Misión, la búsqueda de los recuerdos.
Rápido Scarlett tienes que salir de aquí.
Mi mente trabajaba muy rápido, tenía que esconderme, miré hacía todos lados a ver si encontraba algo seguro y lo vi. Corrí hasta el pequeño armario escabullendome, eran los padres de Adriaen que al parecer entraban para quien sabe que.
Después de un rato de inspección rápida se marcharon.
Abrí el armario tratando de no hacer ruido, mi corazón estaba a punto de salir. Por desgracia o lo que sea, el mundo estaba en mi contra ¿Y cómo culparlo? Era yo la que se escabullo en la habitación de mi vecino para...
¿Realmente para que?
Saque un pie y cuando el otro intentaba hacer lo mismo una fuerza brutal hizo que mi rostro diera contra el duro suelo.
- Maldición- me queje tocando mi rostro, pero arrepentida de haberlo hecho y como si supiera lo que pasaría miré al suelo. Unos pies descalzos estaban frente a mi, poco a poco levante la mirada, como cuando retan a un niño chiquito y el sabe que hizo mal.
- ¿Scarlett? - susurró. Ni modos debía afrontar lo que hice aunque mi cara se caiga de vergüenza, sonreí mostrándole los dientes
- Lo siento yo....
No pude terminar la frase puesto que él se había puesto de rodillas y me tenía abrazada y tienen razón cuando uno se enamora de verdad extraña.
Con mis manos temblorosas por el extraño momento que estaba viviendo, lo abracé. Podía sentir su calor y aunque Adriaen era un tonto sentía que tenía la necesidad de corresponderle, desde aquel primer día en que lo vi cuando Bruno lo molestaba y simplemente me ignoro al querer ayudarlo me llamo mucho la atención y poco a poco me interese más en su vida hasta el punto que me dolía verlo tomado de la mano con Brigitte. Unos minutos eran más que suficientes, no habían palabras adecuadas para describir este momento, el sólo hecho de estar asi en silencio sin que ninguno pronuncie palabra alguno es muy cálido.
Lentamente aparte el rostro de su pecho, yo no soy de las personas que se sonrojan por qué si. Pero si moría de vergüenza al ser pillada en mi travesura sin sentido.
- ¿Cuándo volviste? - escuche decir primero
- Hoy en la tarde creo - dije rascándome la cabeza - Y que ni se te ocurra preguntar que hago aquí porque, porque ni yo se que hago -
Se limitó a sonreirme, me entendía perfecto. Tomo mi mano para ponernos de pie, caminámos hasta el pequeño balcón y con una manta se despidió
- Entiendo perfectamente, no te preocupes mañana abra tiempo para pensar en todo esto. Así que señorita rebelde favor de regresar a su habitación o mis padres armaran un gran lio - ordenó sonriendo al ver mi rostro.
**********
Bueno y aquí estoy otra vez, en un colegio donde hay personas extrañas y ajenas a mi. Este era el horrible día donde los estudiantes de nuevo ingreso tomaban el examen de admisión y por ende tuvimos que ingresar con el futuro uniforme.
Por fin este no era de mi desagrado, camine hasta el dichoso aula donde tomaría la prueba y como nos tenían enumerados me fue fácil tomar el lugar antes que todos. Recargada con los codos miré a la puerta para ver quien entraba. Nadie, creo que sólo a mi me interesaba presentarla y quedar bien con los profesores, aburrida hasta el cansancio baje la cabeza y me escondi debajo de mi abundante cabellera rubia. Tenía que teñirme este cabello, había visto en uno de mis animes favoritos un color que iba con mi personalidad, pero primero tenía que ver las reglas de este instituto. Unos pasos se escucharon y alce la vista como toda curiosa haría, una chica de cabellera corta y blanca con el uniforme arreglado como el mío dio paso hasta su lugar, la verdad me dio mucha curiosidad se le notaba una persona cool y la seguí con la mirada, nuestras miradas se cruzaron sonreimos juntas, los demás alumnos comenzaron a entrar y por lo que podía juzgar todos eran de mi tipo, buena escuela me he topado, lo único triste que me tenía era London ella no estaba conmigo, la buscaría después de la prueba.
Un par de horas más tarde por fin había acabado, le entregue la prueba al profesor encargado del aula y salí a tomar aire, saque el móvil y escribir un texto a mi amiga. Minutos después de mi salida miré a la chica peliblanca salir y caminar en mi dirección.
- Hola- saludó con su brillante sonrisa - Mi nombre es Erika, encantada -
- Hola Erika yo soy Scarlett y no necesitas ser tan formal - comenté mostrando de una vez mi personalidad . Escuché su profundo suspiro y con ello un sin fin de palabras salir de su pequeña boca
- Dios que bueno, así poder presentarme tal como soy. A veces suelo ser muy formal por los demás compañeros pero por lo que veo todos son como nosotras. Ya me había sentido rara al saludarte, se nota que seremos buenas amiga o eso es lo que yo espero. Podíamos intercambiar correos y redes para ponernos en contacto y ...
- Claro pero que rápido hablas - la paré. Esta chica me estaba mareando con tantas palabra juntas - Espero que seamos amigas - sonreí a lo último.
El resto de la prueba nos la pasamos juntas hasta que cada quien continuó su camino.
********
- Amiga - gritó la chava más guapa que tengo como amiga
- Hey London -
- No has perdido tu personalidad verdad? - pregunto entusiasmada por verme de nuevo
- Yo nunca voy a cambiar y lo sabes -
- Me alegra Scarlett. Pero qué alegría verte de nuevo ¿ paso algo? - preguntó. Y así fue como comencé a contarle todo lo que había pasado, claro excluyendo la parte vergonzosa con Adriaen. Le conté sobre mi tía, el cole y la chica misteriosa de personalidad igual a la mía, prometiendo llevarla un día a conocer mi nuevo instituto.
Con la plática en caliente caminamos al super a comprar unas cosas y nos fuimos directo a mi habitación, London me ayudaría con mi nuevo cambio. Lo único bueno de todo esto es que no se opuso a lo que voy a hacer creo que estaba más emocionada que yo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro