Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Once ~ El Cortejo

🎲


--¿Es aquí? --preguntaba el alfa, llegando hasta la casa de los Jeon, esta quedaba solo a veinte minutos de la universidad.

--Sí, es aquí. Puedes estacionarte allá. --comentaba Jeon, mientras mordía una de sus uñas y con la otra mano apuntaba a un lugar para el parqueo.

--¿Estás nervioso? --preguntaba el azabache, estacionando el vehículo de manera impecable.

--Un poco, es la primera vez que me veo en esta situación. --Jungkook explicaba. Sentía un nudo en el estómago y sus manos temblaban ligeramente.

--Quédate tranquilo. Solucionaremos esto, ¿bien? Nos conocemos muy poco, pero lo que he podido apreciar, es que eres alguien muy capaz. Eres leal y buen amigo. Es agradable estar cerca de ti. Eres audaz, te arriesgaste conmigo y fue imposible decirte que no. Cada día me convenzo más de que esta es una buena idea, en serio. --decía el alfa con suavidad y Jungkook sentía que sus nervios se disipaban.

--Gracias. No te imaginas lo agradecido que estoy. --expresaba el omega con calidez. --Bien, ahora, a enfrentar a mi padre.

--Espera, yo... déjame abrirte la puerta como en las películas, no vaya a ser que tu padre nos esté espiando por la ventana... --decía el azabache y procedía a descender del vehículo rápidamente para abrir la puerta del copiloto, extendía la mano y Jungkook la tomaba con gracia. Una sonrisa involuntaria liberaba sus labios, enseñando sus tiernos dientitos de conejo y el alfa quedaba embobado por un segundo. Seokjin cerraba la puera del auto y procedía a tomar la mano del chico cuando sentía que alguien tironeaba al chico a su lado.

Un hombre mayor tenía tomado del brazo al omega, las flores estaban en el suelo.

--¡Suelta a mi omega, ahora! --exigía Yoon lleno de ira.

--Señor Yoon, no se agite, podría darle un ataque al corazón o algo... --respondía Seokjin con ironía y Jungkook volvía a sonreír a pesar de la situación.

--¡¿Qué?!

--Pues lo que acabo de decir, ahora suelte a mi novio, por favor. Pensé que mi chico le había dejado claro que ya tenía un alfa, elegido por él mismo, no impuesto. --comentaba divertido Seokjin. --¡Suéltelo! --agregaba demandante.

--Amor, mis flores... --decía lastimero el omega, mirando sus flores en el suelo. Seokjin sentía algo extraño en el estómago ante la palabra "amor". Miraba las flores y las recogía, aún lucían bien.

--Está bien, bonito. Te daré otras mañana, ¿sí? --con una mano tomaba la mano del omega y con la otra tomaba el antebrazo del alfa mayor. --¡Suéltelo, ahora! --exigía ya con molestia. Pero no era necesario, Jungkook con habilidad se liberaba de su agarre y le daba un abrazo al alfa, quien con un brazo rodeaba la pequeña cintura del menor y con el otro sostenía las flores.

--Y por favor, búsquese a alguien de su edad, no sea iluso. --espetaba Kim, mirando con recelo al alfa que estaba a punto de estallar en cólera. Se dirigían a la puerta, tratando de permanecer tranquilos, pero Jungkook estaba nervioso e incómodo y Seokjin estaba molesto y asqueado.

No, el alfa no iba a permitir que ese anciano tocara un pelo de ese tierno omega.

--¡Esto no se va a quedar así, ¿me oyeron? ¡JUNGKOOK SERÁ MÍO! --gritaba el alfa mayor, antes de que Seokjin cerrara la puerta de la casa.

--¡Está senil! --declaraba el alfa, apenas entraron. --¿Estás bien? --preguntaba ahora a Jungkook, quien permanecía callado.

--Agradezco que me hayas traído. Todos los días este hombre me acosa, ya había estado aquí a primera hora de la mañana y ahora... --Jeon suspiraba cansado.

--Te traeré todos los días, entonces. --resolvía sin pensar y Jungkook abría los ojos, sorprendido. --Eeeh... Quiero decir... sería lo mejor, ¿no? Para que ese alfa empiece a darse cuenta que no estás interesado ni por si acaso.

--S-sí, es una buena idea, te lo agradezco. --A Jungkook le volvía el color al rostro. --Ejem... ¿vamos donde mi padre? Estoy seguro que nos está esperando ansioso. --el alfa asentía.

Jungkook se dirigía hasta el despacho de su padre, golpeaba la puerta hasta que un "adelante" sonaba detrás de ella. El omega abría la puerta y su padre lo esperaba sentado en la gran silla frente a su escritorio.

--Chicos, qué bueno que llegaron, tomen asiento. --saludaba el señor Jeon al verlos. Indicaba con su mano para que ambos jóvenes se sentaran. Ellos obedecían.

--Señor Jeon, buenas tardes. --saludaba Seokjin con una inclinación antes de sentarse.

--Entonces, díganme que es lo que necesitan. --decía el mayor, entrelazando sus dedos.

