Miró nuevamente su reflejo en el espejo e hizo una mueca, no estaba muy seguro si estaba usando la ropa adecuada para el lugar a donde irían esa noche pues su hyung no le había dicho a dónde irían, solamente que use algo cómodo y fresco.

- Don Juan, ya deja de mirarte al espejo que no tengo todo el día. Además, aún estoy resentido porque no me quieren llevar y yo si quiero ir, pero no te preocupes, la próxima semana iré a un acuario y no los llevaré - reprochó Jin con falso enojo - ¡les hacía de burro de carga! Pero ustedes se perdieron este servicio cinco estrellas.

Taehyung negó con la cabeza, sonriendo divertido y rodó los ojos ante el dramatismo del mayor. Arregló sus cabellos y tomó una mochila donde había guardado lo que creía necesario para la velada de esa noche.

- ¿Listo? - pregunto SeokJin, tomando las llaves de su auto cuando el pelinegro se dirigía a la puerta de la habitación - ¿Seguro no se te queda nada? ¿llevas celular? ¿agua? ¿ropa? ¿toalla? ¿medias? - el menor asintió a cada una de las interrogantes - ¿condones? ¿lubricantes?

Taehyung se puso totalmente rojo apresurando sus pasos bajo la mirada divertida de Seokjin.

- Responde, muchacho. Que no estoy pintado en la pared.

Tae bajo la mirada avergonzado mientras reforzaba el agarre en las azas de su mochila.

- Háblame que no entiendo lenguajes de señas, T-T-Taehyung - dijo divertido, recibiendo una mala mirada del contrario - Es broma, Taetae, no me mires con esa cara de perro rabioso que tiene ganas de matarme.

El menor no le presto atención y terminó de bajar las escaleras. Jin chasqueo la lengua y rodeó sus hombros con uno de sus brazos de manera amistosa.

- No te tomes todo tan literal, Taetae. Mejor vamos antes de que Hoseok se preocupe porque no llevo a su osito - comentó con voz aniñada, apretujando entre sus manos las mejillas del castaño y recibiendo un leve golpe de parte de este para que lo suelte.

- Solo f-fue una vez, h-hyung - se defendió Tae, rodando los ojos para sí mismo.

- Como digas, osito - se volvió a burlar, montándose en su auto junto a su dongsaeng.

Taehyung aún no entendía porqué seguía pidiéndole favores a Seokjin sabiendo como era de molesto con aquel mote que se le había escapado a Hoseok hace ya como un año y medio, desde ese día Jin aprovechaba cada oportunidad para decirle "osito".

A su novio siempre le pareció lindo aquel apodo, y para qué mentir, a él también le gustaba. Aunque compartiera muchos otros sobrenombres melosos con su pareja, ese era su favorito y el que Hoseok usaba desde antes de estar en una relación.

Una vez llegaron a la casa de Hoseok, destino de Taehyung, ambos bajaron del vehículo. El mayor con una sonrisa burlona pensando en cómo molestar un poco a sus dongsaengs, y el menor ansioso por ver a su novio.

- ¡Osito! - grito Hoseok, saliendo de la cochera con una musculosa blanca sucia de aceite y grasa al igual que su cachete y manos, acompañado de gotas de sudor que resbalaban por su frente.

Aquello no fue impedimento para que Taehyung sonriera en grande y saliera disparado a abrazar a su hyung alzandolo en el aire mientras este reía para luego besarlo tiernamente.

- H-ho-hola, hyung. 

El castaño lo miró enternecido repartiendo pequeños besos por el rostro del menor que recibía gustoso los mimos proporcionados.

- Sí, hola a ti también, Hoseokie - interrumpió Jin al verse ignorado por la pareja - Yo estoy bien, fantástico, cada día más hermoso. 

Jung rio levemente culpable, alzando su barbilla en modo de saludo mientras seguía abrazado a Taehyung. 

