"Prefieres no esperar nada de nadie para no decepcionarte".

Chanyeol tenía su celular en la mano, entraba a la aplicación de mensajes, escribía, borraba y se salía. Repitió la acción al menos unas veinte veces hasta que vió a Jongdae entrar.

—¿Lo invitaste a salir? —Pregunta Jongdae sabiendo que apenas consiguió el número del chico del que Chanyeol tiene un tiempo enamorado.

—Sigo creyendo que es enfermo, apenas cumplirá veinte y yo…

—Él es mayor de edad y puede decidir si es bueno o malo salir contigo, además, no estoy diciendo que salgas de manera romántica —continua Jongdae—, tú me has dicho que te gustaría protegerlo y estar para él cuando te necesite.

—¿Y si termino con el corazón roto?

—Siempre tendrás a un amigo que te ayude a pegar cada pedazo.

Su amigo sale de la oficina y deja a Chanyeol pensativo mirando el teléfono nuevamente. ¿Será buena idea?

Park Chanyeol tiene 27 años y una vida llena de todo lo que Baekhyun no tuvo. Su familia es bastante unida y exitosa, no vivían llenos de lujos, pero estaban bastante acomodados. Antes de Baekhyun solo se enamoró una vez y desde ahí juró que el amor no era para él, pues sufrió como nunca lo había hecho.

Empezó a trabajar muy joven, pero sin descuidar sus estudios. Eligió estudiar administración de empresas y le fue bastante bien, fue contratado por una buena empresa y al ser tan joven y tener un buen puesto empezó a disfrutar de los excesos de la vida desde muy joven. Mujeres, hombres y alcohol nunca le faltaban. Salía todas las noches, se levantaba con una mujer diferente y para él estaba bien, hasta que lo miró a lo lejos.

Baekhyun lucía como un muñeco, esos que deben estar en un aparador y ser objeto de adoración. Sin embargo, era uno de aquellos que estaban en un preescolar, esos que no eran valorados y maltratados. Perdió la cuenta de las veces que lo vió llorar en la puerta de su casa, pues empezó a visitar con frecuencia a Mónica solo para mirarlo. Muchas veces quiso ir y limpiar las lágrimas a besos, pero era enfermo, Baekhyun era solo un niño que no tenía idea de la vida o tal vez, era al contrario y era Chanyeol quién no entendía la vida real y no podía cuidarlo como lo merecía.

Y no es ningún maldito pervertido, pero una vez lo vió con un short demasiado corto y sin camisa, aquella imagen fue dueña de sus fantasías por mucho tiempo.

Eran tan distintos, que no sabía cómo acercarse.

Desde que se vieron en la boda no volvieron a cruzar palabra, Chanyeol no tenía ningún pretexto para ir a casa de su amiga, pues estaba de luna de miel y de eso han pasado dos semanas.

Aún recuerda cuando un tipo sacó a bailar a Baekhyun y se acercó hecho una furia porque no quería que nadie bailara con él y sabía que no tenía el derecho de prohibir nada, pero Baekhyun lo tomó bastante bien o cree que fueron esas dos cervezas que hablaron por él cuando dijo "aquello, se sintió correcto".

No se decide a mandar el mensaje, pero tomó su celular y marcó, esperando que su llamada fuera contestada.

—¿Bueno? —Se escuchó a través de la bocina.

—Baekhyun, soy Chanyeol.

—¡Hola! ¿Cómo estás? —Se podía escuchar la sonrisa del joven y aquello le hizo feliz—. Yo tengo un descanso, hablaste a buena hora.

—Me alegra no interrumpir —Chanyeol se siente en las nubes con solo oír su voz.

—¿Sabés? Estuve pensando que deberíamos salir un día de estos. Me has caído de maravilla y no tengo muchos amigos con quién platicar. ¿Te gustaría?

—Por… por supuesto —aquello no se lo esperaba.

—Mi descanso está por terminar, pero te veo en "Heaven" a las ocho, está cerca de mi trabajo. ¿Te parece?

Todo sucedió demasiado rápido para Chanyeol, pero aceptó gustoso. Así que por ese día salió de su oficina y se fue a dar una ducha, no quería causar una mala impresión. Estaba nervioso, ¿debería llevar flores? ¿Chocolates? ¿Que se supone que le gustaba a Baekhyun?

Justo cuando dio la hora Chanyeol estaba sentado en una mesa, tenía al menos media hora en ese lugar repasando sus palabras una y otra vez para no atorarse al platicar con el joven, ¿tendrán los mismos intereses? ¿La edad lo hará aburrido?

—Chanyeol —Baekhyun estaba frente a él tronando los dedos—. Llevo casi cinco minutos parado frente a ti y estabas en otro mundo.

—Lo siento, qué bueno que llegaste.

Baekhyun podría tener solo su uniforme y Chanyeol lo seguirá viendo como la criatura más hermosa del planeta.

Empiezan contándose acerca de sus días y lo bueno que es el lugar en donde están. El más joven le cuenta acerca de sus platillos favoritos del lugar y le sorprende que esté bastante familiarizado con el lugar.

—Venía mucho con mi papá cuando estaba vivo. —Aquello hace que Chanyeol le preste toda la atención del mundo—. Era su lugar favorito, siempre pedía unos nachos y su cerveza favorita, después ordenaba nuestras bebidas y una pizza.

—Suena a qué los conocía mucho.

—No fue fácil. —La camarera los interrumpe y ordenan. Baekhyun miró a Chanyeol y sonrió—. Te decía, la relación con mi padre no fue fácil, pero supo arreglarlo. Realmente fue mi héroe, el amor de mi vida y ojalá tuviera más tiempo para decirle que lo amo.

—¿Y tú madre?

—Es complicado, mi madre es… ni yo sé.

El mayor ve como prefiere no hablar de eso y empieza hacerle más preguntas de su vida, lo que más le llama la atención es con la devoción que habla de su hermano menor, como si no existiera criatura más perfecta que él.

—Básicamente ¿eres el papá y la mamá de Soo? —pregunta Chanyeol.

—Sí, pero no me molesta en absoluto, es lo mejor que me ha pasado en la vida.

—Eres muy valiente, algún día tendrás tu recompensa —dice sinceramente el más alto.

—Ya no espero nada de la vida. Lo único que me interesa es que algún día mi pequeño sea alguien importante y que yo pueda vivir tranquilamente.

—¿No esperas nada bueno para ti?

El más joven lo mira y no puede evitar derramar una lágrima porque sí, Baekhyun quiere vivir una vida lejos de su mamá, una donde solo sean él y su hermanito. Quiere poder verse al espejo y no odiarse, también le gustaría que alguien sostenga su mano en los momentos difíciles y que le diga que va a estar bien. Baekhyun quiere tantas buenas cosas, pero ya no las espera para no decepcionarse cuando no le sucedan. Quiere volver al pasado y suplicarle a sus padres que se divorcien, que no le rompan el corazón.

—Perdona si te hice sentir incómodo —se disculpa Chanyeol—. Es que no puedes simplemente no desear algo.

—Lo que yo deseo no puede ser.

La comida llega y Baekhyun limpia sus lágrimas para empezar a comer y platicar de cosas bonitas.

Chanyeol se da cuenta de que Baekhyun prefiere hablar de cosas bonitas, esas de las que nunca le han pasado.

—¿Te gustan las flores? —pregunta el mayor.

—No —contestó sin mirarlo.

—¿Por qué?

—Porque no importa lo hermosas que luzcan, siempre terminan marchitándose. No importa cuánta agua la pongas o cuánto la cuidas, es un recuerdo de que nada es eterno. —Baekhyun contesta como si aquello doliera demasiado—. Además, mi padre le regalaba a mi madre después de golpearla hasta el cansancio.

Aquello deja mudo a Chanyeol, saber que Baekhyun ha sufrido es una cosa, pero escucharlo decir aquello era otra. Porque podía ver el dolor en su mirada y el asco con el que decía las cosas.

Piden la cuenta y cuando Baekhyun estaba dispuesto a pagar, Chanyeol paga todo y le dice que luego podría invitarlo, pero que ahora lo dejara hacerlo. Se levantan de la mesa y se dirigen a la salida. El mayor se ofrece a llevarlo a su casa, pero Baekhyun se niega.

—No quisiera molestar.

—No es ninguna molestia, Baekhyun. —Chanyeol tomó su mano y le sonrió—. No insistiré porque no quiero incomodarte. Será muy fuerte lo que te diré, pero que seas una molestia para tu madre no quiere decir que lo seas para todos.

—Chan…

—Hay gente que queremos cuidarte y lo haríamos con mucho gusto. —Baekhyun no puede evitar abrazarlo y soltar algunas lágrimas—. No quisiera que me dejaras de abrazar, pero ahí viene tu autobús.

—Gracias —dice sin soltar la mano del mayor.

—Todo estará bien.

Baekhyun sube al autobús y lo mira, ambos se hacen un ademán de adiós y el más joven no puede evitar poner la mano en su pecho.

"Todo estará bien" resuena en su cabeza, al igual que la mirada de Chanyeol.