Capítulo 2

Desperté en mi habitación, mis pies fuera de la cama y la mitad de mi cuerpo contra esquina de la cabecera, él dolor de mi cabeza era constante, mejor dicho no se quitaba, sentía como si le lanzarán al cerebro hielos, por tal incomodidad puse mis manos en la frente y me levante despacio.
Al estar ya de pie, me abrí paso al baño, llegué frente el espejo, me mire con asco, parecía un panda y como si me hubieran golpeado en los labios, él rímel y él labial estaban corridos por toda la piel blanca haciendo una desagradable mezcla de colores y textura, me quite la ropa que por cierto no me había quitado cuando llegue de la fiesta, y abrí la llave con agua caliente, permanecí remojandome como a un vil pan en café hasta ver las yemas de mis dedos como a un viejito.
Me lavé la cara, golpeé la cola del shampoo y lo coloqué en mi cabeza lavando el cabello, me talle él cuerpo y salí con la toalla al rededor del mismo, camine a mi cama, me puse la primera prenda de ropa que pasaron por mis manos, una blusa suelta con la frase "Anti-You", un pantalón de mezclilla color azul oscuro y unos tenis converse negros con lenguas de colores fosforescentes, me recogí él cabello en una cola alta y salí del cuarto.
Al pasar por él pasillo antes de bajar las escaleras, se escucharon voces incluida la de mi hermano, él siempre o la mayoría de las veces traía a sus amigos tremendamente guapos a la casa para jugar videojuegos o ver películas mientras hablan sobre la chica que se tiraron la noche anterior, sinceramente no me molestaba, yo era como si no existiera, aunque con excepción de un chico, llamado Carl, él es un idiota, pero es el menos idiota que los otros, y es amigo de mi hermano y mio, Carl de igual manera es atractivo, con su nariz delicada y respingada, pestañas que cubren sus grandes ojos verdes y labios carnosos, con una piel suavemente bronceada y su gran gusto de moda que cubren esos brazos musculosos y ese torso marcado, en fin, es muy atractivo.
Siempre venían los mismos chicos, aveces cuatro un día y al otro otros tres diferentes y así, pero todo él tiempo eran los mismos, ya los conocía.
Al bajar las escaleras vi a tres chicos, dos de ellos ya eran rostros conocidos, pero uno de ellos no lo había visto nunca, y vaya que era sexy, sentado en él sofá con él control de videojuego en las manos, sus codos sobre las rodillas e inclinado levemente hacia él frente mirando con atención su partida, su cabello oscuro alborotado haciéndolo ver un chico malo muy atractivo, su piel extremadamente blanca y esos ojos azules tan llamativos, grandes pestañas, labios de tamaño medio pero un poco carnosos, sus labios eran realmente hidratados que lo hacían parecer siempre mojados, su nariz recta y la quijada pronunciada, es perfecto, ninguna marca de imperfección es su cara, como un ángel caído del cielo, en tanto a su cuerpo, bueno ¿Que les puedo decir? Un tatuaje que va desde la mitad del antebrazo recorriendo todo hasta ser perdido de vista por la manga que cubre sus hombros y su pecho plano, piernas fuertes y de complexión a su peso adecuado.
Al darme cuenta de los 2 minutos que duré parada frente las escaleras mirándolos, que los cuales parecieron el doble, me moví incomoda a la cocina, la cual estaba frente la sala con una barra de separación que era la única que daba vista donde ellos estaban, tomé una manzana y la llevé a mi boca, al morderla y hacer ese sonido tan peculiar, los cuatro chicos que al parecer no me habían notado, giraron para verme sentada en él banco que se hallaba frente la barra, masticando él pedazo que había mordido, al tragarlo, aclaré mi garganta.

— Hola chicos —Mostré una sonrisa de labios cerrados, me levante de mi asiento y me encamine a las escaleras.

— Hola garrapata —Contestó mi hermano sin dejar de ver la pantalla, parece haber olvidado lo que hice la noche pasada, los dos chicos solo me sonrieron y él único desconocido para mi sentado con él mando en las manos no dijo nada, continúo jugando.

Sin decir nada mas subí las escaleras, pero a la mitad de llegar a mi cuarto Mark me habló. Bufando bajé nuevamente las escaleras quedándome frente las mismas.

— Ya estaba por llegar a mi cuarto, ¿Que es lo que quieres ahora? —Lo miré molesta.

— Dijo mi madre antes de irse que fueras a traerme un vaso con agua —Me miró con tanta sinceridad que casi estoy por creerle, solté una risa burlona y me permití contestar.

— También dijo mi madre que dejaras de creerte una persona inválida y lo hicieras tu mismo —Me crucé de brazos esperando una respuesta tonta para volver a portarme grosera con él.

— Te estoy diciendo que vayas a traerme un vaso de agua, hazlo por favor o me matarán. ¡Ay mierda! que me disparan, Evan cubreme idiota, no te quedes mirando como estúpido —Evan, el chico desconocido, solo sonrió levemente con malicia—. Amber, traeme el vaso, te lo estoy pidiendo bien.
Volteando los ojos molesta, caminé a la cocina y tomé un vaso sirviendo agua en el y regresando a la sala dándoselo a mi hermano.

— Ten, y ya deja de molestar.

— ¿Chicos quieren agua? —Preguntó mi hermano, los dos chicos dijeron que no y nuevamente, Evan tenía la mirada en la pantalla y asintió con la cabeza—. Hermanita, ¿Te importaría?

— Exacto, soy tu hermana, no la esclava ni la chacha de la casa para andar haciéndoles mandados, ustedes tienen piernas ¡Por dios! ¿Que les cuesta levantarse? —Dije mirando al chico el cual no pareció ni un poco incomodo, es como si nadie hubiera hablado, solo seguía viendo la partida.
Fastidiada volví a la cocina tomando otro vaso y llenándolo completo con agua, me acerqué al chico y se lo entregue, lo tomó dando sólo un sorbo y cuando iba a retirarme, me volvió a tomar del brazo entregándomelo como si nunca hubieran bebido de el. ¿Quien se cree este? Pensé por lo más profundo, forcé una sonrisa, le quite la mano del control y le coloque el vaso casi a fuerza.

— Puedes llevarlo tu solo, no me hicieron caminar hasta la cocina para que solo le dieras un maldito sorbo —Volví a tomar mi camino a las escaleras y subí a paso tranquilo.
Entré a mi habitación y me acosté en la cama tomando mi teléfono y viendo las notificaciones de Instagram.
Habían nuevas solicitudes de seguimiento ya que mi perfil lo tenía privado y entre todas estaba la foto del chico que me había intentado coquetear en la fiesta que término pensando que era lesbiana, Sonreí algo incomoda y acepté su solicitud y acepté otras más, después de un rato me apareció como recomendado en las personas que seguían a mi hermano a un guapísimo chico llamado Evan Adamsone, mira que coincidencia, su perfil estaba público y lo seguían miles de personas y la mayoría chicas, sus fotos eran demasiado profesionales y se veían con buena calidad, habían unas muy provocativas como el sin camiseta en la playa o acostado en cama con sabanas blancas, pero hubo algo que me llamó mucho la atención, habían tres fotos de una chica demasiado linda, no voy a describirla, solo imaginen una barbie rubia, no me refiero a lo que todos conocemos como la barbie, ella realmente era como una, bonito rostro y bonito cuerpo, piel blanca con sus facciones tamaño medio y muy delicadas, podría ser que es su novia si la tiene en sus favoritos de instagram.
Después de varias horas de estrés por él dolor en mi cabeza me dispuse a buscar algo para remediar la incomodidad que me dejó él haber tomado tanto en esa fiesta, en mi cuarto tengo un cajón lleno de medicamentos por si algo llega a suceder al igual que tengo cajón de antojos donde guardo mis mas sagrados dulces, tomé las pastillas para dolor de cabeza y al ingerirlas esperé acostada en la cama con una almohada en la cara, pero justo cuando comencé a conciliar él sueño él crujido de la puerta abrirse me lo desapareció, molesta y a punto de gritarle a mi hermano que era lo que quería me sorprendió al encontrarme con tan peculiar rostro, estaba enfrente de la puerta con su mirada indiferente, Evan.

— ¿Que es lo que se te ofrece ahora? ¿Gustas que te de otro vaso con agua? —Dije sarcástica y con tono de molestia.
Él solo dio un paso hacia atrás y habló.

— Tu hermano me dijo que había baño arriba, él de abajo esta ocupado.

— ¿Y que con eso? ¿Le encuentras forma de baño a mi habitación? No, ¿cierto? ahora largo —Estaba molesta, como les vuelvo a decir, mi cabeza dolía a mil y este idiota me hizo enojar hace rato, no siempre estoy de este humor.

— ¿Entonces cual es él baño? —Apretó los dientes haciéndose notar a través de la piel de su quijada y cruzándose de brazos con una voz realmente grave y rasposa.

— Es en la puerta de la derecha —Me quede callada esperando a que se fuera, y él muy desgraciado se fue sin decir gracias y mucho peor aun, sin cerrar la puerta.

                         |6:43 pm|

Abrí los ojos con lentitud, me había quedado dormida, esto de estar de vacaciones había acostumbrado a mi cuerpo a dormir mas de lo debido y aunque me siento más tranquila así, últimamente tengo mas la costumbre de desvelarme y cambiar mi horario de clases para convertirme en un búho, tomé mi teléfono él cual tenia poca batería y algunos mensajes de Daniela.

• — "Hey, ¿preparada para la Skul? ¡Entramos en dos semanas loca!"— •

¿Dos semanas? yo no quiero entrar en dos semanas a la escuela, ¡es un bombardeo de cosas para hacer al mismo tiempo! ¿Quien demonios puede tener hechos tres proyectos en un solo fin de semana mientras tienes que terminar los trabajos de encargo sobre otras materias extras? Es un nuevo semestre, nuevos maestros, nuevos horarios y nuevos compañeros de clase.
Ustedes no conocen mucho de mi, pero digamos que soy la típica chica con un físico no muy atractivo por no tener voluptuosas curvas y no ser muy popular, lo único bueno de mi es mi hermano, típico chico sexy deseado, atleta y con amigos igual de atractivos. No hace falta mencionar que incluso muchos no me creen al decir que es mi hermano si no fuera porque tenemos el mismo apellido y algunos de sus amigos van a la casa.
En cuanto a las relaciones amorosas digamos que no hay nada interesante, todo este tema de la escuela y la adaptación social entre compañeros no es lo mio, me aterra, pero tengo mi arma mas potente la que me hace animarme a hacer muchas cosas, así es, mi querida amiga Dani, ella es una de las chicas se podría decir que deseadas de la escuela, salió con uno de los deportistas, amigo de Mike, ella me ayuda a salir de mi burbuja muchas veces, pero en fin, tengo que afrontar el hecho de entrar a la escuela.

• —"Woah tan rápido y ya entramos, necesitó nuevos cuadernos y algunos otros materiales escolares, no se ni donde deje mi mochila creeme:)"— •

Daniela aparecía en línea, a los dos minutos ve mi mensaje y aparece escribiendo.

• —"Necesitas nueva ropa, por ahí me contaron que llegaron nuevos alumnos que tienen beca por parte del grupo futbolista de otras escuelas, y si no conseguiste miradas el semestre pasado con los estudiantes de aquí será de ley que habrá otro que tal vez si lo haga, pero tenemos que sacarte brillo amiga" —•

Vaya, mi amiga me considera tan fea que tiene la necesidad de buscar nueva ropa para mi por si de pura suerte consigo a alguien de los nuevos en el curso.

• —"No me interesan los chicos de la universidad Dani, no estoy necesitada de alguna relación amorosa, dejate de estupideces y vamos a comprar una mochila nueva;)" —•

Me levanté de la cama, parece que el dolor había disminuido bastante, mi teléfono vibró por recibir un mensaje, muy probable de Dani, no lo leí y solo lo puse en la bolsa trasera del pantalón, salí de mi cuarto y aun se escuchaba la televisión encendida con los efectos del videojuego, al bajar me di cuenta que solo se encontraba una persona sentada en el sofá dándome la espalda con el control que manejaba a ese personaje que mataba a cada que se le colocaba al frente, no era el cabello de mi hermano, estaban todas las luces apagadas, solo había la luz de la televisión y de la pequeña ventana que mostraba el inicio de la luz de la luna, mientras mas me acercaba mas se mostraba la revelación de la persona, brazo tatuado, cabello despeinado y piel pálida, Evan.
¿Que hace el aun aquí y sin compañía de mi hermano?, ¿Como se le ocurre dejar a su hermana a la disposición de un completo desconocido?

— ¿Que haces aún aquí? ¿Donde está mi hermano? —Pregunté con el tono de voz mas intimidante que pude fingir.
El puso pausa su partida y se levantó del sofá mientras se giraba para estar cara a cara con solo la separación de un triste sillón, me dio escalofríos al darme cuenta que era tres cabezas mas alto que yo, puso sus brazos sobre sus hombros y contestó despreocupado.

— Tu hermano salió a comprar cervezas y a comprarte algo de comer, dijo que despertarías molesta si no te alimentabas.

— ¿Y porque sigues aquí? —Vaya pues mi hermano si me quiere un poco al menos.

— Porque quiero cerveza.

El sólo volvió a sentarse y a poner a correr de nuevo a su personaje, mi teléfono volvió a vibrar, pero era frecuente, me estaban llamando. Saqué el teléfono del pantalón y era Daniela, contesté.

— Buenas tardes, ¿habla a la pastelería? Diga su orden por favor.

— Quiero el pastel cierra la boca y dejame hablar —Dijo ella riéndose.

— Esta bien, yo se lo entrego a su hogar, seguro debajo del punte —Sonreí con malicia y ella volvió a hablar.

— Acompañame al antro Water Black, tenemos poco tiempo para disfrutar las vacaciones, no te niegues, solo serán unas horas y no tomaremos vamos a bailar.

Me reí, ¿Acaso está loca? Es un Bar antro muy caro.
— ¿Ir al Water Balck? ¿Yo? Mira que dañada de la cabeza estás, además mi hermano va a traerme comida, ven a comer y pensaré si voy o no, no te hagas muchas ilusiones lo mas probable es que no, es un lugar caro y no tengo vestidos para la ocasión.

— Ya llevo dos vestidos, sirve y nos alistamos en tu casa, Bitch please —Dijo ella con un tono de emoción demasiado notorio.

— Dije que no te hagas ilusiones, ya callate y ven que quiero que me ayudes a buscar mi mochila.

Pasaron algunos minutos y colgamos, Evan estaba recargado en la pared mientras me observaba y tenía su teléfono en las manos.

— Voy a mi habitación —Le ofrecí una sonrisa forzada y me acerqué a las escaleras.
Antes se subir entra mi hermano con bolsas en sus manos, me detengo en seco y me acerco a la cocina esperando la comida.

— Parece que te da igual mi llegada y prefieres más a la comida.

— Me emociona tu llegada, ahora alimentame —Tomé la bolsa con comida china y me levanté por un plato—. Por cierto, Dani vendrá en un rato, tal vez salga con ella.

— Bien, pero no apagues tu teléfono ¿de acuerdo?

— Como usted diga patrón.

Puse mi móvil a cargar y después de veinte minutos tocan la puerta, me levanté y estaba mi amiga con una gran mochila, pasó saludandome y a los dos viciados que se encontraban sentados en la sala.
Al cabo de un buen rato insistiendo logró convencerme de ir al Antro bar, nos alistamos y cuando íbamos de salida Evan nos habla.

— Yo ya me voy, si gustan las dejo en el bar, me queda cerca.
Pude ver que los ojos de Evan no iban dirigidos a mi, si no a Daniela, estoy segura que dani iba a aceptar, pero ella trae su auto, cuando ella iba a contestar la interrumpí.

— No, ella trae su auto, gracias por la invitación pero no hace falta, vamos perra que quiero llegar aquí temprano —Dije mientras jalaba a Dani del brazo y salía por la puerta hasta llegar a su auto.
Ambas entramos al lujoso auto de mi amiga y me coloqué el cinturón de seguridad, era incómodo para mi tener un vestido tan corto con un escote en la parte de la espalda de forma circular y pegado a la piel, debo admitir que me gusta el diseño con ese color rojo opaco y completamente liso, sin ningún diseño, era simple pero a la vez llamativo, nada que ver con lo que Dani tenia puesto, escote en el pecho y pegado al cuerpo más corto que el mio de un color rojo vivo, ambas con labios rojos y cabello suelto.
En el camino tomamos la conversación sobre Evan.

— ¿Quien era el chico que estaba con tu hermano? Tienes una gran suerte al tener un hermano tan atractivo con amigos atractivos.

— Se llama Evan, y lo acabo de conocer hoy, solo se que es un idiota y que es bueno convenciendo al hermano para dejar a su hermana dormida mientas se va a comprar cerveza.

— Tu hermano es un idiota, pudo haberte hecho algo o incluso robar algo de tu casa, pero eso no le quita lo ardiente, y debes admitirlo, dios que esa mirada es...—Se mordió los labios y sonrió pícara—. No hace falta decir lo que es evidente.

