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La última vez que besó a alguien fue a Jimin y fue... asqueroso. Tenía casi 14 años y no tenía idea de lo que estaba haciendo, pero esto era totalmente novedoso.

El alfa se movía dentro de su boca con maestría, haciéndolo querer más. Su lengua caliente dibujaba figuras dentro de su cavidad, saboreándolo, probándolo, devorándolo, haciéndolo sentir calor, tanto, que comenzaba a quemar su piel. Se había contenido mucho tiempo, así que no pudo evitar liberar feromonas, aquellas que siempre mantenía a raya.

Jimin tenía razón, besar a un alfa era excitante y adictivo. Podía pasar horas así, siendo masacrado por la lengua del alfa, saboreando de su néctar, bebiendo de su paladar.

Seokjin no pudo suprimir la necesidad de apreciar esto tampoco y se despegaba del chico solo para viajar hasta el cuello del castaño, específicamente, su glándula. Inspiraba fuertemente, como queriendo drogarse en su aroma a frambuesas. El alfa quería más, pero sabía que por algún motivo no podía, así que hacía un puño con las sábanas y volvía a la boca del omega, lamiendo los labios de este, haciéndolo suspirar.

--Joder, hueles tan bien... --susurraba el alfa, rozando los labios de Jungkook, a quien, a estas alturas, ya le faltaba el aire.

--N-No puedo controlar mis feromonas, el alcohol me desbarata. --explicaba el omega, aún sintiendo los pomposos belfos del alfa sobre los de él. Jeon rogaba a la madre Luna no tener mal aliento, porque el aliento del alfa olía a alcohol y menta.

Jungkook fijaba sus ojos en los labios del alfa, desesperado, quería más besos. Quería besarlo toda la noche, quería degustar aún más y sin pensarlo, mordía suavemente el belfo inferior del azabache, abrazándolo, acercándolo más a su cuerpo.

--No juegues con mi autocontrol --lo regañaba el alfa contra su boca. --No me hagas cometer una locura, omega.

Tenía razón. Jungkook estaba jugando con fuego con un alfa que al parecer, estaba usando toda su fuerza de voluntad para no avanzar a terrenos peligrosos.

--Entonces, bésame ya. --exigía Jeon impaciente.

El alfa no se hacía esperar y aunque la posición en la cama era incómoda, no quería avalanzarse sobre el inexperto chico, estar algo ebrio no sería una excusa.

--¿Nunca habías besado antes? --preguntaba el alfa divertido.

--Nunca había besado a un alfa antes --contestaba Jungkook, para luego volver a comer de esa boca provocadora.

La mano del alfa solo reparaba en la cintura del omega, aunque su cuerpo (y lobo) le exigían tocar más piel, él sabía que de alguna manera debía respetar al chico. Pero supuso que colar su mano para tocar un poco más de piel no haría tanto daño.

Jungkook gimoteó al sentir la calida mano del alfa acariciar su abdomen y la sensación fue tan placentera que tuvo miedo, recordando por qué estaba con el alfa en primer lugar.

--A-alfa, necesito que me ayudes, en serio. --soltaba de repente Jungkook, con un puchero manipulador. --Por favor. --insistía, depositando besos en los labios del azabache.

--Está bien. Te ayudaré. Nos casaremos. --resolvía algo mareado, pero totalmente embobado por ese chico. Aún sentía que la cabeza la daba vueltas. Lo único que lo calmaba eran los dulces besos del omega de sonrisa tierna. --Me casaré contigo. Pero recuerda que yo tengo nov-

De repente el alfa se quedaba quieto, como recordando algo importante.

--¿Qué ocurre? --preguntaba el omega preocupado, separándose un poco para mirarlo.

--¡Tengo novio! --exclamaba asustado. --Yo tengo novio, no puedo besarte. Eres muy bonito y hueles increíble y también eres dulce, muy dulce, no me malinterpretes, pero no puedo besarte... más. --el alfa se ponía de pie rápidamente. Pero se tambaleaba y volvía a sentarse en la cama, sosteniendo su cabeza. --Solo nos besamos, ¿cierto? --preguntaba preocupado girándose hacia el omega y luego miraba la prominente erección que había entre sus pantalones. Jeon también reparaba en esto confirmando lo que el alfa le había contado antes y lo que Jimin había comentado en la casa de los Kim. Volvía a sentir el calor agolparse en sus mejillas y en otras áreas menos nobles de su cuerpo.

--Sí, solo nos hemos besado. --el omega se aclaraba la garganta --Has sido bastante respetuoso conmigo, no te preocupes. --Jungkook se ponía de pie y se acercaba al alfa. --Recuéstate --susurraba, empujando al alfa para que lo hiciera.

--Hey, tengo novio, no puedo tocarte... --avisaba nuevamente, pero aun así, obedecía.

--Lo sé, ya lo dejaste claro. Pero estás algo ebrio y es tarde. Solo vamos a dormir, ¿sí? --sugería el omega con voz dulce.

--Soy alfa de un solo omega, ¿entiendes? --confesaba el alfa y Jungkook ahogaba una risita.

--Sí, de un solo omega, ahora duerme. --insistía palmeando el pecho del alfa como en un arrullo. A los pocos minutos el alfa caía en un sueño profundo.

