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23. Celo omega.

Hi~ Es oficial, último día del año y nos quedan tres dinamicas incompletas del 2023 y siento que hace mucho no saqué un fic solo porque sí, sin meterme en estas cuestiones así que eh ahí la meta para el 2024, de todo corazoncito quiero agradecerles por el tremendo apoyo y paciencia que le dan a este perfil y a su servidora, me siento muy afortunada de que este lugar sea como una casita, así que daré lo mejor de mí para que se perpetue eso el otro año, espero que estén teniendo bonitas fiestas, se les quiere caleta.

—Ash. —El nombrado teclea erráticamente en el celular, no es que esté mirando algo particular pero necesita entrar a uno de esos loops de procrastinación o enloquecerá, se mete a cualquier aplicación que le permita deslizar reels tras reels con el cerebro apagado y ni debería sorprenderle que la mayor parte de estos sean de conejos, lindos, los Eijis son lindos—. Ash.

—Mhm.

—¿Estás escuchando?

—Estoy escuchando. —Baja el celular—. ¿Qué pasa?

—¿Estás seguro de que quieres ir?

Ash desvía su atención de la pantalla del teléfono para así poderse enfocar en el contrario, las tupidas cejas del japonés se encuentran arqueadas con tal preocupación que incluso se consiguen enganchar en sus pestañas y enmarcar sus ojos con arrugas, son inmensos y expresivos, Eiji solía contarle acerca de lo mucho que lo acomplejaba no tener una mirada "más asiática" porque además de que sus ojos fueran considerados feos lo tildaban de irrespetuoso al mirar demasiado fijo (raíz de una miopía que no se ha tratado) aunque Ash comprende y valida ese dolor, cree que sus ojos son hermosos inclusive sino son exóticos ni indiferentes, los ojos de su amado son deslumbrantes por su calidez, por la forma en que te remecen cuando te miran, por el cosmos que esconden dentro de ellos y por lo que pueden expresar en un simple parpadeo, así se ve cuando alguien te ama, afirma.

Ash agradece infinitamente tener a esos ojos enfrente dado que si fueran otros ojos se habría puesto mucho más que defensivo, probablemente se habría incluso bajado del metro y le costó mucho subir.

—Lo siento. —Entonces Eiji dice bajando el mentón y apretando sus puños sobre sus jeans casi como si hubiera hecho algo malo ¿por qué?—. Fue una pregunta tonta.

—No fue una pregunta tonta.

—Lo fue, es obvio que estás seguro y por eso estamos camino a verlos.

—Eiji.

—Vine porque te quería ayudar, pero si sientes que no lo estoy haciendo puedes decírmelo, prometo que no me lo tomaré a mal, solo quiero que te sientas cómodo y seguro.

Ash alza la mirada para centrarse en su reflejo dentro del metro, en cómo las lentas vibraciones alzan los bordes de las ventanas grisáceas, en cómo su cara luce esquelética (casi) como si fuera un cadáver andante, en las bolsas debajo de los ojos, en su oreja mutilada ya que Dino eligió ponerle un aro con tal de recordarle a quién le pertenece, se mira demacrado, enfermo, por eso Eiji le está preguntando.

Es que tiene razón, Ash no quiere estar acá.

Griffin está lúcido.

—Tengo miedo. —Pero no estar acá y confrontarlo no evitará que las cosas pasen—. Y eres mi omega en cierta medida, así que creo que es natural que detectes mis emociones, no fue tonto.

—¿Soy tu omega? —El bastardo se lo dice con una sonrisa socarrona y tan satisfecha que incita sobre sus mejillas un violento rubor, su corazón late desembocado, no tiene tiempo para cursilerías de este tipo y aun así, aprieta su mano sin mirarlo, quiere transmitirle todas esas cosas que todavía no puede articular en voz alta, más, las siente, las siente tanto que le queman el alma—. Porque antes no lucías muy feliz con esa idea.

—Supongo que lo eres. —Brama irritado deseando que eso esconda sus emociones reales—. Eres el omega del jefe, felicidades, tu terquedad rindió frutos, bravo.

—Con razón los chicos me respetan más que al jefe. —Eiji es un hijo de puta—. Deberías intentar ser más amigable con ellos, estoy seguro de que les caerías mejor así. —Pero es un hijo de puta adorable que acomoda su cabeza sobre su hombro y hace que se le corte la respiración, a veces le cuesta creer que es su primera experiencia amorosa porque hace este tipo de cosas con una naturalidad pasmosa que Ash nunca podría actuar, más, quizás ese es el tema.

—Yo nunca soy amigable con nadie.

—Eres amigable con Skip.

—Skip es un mocoso. —Eiji no finge ni coquetea deliberadamente, hace esas cosas porque le brotan del corazón y ya, así que él consiente que las voces en su cabeza se callen un rato deslizando su mano sobre su regazo hasta la del nipón, siente cómo el aliento se le escapa, lo puso nervioso con un toque incluso sino quería, sin embargo, muere por darle la mano, ja, quién viera al poderoso lince de Nueva York siendo domesticado por un conejito—. Por eso.

—Todos los chicos son mocosos. —Así que primero tantea con su meñique si quiere darle la mano y Eiji no demora en corresponder el agarre, poco a poco Ash se relaja y acomoda su cabeza encima de la de su amado liberando un suave ronroneo—. A todos deberías tratarlos por igual.

—Los tienes mimados.

—No es verdad.

—Por eso tienes fama de ser la mamá de la pandilla.

—¡Ah! —Lo escucha patear hasta en el metro, hilarante—. ¡Eso es estereotípico! Basta de prejuicios.

—¿Qué cosa es estereotípica, onii-chan?, ¿qué la "mamá" sea quién les prepare bento a los niños y haga el aseo?, ¿qué se lleve bien con las amas de casa?, ¿qué esté obsesionado con la limpieza o con otras reglas tontas como no usar zapatos dentro?, ¿con qué use un delantal con bordados adorables? O quizás la mamá es quién literalmente se puede preñar, no sé tú pero eso me hace bastante sentido.

—Ya no quiero hablar contigo. —Por supuesto que se ofende y en un despliegue de madurez prefiere ponerle fin a la discusión, vaya bebé—. Wow. —De pronto, Eiji se queda quieto.

—¿Qué pasó?

—Me estaba fijando que tus pestañas también son rubias.

—Ahí abajo también. —Presume con una sonrisa porque sabe que Eiji es un mojigato y que se morirá de vergüenza si trae este tema—. ¿Quieres ver?

—¡¿De verdad?! —Grave error asumirlo—. ¡Déjame ver! —Ni siquiera debería sorprenderle que otra vez el tiro le salga por la culata, no obstante, Eiji resulta tan impredecible que sus oídos arrojan humo furioso mientras su cara se siente como un volcán a punto de explotar y su corazón en un salto queda atorado en su garganta—. Era una broma. —Chista y se oye tan desilusionado ¿desilusionado de qué cosa? Maldición, Eiji va a matarlo.

—Eres raro. —O tal vez el desilusionado es Ash—. Eres muy raro.

Mierda.

De cualquier manera en vez de pensarlo prefiere acurrucarse en el metro, sus manos están enlazadas sobre el regazo de Eiji y se siente bien, todo acerca de tenerlo cerca lo hace, su cabello aún esponjado emana una esencia mucho más cautivadora de la usual, es dulce, embriagadora, se pregunta si acaso será un shampoo nuevo o si el amor lo estará cegando, ¿no es tonto? Está habituado a esconderse tras una coraza y mostrarle eso a los demás, sin embargo, acá está llevando a Eiji para conocer a Griff incluso sino ha tenido chance de hablar con él estando lúcido.

Tiene miedo si puede ser franco y si bien, le aterra en demasía la posibilidad de que no exista ninguna cura que pueda restablecer las facultades cognitivas de su hermano le aterra mucho más que Max y su positivismo rindan frutos y logren recuperar la consciencia de Griff, eso debería ser bueno además de una ayuda importante para encontrar una cura para Shorter y por lo mismo se siente horrible por pensar lo contrario porque si Griffin está vivo (y vivo de verdad), Ash tendrá que contarle sobre Aslan.