--Señor Jeon, yo he venido a, bueno... --Seokjin tomaba una respiración ¿qué demonios estaba haciendo? Nunca creyó verse en esa situación. Miraba a su lado, al omega de ojos negros y brillosos, casi como si albergaran una constelación en ellos y quien en ese momento le daba una débil sonrisa. --yo... quería decirle que me casaré con su hijo. --terminaba, sin dejar se mirar al chico.

--Oh, entiendo, entiendo. Bueno, en ese caso, tendrás que cortejarlo durante un mes y luego decidiré qué alfa es mejor para mi hijo-

--No. No, señor Jeon, usted no me está entendiendo. Yo me voy a casar con su hijo, pronto. --Seokjin tomaba la mano de Jungkook y la apretaba tratando de tomar valor. --No puedo arriesgarme cuando ese anciano desquiciado viene todos los días a acosar a mi novio. Así que he tomado una decisión.

--¿Y cuál sería esa? --preguntaba el mayor, serio.

--Que me casaré con su hijo, con o sin cortejo, con o sin su autorización. Jungkook es mayor de edad, fácilmente podría llevármelo y casarnos sin que nadie lo supiera, es más, solo con darme su sello yo puedo llenar los papeles y entregarlos y estaríamos casados. Pero sé que él no querría eso, porque lo ama mucho a usted. --manifestaba el alfa con valentía. Ni para las presentaciones en la universidad se había sentido tan nervioso.

--¿Por qué me dice todo esto, entonces? No entiendo. --preguntaba con calma el señor Jeon.

--Porque quiero que Yoon deje de molestar a Jungkook. No quiero que se le acerque, que lo mire, que le hable o que respire su mismo aire, siquiera. A cambio, me casaré con él, todo lo que poseo será de él y haré todo lo que esté a mi alcance para hacerlo feliz. --declaraba el alfa con determinación. Ni él sabía de dónde había sacado todo eso, tal vez era el dedo pulgar de Jungkook que jugueteaba ansioso en el dorso de su mano.

Jeon Junghwan nunca se dejaba amedrentar, menos por un mocoso de veintitantos años, pero veía osadía y resolución en los ojos almendrados del alfa. Se aclaraba la garganta. --Está bien. Hablaré hoy mismo con el señor Yoon para que desista de cortejar a Jungkook, puesto que él ya ha elegido a su futuro esposo. A cambio usted, señor Kim, deberá comenzar a cortejar a mi hijo desde mañana mismo, ¿Entiende?

--Disculpe, señor Jeon, pero yo comencé a cortejarlo desde hoy mismo. --explicaba el alfa, rascándose la nuca.

--Oh, por eso el ramo de flores del tigre. Muy bien, entonces, tenemos un trato. ¿Algo más que agregar? --preguntaba el mayor, antes de dar por finalizada la charla.

--No sé si mi novio quiera agregar algo. -- observaba Seokjin, dirigiéndose al chico sentado a su lado.

Jungkook abría la boca, pero era interrumpido por su padre.

--No es necesario, eso ya está definido entre nosotros. Así que, si me disculpan, tengo algunos llamados qué hacer. --decía, mientras tomaba el teléfono.

El omega agachaba su cabeza con suma tristeza, soltando la mano de Seokjin. Se levantaba de manera torpe de su silla y salía por la puerta, seguido por Jin, quien antes de salir del despacho, murmuraba alguna frase de despedida y una inclinación y salía presuroso para alcanzar al castaño.

--¡Oye! --vocalizaba el azabache, atrapando la mano del menor. Sus ojos cristalinos le produjeron algo extraño, como si quisiera protegerlo de quien lo hubiera lastimado. --Oye... --repetía con suavidad.

--Solo... pretendía tomar aire. --Jungkook inspiraba, tratando de retener las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos. --Estoy bien --agregaba, aunque lo decía más para sí mismo, que para Seokjin, quien lo miraba preocupado.

--Lo lamento.

--No te preocupes, estoy acostumbrado a ser un mueble en esta casa. Desde que me presenté como omega, mi opinión comenzó a valer una mierda, por lo que pudiste notar. --Jungkook volvía a tomar aire, esta vez tratando de relajarse. Ya estaba habituado a todo eso, es solo que se había sentido humillado frente al alfa.

--No debería ser así-

--Pero lo es. Es mi realidad. Tengo a un viejo asqueroso acosador cortejándome, que espero mi padre cumpla con su palabra de alejarlo de mí, después de todo, todo esto es su culpa y te he acarreado a ti, además. Lo siento --terminaba, volviendo a sentirse miserable.

--No te disculpes, no me pusiste una revólver en la cabeza, si fuiste muy persuasivo y bueno, habré estado borracho esa noche, pero tus besos son muy dulces y... no sé que tiene que ver eso... ¿por qué dije eso? Soy un idiota... --discutía el alfa consigo mismo, haciendo sonreír al castaño. --Lo siento, no sé por qué dije eso último. Pero lo que quiero decir es que nadie me obligó, yo quise ayudarte y lo haré hasta el final.

--Gracias, Seokjin.

--A estas alturas, dime Jin, o hyung o Jinnie o yeobo... no, quiero decir, puedes decirme eso cuando ya estemos casados... ¿por qué digo esas cosas? --otra vez se discutía. Ya a esas alturas el omega había olvidado lo que había ocurrido en el despacho de su padre y su sonrisa hacía brillar sus ojos nuevamente. --Mejor, olvidémonos de los nombres por ahora.

--Te diré Jin hyung, hasta que nos "casemos" --Jungkook hacía énfasis con sus dedos. --Luego veré si te digo Jinnie, amor o yeobo. --proponía en tono de broma el castaño, haciendo ruborizar al alfa.

--Bue-bueno, entonces, a partir de mañana te vendré a dejar tu casa todas las tardes. Te traeré flores y regalos para el cortejo-

--Te daré dinero para eso, no quiero que gastes en-

--Absolutamente, no. ¿de qué estás hablando? --reñía el azabache, negando con la cabeza y cruzándose de brazos.

--Pero, no quiero ser una molestia. --decía con un puchero adorable. Jin sonreía.

--No eres ninguna molesta, Jungkookie. --decía el alfa. Era la primera vez que le llamaba "Jungkookie" y el castaño sintió cosquillas en el vientre. --A mi no me molesta hacerlo tampoco.

--Bien. Lo aceptaré, pero te invitaré a comer o te daré algo a cambio para compensarlo.

--Un beso no estaría mal. --el alfa no media sus palabras, abría los ojos sorprendiéndose de su atrevimiento --Me-me refiero a en la mejilla, un beso en la mejilla. --corregía, pero su lobo no concordaba con él, su lobo si quería volver a probar los labios suaves y dulces de Jeon.


--Jimin-ssi ¿por qué mi auto huele a limpio? --era lo primero que decía el omega castaño al subir al vehículo. Olía a limón y a detergente y estaba impoluto.

--Ah, eso. Pues, verás. Ayer me reuní con Min y pues... pasaron cosas y ¡prometo que pagué por la limpieza premium! --se disculpaba un ruborizado Jimin, antes de subir al asiento del piloto.

--Eres un omega desvergonzado, ¿tenían que usar mi auto? ¿Acaso no hay moteles para... eso? --inquiría rezongando. No quería imaginar nada, así que mejor pensaba en otra cosa, por ejemplo, el beso en la mejilla que le había dado a Kim Seokjin el día anterior y como el alfa lo había retenido en un abrazo apretado. --Vámonos. --decía luego de unos instantes.

Y el tiempo comenzaba a pasar normal y tranquilo. Habían pasado ya 10 días desde que Seokjin había hablado con el señor Jeon y Yoon no se había aparecido, afortunadamente. Se sentía aliviado por eso.

Seokjin, por su parte, sagradamente iba a dejar a Jungkook a su casa, excepto el fin de semana en que tomó un poco de su tiempo para visitarlo y dejarle algún que otro obsequio.

Y en la universidad, el novio del alfa pues seguía refiriéndose a Jeon de las peores manera. Cada vez que lo veía decía algo hiriente sobre él o sobre su cuerpo, lo que lo hacían sentir inseguro y triste. Nunca le contaba nada al alfa, después de todo era él quién se había interpuesto en una relación.

--Jimin, ¿puedes pasar por la tienda de conveniencia? No traje agua y se me apetece un bowl de ramen. --hablaba Jeon a su amigo. Era otro día más de escuela y por milagroso que parezca, era temprano aún.

El rubio se detenía y estacionaba y Jungkook descendía del vehículo rápidamente para comprar. Elegía un agua sin gas y un bowl de ramen básico. Lo pagaba y volvía al auto, pero Jimin no estaba.

Buscaba a su alrededor, pero no lo veía. Se iba a comenzar a preocupar cuando lo veía salir de un callejón con su teléfono celular en la mano y una cara de confusión.

--¿Dónde estabas? Estaba a punto de entrar en pánico. --soltaba preocupado el castaño, mientras Jimin abría las puertas del auto.

--Vi algo extraño, muy extraño y tan solo fui a corroborar. --explicaba el rubio, subiéndose al vehículo.

--¡Pero, cuéntalo ya! --exclamaba Jeon exasperado.

--Está bien, está bien. Mira. --Jimin le mostraba el teléfono y un video se reproducía. Los ojos de Jungkook se abrían como platos. --Él es...

--Es Chan, el novio de Seokjin, casi comiéndose como un dementor a ese alfa de pelo naranja. Tuve que gritar "consigan una habitación" antes de arrancar, par de sucios. No me vieron, menos mal --negaba con la cabeza Jimin.

A Jungkook le latía el corazón muy fuerte. Ese omega malnacido estaba engañando a Seokjin, el alfa de buen corazón... aunque él también se había besado con el alfa... Pero estaban ebrios, no sobrios como el omega descarado...

--Voy a averiguar, Jungkook. Es muy extraño todo. --decía Park, dejando a Jeon pensante.

🎲

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro