Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Veintitrés ~ ¿Qué haría sin ti?

🎲

--¡Jimin! Al fin c-contestas... ¿Es-estás ocupado? --preguntaba Jungkook por el teléfono entre sonoros sollozos.

--¿Por qué estás llorando? ¿Pasó algo con tu alfa? ¡¿Dónde estás?! --preguntaba un alterado Jimin. Su amigo jamás lloraba, pero últimamente pasaba deshecho en lágrimas.

--E-estoy en mi nuevo apartamento... ¿Estás... ocupado? --reiteraba.

--Solo estaba con Yoongi hyung. Me estoy poniendo los zapatos, voy para allá, mándame tu ubicación. --decía Jimin y Jungkook podía escuchar algunos murmullos y un poco de revuelo. --Min, ya suéltame, debo ir con mi amigo, idiota. ¡No!, tú eres el idiota, no mi amigo... --de repente la llamada se cortaba, dejando a Jungkook aún más solo. Enviaba la ubicación y su número de apartamento y clave por kakaotalk.

Abría uno de los ventanales que daban al balcón y el omega más lloraba.

Debería estar con su alfa, haciendo el amor en cada rincón de su nueva casa, no solo frente a un balcón mirando las solitarias estrellas y las luces de la ciudad mientras llora. Se sentía más pequeño. Su lobo aullaba a la luna llena. Ahora entendía la necesidad de algunos por fumar en casos así.

Esa discusión, esa última pelea que tuvo con el alfa no había sido tan solo un juego, eso había sido una pelea real, una que no creyó que que no vendría todavía, no cuando estaban recién casados.

No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que un bip, bip, bip, sonaba y la puerta se abría.

--Wow, qué bonito lugar. --el eco de la voz de Jimin lo hacía girarse.

Salía del balcón, cerraba el ventanal y se acercaba a la sala para recibir a su amigo.

--KooKoo... ¿Qué pasó...? --decía acercándose a su mejor amigo con las brazos extendidos. Este automáticamente dejaba ir un sollozo lastimero antes de perderse en los brazos del rubio.

--Discutimos y decidió irse... M-me dejó el apartamento y... las llaves de su auto... --explicaba Jungkook entre lágrimas.

--Ay, corazón, cálmate. Explícame, por qué rayos pelearon. Debió ser algo muy fuerte. --comentaba Jimin, sobándole la espalda al pobre omega castaño.

--Él se enteró que yo no tendré cachorros. Se lo tomó muy mal. --decía en voz baja, haciendo un esfuerzo para hablar sin romper la voz.

--Vaya, entiendo su molestia, pero se suponía que su matrimonio era falso, ¿por qué le molestó tanto algo así? --preguntaba Jimin de manera legítima.

--En Busan pasaron cosas Jimin. No solo tuve sexo por primera vez con él, ambos confesamos nuestros sentimientos, pero yo me dí cuenta que en realidad me enamoré de él... como un idiota. Tal vez si le doy un cachorro no sería tan malo...

--¿Que no sería malo, dices? Jungkook la doctora te lo dijo, es peligroso para tí tener cachorros, tu cuerpo no está preparado para recibir un bebé y además de eso tú mismo los rechazas. ¿Vas a arriesgar tu vida para embarazarte solo para complacer a tu alfa? Es un ser humano, un espíritu lobo, Kookie. --argumentaba el rubio, palmeando el hombro de su amigo.

--Lo sé, lo sé, es una pésima idea... Es solo que me dolió mucho como me habló, nunca había actuado así antes. Ni siquiera me dejó explicarle bien el por qué de las cosas. --Jungkook ya había inundado todo el apartamento de tristeza.

--Es porque no lo conoces, apenas y lo estás conociendo ahora, Kookie.

Jungkook suspiraba. Era cierto, ellos no se conocían, apenas llevaban un par de semanas juntos.

--No-nosotros... nos peleamos y... Ahora no sé qué va a pasar... --lograba contar con dificultad.

--Ven aquí, bebé. Voy a cuidar de ti, te preparé una sopa de algas y veremos un película en ese televisor gigante que tienes ahora y en la mañana... yo preparo los tamales. --decía imitando al burro de Shrek.

--T-todo esto... Nos lo regaló mi s-suegro. --comentaba Jungkook sorbiendo un poco su nariz.

--Tienes un buen suegro. La mamá de Yoongi me odia, ella quiere una omega mujer para él... Como la pechugona con la que lo vi la otra vez. Descubrí que esa bruja es la que le mete omegas mujeres en su apartamento o en algunas fiestas. La odio tanto... Siempre me hace comentarios despectivos y-

--¿Vas en serio con Min? --preguntaba de repente el castaño.

--No lo creo. Me presentó a su mamá solo porque nos descubrió juntos en el apartamento de Yoongi. Su cara de asco, la hubieras visto. Como si fuera mi culpa que su marido la hubiera dejado por un omega varón. No es mi culpa que seamos tan bonitos.

--Tú eres muy bonito, Jimin.

--¿Qué? ¿Ahora me vas a besar?

--Después de haber probado los labios de Seokjin, no me interesa probar otra boca. Creo... creo que estoy enamorado de él, ¿sabes?