- Hola, Jin hyung. Perdón, pero es que estoy muy emocionado por lo de hoy. Llegaron antes de lo pensado y me encontraron dando mantenimiento al auto - hizo una mueca, alejándose de su novio con un puchero en los labios al darse cuenta de que lo estaba manchando - Ya te ensucie, Taetae.   

- No hay problema, h-hyung. 

- Agh... Ustedes son muy cursis, mejor me voy antes de que se me pegue la peste. 

Hoseok rodó los ojos y Jin se carcajeo levemente despidiéndose de la pareja, no sin antes dejar un advertencia al de hoyuelos: "Cuidado con robarle la inocencia a mi Taetae, Hoseok pervertido". Jung sonrió y le enseñó la lengua de manera infantil mientras Taehyung se sonrojaba como tomate.  

- Mejor vamos adentro, papá hizo ramyeon - dijo Hoseok emocionado jalando la mano del menor que se tensó quedándose estático en su lugar, rehusandose a seguir, negando con la cabeza rápidamente - Tranquilo, no está mamá, y esta vez papá no te mandará al hospital por dolor de panza. 

Taehyung dudó un poco antes de asentir reacio, Hoseok soltó una risa nasal antes de dejar varios castos besos sobre los labios de su novio. Kim solo pudo suspirar y sonreír tenuemente. 

Todo por su hyung...

No es que él odie a los padres de Hoseok, no, claro que no... Solo que era una relación un tanto complicada, en especial con la señora Jung.  Ella no se tomó muy bien el que su único hijo varón fuera gay, una de las razones por las cuales el mayor nunca llevó a sus antiguas parejas a casa, pero un día de fiesta y licor Taehyung había tenido que llevar a su novio a casa ya que se había pasado de copas, siendo atrapados por la madre del mayor mientras Hoseok se restregaba contra él en su ebriedad. 

Ese día había recibido el peor regaño de su vida donde la mujer lo tachaba de "pervertido aprovechado" y muchas otras cosas muy ofensivas, dejándole terminantemente prohibido volverse a acercar a su hijo. El señor Jung también había tenido esa pésima primera impresión de él, pero después de conocerse mejor lo termino aceptando y permitiendo que vuelva a ir a su casa. 

Sin embargo, eso le llevó a tener problemas con su mujer que se había negado rotundamente a que Taehyung sea el novio de Hoseok, y todo se puso peor al darse cuenta de que era tartamudo; ese día dijo muchas cosas que seguían grabadas en su memoria y que lo hirieron profundamente, tanto que casi hacen que terminen. 

"- ¡No quiero que mi hijo esté con alguien como tú! ¡Defectuoso! ¡Solo estás contagiando a mi hijo y apoyándolo con esa idea estúpida de que es maricón! Él es un hombre, le deben gustar las mujeres. Esto solo es una etapa ridícula - espetó enojada, mirando con desdén al chico que se encontraba cohibido en su asiento con lágrimas amenazando con salir. 

- Mamá - interrumpió Hoseok totalmente tenso, tomando la mano de Tae entre las suyas intentando brindar consuelo mutuo en ese simple gesto - Él está aquí para hablar con ustedes y resolver el malentendido de aquel día, no para que lo insultes. Es mi novio, respetalo. 

- ¡Já! ¿Respetarlo? ¿Hablar? Por favor - rió con amargura - Ni siquiera puede pronunciar una palabra sin trabarse... tartamudo defectuoso - murmuró con una mueca de asco - Es más, Hoseok - dirigió la mirada a su hijo que temblaba levemente por la rabia e impotencia - Te hubiera aceptado si al menos estuvieras con alguien que pueda formular una frase coherente. No a un estúpido tartamudo aprovechado como este, ¿si quiera ha terminado la secundaria? lo dudo - su voz burlona solo empeoraba la situación - No entiendo como te puede gustar alguien como él en vez de una señorita bonita de clase que tenga metas a futuro y que pueda cumplir con su rol como mujer, darte herederos y servirte. Sería una nuera excelente. 

- ¡Mamá! ya te dije, yo conozco a Taehyung hace mucho y lo amo como es, él también tiene sueños y metas que comparte conmigo, me hace muy feliz, más de lo que imaginas. A mi no me interesan las mujeres, ¡entiende! 

