Fuera de casa
Mi orgullo y mi dignidad estaban molestos, aunque sinceramente fui una tonta en devolverle el dinero, ahora estaba sola, en la calle y sin ningún puto peso no podría haber peor cosa que está ¡No, claro que sí había! Estaba en una ciudad que no conocía bien y para joderme más llovía , corri en busca de un lugar para resguardarme y pensar pero el destino estaba empeñado a joderme en este día y por culpa de las maletas resbale cayendo sobre mi trasero.
—Joder — grité, en realidad no me importó si la gente me escuchaba o no y bueno no había casi nadie según yo, me levanté como pude y seguí caminando que más estaba empapada así que para que querer resguardarme, camine a quien sabe donde y por fin mi mente reaccionó.
London
Tome mi móvil mojado que gracias a Dios era potente el canijo porque aunque era viejito siempre estaba conmigo, busque torpemente gracias a lo mojado que estaba entre mis contactos a mi amiga y marque.
El móvil sonaba y mandaba a buzón, no me daría por vencida rápidamente hasta que hize como unas veinte llamadas y lo dejé por la paz, mi estómago estaba hambriento no debieran ser más de las 3 de la tarde y pues mis pies estaban adoloridos por tanto caminar, llegue hasta un parque y me senté a descansar cuando mi móvil comenzó a sonar, mire el nombre en la pantalla y una sonrisa se formó en mi rostro
—London, gracias a Dios que contestas, necesito tu ayuda ¿puedes venir? — le pregunté
—Claro amiga ahora salgo para tu casa — escuché de tras
—No, no estoy en casa, espera te mandaré mi ubicación, de eso necesito hablarte — dije para después escuchar y colgar la llamada, busqué en mi Google maps mi ubicación y se la mandé por Whatsapp y nimodos a esperar a que venga.
Estaba aburrida ya no habían piedritas para patear y no tenía ni ganas de moverme de mi lugar para ir en busca de las anteriores, mi amiga se había tardado en llegar ¿Realmente estaba lejos? No puede ser, ¡el cielo! otra cosa quería joderme, se estaba nublando. Pronto mi móvil comenzo a sonar y sin ver quién era respondí a la que pensé sería mi amiga.
—London ¿dónde estas? — pregunté a la persona tras la línea
—No soy London Scarlett — me quedé asombrada por escuchar de nuevo esa voz, aquella y frágil voz que sonaba igual a una melodía angelical. La cual cuando te sentías triste te reconfortaba y sin darme cuenta lágrimas caían de mis ojos.
—¿ Cómo estás cariño? — pregunto la persona de nuevo.
—Bi, bien mami ¿Cómo estás tú? — fue lo único que pude preguntar puesto que aún seguía con el corazón apachurrado
—Bien miamor, tu padre — hizo una pausa para darse valor — tu padre mi amor está muriendo y quiere verte — dijo mi madre para después soltar unos sollozos, mi corazón al escuchar eso dolió, el hombre que me dió de comer y me creció aún solo con frijoles y tortilla está partiendo y yo no estoy ahí con el, no pude más y me solté a llorar. Mi tía Elie me acaba de sacar de su casa por algo que yo no hice y ahora mi padre está muriendo y mi madre se quedará sola y sin alguien que la reconforte.
—Mami— pronuncié — Voy a casa hablaré con mi tía e iré a verte cuánto antes ¿Si? No te preocupes — dije limpiandome las lágrimas
—Claro miamor te espero cuídate mucho — me dijo y se cortó la llamada, tal vez sus cinco pesos en teléfono público se acabaron.
— Scarlett — escuché decir la voz de mi amiga — lo siento — término para después abrazarme todo lo que pudo.
Los abrazos no me gustaban, odiaba que otras personas me vieran derrotada, esa no era Scarlett Barceló claro que no, ella era fuerte y nada ni nadie la haría sufrir. Pero ahora, ahora me siento como si tuviera 5 años indefensa, triste y con un gran dolor en mi pecho así que permití que mi amiga me abrazara y acariciara mi cabello. London era la primera que me veía así, ella era mi hermana y es por eso que me sentía protegida.
Después de varios minutos quite lentamente mi cabeza del pecho de mi amiga y antes de mirarla limpie unas cuantas lágrimas de mi rostro, se dió cuenta de que no me gustaba que me viera así que tomo mi mentón y con mucha ternura levantó mi cabeza para poder hacer contacto con sus ojos, regalandome una de sus más hermosas sonrisas.
—¿Sabes? — pregunto perdiendo su mirada en un punto en el cielo — Tienes suerte, tus padres te aman y sin importar que no tengan dinero se preocupan por ti en cambio los míos nisiquiera se acuerdan de que existo—
—London — hable para consolarla pero me interrumpió
—Tranquila estoy bien, es solo que verte así me pone nostálgica y no es que me ponga feliz lo que tu padre está viviendo pero debes estar ahí para el, te ama Scarlett y por eso te buscan cuando te necesitan, yo te voy a ayudar, iré contigo — hablo mi amiga muy segura manteniendo una mirada firme, una mirada que no había visto en estas pocas semanas que he vivido aquí. Sonreí, me siento afortunada de tener a mi amiga, una amiga que ocupa toda la palabra y hasta le queda pequeño porque a pesar de que no tenemos mucho de conocernos, la quiero como una hermana y ella con esto me demuestra que le importo más que su vida y sus padres pero, después de pensarlo unos segundos mi sonrisa desaparece.
— London estoy feliz de que quieras ayudarme, te lo agradezco es muy noble de tu parte lo que estás haciendo pero, tus padres no querran que te marches conmigo. Además tú no estás acostumbrada al estilo de vida que llevo ahí en mi pueblo no se—no pude terminar porque mi amiga había puesto su mano en mi boca.
—Ya te dije que iré y punto , ahora levanta tu trasero gordo de ahí y vamos a casa a empacar, mis padres no están — dijo mi amiga levantandose y comensando a caminar, no muy convencida decidí seguirla porque además me estaba muriendo de hambre y necesitaba comer.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
No me acuerdo a qué hora me quedé dormida, tal vez será por la larga ducha que me di antes de tirarme en la cama de mi amiga mientras ella buscaba su ropa. Pero aquí estoy despertando y London no se encuentra en la habitación, me levanto con toda la flojera del mundo mundial y decido salir en busca de ella cuando siento como la puerta va directo a mi rostro propinándome un golpe y haciéndome caer.
— ¡Joder! — grité mientras mi amiga corría hacia a mi y me ayudaba a ponerme de pie.
—Lo siento Scarlett, no te ví ¿Qué diablos hacías detrás la puerta? — me preguntó mientras se reía de mi.
—Estaba a punto de ir a buscarte — respondí sobandome la cabeza y riéndome también
— ¡Es verdad! — gritó — Mira — me dijo mientras que con su mano jugaba con unos papeles — He traído los boletos de avión para ir a la ciudad más cercana a tu pueblo — y ahí estaba ella, sabía que era demaciado bueno para ser verdad.
—London, yo nunca he viajado en avión cuando llegue vine en autobús — le dije
—Tranquila no pasa nada, nuestro vuelo sale a media noche — dijo mostrando sus dientes — ya sabes por mamá — me dijo mientras se tiraba en la cama.
Después de cenar subimos a la habitación, me duche por última vez ya que para ir a mi casa llevaba tiempo y no sabía si tardaríamos en llegar.
Ya eran las 11 de la noche y gracias a que los padres de London se acostaban a las 9, no entiendo por qué, pero salimos lo más silenciosamente posible para dirigirnos al aeropuerto, estuvimos paradas como media hora sin que ningún taxi nos diera servicio, mi amiga estaba preocupada perderíamos el vuelo si no nos atendía un maldito taxi y gracias a Dios por fin uno nos hizo caso, subimos y corrimos lo más rápido que nuestras piernas lo permitían hasta el avión y ¡Gracias universo ! Alcanzamos el vuelo.
