Mi rostro probablemente se ha tornado pálido, como si en estos instantes mirará a un fantasma o algo por el estilo. Mi cerebro está bloqueado, no me permite nisiquiera pestañar.

—Adriaen — susurro sin poder moverme

—Scarlett — habló apretando más el abrazo. Yo solo me quedé inmóvil, me sentía indefensa aunque no debería ser así, lo medite un rato hasta que me decidí. No debía comportarme así, me aparte bruscamente de su abrazo y le regalé una bofetada .

— ¿Quién te da derecho de hacer esto? — pregunté furiosa mientras el me miraba confundido.

— Scarlett yo, tú — tartamudeaba cada vez que habria la boca.

Suplicaba por dentro que se armara de valor en decirme lo que yo quería escuchar. No debía  ilusionarme, tal vez solo era mi imaginación.

— ¿Sabés qué Adriaen? Olvídalo me voy — dije irritada obligando a mis piernas moverse, hasta que sentí como alguien apresuraba sus pasos para poder llegar hasta mi y ¡Otra vez! Me tenía abrazado de la cintura y lo peor de todo es que otra vez me había quedado sin hacer nada. Adriaen me gustaba y mucho, el era el primer chico que de tan solo verlo me había cautivado, cerré los ojos lo único que sabia era que yo lo quería y me gustaba mucho estar a su lado. Me sentía protegida, amada pero, no podía ser, el tenía novia y mi madre me había educado perfectamente. No podía estar haciendo esto con alguien que tiene novia, trate de safarme de su agarré pero al parecer el lo tenía bien planeado y no me soltaba.

—¡Por favor, suéltame ! — ordené volviendo a intentar.

— Scarlett me gustas, me gustas mucho — soltó como una suave melodía que llegó hasta mis oídos y mi corazón, quedé perpleja ante tal declaración que hasta no me di cuenta cuando me había liberado del agarre.

— Se que estás enamorada de Bruno y que ahora están en sus planes volverse novios pero, no me podía ir sin decirte lo que siento Scarlett — dijo sonriendo o al menos tratando de hacerlo — Se muy feliz — terminó de decir tomándome del rostro y besándome dulcemente. ¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Se me había declarado? Separó sus labios de los míos y regalandome una sonrisa melancólica se marchó del lugar.

¡Estúpida Scarlett! Detenlo se está yendo ¡Tú lo quieres! Haz algo gritaba mi conciencia mientras lo miraba alejarse hasta un lugar vacío.
Tal vez mi mente no quería que lo hiciera porque me quedé parada viendo cómo desaparecía de mis vista.

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— Vamos Scarlett, es una buena oportunidad — decía London mientras me sacudía el brazo

— Estoy cansada, además mañana trabajo — respodí con la vista perdida en un punto de la ventana.

— Agua fiestas, los chicos irán — reprochó mirandome con un puchero — ¿Qué te sucede? Después de que regresaste a casa andas un poco cambiada — dijo curiosiando.
La mire y dando un suspiro le dije.

— Pelee con Adriaen, pero no quiero hablar del tema ¿Si? — le ordené tirandome a la cama mientras cubría mi rostro con las manos — Iremos a la fiesta — dije mirándola.

London sonrió y dando palmaditas se puso de pie, buscando entre sus cosas algo para ponerse.

— No se porque te emociona tanto arreglarte para una fiesta. Es solo una discoteca — solté mirándola.

— No es solo una fiesta, es la gran fiesta — soltó riéndose.

— Es lo mismo tonta — dije mientras ella se burlaba de mi.

Me puse de pie en un salto y mientras ella al baño, inconscientemente fui al pequeño buró que tenía en la habitación, tome unos jeans desgastados en la parte de las piernas,  la ropa interior, pero aún no tenía la blusa que usaría. Salí de la habitación y fui en busca de lo que usaría, hace algunos años que mi hermano se había ido así que entrar en aquel cuarto me dolía, una lágrima rodó por mis mejías. Sonreí o al menos intenté hacerlo para no llorar, tomé la camisa favorita de él y salí lo más rápido posible.

— ¿Dónde te metiste Scarlett? — preguntó mi amiga limandose las uñas 

— Fui por esto— le mostré la camisa y me metí al baño.

Ya había anochecido, las estrellas el día de hoy estaban más relucientes que nunca, nos despedimos de mamá y salimos directo a la puerta para esperar a los demás. Ellos rentaron cuartos en un hotel cerca de mi casa, me senté en la banqueta y suspirando dije.

— ¿No te da pereza ir a esos lugares? — pregunté con la mano en mi barbilla.

— La verdad es que no, y me extraña de ti, si tú eres la que rompe reglas ¿No? — preguntó encogiéndose de hombros. Gracias a Dios los muchachos llegaron y no tuve que dar explicaciones.

— Perdón por el retraso, vámonos — dijo Joshua tomando a mi amiga de la cintura para darle un fugaz beso.

No quería pero por instinto miré a todos lados en busca de un chico en especial, no me había dado cuenta de mi actitud hasta que Bruno habló.

— Adriaen no vino, dijo que estaba cansado y que tenía que descansar. Mañana partiría de nuevo al centro de la ciudad — soltó sin perder de vista mi expresión.
Obviame si me afectaron las palabras de Bruno, debí de ser muy ruda con él por eso decidió irse. No quise que nadie notará mi cambio al enterarme de la noticia, así que no me quedó más de otra que sonreír y ponernos en marcha.