- ¿¡Amor!? Por favor, Hoseok... tú aún tienes toda la vida por delante, esto solo es curiosidad de jóvenes. Además, ¿qué  planes tiene? ¿Lograr terminar una oración o qué? porque no veo ningún futuro para este inútil- 

- ¡Basta! - intervino por primera vez el señor Jung - Hye, es suficiente. No tienes el derecho alguno para tratar así al novio de nuestro hijo, es mejor que midas tus palabras, mujer - dijo firme, la fémina lo miró ofendida frunciendo el ceño. 

- ¿Acaso lo vas a defender? ¿En serio tan bajas expectativas tienes para Hoseok? ¿Sabes qué? olvídalo. Haz lo que se te dé la gana, pero no lo quiero ver en mi casa cuando yo esté - fueron las últimas palabras de la señora Jung antes de abandonar la sala para subir con fuertes pisadas a su habitación." 

Desde ese momento Taehyung nunca más volvió a ir sin ser invitado por el señor Jung, solamente se quedaba a un par de metros frente a la casa cada vez que acompañaba a Hoseok. Hubo un par de veces en las que se habían topado con la mujer, pero ella no hacía más que barrerlo con la mirada para después seguir con su camino. 

Con el papá de Hoseok el cuento era diferente, él era un hombre realmente agradable que trataba de hacerlo sentir cómodo cada vez que se encontraba ahí, al igual que las hermanas menores de su novio. Como lo era en ese momento. 

- ¡Oh! Vaya, ya llegaste, Taehyung - el hombre sonrió en forma de saludo al igual que Kim. 

- ¡Taetae oppa! - chilló una pequeña de 7 años con sonrisa incompleta que se aferraba como mono de las piernas del castaño. 

- Hola pequeña, ¿cómo e-estás? - sonrió de manera cuadrada, haciendo que otra niña de 10 años corriera a abrazarlo. 

- ¡Oppa! ¿por qué es tan bonito? Me gusta mucha su sonrisa - confesó con un leve sonrojo. 

Hoseok fulminó con la mirada a su hermanita atrayendo al menor hacia su cuerpo por los hombros de manera posesiva. Él podía ser un poquitín celoso, pero Taehyung tampoco quedaba atrás. 

- ¿Verdad que mi novio es muy lindo? - dijo con una sonrisa cínica, enfatizando la palabra para después besar de manera posesiva a Taehyung que lo tomó de la cintura. Pero un carraspeo los hizo separar. 

- Lamento interrumpir, pero ya es hora de comer. Aparte, mis hijas no están en edad para ver como se pasan saliva - el mayor miró a los jóvenes de manera acusatoria que murmuraron un leve "lo sentimos".

En la radio sonaba una canción que estaba de moda y que tenía aquel toque veraniego que ambientaba el lugar. El sol golpeaba contra el parabrisa de manera tenue reflejándose en sus rostros y en la unión de sus manos entrelazadas. 

Ambos tarareaban al ritmo alegre de la canción, mientras Hoseok conducía Taehyung veía por la ventana con el viento revolviendo sus cabellos, enfriando su rostro que se iluminó al ver la ruta que tomaba el mayor. 

- Hobi hyung, ¿¡V-vamos a ir a la playa!? - la emoción reflejada en sus orbes logró derretir el corazón de Jung. Este asintió con su característica sonrisa de hoyuelos antes de dejar un beso en el dorso de la mano del menor, poniendo de nuevo su mirada a la carretera. 

- Sip. Esta es mi sorpresa, Taetae. 

Kim se acercó dejando un rápido beso en el cachete de Hoseok antes de volver a ver por la ventana con una gran sonrisa y seguir tarareando al ritmo de la melodía. 

- Me gusta cuando cantas - manifestó el mayor a la espera de que su dongsaeng siga cantando, pero este se silenció de manera abrupta. Hoseok suspiro de manera pesada y con un deje de tristeza hablo - Algún día me gustaría escucharte cantar una canción completa... 

Taehyung presionó sus labios en una línea recta con la mirada gacha, quiso apartar su mano para abrazarse así mismo, pero el contrario se lo impidió. A veces se sentía culpable por muchas cosas que su hyung había cambiado por él, desde su equilibrio en el núcleo familiar hasta tener que acostumbrarse a hablar con alguien que parece una pared por lo poco que opina. 

En muchas veces se llegó a preguntar porqué lo había escogido a él entre tantos otros que no son defectuosos, aún no entendía porqué él si tan solo había hecho que los padres de su hyung tuvieran problemas entre sí... Por qué él que no tiene nada bueno que ofrecer, a excepción de su "cara bonita" como muchas personas le habían dicho.

Por qué él que no podía ni siquiera decir correctamente un "te amo" ni tampoco ser tan descarado y sinvergüenza como llegaba a ser Hoseok.

No entendía cómo es que su hyung no se aburría de él como sus antiguas parejas lo hacían, siempre lo dejaban con la excusa de "No eres tú, soy yo" que claramente decía que era él el problema. Y esque a Taehyung le causaba ansiedad hablar por el hecho de no poder decir una frase con fluidez, razón por la cual casi siempre se encontraba en silencio escuchando a los demás socializar.

Un suspiro pesado salió de sus labios. 

- Sabes que te quiero, ¿verdad? - dijo Hoseok, interrumpiendo sus pensamientos. 

- También te... quiero. 

Esa tarde jugaron bajo el sol de principio de verano, sintiendo la arena entre sus dedos y el azul mar refrescar sus cuerpos. Solo eran dos jóvenes disfrutando del momento juntos entre risas, sonrisas, abrazos y besos. Siendo felices con cosas tan simples como jugar en el agua salada del vasto mar mientras la brisa se paseaba entre ellos. 

- ¡Ven acá, ven acá! - gritaba Hoseok persiguiendo a Taehyung que huía con una gran sonrisa en el rostro como un niño que acababa de cometer una travesura. 

- ¡Alcanzame! 

El mayor aceleró su trote al igual que el castaño,  enredándose con sus propios pies y terminar en la arena, oportunidad que Hoseok aprovechó para lanzarse sobre el menor. Ambos con las respiraciones agitadas y risueñas carcajadas que se opacaban por el sonido de las olas.

- Te dije que te atraparía.

- N-no es justo - puchereo.

- Es momento de volver a ponerte protector - Hoseok regaño levemente, manchando la mejilla del menor con aquella loción. 

Taehyung hizo una mueca y en un rápido movimiento invirtió posiciones, acomodándose entre las piernas de su hyung.

- Mejor prevenir que lamentar. No quiero que mañana te quejes porque estas todo quemado, así que déjame ponerte el bloqueador.

Kim negó divertido comenzando a repartir castos besos en el cuello y cara de Hoseok, impidiendo que siga con su tarea. Él es amante de molestar al mayor solo por ver ese triángulo característico que se formaba en sus labios cada vez que se enojaba.

- ¡Kim Taehyung! ¡Quédate quieto!

- No.

Y así empezaron una nueva carrera donde Hoseok perseguía a Taehyung con el bloqueador solar en mano.

***

La tarde poco a poco daba paso al ocaso que se abría camino en el horizonte. El sol sumergiéndose en el reflejo cristalino del mar, bañando con sus colores el agua. Momento en el que el día y la noche se juntaban antes de que los astros nocturnos se adueñen del cielo, iluminando el oscuro lienzo sobre sus cabezas y brindando de su brillo a la pareja de enamorados que se encontraban envueltos en una frazada por el frío que comenzaba hacer acto de presencia, sentados frente a la luz de una pequeña fogata.
Una leve melodía ambientaba el momento acompañado del golpear de las olas contra la costa y el murmullo que creaban las hojas de las palmeras en su juego con la brisa.

Un mágico escenario para aquellos jóvenes que se arrullaban con la mezcla de sonidos que había en la silenciosa noche mientras tomaban chocolate caliente y azaban malvavisco después de haber tenido una larga lucha para poder encender el fuego.

- Esto es perfecto - Hoseok soltó un suspiro risueño, acomodándose mejor contra el cómodo pecho de su pareja.

- Lo es sí estás a-aquí - murmuró Taehyung de igual forma, totalmente relajado y a gusto.

- Tae - volvió a hablar Hoseok después de un rato, el menor respondió con un sonido gutural en señal de que lo escuchaba - Te tengo algo. Toma - el mayor sacó del bolsillo de su pantalón un par de pulseras, extendiendo su mano hacia Taehyung que veía maravillado los accesorios.

Eran pulseras de plata idénticas que tenían el dije del sol y la luna que se complementaban en uno donde estaban grabadas las iniciales de sus nombres.

Algo bastante simple y común que representaba el más profundo amor que sienten el uno por el otro. A pesar de ser algo sencillo, no había nada mejor para Taehyung que aquel detalle.

Hoseok tomó la pulsera con el dije de la luna y la puso de manera delicada en la muñeca del menor que sonreía en grande mientras en su mirada se reflejaba el claro de luna. 

- Gracias.   

Taehyung hizo lo mismo con la pulsera que tiene el dije del sol. 

- Parece que nos estuvieramos casando - Hoseok bromeo, haciendo que el menor soltara una leve risita - Aunque no me molestaría pasar muchos años más juntos, ¿a ti te gustaría también? 

- Mucho. 

El castaño hizo una mueca al percatarse de que no le había regalado nada a su hyung mientras él planeó todo un día juntos. Apretó los labios en una línea fina dudando un momento. 

- ¿Pasa algo? ¿No te gusto? - preguntó asustado. Tae negó rápidamente. 

- N-no es eso, es solo que... uhmm - mordió su labio inferior y chasqueo la lengua al no saber cómo darse a entender. 

Hoseok ladeo la cabeza al ver al menor dirigirse a la carpa que habían armado en la tarde y donde se encontraba, ¿que tenía planeado su dongsaeng?

Taehyung regreso con una hoja en la mano no muy seguro de lo que iba a hacer apagando la pequeña radio y volviendo al lado de su hyung. 

- Y-yo... la escribí para tí - los ojos de Hoseok brillaron al ver como Taehyung carraspeaba, alistandose para cantar. 

Y es que ese era uno de los deseos más grandes que tenía desde la vez que lo había encontrado distraído en el patio trasero de la universidad sentado en el pasto mientras su espalda reposaba en el tronco de un árbol con la luz del sol delineando su perfil y de su boca la mejor melodía más hermosa que alguna vez Hoseok había escuchado y que deseaba volver oír. 

 Y ese día Taehyung no estaba solo cantando para él sino que estaba entregando su corazón en la letra de aquella canción donde ambos eran protagonistas de la bella historia de amor que contaba. Al principio se enredó con las palabras para después de un profundo respiro continuar con fluidez. 

Hoseok cerró los ojos, disfrutando de grave voz de su novio. Su mente viajó a viejos recuerdos, desde la vez en que Taehyung había dado el primer paso en confesarse después de un arranque de celos. 

Las mejillas sonrojadas y leves temblores en el cuerpo del menor le resultaban tan atractivos y tiernos en ese momento en el que varias personas se habían parado a ver como el chico serio y misterioso estaba hecho un manojo de nervios tartamudeando sin parar frente al lindo chico con sonrisa de corazón y hoyuelos. 

Ese día fue uno de los más felices al saber que sus sentimientos eran recíprocos aunque tuvo que pasar un mes para poder definir su relación. Era tan divertido ver a Taehyung celoso, pero impotente al sentir que no tenía derecho a reclamar. 

Las noches en las que se quedaban conversando hasta tarde, ya sea por mensajes o videollamadas hasta que uno de los dos era vencido por el sueño. Las tardes de helado, películas, palomitas y comida chatarra en la casa de los Kim. Las miradas, sonrisas y detalles que compartían convertían esos momentos en los más maravillosos del mundo. 

Porque estaban juntos... 

Era así, no importaba donde Taehyung se encontrara si estaba con Hoseok; y Hoseok no encontraba mejor lugar que al lado de Taehyung 

La grave voz del menor se dejó de escuchar y Hoseok suspiró complacido , guió la mano de Taehyung hasta posarla en su pecho donde su corazón latía de manera apaciguada. 

- Y-yo... uhmm, H-hoseok tú... g-gra-gracias por este t-tiemp- tiempo jun-juntos... - gruño molesto por no poder expresarse. Estaba tan nervioso que su tartamudez  empeoraba - O-ol-olvídalo... me iré a do-dormir - Se levantó impotente consigo mismo, su hyung merecía más que simples palabras incompletas. 

Se giró listo para irse, pero el suave agarre en su mano por parte de Jung lo detuvo. 

- No te vayas, quiero oírte. Quiero saber que tienes por decir y no me importa cuanto tiempo te tomes o cuantas palabras digas... yo te amo. Te amo con cada una de tus virtudes y defectos, amo tus sonrisas, pucheros, miradas, risas, abrazos, sueños y pasiones... Amo lo tierno que te ves cuando hablas. Amo a aquel dulce osito que se oculta tras un tigre feroz, ¡Grr! - ambos jóvenes rieron levemente ante esa comparación - Ven. No te voy a juzgarte, nunca lo haré. Quiero estar contigo todo el tiempo posible y escucharte. 

Taehyung mordió su labio inferior suspirando sonoramente antes de asentir y una leve sonrisa surcando en su rostro. Tomó asiento al lado de Hoseok, volviendo a cubrirse con la frazada comenzando a hablar. 

-  Hobi hyung... h-hoy que cumplimos un año j-juntos y no puedo estar más feliz de estar con-contigo. Gracias por estar todo este ti-tiempo para mí y te-tenerme paciencia... por quererme como soy. Eres una de las personas más im-importante para mí... eres realmente hermoso, amable y ale-alegre - Hoseok observaba totalmente enamorado las muecas que hacía Taehyung cuando luchaba con alguna palabra, él es perfecto a su manera y su otra mitad - H-hoy bajo la luz de luna quiero pre-preguntar nuevamente si quieres seguir conmigo mu-mucho tiempo más... ¿qué dices? ¿a-aceptas? 

Sus miradas se conectaron y entonces Taehyung supo la respuesta, porque así era su relación, con una mirada podían saber lo que el otro sentía, con una mirada eran más que felices... No había necesidad de muchas palabras, con solo una mirada podían hacer que todo a su alrededor desapareciera y la calma se acentúe en sus tristes almas. 

Sus labios se encontraron en un beso suave y lleno de sentimiento, uno donde sus labios se saboreaban de manera superficial. Las manos de Taehyung fueron a parar a la cintura del mayor mientras las manos de Hoseok acunaban su rostro. Se separaron lentamente dejando sus frentes unidas y la punta de sus narices rozándose juguetonamente. 

- Claro que quiero - murmuró. 

Hoseok dejo varios besos castos en las mejillas, párpados, frente, nariz y labios de Taehyung antes de volver a juntar la punta de sus narices en un beso esquimal. 

- Te amo, cool boy. 

- Te amo, jagiya. 

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¡Holi! ^^

Espero les haya gustado~

Dato: los últimos apodos los saqué del libro de curiosidades del vhope de EstherdeKimJin por si se lo preguntaban.

Dato 2:

La tartamudez puede empeorar cuando la persona está emocionada, cansada o estresada, o cuando se siente cohibida, apurada o presionada. Ciertas situaciones, como hablar en frente a un grupo o hablar por teléfono, pueden ser particularmente difíciles para la gente que tartamudea.

Sin embargo, la mayoría de las personas que tartamudean pueden hablar sin tartamudear cuando hablan consigo mismas y cuando cantan o hablan al unísono junto a otras personas.

¡Bye, bye, butterfly!