Es duro.

¿Cómo le explicas a la única persona que te amó que apenas se fue te violaron por más de un año y tu papá lo consintió?, ¿cómo le explicas que al escaparte las cosas se pusieron peor?, ¿qué es trauma más que persona a estas alturas?, ¿qué también es un experimento además de un asesino?

Vaya reencuentro que será, ¿qué debería decirle?

«Hola Griffin, sé que te fuiste buscando mejores condiciones de vida, que sacrificaste absolutamente todo para protegerme y ¿adivina qué? Fue en vano pero hey, si quieres verle el lado positivo me hice famoso en el Times Square. Ah por cierto, perdón por intentar follarme a tu novio cuando recién nos conocimos, ya sabes lo que dicen: puedes sacar a la puta del burdel pero no al burdel de la puta».

Estuvo tentado a rogarle a Max para que le mintiera y le dijera que Aslan había muerto en ese pueblo.

Pero eso no sería justo para Griffin ¿cierto? Así que ahora debe encararlo porque el viejo no encontró mejor idea que sacarlo de Cape Cod, el lugar más recóndito (y seguro) de América para meterlo justo a la línea de fuego con la mafia aun buscándolos y con Dino hecho una furia tras explotar su mansión.

—Tengo miedo de encontrarme con Griffin luego de tantos años. —Entonces prefiere decirle, no alza la cabeza del omega y por ende, no le da chance para mirarlo, no lo resistiría.

—¿Miedo de que no mejore?

—Miedo de que haya mejorado.

—Ah.

—Sé que es algo horrible de decir, es decir, tendría que estar saltando en un pie frente a la posibilidad de recuperar a la única persona en mi familia que vale la pena, pero no lo hago, pensar en que pueda reconocerme me hace querer vomitar ya que eso implica que tarde o temprano tendrá que entender lo que pasó conmigo y no estoy de humor para contarle, mentirle sería peor, ¿cuánto podría sostener ese teatro? Griff es inteligente, se daría cuenta de que hay algo mal, de que no voy a clases o que no tengo una vida normal, además, el vejete apesta mintiendo.

—Ash.

—Pero no puedo contarle de...lo que más me dolió cuando Max me dijo que estaba vivo fue no haber tenido posibilidad de conocer quién realmente es mi hermano y ahora que tengo la chance no puedo dejar que me conozca, no a esa versión tan rota, no a este trapo sucio de lo que alguna vez fue Aslan.

—No eres un trapo sucio de lo que fuiste.

—Sabes que lo soy.

—¡No! —Eiji lucha para defenderlo—. No lo eres, pero comprendo por qué te da miedo verlo. —Aun así lo valida, qué graciosa dualidad.

—Entonces todo se ve mal, sí. —Ríe aunque se esfuerza en contener las lágrimas—. Imagino el rostro de decepción que tendrá al enterarse de que su hermano, por quien tanto se sacrificó, no solo acabó siendo una puta y un asesino, sino un fenómeno de laboratorio, le encantará de seguro y más encima un lince que es un vivo reflejo de mi personalidad sanguinaria, va a estar tan contento.

—Creo que sí le encantará. —Ash se remece con violencia listo para descuartizarlo, no tiene idea del peligro que enfrenta en estos momentos, ¿por qué este tipo no tiene ni pizca de autocuidado? Y aun así posee las bolas para apretar todos sus botones—. Estás vivo, eso será más que suficiente para él.

—No. —Brama—. No lo será.

—Lo será.

—No lo conoces.

—Ni necesito conocerlo para saberlo. —Es un terco de mierda—. Porque podrías estar muerto, estoy seguro de que yo en tu situación habría muerto al primer día, no soy fuerte como tú, por eso ni dudo en lo mucho que tu hermano admirará tu resiliencia y sí, sufrirá porque te ama y tú sufriste, pero de igual forma se alegrará porque ahora puedes compartir eso con él y él puede estar a tu lado de ahora en adelante.

