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--Hace mucho frío, ¿cómo puedes estar bebiendo un iced americano, Jimin-ssi? No deberías estar estar bebiendo café tampoco. --regañaba el castaño a su entrañable amigo.

--Pero está descafeinado. Además bollito me lo pide. --decía, sobándose la pancita.

--¿Ya le dijiste a Min? --preguntaba Jungkook, revolviendo su propio vaso de café.

--¡No! No. Pero está comenzando a sospechar. Mi aroma cambió, la leche se percibe, tengo 14 semanas después de todo. --confesaba, sorbiendo de su vaso.

--Debes decirle pronto, Jimin-ssi. Cada día se volverá peor y ya se está empezando a notar tu barriguita. Mírate, ya pareces un mochi. --comentaba el castaño, preocupado por su amigo.

--Tengo miedo, incluso mi lobo se niega. Si no le cuento, puedo aprovechar de sus feromonas de alfa, mi lobo se siente bien así. Le diré cuando nazca, así verá cuanto el cachorro se parecerá a él. --decía esperanzado. Jungkook lo miraba con algo de lástima.

Park Jimin había sido codiciado por alfas, betas e incluso omegas de todas las clases. Pero ahí estaba, llorando por un alfa que no vale un centavo, ay, pobre diablo.

--Ya sabes que cualquier cosa que pase, estaré siempre para tí. --aseguraba palmeando su hombro.

--Claro que lo sé, tienes que prometerme que si algo me pasa, cuidarás de manducito hervido como si fuera tu propio cachorro, Kookie. --pedía el ahora pelirrosa.

La petición descolocaba un poco al menor, pero sabía que ese cachorro sí lo recibiría como propio sin dudar, después de todo, cosa de bebé que veía, cosa que compraba y quería que el tiempo pasara rápido para tenerlo en sus brazos y enseñarle a boxear y tocar la guitarra.

--Lo prometo, pero eso no ocurrirá, yo quiero malcriarlo, no criarlo, gracias. --Negaba con la cabeza. --¿Cuándo tienes ultrasonido nuevamente? Necesito saber si es manducito o manducita, ví un vestido precioso en una tienda.

--El jueves. Me tienes que acompañar. Puede que se muestre y sepamos si es cachorro o cachorra. --informaba Jimin, ahora devorando un pastel de chocolate.

--Claro que iré, no me lo perdería por nada. Tendré que inventarle algo a Jinnie. Odio tener que esconderle cosas, pero cuando lo sepa, espero que comprenda que este no es mi secreto para andarlo compartiendo, incluso a él, porque está Min de por medio. --comentaba, dándole una mordidita a una magdalena.

--Sentirás frío el gel, pero es para que el aparato se deslice mejor por tu piel, ¿está bien? --informaba el ginecobstetra antes de comenzar la exploración. La pareja de amigos asentía y Jungkook tomaba la mano del pelirrosa. --Bien. La fecundación entre omegas es extremadamente rara, pero se da, supongo que este sería mi primer caso.

Los amigos se miraban y Jungkook automáticamente soltaba la mano de su amigo con un gesto de asco.

--¡¿Qué?! Claro que no, Jimin es mi amigo, casi como un hermano. Yo ya tengo a mi alfa... --contestaba casi con indignación.

--Ah, ya veo --respondía el médico algo decepcionado. --Bien. Ahí está tu cachorro. Está muy bien formado. Está pesando... 42 gramos... Y midiendo unos 110 milímetros. El hueso nasal está presente. Miremos por aquí. ¿Quieren saber su género primario?

--Sí, por favor. --pedía Jungkook con ilusión.

--Es una cachorrita. Felicidades.

--Ay, no. Voy a llorar --decía Jimin, ya con lágrimas. A Jungkook también se le aguaban los ojos.

--Miren, está chupándose el dedo de una mano y con la otra está jugando con el cordón umbilical. Comenzaré con el examen doppler ahora, pero la información primordial ya la saben.

El médico comenzaba a realizar algunas mediciones que los amigos no entendían así que se dedicaban a mirar la pantalla embobados y a sonreír.

