Aún recuerdo la última vez que te ví, estabas ahí a un lado de la cama junto a mí, estabas completamente cansada de tanto trabajar.
No pude evitar soltar una pequeña sonrisa al verte toda desarreglada; mientras dormías me quede horas viendo tú rostro para descifrar que estabas soñando.
Después de un rato me cansé y fui a buscar papel para limpiarte la cara, antes de irme de regreso al cuarto, veo que no habías cenado cuando llegaste a altas horas de la noche. Debiste haber llegado muy cansada amor mío. Tu nuevo trabajo en el World Trade Center, te tenía muy agotada últimamente. Entonces me dedique a prepararte un pequeño detalle.
Ya era la mañana del 11 de septiembre del 2001, y ya te habías levantado. Cuando saliste del cuarto ya preocupada salí detrás de ti y te cubrí los ojos con mis mano.
Te susurré al oído "Buenos días, princesa. Te tengo una sorpresa, pero primero metete a la ducha para terminar de arreglarlo".
Cuando saliste de la ducha y fuiste a la sala, ahí estaba yo. Con tu desayuno preferido, un oso de peluche, una cajita con una sorpresa dentro, una rosa y una carta escrita a mano diciendo lo mucho que te amo.
Al ver tan bello detalle no aguantaste a ir abrazarme y besarme apasionadamente. Después de terminar tu desayuno, te fuiste con una gran sonrisa hacia tu trabajo, junto el oso de peluche, la rosa y la carta.
Yo fui a mi trabajo en el hospital y no te volvería a ver hasta la noche. Cuando llegué al trabajo ya a las 8, se escuchaban murmullos en la radio en lo cual decía que unos aviones habían sido secuestrado por terroristas y estos iba con rumbo hacia la ciudad.
Me preparé para lo peor y entonces el hospital entero era un caos, intenté llamarte pero no podía con todo el movimiento del hospital.
Al llegar las 8:30 la radio informó que los aviones habían entrado a la ciudad y pareciese que venían directo hacia las torres gemelas. Al escuchar eso, sude frío y sin pensarlo salí corriendo hacia donde tú estabas.
8:46 am. Mi mayor pesadilla se había echo realidad, los aviones fueron estrellados justo en la oficina donde trabajabas. Intenté entrar en tu búsqueda, pero habían muchos escombros y heridos en el área.
No podía pasar de alto a las personas que me necesitaban. Cuando llegaron las ambulancias corrí sin pensarlo en tu búsqueda, pero al llegar a la escena de los hechos.... Todo lo que me temía se había echo realidad, todo el lugar era un desastre y apenas llegué vi un cuerpo todo quemado, casi irreconocible pero al ver la mano sabia que eras tú, ya que llevabas el anillo de compromiso que te dí esta mañana junto el desayuno.
Intenté de todo para sacarte de entre los escombros con todas mis fuerzas logré sacarte de allí y vi que aún respirabas. Estabas gravemente herida y pareciese que no tenías forma de salvarte y entonces con tus últimas fuerzas y tu último aliento me dijiste "Te amo y siempre te amaré".
Esas fueron tus últimas palabras.
Y yo hasta el día de hoy no te he olvidado mi amada, aún sigo extrañándote después de tantos años y nunca olvidaré la última vez que te ví en la mañana toda desarreglada.