—¿Cómo...? —Ash se queda perplejo—. ¿Cómo puedes saberlo?

—Porque es lo que yo siento. —Eiji se encoge de hombros apenado, apoya su cabeza bajo el respaldo de plástico mientras anuncian la siguiente estación—. Daría lo que fuera por pagar las consecuencias de lo que te hicieron para que tú no lo hagas porque veo lo malditamente duro que es vivir, cada día te veo luchar más que nadie contra tus memorias, tu cuerpo, tu mente, contra ti mismo y a pesar de eso tengo el descaro para agradecer que lo sigas intentando, perdón, te amo y te quiero en mi futuro.

—Eiji. —Carajo—. Eiji.

—Tu hermano te amará sobre todas las cosas. —Dice—. Y solo para que sepas: eres mucho más que las cosas que te han tocado sobrevivir, no eres solo eso, eres tanto que ni te lo imaginas, lo eres todo.

¿Y qué podría responderle a eso?

Es que Eiji, diablos.

Así que se queda en silencio adorándolo con la mirada, sabiendo que aunque su vida ha sido una fila de tortura con cada una más sádica que la anterior, hay cosas que han valido la pena, irónico, aunque él rescató a Eiji del laboratorio en llamas acabó siendo salvado, no es que dependa de Eiji pero ¿cómo decirlo? Eiji lo hace querer una vida que no debería. Sí. Eiji es la clase de chico que lo hace soñar con ir a un psicólogo y a un psiquiatra para tomar pastillas, en preguntarse qué le gustaría estudiar ¿raro? Sí, es raro preguntarse qué quiere hacer en vez de estar forzado, en querer ir a citas con ropa cómoda y guapa, en caminar de la mano, en llamarlo "novio", en poder salir sin un arma, en visitar a Griff, en molestarlo por su horrible gusto para parejas, en jugar con sus amigos, en verlos cambiar para mejor fuera de los círculos vulnerables, en vivir una vida, una que quiera vivir.

Pero qué tontería, ¿cierto? Imaginarse un futuro en donde no se asquee por ser alfa, en donde logre perdonarse por lo que hizo, donde su cuerpo sea suyo, donde su mente sea libre y vuelva a ser Aslan.

🐾

Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griff. Gri...

No está listo.

Sin embargo llegó al apartamento que arrendó Max, no ha podido soltar la mano de Eiji porque teme que si lo hace se caerá pieza por pieza, puede sentir las grietas de traumas marcándose en su piel de forma abrupta y violenta igual que un iceberg cuando colapsa y se desmorona a peñascos pero nunca deja rastros por lo profundo del mar, le ofrecen té y pastelillos para calmarse, la anorexia se exacerba más que cuando Dino le decía que debía mantenerse pequeño porque los pedófilos comprarán a un niño, no a un hombre adulto, eso hizo de su infancia un infierno, le jodió el cerebro ser un objeto de deseo sexual a una edad que no debería, es decir, lo que hizo al conocer a Max, Dios, probablemente Griffin lo odie. Quiere irse de acá.

Pero no recuerda su cara. No recuerda sus ojos azules. Ni su voz. Su cabello ¿era rubio oscuro o tenía reflejos rosados? Ni siquiera sabía su casta real. No recuerda su calidez. Ni recuerda sentirse amado.

Tal vez quiere recordar esas cosas, tal vez necesita que su hermano regrese a casa, tal vez en realidad necesita que cuando tenga a su entrenador encima y suplique por ayuda, que llame a Griff hasta que se le rompan las cuerdas vocales él esté esperándolo en casa, no tiene que abrazarlo, ni quererlo, ni tampoco creerle, su papá no lo hizo, pero sí necesita que no lo culpe, la policía lo culpó, el pueblo lo culpó, su papá, todos los hombres que lo violaron más adelante lo culparon.

Ash se culpa.

Se culpa cada puto día.

¿Qué pasa si Griffin también lo culpa?, ¿podrá levantarse? Es hipócrita, claro, Ash se hace detestable con comentarios sañosos para que cuando lo odien no duela, pero acá duele, duele mucho pensarlo.