Estaba muy emocionada y a la vez asustada por viajar en avión, siempre quise saber que se sentía y ahora aquí estoy parada en la mejor clase que exista aunque para ser sincera eso en estos momentos no me importaba, yo solo queria llegar y abrazar a mamá y papá. Mi amiga se había quedado dormida desde el momento en que se sentó a lo mejor era porque estaba acostumbrada a dormir a tal hora siempre.
Por fin habiamos aterrizado, sentía un extraño dolor en mi pecho, estaba feliz pronto vería a mis padres. Aunque sinceramente todavía tendríamos que tomar un autobús al pueblo y eso que nos llevaría medio día si no me equivoco, tome unas cuantas maletas de las que mi amiga había traído y la ayude a bajar para así tomar el primer autobús que había.
— Me duele horrible el cuello, sabía que debía tomar mi collar para esto — se quejó mi amiga mientras se sonaba el cuello.
—Y eso que no es diarios y menos en autobús — expliqué — Yo siempre que iba al colegio tomaba autobús y cuando mi familia no tenía me iba en mi adorada — dije mostrándole mi patineta.
— Solo quiero dormir, vamos al hotel necesito una ducha y recuperar mi cuello — respondió con una pequeña risilla.
—Pero el último autobús sale en media hora — respondí un poco preocupada.
—Tranquila Carly, tomaremos el de mañana al medio día — sugirió mientras caminaba al taxi que nos llevaría al hotel, no me quedó más remedio que seguirla, tenía razón estaba muy cansada y tenía que reponer fuerzas porque venían cosas peores.
Nos levantamos muy temprano, bueno a decir verdad fue London que se levanto temprano y yo, bueno me tuve que levantar. La veía caminar de un lado para otro mandando mensajes a quién sabe quien, lo primero que me pasó a la mente era sus padres, pero luego la veía sonreír y se me pasaba.
Estaba tan desesperada mandando mensajes que me quedé dormida viéndola girar toda la mañana hasta que unos golpecitos nos sacaron de nuestro mundo. Mi amiga corrió hasta la puerta y al abrirla me lleve una grata sorpresa, todos mis amigos estaban ahí parados con una sonrisa enorme, todos menos Adriaen debería ser demaciado bueno para que el venga, a lo mejor su novia no lo dejo venir.
—Hola a todos, no es que su presencia me moleste pero ¿ Qué hacen aquí? — pregunté un poco confusa
— London nos dijo que vendrías a tu pueblo un tiempo y venimos a despedirnos de ti, ya que no las vimos en el vuelo de ayer — comento la chaparrita.
—No podría estar en paz, sin saber si se encuentran bien las dos — dijo Joshua abrazando a su novia.
— Y no podías irte sin despedirte de mí preicosa — escuché una voz hablar a fuera de nuestra puerta, me sorprendió mucho que el estuviera aquí y mucho.
—A si y el insistió tanto en venir — agrego Joshua restándole importancia.
Salí hasta donde aquel chico estaba y me sorprendió bastante que le di un abrazo por tomarse ese gran gesto a mi.
—Gracias por venir Bruno — le dije cuando rompimos el abrazo — es muy lindo de tu parte, el solo me sonrió.
— Claro que no es nada bombón, estos días me he dado cuenta de que — y no pudo terminar de hablar porque los chicos nos interrumpieron para ir a desayunar. Tome a Bruno de la mano y entramos a la habitación sentandonos juntos con los demás.
Hola bebés, aquí pardo con un nuevo capítulo de esta hermosa historia, no se ustedes pero a mí me encanta como va quedando :3.
¿Qué tal Bruno?
¿Se imaginaban que era el o nuestro querido Adriaen? A ver cuéntenme qué tal.
Yo me emocioné la verdad, vendrán mucho más cosas bonitas y malas en la historia espero la disfruten .
Bye bye : pardo 🐻
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro