Advertencia de +18 desde y hasta ->🔞

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Se encontraba tumbado en la cama mientras su cuello era llenado de marcas, sentia como los labios de Changchin mordia a su gusto su piel, sintiendo el ardor bajo sus manos.

Estaban bailando, pero en un segundo se encontraban en el departamento de Seungmin, en su habitación, en su cama.

Las manos traviesas de Changbin empezaron a viajar dentro de la camiseta del menor sacandola en un instante y empezando a recorer cada centímetro de su piel.

Los dedos de Changbin subían lentamente casi de forma tortuosa trazando una línea, hasta llegas a sus pezones.

Un gemido salio de sus labios cuando la boca del mayor toco su punto sensible y su espalda se arqueo cuando una mano apretó su trasero.

- Me encantas - gruño Changbin mientras lambia los pezones del menor.

- Y t-tu a m-mi ahg~ - No pudo evitar que un gemido saliera, pindando su rostro de rojo.

Changbin simuló una embestida aun el manteniendo su ropa, sin embargo el menor ahora solo llevaba puesto su ropa interior.

- Nunca te lo dije pero las bragas se te vez preciosas - su voz gruesa hacia estremecer la piel del menor.

- S-son cómodas ahg~ Jeongin m-me enseñó - un gemido más salio de su boca cuando empezo a sentir que su única prenda fue arrebatada.

- Debería agradecerle - su boca fue bajando hasta quedar en el abdomen, repartiendo besos húmedos en la zona.

Sus manos se posaron en las piernas del menor y las abrió delicadamente. Sus labios necesitaban la dulce escencia del menor entonces atacó nuevamente sus labios ahogando los gemido en sus bocas, se podía escuchar como las gotas de agua golpeaba la ventana de su habitación, era relajante escuchar aquel sonido.

El cuarto tenía un ambiente muy frío haciendo que sus cuerpos se junten más para no poder perder la temperatura, las manos frías del castaño eran sujetadas con fuerza sobre su cabeza, Changbin penetraba con fuerza su interior asiendo salir sonidos obscenos se la boca del menor.

Sentía su cuerpo ser mas unido conforme pasaban los minutos, conociendo cada rincón del otro. Algunas marcas de mordidas y rasguños se podían ver en los hombros de Changbin mientras que las huellas de los dedos del mayor se apreciaban en la cintura y piernas del menor.

- C-cree que me vendré- la voz áspera de Changbin se hizo presente en medio de los gemidos de Seungmin.

-Y-yo i-igual mhg~ - la espalda del menor se arqueo al sentirse lleno por el esperma del mayor, apretandolo al llegar de igual forma manchando sus estómagos.

Con un beso hambriento siguieron unos minutos más, hasta que porfin el mayor salio de su interior, y se separaron por completo.Sus ojos brillaban por la tenue luz de la calle, recordando esa primera vez en la que estuvieron tan cerca.

Changbin beso su mejilla y se acostó a su lado, abrazo al menor quien correspondió de inmediato, dejo un besito en sus cabellos castaños y durmieron el resto de la mañana.

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Después de una noche llena de mucho acercamiento fisico, fueron a hablar de una forma más tranquila.

En la casa de Changbin estaban tomando un café mientras se ponían al día de lo que han echo al salir de la Universidad, siendo que Seungmin estaba en su último año.

- ...por cierto quiero mostrarte algo - el mayor se levantó del sillón y estiró su mano.

El menor la tomo y entrelazo sus dedos, por alguna razon (No tan desconocida *s3xo*) sentía que ahora ya tenían una confianza y más cercana.

Llegaron al jardín, su sonrisa no pudo ocultarse al ver lo que juraba ser sus flores.

- Debes de cosecharlas, recuerdas que quieras hacerlo - el menor asintió- iré a buscar una tijera.

Con un beso en su mejilla se fue, el castaño veía lo grandes que eran esas flores, cuando las vio por última vez tenían dos hojitas y ahora...

- Ten lindo - llegó Changbin con una la tijera y una linda sonrisa...

Las horas se convirtieron en segundo y cuando se dieron cuenta la noche estrellada los acompañaba, estaban ya camino al departamento de Seungmin con un gran ramo de Gardenias.

- Quiero intentarlo nuevamente, ¿me das la oportunidad? - con su mano acarició su mejilla que estaba sonrojada - Esta vez será la vencida Minnie.

- Sólo si me das un beso - el mayor sonrio le daba ternura ver que a pesar de los años aun había ese coqueteo entre ambos.

Con un beso dulce y suave dieron por iniciada su comienzo de amor.

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