—¿Estás listo para verlo, mocoso? En verdad me sorprendió cuando Jennifer me llamó para decirme todos los avances que estaba teniendo. —¿Por qué te ves tan feliz de ver a un puto cadáver andante? Ja, no sabía que andabas con fetiches raros, entonces tu tipo no son los niños, son los retrasados que no tienen ni puta idea de a dónde están. Ash sacude la cabeza con fuerza, se aprieta el pecho, intenta respirar, cállate, cállate, deja de pensar, para—. Desde que le diste la gargantilla las cosas cambiaron, fuiste un estímulo fuerte.

—Vaya. —No, "Ash" no fue el estímulo, fue "Aslan"—. Me alegro entonces, así podremos arreglar de manera más rápida a Shorter, incluso podríamos dejar que Yut-Lung lo vea.

—Esa es una grandiosa idea. —Max lo valida, su felicidad por tener de regreso a su pareja impresiona tan desbordante que es incapaz de verlo temblar como un gatito atropellado—. La droga que ustedes tienen en el sistema es la más diferente por defecto, tanto el primer prototipo como el último aluden al control mental, así que curamos a Griff, curamos a Shorter.

—Grandioso.

—Son dos pájaros de un tiro.

—¿Por qué lo trajiste? —Balbucea sintiéndose ido, nada se siente real, ni el sofá ni el piso ni tampoco la mano de su amado, se siente apagado, quizás es como un videojuego en dónde no guardó en el punto de salvación y ahora se reiniciará, ¿no sería divertido? Pero vaya que haría las cosas distintas si tuviera otra vez siete años, gritaría más fuerte, pelearía más, pondría más resistencia incluso si así lo acaban por matar—. No es que no me alegre, pero estaba más seguro en Cape Cod.

—Tú mismo dijiste que mientras más muestras tuviéramos más chances había de entender el banana fish.

—Cierto, cierto.

—Además, ustedes están llevando la investigación principal acá y ¿no sería mejor tener antecedente de cómo es la recuperación para ayudar a Shorter? —Sus argumentos son perfectamente racionales.

—Es cierto. —Así que no debería poner tanta resistencia, está exagerando—. ¿Tengo que verlo? Creo que no sería bueno para él, Griffin debe estar cansado.

—¿Bromeas? Desde que nos pusimos al día lo único que ha hecho es preguntar por ti. —Por Aslan.

—¿Q-Qué le dijiste? —Mierda.

—No mucho. —Va a vomitar—. No quería romper tu privacidad, es tu derecho contarle por ti mismo.

—Ya veo.

—¿Entonces, quieres entrar a verlo? Está en el dormitorio.

—Oh. —Ash saca su celular—. No me había fijado en la hora, tengo una reunión con la pandilla para confrontar a Arthur, es una pena, pero tendremos que posponerlo.

—Arthur está muerto.

—¿Quién sabe si vuelve? El bastardo sí que era duro. —Ash ríe levantándose del sillón con tal rapidez que acaba de bruces en el piso, acá Max nota lo que está pasando, lo sabe por su expresión, bien, al menos que lo deje salirse con la suya sin ofrecer más explicaciones—. Me largo. —Chao a su teatrito.

—¿Estás seguro de que no quieres ni despedirte? —La sangre le hierve cuando escucha a Max decirle esto porque ¿cómo puede ser tan estúpido? Se supone que el imbécil es un periodista, debería saber sobre lenguaje corpóreo, no, lo está sobreestimando si ni pudo captar un coqueteo—. Griff ha estado esperando mucho verte... hasta se afeitó él solito, le costó pero lo motivas a estar bien, lo motivas al punto de que se está volviendo autosuficiente otra vez.

—¿Autosuficiente?

—Sí, está rehabilitándose, ayudan los ejercicios que le dio el kinesiólogo para la motricidad fina, pero hoy por ejemplo se aseó él solito. —Ash ríe con los ojos llorosos—. En verdad está mejorando porque quiere estar bien para ti.