--Listo. Todo está muy bien. Señor Park, debe cuidarse mucho. Los embarazos en omegas varones son riesgosos. Su alfa debe acompañarlo en todo momento si es posible, bañarlo en sus feromonas para que su lobo omega no rechace al cachorro y si fuera posible marcarlo. El resto de las indicaciones se las hará saber su doctor. Ahora esperen afuera un momento, mi secretaria les hará llegar el informe. Gracias.

Jimin ignoraba las últimas indicaciones del médico, sabiendo que en su caso sería imposible.

--Gracias. --decían los amigos al unísono.

--Tendré una cachorra, KooKoo. Una niña. No lo puedo creer. --expresaba el pelirrosa emocionado.

--Voy a comprar ese vestido hoy mismo. Podré hacerle una cuna rosita artesanal y comprarle moños, bandanas, turbantes y esas mierdas raras en colores extravagantes y chillones... Amigo, te felicito. --soltaba Jeon abrazándolo.

--Gracias Kookie, gracias por estar aquí conmigo. --respondía Jimin entre lágrimas.

--Nunca te pregunté cómo te fue con el enano ayer. --comentaba Seokjin mientras veía una película con su esposo.

--Hey, solo yo lo puedo llamar así y si estamos con esas, tu amigo también es bastante enano. --era la respuesta que recibía.

--Hey, solo yo lo puedo llamar así. --atacaba entre risitas.

--Nos fue bien, aunque comprar ropa no es tanto lo mío, siempre uso colores negros, blancos o grises de todas formas. --tomaba un puñado de palomitas y se las echaba a la boca. --Aunque me compré un conjunto que podría modelártelo si quieres...

--Sí, por favor, quiero... --decía el alfa con ilusión incorporándose.

--Bien, iré a...

Fuertes golpes en la puerta los interrumpían.

--¿Quién podría ser a esta hora? --Preguntaba el omega extrañado, acercándose a la puerta, pero un bip bip bip bip, era más rápido y la puerta se abría, dejando entrar a un destrozado Park Jimin.

--¡Jimin! Jimin, ¿Qué pasó? --preguntaba nada más al verlo, se acercaba a él y lo abrazaba con fuerza.

Pero el pelirrosa no podía siquiera hablar, solo gimoteaba y sollozaba en sus brazos. El alfa se acercaba al par de amigos sigilosamente, dándoles su espacio. Jungkook comenzaba a liberar feromonas tranquilizantes.

Luego de unos minutos que parecieron eternos Jimin se lograba controlar.

--S-se enteró. É-él vio la carpeta que d-dejé en el auto... --explicaba entre lágrimas.

--¿Tan mal reaccionó?, ¿qué le dijiste tú? --preguntaba mientras lo acarreaba al sofá para estar más cómodos. El alfa los seguía.

--Le d-dije que... íbamos a tener un c-cachorro y... --sorbía por la nariz. --Me trató m-muy mal. D-dijo que era imposible. Que c-con quien más me había acostado. Estábamos en la c-carretera y me obligó a b-bajarme ahí. T-tuve que caminar hasta aquí. T-todo quedó d-dentro del auto, m-mi teléfono, dinero, la carpeta...

--Jimin. --Esta vez era el alfa quien hablaba. --¿Estás seguro que tu... cachorro es de Yoongi?

Jimin lo quedaba mirando un buen momento con expresión dolida antes de contestar.

--Y-yo no he estado con nadie más nunca. É-él fue el primero, el último... y el único. --respondía con seguridad.

--Min es estéril. Él no puede engendrar, por eso le resultó difícil creerte. --informaba. Se ponía en pie, se colocaba una chaqueta y tomaba las llaves de su auto --Iré a ver a ese idiota. Amor, ven un momento. --decía el alfa caminando hacia la puerta. Jungkook lo seguía en silencio. --Voy a hablar con él, ¿está bien? Pero conociéndolo, no creo que ceda. --acunaba el rostro de su esposo entre sus manos. --No pude verte modelándome, así que me lo debes. --depositaba un tierno beso en los labios de su omega. --Te amo. Estaremos en contacto.

El omega asentía y Seokjin se iba.

--No puede ser estéril, y-yo te juro que he estado solo con él. --decía Jimin confundido una vez que tenía a su amigo cerca. --Me dijo que era una puta. Que solo servía para abrir las piernas y follar... Me rompió el corazón. Y luego dijo que era un omega inservible y que me rechazaba...