--Igual que yo del estúpido de Yoongi. Malditos alfas, solo llegaron a nuestras vidas para alterarnos las hormonas y a dejarnos estúpidos... Es que Min es tan guapo, KooKoo. Me encanta enterito. Cuando me gruñe en el oído o cuando me mira con sus ojos de gato regañado. O cuando sonríe como gomita.

--¿Gomita?

--Sí, se le ven las encías, por eso lo de gomita... Y cuando me cocina, dijo que nunca le había cocinado a un omega antes, obviamente no le creo ni mierda, pero cocina delicioso...

--Jinnie también cocina muy bien, ¿sabes? Y fueron tan bonitos nuestros días en Busan. Me cuidó mucho, me regaló mucha ropa y compró estas argollas... --sus ojos volvían a aguarse, recordando lo bien que lo pasaron esos días en la costa. --¿Y si no vuelve, Minnie? Me va a romper el corazón si no lo hace... lo amo tanto, como un idiota...

--Ya, ya, KooKoo... Todo va a estar bien.


Tres largas semanas habían pasado desde la última vez que estuvo con su esposo. Solo lo había visto un par de veces en la facultad y cada vez que se acercaba al alfa, este simplemente se alejaba. El lobo de Jungkook estaba profundamente triste, deprimido y dolido, se había entregado a su alfa y este lo había rechazado.

--Ya lo perdí, Minnie...

--Tú no has perdido nada, Kookie. Él te perdió a ti, ese imbécil. Él es el que perdió y espero que si vuelven, lo hagas pagar bien en ese juego tonto que tienen.

--Ya perdí las esperanzas, te juro que si vuelvo a escuchar la risita de esos omegas otra vez cerca de él, les voy a patear el culo.

--Ya, ya... ¿por qué mejor no salimos esta noche? --sugería el rubio, dándole un leve codazo al castaño. --Olvidémonos de Min y Kim por una noche. Es viernes, nuestro cuerpo lo sabe.

--Pero no beberemos...

--No puedo beber de todas man... O sea, digo que no me gusta mucho el alcohol. --se corregía Park.

Jungkook le daba una mirada extraña a su amigo.

--Jimin...

--¿Sip?

--No me digas que...

--Siete semanas tengo. Me enteré ayer, todavía no sé cómo procesar todo esto. No puedo tenerlo, Kookie. Mi alfa no es mi alfa, tú una vez me lo dijiste y yo tontamente lo olvidé. Estoy seguro de que si le digo a Min me va a dejar, pero tampoco puedo... de solo pensar en ir a una de esas clínicas...

--¡Minnie! No estás solo. ¿Cuándo te he abandonado?

--Jamás.

--Y tú nunca me has abandonado a mi. No necesitamos un alfa. Si tus padres te echan de casa, entonces todavía tienes mi apartamento. Vamos a enfocarnos en ti y en...

--¿Brotecito? ¿Bollito? Ay, no sirvo para esto, no tengo instinto maternal. Se supone que no me embarazaría nunca. Mi lobo es el más feliz, pero también teme por Min. Cree que ese humano es un idiota, tampoco le cree, pero confía en el lobo alfa. Min no se ha contactado conmigo desde el jueves de la semana pasada. Dijo que estaba ocupado en un proyecto musical, pero no puedo creerle. En fin, por eso quiero salir este viernes.

--Y saldremos, lo haremos. --Jungkook sacaba su cartera y de ella su tarjeta. --Vamos a reventar esta mierda.


--¿Cómo luzco, KooKoo?, creo que esta será una de las últimas veces en las que luciré mi bonito cuerpo antes de convertirme en una bola. --comentaba Jimin admirándose frente al espejo.

--Al parecer ya asumiste lo de tu estado. --contestaba, acercándose a su amigo por la espalda. --Estás tan bonito como siempre. --piropeaba el castaño, rodeando con su brazo el cuello de su amigo, ambos frente al espejo.

A Jimin los pantalones ajustados le hacían resaltar su respingón trasero y a Jungkook siempre le venían bien los corsets.

Apartamento estaba hecho un desastre. La ropa recién comprada estaba regada por todo el piso, pero la pareja de amigos lucía impecable, como si no tuvieran el corazón roto.

--Vamos, bebé. Si no beso hoy un guapo alfa, te besaré a ti. --soltaba Jimin.

--Lo aceptaré si no me dejas tus babas como cuando tenías 14.

--Tú eras el de las babas.

--No, Jimin, recuerda que tu eras el baboso, hasta te puse caracol de sobrenombre...

El par de amigos iba discutiendo en el ascensor del edificio hasta llegar al primer piso y se topaban de frente con Seokjin.

El alfa no pudo evitar admirar lo precioso que se veía Jungkook. Su cintura pequeña y sus muslos siendo abrazados por ese pantalón negro lo habían dejado sin palabras. Pero su rostro, su bonita cara y esos ojos que lo habían hechizado...

Se aclaraba la garganta. --¿Van de salida?

--No. Solo vamos a una tienda de conveniencia. --Jimin rodaba sus ojos. --Es lógico que vamos saliendo, Kim. ¿O qué? ¿Esperabas que mi amigo te llorara todos los días? ¿Creíste que mi amigo iba a sufrir por tu amor por siempre?

--Jimin, ya, cállate, no me estás ayudando... --decía el castaño entre dientes.

--Lo siento. --se disculpaba el alfa. --Solo quería conversar contigo, Jungkook. ¿Podemos hablar un momento?

--No puedo. Mañana podemos reunirnos si quieres. Pero ahora voy saliendo con Jimin. --era la respuesta.

El alfa los miraba detenidamente. Ambos llamaban al peligro vestidos así. Cualquier alfa idiota les podía hacer algo.

--S-si gustan los puedo llevar a donde quieran. --proponía preocupado.

--No es necesario... --respondía Jeon. --Mi ex me dejó con un apartamento y un auto que nos puede llevar y traer cómodamente.

Un punto para Jeon, cero para Kim. Ese omega siempre ganaría el juego.

--Si quieres puedo-

--Nos vemos, Jin. --le cortaba fríamente Jungkook, saliendo del edificio con Jimin de su mano. Abría el auto y se subía al asiento del piloto. Sus manos temblaban.

--Si quieres, puedo conducir yo. --sugería el rubio notando el estado de su amigo.

--Si no bebo esta noche es solo por ti y el mandú hervido que llevas en la panza...

--... Sí Min, sé que dijiste que Park es solo un pasatiempo, aunque te creo una mierda. Pero, ¿viste la foto que te envié?

--Si, la ví. Y no entiendo para qué me mandaste eso. --respondía Yoongi a través de la línea.

--Así acaban de salir vestidos a no sé donde. La foto es de hace unos minutos. --replicaba Seokjin por el altavoz.

--Jimin no puede salir así a la calle, se ve... Jodidamente sensual. No te atreviste a mirarle el culo, ¿o sí? Te parto la cara si lo hiciste... --rezongaba el rubio.

--No seas imbécil, Yoon. Estaba demasiado ocupado con la pequeña cintura de mi esposo y sus piernas... Aish, soy tan imbécil.

Y sí, Seokjin quería darse cabezazos contra la pared. ¿Acaso había olvidado lo orgullosos que eran los omegas cuando los herían? el suyo lo haría pagar con creces...

--Se acaban de estacionar frente al bar de la otra vez, ¿recuerdas? --informaba el azabache deteniendo el auto.

--Estaré ahí en 20 minutos o menos... --avisaba el rubio antes de cortar.

Seokjin se mordía la uña del pulgar nervioso. Había salido esa tarde para conversar las cosas con el omega, tal vez para hacerlo entrar en razón o simplemente ceder ante él. Pero al verlo vestido así y ver su bonito rostro, perfectamente podía obviar el tema "cachorros".

Habían estado separados por tres largas y eternas semanas en las que su lobo buscaba desesperado a su omega, su bonito omega de ojos brillantes. Lo hizo tal como el omega se lo había pedido.

Era difícil llegar a casa y no poder abrazarlo en las noches ni oler su cuello antes de dormir.

Pasaban 15 minutos y ya tenía a Min golpeándole el vidrio de su ventana. Solo podía verle los ojos porque estaba completamente cubierto. El frío ayudaba mucho, en cualquier momento se pondría a nevar. Seokjin salía del auto.

--¿Estás seguro que entraron aquí? Si vinieron vestidos así pensaran que vinieron a trabajar... Y ya sabes como tratan a los omegas que vienen por trabajo...

--Entonces, entremos...

Eran ya casi las 10 de la noche y el frío cada vez le calaba más los huesos a Seokjin. No entendía como el par de omegas habían salido tan desabrigados.

Los alfas saludaban al guardia y pagaban su entrada. Ya eran conocidos en ese lugar, sobretodo Min Yoongi.

--Yoonie, hace semanas no te veía por estos lugares, creí que ya te habías olvidado de mi, corazón. --saludaba el coqueto cajero.

--Tuve mucho trabajo esta semana, de hecho, no sé qué hago aquí... --pero en realidad sí lo sabía, todo era culpa de Park. El bonito, sin embargo, salvaje omega de labios pomposos y un culo por el cual el alfa se derretía. Lo traía loco ese omega tan sensualmente peligroso.

Los alfas por fin entraban al lugar y Seokjin lo primero que notaba era el fuerte aroma a frambuesas que lo llamaba hasta la barra. Y ahí estaba otra vez, su precioso esposo, rodeado por tres alfas mientras Jimin era rodeado por otros tres más. Ambos amigos gruñeron al unísono al ver a sus omegas.

Nadie les robaría a sus omegas.

🎲

*Ahora sí. Capítulo 23. Estaba editandolo y agregando los parrafos y mi hija lo pasó a llevar y lo publicó 🤦🏻‍♀️.

En mi país es 12 de septiembre y todavía no son las 00 en Corea del Sur, así que, feliz cumpleaños al papasito de Kim Namjoon.

Y feliz cumpleaños atrasado al precioso de Jungkookie.

Qué manera de amar a estos 7 seres humanos 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro