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03- Placeres

-...Y fundamenta tu respuesta, no jodas, odio cuando hay que hacerlo-

-Odio hacer tarea...-

-Tu odias la escuela-

-También-

-Vamos, terminemos este trabajo ya,  es nuestro último año...-

-...

  ¿Mi último año para qué? ¿Para desperdiciar un año más en mi vida para tener un miserable papel? Qué para tener un trabajo digno ¿tengo que seguir estudiando  por los menos cinco años más? Eso no va conmigo... estudiar simplemente es una pérdida de tiempo, lo verdaderamente bueno esta fuera de esa mierda a la que llaman colegio, tampoco en la casa de uno...aun que...

  La sensación de libertad que se puede respirar, el caminar con total seguridad y confianza, los ojos que siguen tu caminar, el aire fresco de la noche, los alagos y los deseos negados...y también los cumplidos, aquello que se dejaron llevar por los impulsos humanos para llegar a un ambicioso y delicioso placer.

  Solo fueron unas noches pero he conseguido más plata de lo que haría con un trabajo cualquiera, para que ir a una universidad si puedo hacer lo que más gusta y que más placer me da, y además que me paguen por ello.

  Tal vez sea un poco bruta con las matemáticas, no tener ni menor idea en la historia y creer que el "Meridiano de Greenwich" es el nombre de un sándwich pero tengo todo lo que necesito para ganar plata cuando yo quiera, con solo ten...

-Tierra llamando a Cecilia ¿Holaaa?- Maximiliano chasqueaba los dedos y movía la mano delante de la cara de Cecilia.

-¿Qué? ¿Qué pasa?

-Que el trabajo es para mañana y no pienso hacerlo todo yo-

-Pero deja de romper las pelotas Maximiliano...

-¿Perdón? Sé que ya estas harta de la escuela, pero necesito que al menos me ayudes o aunque sea me trates bien porque yo soy el u...

-Si, si mi único amigo...lo siento

-Esta bien...no pasa nada

-Es que...

-Si, ya se, tu mundo es las noche y las esquinas-

-¿Y hay de vos? Mis amigos siempre te dieron curiosidad por saber que tan grande la ti...

-Bueno bueno, ya esta, nos queremos mucho pero terminemos el maldito trabajo-

-Ok... ¿Que mierda hay que hacer ahora?

-Fundamentar nuestra respuesta...y es aquí donde necesito tu ayuda-

-Bue, tampoco seas tan adulador-

-Eres buena escribiendo y al hablar...es una lástima que...

-Si, ya sé, pero también soy buena con mi boca y mi manos en...

-Para, no necesito detalles- Cecilia se rió de Maximiliano y le dio un golpe en el brazo, él la despeino y se rieron juntos. Puede que el mundo veo un tanto extraño una relación de amistad con personas totalmente..."distintas". Pero para ellos era algo totalmente natural, los golpes, la sinceridad extrema y la fidelidad más honesta que hay. Ellos se entienden, viven situaciones difíciles y completamente diferentes pero es lo que más los unió, compartir ese vínculo de dolor y amargura creo uno nuevo de felicidad y confianza.

Cecilia había comenzado a escribir, "a flashearla" como ella suele decir, yo se lo he dicho varias veces y aun que ella no admita, tiene talento para la escritura, para la expresión, para la redacción, tienen su manera de escribir que es de admirar e incluso de envidiar. Nunca se me dio bien la literatura pero al ver que Ceci escribía como lo hacia, sentía cierta envidia. Una vez que estaba aburrida y se había despertado de un sueño...un sueño húmedo, la jodida enferma decidió escribir y me paso la historia, como que los relatos eróticos no llaman mi atención, y menos los de su tipo —Además que se baso en sueño, siendo ella la protagonista- fue como bastante bueno, me sorprendía su manera de crear la historia y como la desarrollaba.

Vi que Ceci se quedo mirando la nada mientras mordía la lapicera y de vez de en cuando lo lamia, para sacarla del transe le pegue con un cuaderno en la cara y la miraba con el sueño fruncido, esta tenía el mismo gesto.

-No violes la lapicera y sigue escribiendo-

Bufo mirándome con mala gana y balbuceo alguna maldición, escuche algo de "aburrido" y ¿"mojigato" quizás? Esta chica no piensa en nada más que eso, igual, eso es lo que la hace ser ella pero que también podría llegar arruinar su vida completamente. No importa cuánto se cuide, porque siempre alguna cosa mala pasa, siempre...

Maximiliano miraba con atención como el bolígrafo a manos de Cecilia se movía frenéticamente, palabras y palabras se iban escribiendo, quería saber que era lo que estaba redactando pero Cecilia se hacia la misteriosa y tapaba la hoja con su brazo izquierdo.

Él solo suspiro esperando que lo esté escribiendo no sea un relato porno de alguna aventura que habrá tenido, Cecilia podría arreglársela para inventar una historia o expresarse bien pero cuando un mínimo pensamiento erótico se cuela en su mente y pierde la noción de lo que hacía dejándose envolver por su mundo de placer y todo en su mundo prácticamente se vuelve para mayor de dieciocho e incluso lo que está haciendo en ese momento.

Yo sé lo que debe estar pensando Maxi, seguro  piensa que "alguna aventura se coló en su mente y ahora lo que está escribiendo es cuando ella se lo chup...-PUES TE EQUIVOCAS MI QUERIDO AMIGO- Esta es la mejor fundamentación del mundo jamás vista por la humanidad...bueno, quizás exagero pero sé lo que estoy escribiendo y siento que lo estoy haciendo bien.

Suspire y mire con satisfacción lo que había escrito, más que un fundamento era una conclusión lo que pedía, siempre dice fundamentar pero lo que profesora siempre quiere  es que nos explayemos, que opinemos, que lleguemos a una conclusión. ¿Que como lo sé? Ellas fue una de las primeras persona en apreciar mis historias, sí, he escrito historia y no son todas son eróticas, como exagera Maxi, pero aun así...no me tengo confianza en ello. He perdido la confianza en el triunfar cuando mi propia familia fue destrozando poco a poco mis ilusiones y sueño, hundiéndome cada vez más en  un estado deplorable de pensamiento y no los culpo...a veces  hay que dejar de soñar y "Empezar aceptar la realidad". Como odio esa frase, odiaba cuando el idiota de mi padre venia borracho y con su aliento cargado del alcohol me decía que no iba llegar a nada...lo odio.

-¿Pasa algo?- Pregunto Maximiliano preocupado al ver como una lagrima que caía por la mejilla de Cecilia y como apretaba con fuerza los puños.

- N-no...no pasa nada- Maximiliano levanto una ceja, no se creía la mentira pero esta al notar la desconfianza de su amigo decidió de cambiar de tema-¿Cómo está la fundamentación?

El sonrió con cierto rasgo de burla en su rostro- Mal, no sirve-

-¿¡Como que no?!- Cecilia elevo su voz sonando más aguda de lo norma e increpándolo-Pero si la re flashee re bien-

-Por eso, te fuiste al carajo mal, escribiste algo que nada que ver- Maximiliano le entrego el papel y Cecilia volvió a leer lo que había escrito- Creo que si hubieras escrito algo de un pene hubiera servido....

-Pero si la actividad fundamentar si los sucesos eran cosas del destino, de si estábamos de acuerdo con alguno autores, de si las acciones humanas afectan  y bla bla bla ¿Qué está mal?

-Escribiste sobre tus decisiones....

Cecilia leía el texto perpleja, lo que había escrito era sobre sus decisiones en la vida, de cómo sería sus destinos, de cómo otros "autores" tienen sus opiniones. —Pe-Perdón, creo que estaba pensando...

-¿En tu vejo?-

-En mis sueños....

Cecilia nunca usaría otra palabra para referirse a su padre, para ella, la palabra "Padre" es la que engloba al sujeto que participo en el acto sexual  y que dio como resultado una nueva vida  y nada más que eso. Pero nunca usaría alguna palabra que demostrara afecto o cercanía, como papa, papi, viejo, pa. Esa persona había dejado existir, nunca hablaría de él en público, nunca sería una excusa en su vida....incluso por las lagrimas de las que si fue culpable, de las lagrimas de ella y su madre, ella quería cortar todo vinculo con aquel ser que era un recuerdo horroroso en su mente.

-¿Mamá? ¿Por qué lloras?

-No es nada mi hijita, vuelve a dormir-

-¿Papá donde esta?

-S-se fue a hacer un mandado...-

-¿Ya no va golpearte?

-...

-Mami...tengo miedo de papá

Y en ese momento me pareció escuchar a mi Mamá  susurrar: "Yo también".

Sintió la mano cálida de Maximiliano tomar la de ella que había empezado a temblar, le sonreía con cariño y ella le devolvió la sonrisa pero triste.

-Lastima que seas ma...-Intento bromear pero no la dejo terminar que la abrazo con fuerza, sentía como su mano la peinaba para calmarla y mientras con una voz suave le susurraba al oído "Esta bien, no tienes que fingir que estas bien". Cecilia lo abrazo con fuerza mientras sentía como las lágrimas salían a flote y un nudo en la garganta la dejaba si habla. Odiaba que la entendiera pero también estaba agradecida por eso. Él era el único que la comprendía, que nunca la juzgo mal, que se acercó a ella sin malas intenciones y prejuicios, el primero que le hablo y su primer  y verdadero amigo en tanto tiempo.

-Te odio- Dijo entre sollozos.

-Yo también te quiero...-Dijo sin apartarse de ella.

"...El destino debe odiarme, mi padre es un asco, mi madre parece no tener vida y yo soy un desastre. He tomado malas decisiones pero también ha sido por malas indicaciones también, quizás sería mejor si yo nunca...hubiera nacido"Así terminaba el fundamento que Cecilia había escrito.

-Cuídate- La voz de Cecilia sonaba más apagada a lo normal, Maximiliano lo había notado pero sabía porque era y lo mejor  era no presionarla.

-Cuídate vos- Maximiliano se sintió mejor al ver una pequeña sonrisa asomar en la joven.

-Nos vemos- Se despidieron con un beso en la mejilla, Maximiliano se cruzo en las vereda del frente, tenía un tramo largo hasta su casa pero cruzaría por una plaza cerca para cortar camino.

Con las manos en los bolsillos y sus auriculares, el joven se había metido en su mundo con su música favorita y sus pensamientos de que debería hacer a continuación. Desde que se lo dijo a sus padres, su cabeza ha sido un desastre como la misma relación con ellos, detestaba pensar en eso pero un tópico importante que siempre su cerebro quería resolver.

-Esta fría...- Comento en voz alta al sentir una gota caer en su nariz, miro hacia arribas y la sensación de frio volvió a rozar su piel cuando la llovizna empezaba a caer lentamente. Busco un paragua que había guardado en su mochila por las dudas y decidió seguir con su camino.

¿Acaso el clima entiende nuestros sentimientos? Pensó mientras miraba hacia atrás, tratando de visualizar la casa de Cecilia, él sabía muy bien cómo se sentía ella en estos momentos también como ella podía leer los ojos de él. Volvió su mirada a su camino y  quedo  desconcertado al ver un joven, bajo la lluvia, estático, mirando el cielo mientras se dejaba empapar por el agua fría. Primero había decidido ignorarlo y seguir con su camino pero los tatuajes en los brazos de este le resultaron familiares.

-Boludo, te vas a resfriar bajo la lluvia- Le dijo y subió el paragua para que David quedara debajo del mismo.

-Quizás sea mejor así...-susurro apenas con la mirada perdida.

Maximiliano suspiro y tomo el brazo del mayor para que agarre el paraguas ya que era más alto. David lo miro extrañado debido la actitud del menor, era la primera vez que le hablaba. Aun así, tomo el paraguas y empezó a caminar al lado de Maximiliano quien había empezado a caminar sin esperar alguna reacción de David.

-¿Vives cerca, no?- Pregunto directo Maximiliano, no le molestaría acompañarlo hasta su casa.

-Si...aunque...

-¿Aunque?

-No se me antoja volver-

-¿Paso algo?

-No, solo problemas con mis am...compañeros de cuartos- Maximiliano le pareció extraño como David se corrigió, también su actitud de estar ido y con la vista perdida.

-¿Estas bien?- El menor prefirió ser directo, le provocaba cierta preocupación la manera de actuar del mayor, aunque parte de él le dijera que se fuera, que no era buena compañía, la otra le decía que se quede y que lo ayude.

-¿Qué?- Pregunto David desconcertado, como si fuera la primera vez que alguien se preocupaba por él, en el momento lo creyó y se sintió así.

-Te pregunte si estabas bien-

-Em...si, solo un poco...-Ni él sabía cómo se sentía realmente, trataba de buscar una palabra cualquiera que conforme a la duda del menor- ...Cansado.

-¿Trabajas?

-Me refiero...

David se había quedado sin habla, no quería que el chico se entere que estaba cansado de la vida, de su  patética vida. Quería evitar cualquier tipo de sermón o respuesta, no estaba ánimos de escuchar palabras de aliento y ya se había cuestionado así mismo en sus pensamientos.

-Necesitaba despejarme- La respuesta no convenció al Maximiliano, el mayor parecía tener algo más que cansancio en sus ojos, tenía unas pronunciadas ojeras pero no creía que se deba a la falta de sueño.

-Bueno, entonces vente para mi casa-

-¿Qué?...¿Sabes que no me va e..

-No me refiero a eso pelotudo- Lo interrumpió con cierta irritación sorprendiendo al mayor- Estas todo empapado, si no quieres volver a tu casa, mejor cámbiate la ropa y después te vas a donde se te antoje-



El único sonido en mi habitación era el de las agujas del reloj colgado en la pared de mi pieza, por un momento pensé en arrojarlo por la ventana, en el silencio, su ruido me parecía demasiado fuerte y molesto. Le saque las pilas y me quede observando las mismas ¿Por qué lo hice? ¿Por qué me parecía tan irritante ahora? Me tire en mi cama mirando al techo, me dolía la cabeza, sentía como si fuera a explotar.

Rara. Así me sentía. Era como si me hubiera olvidado como seguir con mi día, como si lo que tenía planeado hubiera sido borrado dejándome en un espacio, dejándome flotando en la nada. Todo fue peor cuando mí alrededor parecía girar y girar, me levante totalmente mareada, con mis sentidos totalmente confundidos. Como si estuviera en un samba, trate de ponerme de pie, sabía que algo andaba mal cuando empecé a sentir nauseas, salí corriendo al baño a vomitar.

-La cague...- me dije en voz alta, pensé que había sido cuidadosa pero esto era que definitivamente estaba equivocada, muy equivocada y con un gran problema viniendo en camino.

 

-No creo que tu ropa me quede...-

-No soy idiota David- Maximiliano revolvía entre su ropa buscando alguna prenda para prestarle- No te quedes ahí parado, estas que chorreas agua-

El tatuado tuvo que sacarse las Zapatillas apenas entró, Maximiliano le dio una explicación de cómo su familia le rompía los huevos con cuidar los pisos de madera. El menor le señalo el baño que tenía en su pieza haciendo gesto de que se quite la ropa, David pareció dudar y Maximiliano le arrojo un pantalón a la cara.

-No seas boludo, no voy a violarte- Al menor le molestaba completamente la actitud que tenia algunos hombres al saber su sexualidad, como si cada uno de ellos se volviera su presa sexual.

David se quito la ropa, dejándola en el cesto como le había indicado, se puso el pantalón el cual parecía ser justo de su talla. Se dio vuelta y vio al joven quien tenía una musculosa en su mano, el mayor la agarro y la extendió comparandola con el joven.

-Es de mi hermano, seguramente te queda, era alto como vos-

-¿Era?

-Si, murió hace ya un año...-No entendía porque lo había dicho con tanta facilidad, sobre todo a una persona que apenas conocía de la escuela.

-Lo siento...-

-Parece como si hubiera sido ayer...cuando llamaron a mi vieja para decirle lo del accidente- Maximiliano podía recordad cada detalle del momento, de la llamada de la policía, de cómo la cara de su madre se iba transformando cuando atendió, lo fuerte que sonaba su llanto y como su padre trataba de tranquilizarla con la voz quebrada mientras trataba de  no romperse. Para parecía todo mentira, solo pensaba que era una broma de muy mal gusto, de que su hermano no podía haber muerto en accidente de tránsito, su hermano era sumamente responsable, había salido a un boliche pero nunca tomaba cuando salía con el auto, respetaba las leyes a pie de la letra. Nunca metieron preso al culpable, nunca pudieron dar con él.

-Se lo que es perder un familiar, te entiendo...- David sentía por primera vez que compartía algo con alguien, lamentablemente se trataba de un gran pesar pero quería mostrarle a Maximiliano que no estaba solo, que comprendía su dolor.

-Él era el único que me entendía...- Dijo con la mirada en el piso. Aun asi, aunque pudiera comprenderlo, no sabía que decirle.

-¿No te molesta que la use?- Dijo extiendo la remera, hablando como si de un tesoro se tratase, el joven solo negó con la cabeza y sonrió triste.

-No, Cesar era muy solidario y tú necesitas algo seco ahora- Le dijo arrojándole un toalla la cual agarro en el aire y le señalo la cabeza. Maximiliano se fue sin decir nada más y el mayor se quedo mirando la prenda.

David se puso la musculosa, le quedaba perfecta, tenía razón de había sido igual de alto que él. Se miro al espejo, había tomado una decisión.- Ha quedado un gran hueco en su vida...- Pensó en voz alta y miro al techo como si pudiera hablar con esa persona.

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