--Bastardo, chucho hijo de perra.

--Yo c-creí que no querría a mi cachorra, p-pero nunca creí que el iba a p-pensar que sería de otro alfa. --sollozaba con dolor. --Yo lo amo, Kookie, jamás estaría con otro alfa.

--Y yo lo sé, bonito. No tienes que explicarme nada. Te conozco, jamás harías algo así. Sé que babeas por ese infeliz. --Jimin se acurrucaba junto a su amigo mientras él acariciaba su pelo. --Te vas a quedar aquí conmigo, ¿Está bien? Voy a cuidar de ti y manducita. --le dejaba un besito en el pelo y procedía a acurrucarlo entre sus brazos.

--Ya lo supiste... --comentaba el alfa rubio a su amigo apenas veía llegar a Seokjin a la barra del bar. Daba un largo trago a su cerveza antes de proseguir. --Y por eso prefiero a las mujeres.

--Te mueres por ese omega, Min. --soltaba su amigo, pidiendo una gaseosa para él. Ya tenía claro que le tocaba hacer de chofer esa noche.

--Corrección, moría, moría por ese omega. Le habría dado lo que me pidiera, ¿sabes? Y una mierda... --se quejaba.

--¿Y si...?

--No. Ni se te ocurra. Ya sabes todo lo que he tenido que pasar con mi familia para que además tenga que hacerme cargo de un cachorro que no es mío.

--Pero y si fuera tuyo, si por cosas del destino resulta que él si llevara tu-

--Seokjin, dije que no. Basta. --lo cortaba Min. --¿Sabes cuánto lo intenté antes? No soy tan imbécil como para creerle el cuento de que yo lo preñé.

--¿Qué fue lo que le dijiste?

--Solo la verdad. Lo rechacé, le dije que se olvidara de que yo existo y que no me haría cargo de un cachorro que no es mío. También lo insulté, pero no me siento orgulloso de eso... --confesaba. Se tomaba lo que quedaba en su botella y pedía otra.

--Llegó deshecho a nuestro apartamento, nunca había visto a un omega así de triste, Yoon.

--Es un manipulador, tal vez ahora deben estarse riendo de mi con su amiguito de quinta.

--No seas imbécil. Conozco lo suficiente a mi omega como para saber que genuinamente estaba triste por su amigo. Además estás hablando de mi esposo, mide tus palabras.

--Quiero estar solo...

--Aguántate. Ni loco te voy a dejar solo, te conozco. Cuando termines hecho un asco, como un estropajo de cantina, voy a llevarte a casa a salvo.

--...Él iba conduciendo y yo le pedí parar en una farmacia para comprarme un bálsamo para mis labios. Cuando volví él estaba raro y siguió conduciendo y noté que la carpeta no estaba en la guantera si no que en el asiento trasero. Le dije que no era la manera en la cual quería confesárselo, pero que íbamos a ser padres.
«Luego de eso, comenzó a gritarme e insultarme, se volvió loco. Hasta que se detuvo en medio de la carretera a un costado y me dijo que me bajara. Yo tenía mucho miedo, creí que iba a golpearme... Así que simplemente me bajé y como pude salí de la autopista. No tenía dinero para tomar un taxi, tampoco un teléfono para comunicarme contigo. Por ende, caminé casi dos horas hasta llegar aquí. Me duelen mucho las piernas, pero por sobretodo mi pancita. Creo que debería ir a urgencias, Kookie. --hablaba Jimin con los ojos hinchados y rojos. Había llorado por horas.

--Debiste decírmelo antes, Jimin-ssi. Vamos, te llevaré ahora. --decía, tomando sus llaves y ayudando a Park a ponerse en pie. Sus piernas flaqueaban y Jungkook abría los ojos asustado cuando notaba una mancha carmesí en los pantalones del pelirrosa. --Estás sangrando...

--KooKoo... Llama a mamá, por favor. --decía Jimin con voz temblorosa.

--¿Estás seguro, corazón? --preguntaba dudoso.

--S-sí. Tengo miedo, quiero a mamá. --decía entre lágrimas.

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