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Por fin habiamos llegado al lugar, bajamos del taxi y nos dirigimos a la entrada. Los chicos estaban felices y yo, no le dí tanta importancia a Adriaen como el quisiera, me tomé del brazo de Bruno y caminamos.

— Bienvenidos — dijo el guardia sonríendo.

Es verdad <<somos menores de edad ¿Cómo es que nos dejaron pasar? >>
Y como si pudieran leer mi mente que obviamente no es verdad, con el simple gesto de mi miraba bastaba, Asdrid contestó.

—Es bueno tener dinero—

— Demaciado bueno, ahora ¡A disfrutar! — gritó Joshua jalando a London y adentrándose al lugar.
Sonreía estaba feliz, por primera vez que entraba a un lugar así de bonito. Yo estaba acostumbrada a fiestas en el barrio, con toda la banda. Pero esto, esto era diferente, había tanta gente bailando y tomando todo tipo de bebidas. Tomé fuertemente el brazo de mi acompañante y caminé hasta donde mis amigos estaban.

— ¿Quieres tomar algo? — preguntó Bruno mirándome con picardía.

— si claro, lo que sea — grité para que me pudiera escuchar por la música tan fuerte.
Cuando por fin había llegado mi bebida lo tomé de un solo golpe y así fui increnentando a más y más hasta que perdí la noción de la noche y me deje llevar por la música. Mi cuerpo se movía entre toda esa gente, no me importaba si conocía o no al chavo con quién bailaba.

— ¡He! Scarlett — gritó un tipo desde una esquina. Lo miré o al menos intenté abriendo mis ojos como platos para identificar al dueño de la voz. Sonreí cuando por fin el alcohol me dió permiso de controlar mi cuerpo por primera vez. Tambaleandome de vez en cuando trataba de llegar hasta donde estaban ellos.

— Carlos — grité colgandome de su cuello.

— Tranquila muñeca, se que me extrañas pero ahora ya tengo novia — vaciló haciendome reír, mientras la tipa que al parecer era la novia me comía con esos ojos de fuego.

— Que pasada ¿Tú eres la novia? Tienes suerte, Carlos es un gran tipo — dije sin pensar que estaría causando problemas. Me giré sobre mis talones y saludé a los demás.

Carlos, era mi amigo desde el kínder, cuando éramos unos chamacos de 10 años salíamos a lavar parabrisas después de la escuela, le tenía mucho aprecio, pero nunca lo ví más que eso, un hermano.

—Estas bien happy — dijo mirándome, si tú jefa te viera pegaria el grito del cielo — Ven, hay que bajarte un poco de las nubes —  dijo.
Me tomo de la cintura pasando mi brazo por su espalda, le hizo señas a la novia que tenía la cara furiosa y a otra chica.

— Desvistanla y denle un baño bien frio hasta que recobre la conciencia — ordenó a las chicas.

Fili me abrazó para llevarme hasta las regaderas, mientras que la otra tipa reclamaba a Carlos.

— ¿Y tú porque te preocupas por esa vieja? ¿A caso es algo tuyo? — decía o más bien gritaba.

— Es solo mi amiga, casi mi hermana y por favor no estoy para soportar tus celos estúpidos. Entras tú a ayudar a la Fili o entro yo — gritó el chico ya irritado por el comportamiento.
A regañadientes la joven morena de adentro a ayudarme y como era de esperarse no fue nada sutil, no dejo que Fili me quitara al menos la camisa ni ningún otra prenda y así abrió el grifo para que me cayera encima.

Unos minutos estuve como si no me importara la situación, hasta que ya no pude y desperté de un salto.

— Que bueno que reaccionaste mi Scarlett, ya pensaba que te ibamos a dejar dormir en la calle como antes — soltó mi amiga.

— Fili — solté abrazándola.

— Chales, esperarte que me mojas toda — habló ella burlándose de mi. Sonreí por ver de nuevo a mi amiga, desde que me fui a la ciudad deje mis andadas y con ellas mis amigos. Estaba feliz y con un dolor fuerte de cabeza, hasta que por fin recobré todos los sentidos.

—Los chicos — grité alarmada toma do mi rostro con ambas manos — ¿He llegado sola?— pregunté

— Hey, estabas bien happy cuando llegaste hasta nosotros — respondió Fili mirándome

— Me tengo que ir, fue un gusto verlos. Despiden de Carlos pronto iré a visitarlos — anuncié corriedo en busca de los chicos.

— Ya sabes dónde encontrarnos flaca — escuchaba cada vez más lejos.

<<¡Dios, los chicos me van a matar!>>

Corrí lo más rápido que pude hasta la pista de la disco, no estaban. Caminé hasta el estacionamiento para ver si aun no se habían ido y por mi suerte no, ahí estaban parados y llamando como locos.

— London — grité corriendo hasta ellos, todos me miraban molestos. No me importa, ya se les pasaría.

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Hola, perdón por la tardanza. Por falta de inspiración no había podido actualizar 😂,pero ahora estoy de regreso y seguiré actualizando lo más pronto posible.

Me despido y nos vemos en el siguiente capítulo

Besos.