Por fin faltaban pocas semanas para Navidad, las vacaciones se acercaban y me encontraba feliz por eso. Mis amigos vendrían a visitarme una semana, ya le había avisado a mamá así que tuve que comprar varias cosas para su comodidad claro si es que aceptaban quedarse a dormir o rentaban algo.

Me di una ducha para vestirme lo más rápido posible, tome el skate que ya no utilizaba desde que papá murió ese era un recuerdo para mí y no quería que le sucediera algo. No tuve más opción que tomarlo e ir al trabajo ya que era viernes y la semana se había ido en los medicamentos de mamá, no me preocupaba porque sabía que era algo importante para mi y no lo mal gastaba como la mayoría de la gente.

Saludé a la señora Gloria, me puse el mandil y comencé mi trabajo.

— Buenos días señorita — saludo el cocinero

— Buenos días señor Gordon ¿ Como ha estado usted? — pregunté mientras lavaba los trastes sucios que había dejado Misti el día anterior. Ya me había acostumbrado a que esa chica no hiciera completo su trabajo, el señor Gordon me miró y rodo los ojos.

— Deberías dejarle ese trabajo a la que se encarga, no la mala acostumbres — me retó

—Yo no lo hago por ella si no por la señora Gloria que ha sido muy buena conmigo, un día de estos le prometo hablar con la jefa — respondí mostrándole mi más encantadora sonrisa.

— Vale — contesto retirándose de la cocina.

—Que pase buena mañana — le grite mientras agitaba mi mano en forma de despedida.
El día fuera muy normal para mi, muchos clientes llegaron a comer y la mayoría de ellos me dieron muy buena propina.

—Scarlett hija podrías atender personalmente la mesa diez — me dijo doña Gloria, sabia que cuando me hablaba así está porque un cliente quería que lo atendiera personalmente. Asentí y tomando el cuadernillo y el bolígrafo me acerca a la mesa saludando lo más amigable posible sin mirar al cliente.

—Quisiera un café con dos terrones de azúcar señorita — habló el cliente, al principio no reconocí si voz, estaba tan entretenida en apuntar su pedido que no le preste la atención debida hasta que por fin mi cerebro reaccionó. Alce mi vista y lo ví ahí sonriendo, mi instinto fue abrazarlo dejando caer mis objetos de trabajo.

—Bruno, qué alegría — grité aún teniendo entre mis brazos, hasta que comprendí que no me encontraba en el lugar indicado para jugar sino en mi trabajo, rompí el cálido abrazo y me disculpé tomando de nuevo el cuadernillo.

— ¿Y los demás? — pregunté mirando por todos lados sin encontrar mi objetivo

—No llegaron hoy, vendrán hasta el miércoles cuando los ordinarios terminen — informó sentándose de nuevo — Ahora señorita es mejor que regreses a tu puesto o la señora de ahí te retará — indico hasta donde estaba la señora Gloria mirandome confusa. Asentí y tome camino para preparar la orden.

El resto de la mañana fue tranquilo y divertido, Bruno se había tomado más de 5 tazas de café y los más gracioso era cuando se levantaba e iba al baño. Me acerqué a retirar y limpiar la mesa

— Vendré al atardecer ¿ Esta bien? Iré a saludar a tu madre — dijo mientras estiraba la paga junto a la propina — Y no acepto un no por respuesta — aclaro retirándose. Me quedé sorprendida al ver que me había dejado más de quinientos pesos, sonreí y continue con mi trabajo.

— He visto cuánto afectó le tienes a tu novio ¿Hace cuanto que no lo ves? — preguntó el cocinero de la tarde. Me sonroje al escuchar esa pregunta, Bruno ¿Mi novio?.

—No es mi novio señor, es solo un amigo que no he visto desde que llegué — respodí mientras llevaba un trozo de carne a mí boca — Mis demás amigos vendrán entre esta semana, aún no salen de sus ordinarios —

— Y el aprovecho y se adelantó para verte, yo creo que le gustas a ese joven — aseguró.

Me quede pensativa ¿Y si eso fuera verdad? Yo no podría ver a Bruno más que un amigo o ¿Si? No lo sabía, pero podía intentar, el chico es guapo y aunque no se note es responsable.
Por fin mi turno había acabado, tome mis cosas y salí de la cocina.

—Vaya hasta que te dignaste a salir — se burló dándome una palmadita

— ¿ Te vio mamá? — pregunté ignorando su burla.

—Si, estaba muy contenta cuando le hice compañia. Ahora está durmiendo por eso aproveche a salir ¿Nos vamos? — preguntó, solo asistí y tomando mi skate apresuré el paso. No era mi día, en la entrada estaba Misti con el que al parecer era su ligue del día de hoy. Mi salida iba a ser triunfante, pero no.

—Barceló  ¿Quién es este hombre tan guapo? — preguntó haciendo su mejor dramatización.

— Bruno, se llama Bruno, ahora si lo permites ya nos vamos— dije casi ordenando, esa chica en verdad no me agradaba para nada y más ahora que estaba de ligue otra vez con mi amigo.

— Así que — pronuncio con esa voz que sabía se trataba para conquistar — Bruno, mucho gusto soy Misti — se presentó estirando la mano

—Hola Misti mucho gusto, nos encantaría quedarnos a conversar contigo, pero tenemos cosas importantes que hacer. Será en otra ocasión preciosura — respondió Bruno con su más sexi voz, ya entendia el chico se deshacía de ella con su coqueteo.

Después de varios intentos para salirnos de ahí por fin lo habíamos logrado, caminamos hasta el estacionamiento público y nos subimos al coche.

—Tu madre quiere comer helado con uvas ¿Me acompañas al super? — preguntó poniendo el auto en marcha, asentí y nos fuimos directo al super.

El resto de la tarde la pasamos viendo películas junto a mamá, la verdad es que cada vez que veo a Bruno me siento diferente, el es una buena persona a pesar de que al principio aparentaba otra cosa. La noche cayó y el se fue a un hotel a dormir.

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Me moría de ansías, mis amigos llegaban hoy y doña Gloria me dió tres días de vacaciones para pasarla con ellos. El autobús aparco, no me di cuenta cuando Bruno había pasado su brazo por mi cintura pero tampoco lo había apartado, hasta que London grito mi nombre y salió directo a abrasarme.

—Soy pésima, tuve que presentar ordinarios por faltar dos días de examen — contó mientras rompía el abrazo.

— London que caso eres de verdad — me burlé.

Espere a que mis amigos se bajaran para poder ir a casa, ví como un chico de cabello castaño claro bajaba del autobús detrás de Asdrid, se me hacía conocido pero aún no tenía claro quién era hasta que, alzó la vista y nuestras miradas chocaron. Ahi estaba el, parado sin moverse al igual que yo, no podía apartar mi vista de su rostro era demaciado perfecto, ese chico aún movía algo en mi cuerpo que me hacía sentir nerviosa. Poco a poco se fue acercando a dónde estaba parada, a un solo metro de distancia sonrió y sin pensarlo me abrazó, me sentí morir cuando hizo esto, nunca hubiera pensado que Adriaen sintiera algo por mi, amor, amistad o compañerismo. Simplemente me abrazó con todas sus fuerzas y podía sentir su aroma , ese rico aroma que hacía que me olvidará de todo, me hubiese gustado estar así todo el día pero mi mejor amiga no hubiese sido mi menos amiga si no había interrumpido el momento.

— Tranquilos tortolitos que ya está atardeciendo y la mamá de Scarlett se puede preocupar — hablo London para separarme de Adriaen y entrelazar su brazo al mío guiandome  o al menos eso es lo que se intentaba cuando Bruno tomo mi mano y hablo.

—Creo que no es necesario, la mamá de Scarlett sabe que está conmigo, ella me dió permiso — agregó haciendo énfasis en cada palabra para que el chico castaño lo pudiera escuchar a la perfección — Así que señorita — dijo ofreciendome el brazo. No quería dejarlo mal, ha sido muy bueno conmigo,pero ahora que había visto al castaño, no podía aceptar ir con otro que no sea el, lástima que sea tan penoso y reservado para peliar por mi.

—Gracias Bruno pero prefiero ir con London, necesito hablar con ella ¿Por qué no se adelantan ? Pregunte— mi amiga sonrió de oreja a oreja y no entendía porque, todos mis amigos se alejaron hasta desaparecer.

— Que bueno que se fueron — suspiró — Ahora ya me voy que luego y se hace tarde y no quiero regresar sola hasta el lugar decidido.

¿Lugar decidido? ¿Que rayos? Me preguntaba a mí misma mirando extraño a mi amiga. Sentí una mano tomar mi hombro y la otra cruzar hasta dar con mi cintura.

—Te robaré — escuché decir al chico que me tenía abrazada, mientras a lo lejos miraba a mí amiga desaparecer. Gire sobre mis talones y encare al chico ¿Dios mío, será verdad?

¿Adriaen Parker está aquí conmigo y me tiene abrazada? No lo puedo creer.