—¿Y qué? ¿Acaso debo aplaudirle por cagar solo? ¡Bravo! —Sus palmas están aplaudiendo antes de que pueda procesar lo que pasa. Eiji. Está siendo un total imbécil frente a Eiji. Si lo "ama" como dice hacerlo también debe amar este lado ¿no? Pero pronto se dará cuenta que no puede amarlo, que ni Max, ni Griffin, ni nadie puede amar a un homicida. El único amor que merece es el de Dino—. ¡Bravo!

Así que aplaude. Aplaude. ¡Aplaude!

—¡Para! —Max lo toma de los hombros—. ¡Griffin realmente está entusiasmado por verte! No tienes que comportarte como un completo...

—¡¿Un completo qué?! —Alza la voz lo que más puede hasta que duela, quiere que duela al extremo de que cuando hable vomite sangre ¿no sería hilarante morirse desangrado o quedarse mudo? Gana en ambos casos, así no tendría que explicarle nada a su hermano—. Anda, ten las pelotas y acábalo.

—No tienes que ser tan insensible.

—¿Insensible? —Ríe, más, es una sílaba—. Insensible es ilusionar a mi hermano para que conozca a un niño que ya no existe.

—Ash.

—¿Ves? Ni siquiera puedes mirarme a los ojos ni llamarme con ese otro nombre, ¡¿crees que a Griffin le hará bien saber cómo su hermanito se convirtió en un puto escusado de semen?! Él siempre soñó con que fuera a la universidad ¿cómo crees que se sentirá cuando sepa que soy un prostituto infantil para los pedófilos?, ¿un asesino?, ¿un fenómeno de circo?, ¿un jefe pandillero?, ¡¿quieres que siga?!

—No. —Max baja la cabeza—. No es necesario, no estaba tratando de detenerte tampoco porque si vas a verlo tienes que sentirte cómodo con la idea, lo siento si me expresé mal.

—No debería ni sorprenderme de que entendieras mal. —La vida es una hija de perra—. No aceptas una felación ni aunque te la ofrezcan a la cara ¿verdad?

—¿Ustedes...? —Genial, acaba de arruinarle a Eiji su primer beso confesando esta asquerosidad, que bonito, Ash, que inteligente eres—. Creo que necesito aire.

Y cómo si las cosas no pudieran ponerse peor.

—¿Aslan?

Se ponen peor.

🐾

Inhala. Una. Dos. Tres veces. Exhala. Vuelve a inhalar. Bota el aire. Intenta hacerlo lo más sutil posible, no quiere mostrar explícitamente lo mucho que le está afectando sin embargo sino respira terminará disociado y por más tentadora que suene la propuesta no estaría bien, necesita hacerse responsable del desastre que él mismo generó por más que no quiera que Griffin lo conozca, por más que prefiera mentirle y decirle que su hermano pequeño murió y que Max tiene Alzheimer y por eso lo confundió, pero que él solo le estaba siguiendo el juego nada más, que no se conocen, que debería concentrarse en sanar y ayudarlos con el antídoto pero olvidar a ese tal Aslan.

—Entonces... —Pero no hace nada de lo anterior—. Vaya que dejaste una impresión fuerte.

—Lo sé.

Silencio.

—Lo siento, Griffin. —Necesita romper su silencio.

—¿Eh?

—Lo siento. —Ash agacha su cabeza, de repente, la cama se ve demasiado alta, no toca abajo al igual que cuando tenía siete años pero ahora su hermano está en silla de ruedas y tienen que aceptar que el tiempo ha pasado, ambos han cambiado, quizás del inicio no se conocieron—. No fue mi intención herirlos de esa manera. —Excusas. Excusas. Excusas—. Pero a veces lo hago.

—Aslan. —No me llames con ese nombre—. No sé bien por todo lo que has pasado. —Se atropellan sus palabras en su boca, se nota que está luchando por hablar coherente, por mostrarse lo más lindo que puede, pero no hay nada lindo en Ash, nada que valga la pena—. Pero se escucha difícil.

—Fue difícil. —Es difícil.

No dicen más, Griffin impresiona totalmente frustrado por sus limitaciones, solo puede arrastrar esa vieja silla de ruedas para quedar frente a frente, pero Ash no quiere mirarlo, ha evitado hacerlo todo este tiempo, le da miedo recordar a su hermano, qué jodido, ¿verdad? El malagradecido no tiene las pelotas para encarar a la única persona que alguna vez se preocupó de él ¿por qué? Simple, se siente culpable, por Max, por Eiji, por lastimarlos a todos, por no poder mantener la imagen que tanto ama.

De repente, sus ojos se aguan y su hermano lo nota.

—Aslan, ¿puedes venir?

Se va a desmoronar, sabe que se hará miles de pedazos si responde, si lo mira, si lo toca y en realidad necesita mantenerse fuerte, es lo único que tiene, es lo único que es, pero acá está, temblando igual que un gatito herido al borde del llanto, apestando a pena, queriendo huir sin poder hacerlo, la cama es demasiado grande y hay monstruos debajo, sino tiene cuidado los monstruos lo atacarán, tendría que haber sabido que los monstruos reales no se esconden debajo de la cama.

—Aslan.

Su hermano finalmente llega e intenta abrazarlo, la silla de ruedas no le permite ir más lejos y queda con los brazos medio abiertos por lo mismo, deja en sus palmas si aceptarlo o no, si elige sanar o no.

—No lo merezco. —Dice—. Mira cómo te traté.

—Lo mereces.

Y eso es todo.

Ash se acurruca igual que lo hacía de niño, primero no tiene intenciones de aferrarse, más se termina hasta levantando para poder envolver a su hermano contra su pecho porque está vivo, está hablando aunque le cuesta, se está moviendo, está ahí, escuchó toda la mierda que hizo y aun así quiere poder abrazarlo ¿por qué? No tiene sentido, así que Ash llora con fuerza, llora como si fuera un niño encima del maizal, perdido entre el centeno, llora porque se caerá al abismo pero esta vez Griffin sí está para atraparlo, su guardián, su guardián de verdad, su hermano.

—Te amo. —Griffin dice con convicción a pesar de todo, sus dedos se deslizan temblorosos entre su pelo y Ash lo mira, ahora lo sabe, sus ojos son de un azul casi transparente mucho más claro que los ojos de su papá, tiene el cabello castaño con reflejos de otoño, tiene un rostro gentil y bonachón tan distinto al ambiente que creció, es un omega, recuerda sus feromonas—. Aslan.

—También te amo, Griffin.

Lo siento, lo siento, lo siento tanto.

—Prometo que encontraremos una cura para que esto sea lo más rápido posible, prometo que vamos a trabajar muy rápido para que estés bien pronto, prometo mejorar luego de eso, quiero ser un buen hermano, quiero... quiero ser bueno para ti.

—Aslan. —Lo calla—. Y-Ya eres bueno para mí, estoy orgulloso. —El nombrado no puede creer en lo que oye porque por favor, ¿cómo podría estar orgulloso de esta porquería?—. Te amo.

—¿A pesar de todo...?

—Más que nunca.

Es todo.

🐾

Ash se tumba agotado de regreso al apartamento, si bien, Griff se cansó bastante rápido por la charla y su intensidad emocional pudo conocerlo un poco más, todavía falta mucho que clarificar, aún faltan cosas por contarle porque ni el propio Aslan se conoce a sí mismo, no en estas circunstancias con un conglomerado de mafiosos detrás, pero al menos... su hermano está vivo. Lo ama. Está agradecido.

—Ahora entiendo a lo que Eiji se refería. —Musita para sí mismo—. ¡Oye, onii-chan! ¿Qué te demora tanto? Tengo hambre.

A raíz de su impaciencia se levanta a buscarlo al cuarto.

—¡No entres! —Eiji grita y Ash con más razón entra.

Pero cuándo abre la puerta entiende perfectamente el motivo.

Es un celo.

El celo de Eiji.

Toco darle una connotación mucho más positiva al celo considerando que el promp del celo de alfa fue bien feo, así que nada, el otro capítulo es muy dulce, adorable y resignificativo aunque puede que mañana por estos lares haya una que otra sorpresa.

Mil gracias por el cariño.

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