.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes, idiota?
- Porque te quedaba demasiado sexy -se encogió de hombros y yo le di una patada no muy fuerte en el trasero antes de echar a andar hacia el grupo. Él también aumentó la velocidad, pero probablemente para llegar antes que yo y poderme dejar a su espalda. Tampoco me quejé, pues en realidad ese tipo de lugares y ambientes no me gustaban nada, por no decir que me daban un enorme miedo.
Cuando llegamos Ailee gritó el nombre de mi maravilloso novio, cosa que sirvió como distracción para que todos nos mirasen y se detuvieran en lo que fuera que estaban haciendo. Ella aprovechó para soltarse y salir corriendo hacia su novio, tirándose al suelo junto a él y cubrirle con su propio cuerpo mientras comprobaba que estuviera consciente. De veras que me costaba odiar a esa chica.
Todos nos miraban mientras nos acercábamos, yo agarrado inconscientemente de la hebilla del pantalón de Namjoon. Igual cuando me di cuenta tampoco la solté porque ya notaba a mis piernas temblar del miedo y prefería tener ese contacto con él, por pequeño que fuera.
- ¿Qué queréis? -preguntó el que segundos antes se encontraba pegando al novio de Ailee. Yo agaché la mirada, pero Namjoon no se achantó ni un poquito. Él también se había movido por barrios de pequeño, así que probablemente esta situación no le era nueva.
- Solo vinimos a recogerles -respondió calmado. Yo seguía sin levantar la vista, clavándola en el arenoso suelo. Tenía pinta de doler si te estampaban y hacían rodar en él. Definitivamente no quería verme en esa situación. - Trae, le llevo yo.
Namjoon fue a inclinarse para agarrar al novio de Ailee pero en ese momento a uno de los que nos rodeaban no se le ocurrió mejor cosa que meterle una patada en la cara. A Namjoon. A mi Namjoon.
- ¿A dónde crees que te lo vas a llevar? -dijo con una muy desagradable voz. Además de que se olía el alcohol hasta desde mi posición.
Namjoon se sujetó la mandíbula y giró varias veces la cabeza, todo con extrema calma y en silencio. Se lamió el labio inferior que le había comenzado a sangrar excesivamente y entonces esbozó una pequeña sonrisa. Una sonrisa que no pude admirar por mucho tiempo porque antes actué sin pensar.
Me lancé encima del chico que había osado tocar a mi Namjoonnie y le propiné dos rodillazos en la entrepierna antes de tirarle al suelo y empezar a golpearle el rostro con mis puños. Pude comprobar que efectivamente Namjoon no mentía cuando decía que yo pegaba fuerte, pues con solo el segundo golpe su nariz ya empezó a sangrar.
Quizás habría seguido por mucho más tiempo si no me llegaran a haber agarrado del pelo. Luego todo sucedió muy rápido. Namjoon agarró la muñeca del que me tenía cogido por el suelo y le hizo girar hasta que me soltó y quedó de rodillas frente a él. Una vez ahí le dio una patada haciando que cayera de espaldas y no se volviera a levantar. Se giró hacia el chico que antes estaba pegando al novio de Ailee y pasó de largo, empujándole ligeramente para abrirse paso hasta la pareja.
- Ya lo cargo yo, no importa -respondió ella, cogiéndole ágilmente, colocándoselo a la espalda y volviéndose a poner en pie. Definitivamente no era la primera vez que ella tenía que cargar con alguien a la espalda.
Los dos chicos restantes se quedaron de pie, mirádonos con recelo pero sin atreverse a decir nada mientras nos marchábamos. Momento que aproveché para limpiármelas manos de la asquerosa sangre del chico con el que me había pegado, en la camiseta de Namjoon. Una vez frente al coche, Ailee y su novio se pusieron atrás. Nosotros aún estábamos fuera cuando le miré y me di cuenta de lo mal que lucía. Tenía todo el labio hinchado y la sangre no paraba de caer. Suspiré y me quité la preciosa sudadera rosa que llevaba, para lanzársela, antes de quitarle las llaves del coche de la mano y entrar en el asiento del conductor.
- Presiónala contra el labio hasta que lleguemos al hospital.
- ¿Conduces tú? -asentí con desgana y esperé a que entrara para arrancar. Todos estábamos en silencio, lo único que se escuchaba era el ligero motor de coche. No fue hasta el primer semáforo en rojo que nos topamos, que Namjoon se inclinó a susurrarme. - Siento haber arruinado la noche.
- La próxima vez que quieras ponerme celoso, simplemente dime que ella tiene mejor culo o algo. No llegues a estos extremos, idiota -respondí bromeando, también en voz baja.
El semáforo cambió a verde y yo me preparé para arrancar, totalmente calmado ya que no tenía ningún coche detrás, estaba la carretera absolutamente desierta. Y a decir verdad, el novio de Ailee me era tan indiferente como una tuerca.
- Ey Jin -me llamó Namjoon aún sin separarse de mi oreja. Asentí para que supiera que le estaba escuchando y me dejó un beso en la mejilla antes de añadir. - Tú tienes mejor todo que cualquier persona.
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