— No vuelvas a hacer ese gesto con tu boca, ¡por favor! Pareció que te dio el tercer orgasmo en dos segundos, tampoco es para tanto, no es muy ardiente, conozco mejores.

— ¿Viste como me miro? Pudo habernos llevado el, no se porque te negaste —Me sonrió y volvió su mirada a la carretera mientras estábamos en semáforo rojo.

— Porque iba a ser incomodo que estuvieran coqueteando y saber que mi amiga y el fueron a la cama para algo pasajero, ahora dejemos de hablar de el, no quiero que tengan algo ustedes, me conformo con que salieras con el idiota que te dejo sin virginidad y te botara como basura y llegaste a mi casa con tres botes de nieve de chocolate a llorar por dos semanas, el es uno de esos idiotas —Nos vimos al tiempo y hubo diferencias entre miradas, pude notar lo que pensaba—. No, no, no y no, si piensas lo que creo que estas pensando es no.

— Te gusta ese tal idiota —Soltó una risa de niña traviesa y negué inmediatamente—. Bien, puede que no te gusta, pero por si acaso mantendré mis ojos fuera de ese chico.

— No me gusta, así que ya callate maldita.
Ella estacionó el auto en el lujoso lugar, seré muy detallista.
Las paredes del exterior eran completamente negras, habían arboles por el estacionamiento con luces, la puerta era de cristal oscuro y Arriba de ella se encontraba el nombre "Water Black" con letra cursiva y color doradas, había gente formada esperando a tener el privilegio de pasar por zona VIP, para tener ese pase es complicado, amenos que seas una persona adinerada o con cercanía a los trabajadores importantes del lugar, yo seguía a Dani la cual se saltó toda la fila y se puso frente a uno de los guardias que estaban frente la puerta.

— Disculpa, tengo pase inmediato, evitame la pena de esperar toda esa fila —Sacó una tarjeta color blanca, la VIP era dorada, la blanca era con privilegio pero no lo suficiente, el Antro se dividía en dos partes, la parte de abajo era para todos los que no tenían el pase VIP, aunque tuvieras tarjeta blanca ibas a estar abajo.
Luego la parte de arriba, en las escaleras se encontraba un guardia que revisaba si eras VIP o no, nunca he estado ahí pero se que tienes muchos mas privilegios, incluso hay una parte que es para tener más privacidad donde hay sofás mas cómodos con divisiones, se podría decir que hay cuartos, pero esta prohibido tener relaciones sexuales, por así decirlo sólo es para la calentura y nada más, todos los Antros que son de esa empresa son así, pero este era el mas popular.
Entramos gracias a la tarjeta blanca, la palabra para describir el lugar es, costoso, se que para Daniela el dinero no es problema pero, esto se ve realmente costoso, seguro el agua cuesta mas de 34 dólares.
Había gente en la pista, otros en la barra y los VIP miraban a todos los de abajo como si fuéramos basura. Estaban los amigos de mi hermano en la barra, no se que hacen abajo si ellos son bañados en oro, estaba la mitad del grupo de futbolistas (Mi hermano es de ese grupo,pero faltaban los demás, solo se encontraba seis de Trece).

— Dani, no traje suficiente dinero, creí que no seria tan caro, mejor vamos a otro antro.

— Amiga, tenemos la mitad del costo de todo ya pagado, eso pasa cuando tienes la tarjeta blanca, tu no te preocupes y disfruta.

No pasó gran cosa, bailamos hasta él cansancio y mi hermanó me llamó varias veces, el estaba en un antro también, yo estaba cansada, mis pies aun dolían por la fiesta en la mansión de la noche anterior, decidimos ir a mi casa a ver películas y quedarnos juntas comiendo toda la noche, mi hermano llegó demasiado tarde y demasiado ebrio, parece que tenia a su nuevo mejor amigo, Evan lo trajo a casa y lo dejó en su habitación, pidió disculpas por llegar a tales horas de la noche y se fue, ambas nos quedamos dormidas y así terminó mi día.

~♡ ~

Aquí les dejo él otro capítulo, disculpen las faltas de ortografía, algo pasa con wattpad que pega todas las palabras y las corrige a su antojo, es muy fastidioso pero aquí sigo, espero les haya gustado.

— Arielle fuera.