Nîně
Seungmin aun recuerda la primera vez que vio aquellos ojos, no mentía al decir que podía ver las mismas estrellas en ellos, tenían un brillo magnífico.
A considerado los ojos lo que más le atrae de una persona y ahora lo comprueba más, el no poder evitar sonreir cada que los ve.
Una vez incluso soñó con él, soñaba que admiraba aquellas estrellas en la mirada de aquel chico, que poco a poco a ido sacando su lado más puro.
Changbin ha sido paciente, sabiendo llegar muy lentamente pero precisó a su corazón.
Volviendo de su mundo de ensueños, veía que conforme pasaba los segundos sus rostros se acercaban, el toque cálido de la mano del bajito en su mejilla picaba. Picaba porque su cuerpo pedía que recorra más que solo su rostro.
Cuando estaban a escasos centímetros cerraron sus ojos, el toque era suave, sin intenciones de pasar a algo salvaje, sus labios encajando perfectamente con los contrarios, sintiendo el dulce sabor que abundaban en ellos.
La mano de Changbin bajó delicadamente a la nuca del menor, atrayendo más al contrario, uniendo su deseo de experimentar al contrario.
Su lengua rozando los labios de Seungmin pidiendo permiso para llegar más allá, y siendo concedido sin objeciones, en una lucha por tener el control de aquel beso que poco a poco iba aumentando su profundidad y volviéndose más sexy.
Sus lenguas rozando lo prohibido, del deseo y el amor, las manos del castaño posandoce en aquellos brazos que le hacían sentirse seguro, una de sus manos perdiéndose en los cabellos rubios de su acompañante, sintiendo como su cuerpo era empujado hasta pegar con el respaldo de la silla.
Su beso resonando por todo el lugar, hambrientos por seguir probando ese sabor tan dulce por el cual podrían ser adictos.
El oxígeno rompió su momento tan acalorado, siendo este ausente en los pulmones de los chicos, al separarse ver como los labios contrarios tenían un rojo carmesí, hinchados por tantas mordidas y brillosos por la saliva que pintaba en ellos.
- Y-yo - no encontraba las palabras para explicar lo que en ese momento experimentaba - m-me gustó.
Con todo el valor acumulado, Changbin volvió a unir sus labios, siendo este un toque más suave, no duró mucho pero igual lo disfrutaron.
- A mi también me gustó, esperaré el tiempo necesario hasta que estés listo - con una caricia en la mejilla del menor que estaba roja por la timidez se separaron por completo.
Empezaron a comer, sintiendo el ambiente más intimo entre ellos.
Al terminar fueron a dar un paseo por el jardín, recorriendo aquel lugar lleno de flores, todas muy elegantes y estilizadas.
Llegaron donde ellos sembraron aquellas Gardenias y vieron que pequeñas hojitas salían de la tierra.
- Algún día crecerán tanto que serán las más hermosas - se hagacharon y puso un poco de tierra a su alrededor.
Regresó su vista a Seungmin que lo veía con ojos brillosos.
"Aquel brillo que parecia apagado, esta volviendo"
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- Hynjin que te parece si hacemos una cita doble con Changbin y Seungmin, así podré arreglar las cosas con él, que dices, cariño - le dio un pequeño beso que dejó embobado a Hyunjin.
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