"Pensamientos de una solución perdida"

Has talado un ébano, ese árbol era vida, en raíces arraigadas se tomaba la molestia de mantenerse levantada, atraído por el intenso olor a ceniza has cortado una historia, oh, pobre diablo entre corteza, bien de cerca, pálido a la vista, veamos de cerca su falsa sonrisa:

¿Dónde está? Dice confundido aún levantado. Lo que me han robado, era un motivo y una razón que había guardado hace algún tiempo, bien adentro, en un cajón que movía el viento. Una aguja me han regalado, es de cobre, es la clave, ¿dónde quedan mis buenos modales? a la fúnebre alma se la he dado, me he malgastado, me he usado, tengo frío y mi ego está de lado.
Entre ser insano quiero crecer en un mundo vano, denme agua, estoy sediento, a veces pierdo su aliento; creo que ya no respira, a veces quiero que mis dedos sean espinas, tengo miedo de como caminan, de verlos ahí, de verme a mi, ya vendí mi vida.

Crean en mi, denme razón, hay tormenta en mi corazón, parten ahora cientos de bodas, liga tiniebla ahora fúnebre solo queda el ataúd de mis acciones, veinte horas, sin razones, solo pensando: cuando mueran talvez conozca de perdones. Mirenme, en el resguardo traigo agravio para aquellos que no son nadie, tiempo llevo en los costados más su peso espero no me aparte, e desecho lo mal ganado, pierdo un ojo y medio brazo, soy yo quien viene, quien no se quiere, denme tan solo un vaso, que les conviene.

No hay arreglo, lo hecho es derecho, es maltrecho, sin propósito, un error, y sigo aquí, dándome cabesasos; yo quería un mundo solo para mi, ahora no me importa lo que arrebate, es mi cruz, mi andes, miren dentro de mi, nadie mira hacía allí.