De camino a lo desconocido cuando estaba en el bus, mientras tenía mi mirada perdida en el horizonte y mis pensamientos estaban en las estrellas, de repente; sentí que alguien me observaba y no pude evitar voltear para saber de quién era esa mirada tan intensa que no me dejaba tranquilo. Cuando lo hice me di cuenta que esa persona estaba sentada a mi lado, era una joven chica de piel blanca como la nieve, un cabello  color castaño claro como el caramelo y me percaté que tenía unos hermosos ojos color esmeralda; enseguida voltee la mirada por tan lindura que estaba sentada a mi lado. Tratando de no pensar en ese momento incómodo de nuevo volví a mirar al horizonte. Pero algo me volvió a interrumpir, era la chica que me quería comunicar algo:
_ ¿Sucede algo? _ Mientras noté que era tímida por su cara sonrojada.
_ Perdón por molestarlo, pero lleva un rato perdido y no pude evitar observarlo con esa mirada que ve y a la ves no ves nada, y quería preguntarle ¿Qué es lo que lo tiene tan distante de la realidad?_
No pude evitar soltar una pequeña sonrisa porque no me imaginaba que mientras yo observaba el infinito tratándolo de descifrar tuviera a alguien observándome para tratar de descubrir mis pensamientos.
Después de esos acontecimientos cambiamos información y nos mantuvimos en contacto; nos comenzamos a conocer, nos fuimos viendo de ves en cuando, y nos fuimos gustando más y más. Nunca me imaginé que cuando no buscas lo que más quieras, este te encuentra a ti.