Jungkook miraba la hora en su smartwatch, eran las 2:37 am. Se habían estado besando por mucho tiempo tanto que sentía que sus labios palpitaban. Además, en un par de horas debía estar en la facultad. Se recostaba a un lado del alfa y lo admiraba por unos momentos con una sonrisa boba en la cara. Para prontamente caer en los brazos de Morfeo.

La alarma de su teléfono despertaba a Seokjin, quien se retorcía entre el dolor de cabeza y las ganas de vomitar, lo segundo al parecer iba ganando la batalla, así que rápidamente corría a lo que parecía ser el baño de la habitación y procedía a devolver el contenido de su estómago. Luego se quitaba la ropa y procedía a entrar en la ducha. Se quedaba un buen rato bajo el grifo del agua caliente, tratando de despejarse un poco. Salía envuelvo en una bata y tomaba uno de los cepillos de dientes del hotel y se lavaba para quitar el mal sabor.

Confiadamente salía del baño con su ropa en sus brazos y pegaba un grito al ver a un chico, sentado en la cama, con unos ojos negros grandes y expresivos que le devolvían la mirada.

--Perdón, no quise asustarte, pero sentí que te habías levantado, así que quise hacer lo mismo. Ya son las 6:26. Debo volver a mi casa o ir a la facultad. --explicaba Jungkook, pero el alfa no contestaba.

Seokjin tragaba saliva nervioso y se acercaba sigiloso a la cama.

--¿Acaso... tú y yo... tuvimos...? --preguntaba con miedo.

--Ah, por supuesto que no. Fuiste bastante caballero para ser un alfa. Debería felicitarte, pero sería ridículo felicitarte por algo que debería ser sentido común. --respondía el omega, poniéndose de pie y colocándose su chaqueta. El alfa reparaba en la pequeña cintura del omega y desviaba la mirada. --Solo nos besamos, un poco. Un poco mucho, como por horas. --contaba el castaño y Seokjin cerraba los ojos.

--Mierda. Lo siento. En serio. --se disculpaba apenado el alfa. --No debí hacerlo, tengo novio y-

--Sí, lo sé, anoche casi hiciste un escándalo por eso. Descuida. Lo único que te pido es que cumplas tu promesa. --pedía el castaño caminando hacia el baño.

--¿Cuál promesa? --preguntaba el alfa casi al borde del colapso. --¿Qué fue lo que te prometí?

--Que nos casaríamos. Lo prometiste. No actúes como un imbécil ahora, después de meterme la lengua en la garganta, Kim. --se encerraba indignado en el baño. Eso le pasaba por confiar en un alfa que apenas conocía. Se miraba en el espejo y estaba un poco despeinado y ojeroso, pero lo que más llamaba su atención era lo hinchados y rojizos que estaban sus labios. De hecho si cerraba los ojos, aún podía recordar la sensación de los suaves labios del alfa sobre los suyos y la lengua de este masajeando la suya. Suspiraba.

«Ah, carajo, estoy perdido.»

El omega, orinaba, sintiendo alivio automático. Se lavaba las manos, la cara, los dientes y arreglaba un poco sus rizos. Se aplicaba un poco de bálsamo en los labios y soltaba un risita al ver el resultado, parecía una muñeca Bratz.

Salía del baño y para su sorpresa el alfa todavía estaba ahí. Y a su parecer se veía tan guapo como siempre.

--Yo... creí que te habías ido. --confesaba el omega nada más al verlo.

El alfa sonreía un poco --Seré un imbécil, pero nunca tanto. --botaba el aire en sus pulmones y luego miraba al omega. --Cumpliré mi promesa. Me casaré contigo. --Jungkook sintió algo extraño en el estómago al oír la noticia. --Sé que a Chan no le va a parecer nada, pero él sabe que tampoco podemos estar juntos por ahora. Además, supongo que lo podré llevar a nuestra casa un par de veces... bueno eso tendremos que verlo más adelante. --finalizaba el alfa mientras veía como el rostro del castaño se iluminaba.

--No te imaginas lo feliz que me hace esta noticia. --Se acercaba al alfa y lo abrazaba fuertemente por el cuello --Gracias, en serio te lo agradezco. --agradecía, sintiendo las cálidas manos del alfa en su cintura, por lo cual sin quererlo, liberaba sus feromonas con aroma a frambuesas. Se alejaba un poco del azabache y lo miraba fijamente con ojos cristalinos, algo inestable por el aroma que este liberaba en respuesta.

--Y lamento haberte besado --decía el alfa apenado. Jeon lo miraba algo dolido y Seokjin lo notaba --Quiero decir que en mis circunstancias es lamentable. Estuve recordando un poco y sí, he sido un poco imbécil. Estaba ebrio, no debí besarte así, pero es que no podía detenerme... --el alfa acercaba su mano hacia el omega y con su pulgar acariciaba el labio inferior del castaño. Ambos se ruborizaban de manera violenta ante el hecho. Seokjin se aclaraba la garganta. --Esteee... ¿vamos?

--¡Sí!. Sí. Vamos. Estoy listo. --Y juntos salían de la habitación, casi como una pareja de enamorados que habían tenido una noche salvaje, salvo no eran nada de eso.

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