21. Púas en la lengua.
Hi~ Ahora sí nos ponemos en marcha porque las fiestas son una epoca bien intensa por estos lares así que no fue de sorpresa apagarse durante ellas, lo bueno es que esta es la última patita del arco y nos da luces esperanzadoras de lo que pasará, lo malo es que practicamente todo acá es canon, así que refuerzo harto el autocuidado y las advertencias.
Espero que les guste.
—Mírate, Ash. —El vocifero de Arthur es un suplicio para sus tímpanos, el alfa suspira preguntándose seriamente si en vez de los nudillos debería haber cortado su lengua cuando tuvo chance—. Conoces este cuarto ¿no? Es la sala de ejecuciones de Dino.
Claro que lo conoce, la elección resulta corriente y de mal gusto, no debería sorprenderle viniendo de Arthur, el propio Ash ha estado incontables veces acomodado en los balcones testificando tortura tras tortura de los rebeldes o de quienes Dino encontraba dispensables, llevarlo era una manera que tenía de recordarle que podía ser el siguiente sino lo obedecía, que tenía que ser una buena mascota y no poner a prueba la paciencia de su amo o acabaría mucho peor, la cuestión no es estar acá, sabía que tarde o temprano le tocaría su juicio, el problema fue que arrastró a Max.
Vaya anciano terco, al final no pudo dejarlo solo.
—Estoy bien, mocoso. —Le dice en un consuelo—. No te preocupes por mí, concéntrate en las cosas más importantes.
Max se encuentra atado contra un poste a diferencia suya que se halla suspendido entre dos grandes arcos de madera con cadenas en sus muñecas, ambos visten trajes, Dino los invitó a cenar con código de vestimenta, más allá del ostento y del drama innecesario esto no debería estar pasando, si él dejó que Eiji y Shorter arriesgaran sus pellejos para obtener la droga fue precisamente porque Golzine no se tenía que encontrar todavía en el país, dejaron un desastre desorbitante con el robo de sus fondos secretos, al menos calculaba que estaría meses fuera, le aterra que eso ponga en peligro el plan, que las cosas hayan salido mal y por eso no esté ninguno de los chicos, Yut-Lung debería estar en el palco con los demás invitados si es un aliado, pero solo ve a hombres asquerosos a quienes ya conoce bien.
Tiene un muy mal presentimiento.
Algo no se siente correcto.
Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji. Eiji.
—Seguro que nunca te imaginaste que serías atado acá. —Arthur se asegura de mantenerse al medio del espectáculo, está disfrutando su momento con una sonrisa enferma, más, Ash no le dará el placer de verlo mal, si alardea tanto debe tener algo en su contra, por ende, los chicos aún siguen vivos, las cosas están bien—. Aun te haces el duro, ¿eh? Veamos cuánto más aguantas.
Arthur saca una navaja, engancha el filo entre su corbata de moño, ninguno rompe el contacto visual, en un abrir y cerrar de ojos se la arranca provocando que sangre, su cuello está herido, lo comprende porque siente cómo cae un chorro caliente y espeso en su camisa, en ningún instante deja de sonreír.
Plic. Plic. Plac.
—Le quitas la gracia a la tortura. —Se burla limpiando el cuchillo—. Pero por algún motivo no puedo evitar querer torturarte.
—Eso es porque eres un enfermo.
Los ojos de Ash reparan en el balcón, hay hombres sumamente importantes atrincherados al costado de Dino quién no le ha quitado los ojos de encima, está disfrutando su pequeña venganza, realmente debió dolerle que saqueara sus preciosos fondos, ¿acaso no lo habrá pasado bien vacacionando? Tal vez no encontró un buen taxidermista, de cualquier manera, no debería estar confiado, si bien Arthur está acá parloteando y Dino volvió antes de lo esperado no tiene razones para pensar en que su plan ha fallado, Yut-Lung es un experto en veneno, Shorter está con ellos, Ash le confía a Shorter su propia vida.
Ash le confió a Shorter la vida de Eiji.
Deben estar bien.
—¡Tú...! —Max grita cuando entra otro hombre—. ¡Tú eres el sujeto en las fotos de Griffin! —Ash no quería pensar en esto, por lo que averiguaron con Max el primer prototipo de la droga pretendía ser un dispositivo de hipnosis absoluta y eso explica la diferencia con la versión animal que le inyectaron.
Sí.
Griffin sufre de incontables pesadillas por lo que Max le comentó pero no solo eso, claro, su hermano se salvó de ser un jodido cambiaformas pero ¿a cambio? Max tuvo que sacrificar su vida porque Griff no puede bañarse solo, no sabe comer ni tomar agua y más encima vomita parte de esta, si sigue en un estado nutricional no tan "riesgoso" es debido a la gran cantidad de suplementos alimenticios en conjunto de las drogas que toma, usa pañales para adultos, no puede ni siquiera reconocer a su papá y por eso fue demasiado traerlo a Nueva York ¿para qué? Solo sería un objetivo de Dino, no hay nada que puedan hacer por su hermano a menos que sea con la droga. Griffin. Griffin. Griffin. Esto es culpa del doctor que tiene enfrente. Lo matará.
—Abraham Dawson ¿cierto? —Gruñe—. Utilizaste a soldados de Irak como ratas de laboratorio y los mataste.
—¡Sí, porque todos se burlaban de mí! —Para su sorpresa, el nombrado se desespera y se para justo enfrente de él—. ¡Llamándome rata o cobarde! Así que fue una venganza justificada. Griffin era buen chico pero sospechaba acerca de lo que hacía, así que... no tuve más remedio. —Ash sonríe divertido.
—Entonces, supongo que yo tampoco tengo más remedio que matarte. —El sujeto lo ve totalmente horrorizado—. Es una venganza justificada ¿verdad?
—¡No digas tonterías! ¡Tú eres el que va a morir acá!
—¿Así será?
Ash no puede seguir rebatiendo cuando la puerta de la mazmorra se abre.
Shorter entra.
Shorter. Shorter. Shorter.
Está vivo.
—Me alegra que estés a salvo. —Lo dice desde el fondo de su corazón, aunque parece demacrado y tiene el torso desnudo está a salvo, está enfrente, está vivo, no es un cascarón vacío como Griffin.
—Lo siento.
—No te preocupes, no es tu culpa. —Lo dice con una sonrisa—. No pudimos saber que Dino volvería.
—No, no es eso. —Algo anda sumamente mal en cómo Shorter se lo dice, de pronto el sudor empieza caer desde su pecho, luce enfermo y pálido—. Yo... no puedo. —La mirada de Shorter se clava en sus jades y aun así, siente que no lo está mirando, algo cambió en sus feromonas, más Ash no comprende exactamente qué es, pero Shorter está bien, ¿verdad?—. No puedo más.
—¿Eh?
La puerta se vuelve a abrir.
Meten a un Eiji agotado dentro del calabozo, lo traen con los brazos inmovilizados a su espalda, tiene los ojos rojos como si acabara de llorar mucho, apesta a miedo, pero está vivo, todavía tiene su marca en el cuello y no impresiona visiblemente herido, está bien, Dios, gracias, Ash no puede evitar sonreír por la emoción ya que él nunca ha pedido ni querido nada en la vida, siempre ha aguantado la mierda con la boca cerrada sin importar cuánto doliera, aceptó que su entrenador lo violara por un año, que su papá lo acusara de seducirlo, que todos en Cape Cod lo tacharan de prostituta siendo un crío, que le dijeran que Griffin había muerto, que lo "rescataran" solo para reírse en su cara encerrándolo ante un burdel, que lo hicieran ratón de laboratorio, que lo forzaran a ser toda una superestrella de noche y de día un homicida. Él aguantó. Aguantó. Aguantó. Aguantó. No se quejó. Ni lloró. Dejó de maldecir.
Pero Eiji...
Eiji está a salvo.
Y Eiji es lo único que realmente ha querido, quizás Dios finalmente está siendo compasivo y amigable.
O eso pensaba hasta que un jadeo animal empieza a salir de la garganta de su amigo, de repente sus cálidos ojos pierden todo su brillo para convertirse en algo totalmente vacío y carente de consciencia que Ash nunca antes ha visto, no se atrevió a hacerlo, los ojos de Eiji se cristalizan casi como si supiera que algo malo va a ocurrir mientras Shorter arrastra sus zapatillas lejos, su mandíbula tirita casi como sino pudiera gritar, sus manos se alzan a su cabeza para que incruste sus garras en su cráneo y se tire el cabello. Se está haciendo daño. Para. ¡Para! ¿Qué es...? Pero al ver la expresión descorazonada de Max entiende perfectamente lo que está pudriéndole el cerebro.
—¡AAAAAH! —Un alarido gutural sale de lo más profundo de la garganta de Shorter antes de que se desmorone sobre el suelo agarrándose los mechones de pelo como si buscara el dolor—. ¡Mi cabeza!
—No puede ser.
Ash solo puede observar horrorizado cómo Shorter se esfuma por siempre dejando un patético bulto tembloroso en el piso del calabozo. No. No. Esto no puede estar pasando ¿verdad? Porque este chico fue el primer amigo que tuvo, lo curaba cuando los clientes eran muy rudos y sangraba, lo recibía en el Chang Dai para darle un plato de comida caliente y nunca le preguntaba nada puesto que entendía la vergüenza que eso le generaba. Es su bro. Su amigo. Su mano derecha. Su cómplice. Quien le dice las cosas a la cara sin miedo. Es un hermano mayor para él. Para Sing. Para Eiji. Para su pandilla. ¿Esto es lo que vivió Max alguna vez?
—Exacto. —Dawson ríe—. Esto es Banana Fish.
Es horrible, Shorter grita como si se estuviera descarnando mientras hunde sus uñas sobre su cráneo, está temblando, debe estar muerto de frío, ¿por qué no le pasan una camisa? Si hace frío se resfriará.
—Ash, déjame mostrarte algo divertido. —Arthur toma a Eiji de la camisa para arrojarlo justo delante del alfa—. Shorter, ¿te acuerdas de él?
Apenas Shorter alza la mirada intensifica la ferocidad de sus gritos, retrocede aterrorizado de Eiji, de un pequeño conejito al que sostuvo contra su pecho, de Eiji que nunca ha lastimado... Ash se aguanta las lágrimas ya que Shorter está arañando la pared, intentando escapar de un Eiji con el corazón roto en sus ojos opacos. Le duele. Va a vomitar. Se siente mareado ¿no sería gracioso que muriera delante de Dino? ¿Acá? ¿Colgado? No es suficiente, dice la vida y cómo no ha sufrido lo suficiente el bastardo de Arthur coge a Eiji sin cuidado del flequillo para estamparlo frente a un Shorter ido, no es divertido.
No le hace ni puta gracia lo que está pasando.
—Este es tu enemigo. —Pero Arthur tira a Eiji con más fuerza del cabello—. ¡Mátalo!
Shorter se agarra la cara, tiene la quijada apretada, la mirada repleta de terror y de repente... sucede.
Shorter se rompe.
No está más asustado, está sediento de sangre.
—¡Shorter, soy yo! ¿Acaso no lo ves? —Pero el nombrado no responde el ruego del nipón—. Shorter.
—¡Huye, Eiji!
Ash grita, Arthur les da navajas a los dos, va a matar a Eiji, Eiji no sabe pelear, el lince forcejea tirando de las cadenas intentando transformarse y usar su brutalidad sobrehumana para arrancarle el cráneo a todos los desgraciados que están acá, pero no funciona, ¿por qué ahora? Mierda. Mierda. ¡Mierda!
Eiji se defiende lo mejor que puede, Shorter lo apuñala sin piedad y su piel no demora en mancharse de sangre incluso a través de la camiseta, las manos de Eiji tiemblan y ni siquiera es capaz de sostener bien la navaja, no va a atacar a Shorter ni aunque su vida dependa de eso, lo perderá, sino hace nada va a perderlos a ambos porque ese monstruo de ahí no es el Shorter que conoce. Ash grita y obedece el chantaje de Dino diciéndole que hará lo que sea pero eso no lo convence, no sería divertido acabar con su castigo tan antes ¿no? ¡Enfermos! Shorter ya ha acuchillado a Eiji hasta hacerle jirones la ropa cuando regresa en sí mismo.
¡Shorter! ¡Shorter! ¡Resiste! Pero desobedecer a esa droga sería un sufrimiento insoportable ¿Griffin acabó de esta manera?, ¿Shorter igual terminará en una silla de ruedas sin poder reconocer a nadie?
Shorter grita más fuerte que nunca.
—Shorter, ¡soy Eiji! ¿No puedes verme? —El nombrado alza la navaja contra su pecho igual que haría con un peluche, la sangre escurre de la camisa, está tan aterrado, Ash es su alfa, es su trabajo salvarlo pero no está haciendo más que mirar—. ¡Por favor! ¡Shorter!
No puedes salvarlo, no puedes salvarlo, no puedes salvarlo, no puedes salvarlo, no puedes ni salvarte.
—¡Shorter! —Ash grita a todo pulmón cuando el cadáver de su mejor amigo agarra la navaja ya listo para acabar con el trabajo sucio—. ¡¡Shorter!!
Se detiene.
Shorter se detiene con la mirada clavada en una estatua de ángel sobre el balcón que le trae bastante nostalgia, fue gracias a una tarjeta similar que se hicieron amigos ¿cierto? Cuando Ash todavía seguía perdido a sus 14 años pero decidió confiar en Shorter, se prometieron gobernar juntos y aun si nunca deseó el liderazgo las cosas se sentían fáciles con Shorter a su lado. Shorter es bueno. Es leal. Amable con todo el mundo. Divertido. Inteligente. Cocina unas patas de pollo asquerosas. Se viste de manera cuestionable en la moda. Cambia de peinado cada año. Usa tenis chillones. Es suave. Es paternal. No lo dice en voz alta, más, es sensible. Quiere una familia. Siempre pensó que si uno de los dos se debía morir iba a ser él, porque Ash no es bueno y no tiene sentido que se lleven al bueno.
Y aun así... Shorter arrastra sus zapatillas enfrente con una cara repleta de «perdóname por fallarte».
Ash está llorando.
—Ash. —Shorter dice su nombre destrozado—. No puedo más. —Sube una mano hacia su pecho en un esfuerzo por respirar, más solo consigue arañarse con tanta fuerza que se abre la piel—. Libérame.
Duele demasiado.
—¡Shorter! —Arthur lo llama mientras sostiene a Eiji del cuello de la camisa, está luchando con todas sus fuerzas para no convertirse en un conejo, así no tendría chance de vivir—. ¡Tu enemigo está justo aquí! ¡Vamos!
Shorter se golpea la cabeza una y otra vez hasta que se va.
Pero lo que vuelve es absolutamente aterrador, su mejor amigo cambia hasta en aroma a uno repleto de violencia, sus músculos impresionan más rígidos, su cara carece de emoción, sus ojos están vacíos y ni siquiera necesita la navaja para matar a Eiji, esto es el nuevo prototipo, utiliza la hipnosis con las fortalezas de ser un cambiaformas sin necesidad de transformarse, no es un cambio físico muy fuerte como convertirse en un animal y aun así, nota que Shorter es una bestia.
—¡Shorter! —Ash suplica—. ¡No! ¡Huye, Eiji! ¡Huye!
—Tienes solo una bala.
Arthur pone un arma enfrente de Ash. Shorter se abalanza contra Eiji para matarlo, lo estampa contra el piso con tal brutalidad que la cabeza le sangra, Eiji está tiritando, hay lágrimas en sus ojos, Ash oye su corazoncito disminuir de frecuencia casi como si estuviera preparado para irse, Shorter no demora en enrollar su cuello contra su palma tratando de romperlo como un palillo, lo está matando, ¡lo está matando! ¡Lo va a matar!
—Ash. —Shorter saca los colmillos para dar el golpe final—. Perdón. —Eiji le sonríe con tanta tristeza.
Perdóname por no quedarme a tu lado.
—¡Basta!
Pasa en un segundo.
Arthur afloja las cadenas, Ash toma el arma y dispara una sola bala.
Bang.
Entonces se detiene, Shorter se queda realmente quietecito con los ojos abiertos y la quijada tiritona sobre un Eiji totalmente horrorizado antes de que caiga encima. Eiji grita. Llora. Maldice. Repite una y otra vez su nombre. Lo mueve. Lo abraza. Pero Shorter no se levanta. No se volverá a levantar. Toda su sangre cae sobre la camiseta negra. Arthur ríe. Ash se desmorona.
—Vaya amigo que eres, Shorter tiene mucha suerte. —Arthur ríe—. ¿Cómo te sientes luego de matar a tu mejor amigo? ¡Contéstame!
Shorter suelta una última lágrima.
Se los vuelven a llevar.
🐾
—Lynx. —El aludido reconoce la voz, está cansado, demasiado cansado siquiera para abrir los ojos y aunque lo hiciera ¿qué diferencia haría? Mató a Shorter.
Es un asesino, es un asesino, es un asesino, es un asesino, es un asesino, es un asesino, es un asesino.
Griffin estaría totalmente orgulloso si aún tuviera consciencia, ja.
—Tenemos que salir de acá, Golzine no está.
—¿Qué sentido tendría? —De repente, siente ligereza en sus extremidades, casi como si no estuviera más retenido por las cadenas—. ¿Para qué vamos a salir?
—¡Espabílate, reina del drama! —Una cachetada lo trae de regreso—. Qué ese es mi papel. —Esboza una sonrisa con suma debilidad, no se siente bien, debió haber usado la bala para dispararse al centro del cerebro, hilarante, ahora siente perfectamente lo que Max debió sentir en Irak, pero Max a pesar de todo vivió, ¿por qué? Cierto—. Encerraron a Eiji y tienen retenido a Shorter en su laboratorio, aún debemos sacarlos.
—¿Quieres ir por su cadáver acaso?
—Para.
—¿Cómo quieres que pare? —Ríe pero...—. Acabo de matar a mi mejor amigo ¡tú nunca entenderías cómo se siente! Ni siquiera tienes amigos.
—Ash. —Max lo calma acomodando una mano en su hombro, haciendo de cable a tierra puesto que si alguien lo entiende es ese hombre. Debe calmarse. Debe calmarse. Recupérate. No dejes que gane.
—No actúes como si fueras el único afectado. —Por primera vez se atreve a mirar a Yut-Lung con sus ojos cristalinos y su cuerpo moreteado, estuvieron a solas con Dino. Eiji. Ama a Eiji. Por ende, precisa reponerse y salvarlo, no va a dejarlo, ni puede dejarlo—. ¡Shorter todavía es de mi propiedad! No lo dejaré acá, no puedo dejarlo acá, no permitiré que hables como si fueras el único en quererlo, ¿bien?
—Entiendo. —Ash lo calma—. No lo dejaremos acá, perdón por actuar tan insensible.
—Entonces... —Max interrumpe—. ¿Cuál es el plan?
Ash necesita volver en sí mismo.
Así que toma una inmensa bocanada de aire fresco, deja aparte sus sentimientos sabiendo que aquel no es el momento para hacerse cargo y empieza a maquinar un plan, pronto deberían venir los chicos de ambas pandillas y puede contar con eso para iniciar un altercado, Yut-Lung logró robarse en aquel caos la muestra de la droga, por ende puede haber solución para más adelante. Griffin. Quizás pueda volver. Quizás. Quizás. Da igual. Necesitan destruir ese lugar. No pueden dejarle a Dino más muestras de las drogas. Dino se fue a vender su prototipo con gente peligrosa. Banana Fish no solo otorga una bestialidad sobrehumana digna de los cambiaformas sino que puede hacer que familias se asesinen entre sí. Es peligroso. Demasiado.
—Yo iré por Shorter. —Yut-Lung ordena—. Tu salva a Okumura, ten tu momento de caballero blanco.
—Bien.
—Pero... —El omega se para—. Cuando lo veas puede que quieras usar tus púas.
—¿Púas? —Ash no entiende—. ¿Las de la lengua?
—Sí. —El contrario no lo mira—. Es tu omega de cierta manera ¿no? Si bien, las púas se sienten muy dolorosas para todo el resto no deberían serlo para tu pareja, al contrario deberían ser curativas, Eiji tiene una herida...desagradable y no creo que te lo diga para no "molestarte" así que prefiero decirlo.
—Está bien. —Ash está confundido—. Lo haré.
Pero no es momento para pensarlo.
Corre junto a Max hasta el sótano, Dino tiene una armería secreta, aunque el acceso está totalmente restringido el sujeto no impresiona ser lo suficientemente listo para cambiar las claves de la mansión, le da risa que aún lo esté subestimando de esa forma pero bueno, Ash planea dejarle un recordatorio que le deje claro lo rebelde que se ha vuelto contra su amo.
Entran a la armería, Max silba, ambos se llenan de diferentes armas, van a instalar bombas, no puede sobrevivir nada de la estructura si planean ponerle un verdadero alto a la investigación.
—Es mercancía de contrabando. —Le explica al anciano—. Puedes coger una, ¿no?
—Hablas con un veterano de Irak. —Y claro que recuerda los halagos que su hermano escribía acerca de la puntería de Max al disparar, Ash sonríe sintiéndose mucho más relajado, se pregunta si así sería tener un papá y desecha de inmediato el pensamiento.
—Vamos.
Deja una bomba en el sótano que estallará en cinco minutos, separan sus caminos, más, Ash deja de estar acá cuando dispara, sabe que aprieta el gatillo, que huele la sangre, que escucha los gritos, que su ropa se empapa de los sesos de los guardias, que sus zapatos se embarran de mierda, siente cómo los disparos cortan su piel, cambia cartuchos y deja caer los viejos sobre el tapiz, se abre paso en ese mar de cadáveres, huele a cuerpos muertos, le recuerda demasiado la noche que conoció a Eiji, pero no se siente más presente. Mató a Shorter. Mató a Shorter. Mató a Shorter. ¿Cuánta sangre hay entre sus manos?
Mata a sangre fría, se abre paso, está en automático, no siente nada, las cosas no se sienten genuinas como si le pasaran a otra persona. Pero Eiji. Eiji. Debe salvarlo. Los gritos. Las balas. El horror. Asesino.
Ash recarga su bazuca, grita el nombre de Eiji. Eiji. Eiji. No deja de disparar. Se arrastra igual que haría un muerto en vida. Un monstruo. Gracioso ¿no? A diferencia de Shorter no precisó de una droga, es una bestia por naturaleza. Una aberración. Hay cadáveres a sus pies. Los hay desde los ocho años, al final tenía razón cuando le dijo a Shorter que todos los que ama son asesinados. Eiji acabará muerto.
—¡Eiji! —Pero no puede dejarlo de llamar, su aroma, hay demasiadas feromonas en el aire, no puede encontrarlo por el olfato—. ¡Eiji!
—¡Ash!
Le basta un segundo para correr a dónde está, golpea la puerta desesperado al punto de que se tiñan sus nudillos de morado, Eiji está dentro, Ash le pide que se meta debajo de la cama porque volará el maldito lugar y solo cuando Eiji le da la señal...
—¡Ash!
Eiji está bien.
Mierda.
Ash quiere llorar.
—¡Estás a salvo! —El omega lo abraza, Ash vive otra vez en ese abrazo—. Pero estás malherido.
No le importa, lo único que puede hacer es acunar entre sus manos el rostro de su amado aun si las tiene repletas de sangre y con eso mancha su carita, debería dejarlo ir, pero es un egoísta y no quiere soltar el momento, memoriza sus ojos repletos de terror pero con la misma suavidad de siempre, su boca reseca y dulce, sus mejillas cortadas por la pelea previa, más, todavía rellenas como un hámster obeso. Dios. Casi lo pierde. A su corazón. Su vida. Su alma gemela. Ni siquiera ha podido articular de manera verbal lo mucho que lo ama y Eiji no puede adivinarlo, sin embargo, como tenerlo de regreso luego de semejante situación traumática lo desarma pedazo por pedazo solo puede estrecharlo ante su pecho deseando meterlo en su corazón para protegerlo, presiona sus labios en su cabello y aspira con fuerza su aroma, su dulzor, sus feromonas, su esencia, su...
Lo nota.
Ahí lo nota.
Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino. Dino.
Apesta a Dino.
—Te hirió. —Se le rompe el corazón ver los vestigios de una mordida—. Te hirió, por eso me dijo que usara mis púas, estás herido.
—No es momento para sanarme, cuando estemos en casa.
—Lo siento.
—Ash. —Eiji toma su rostro entre sus manos, su corazón late con fuerza, Ash siente a su pecho tensar y dilatarse contra los restos de su camisa, sus ojitos siguen brillando a pesar de todo, Dios, Eiji todavía está vivo, ahí, a su lado, mierda, una ola de emociones va a reventar—. Dame un arma, me protegeré.
—No es necesario. —Ash nunca le daría un arma—. Un asesino es más que suficiente. —Pero todavía falta algo más—. Yo te protegeré. Nunca te alejes de mí.
En el fondo es una maldita excusa, aunque Ash pidió un "solo por ahora" se aferra al "para siempre".
Escapan del cuarto, Ash dispara como una máquina asesina, se pregunta si Eiji le temerá pero ni deja que articule la cuestión cuando le responde «nunca». Se encuentran con los chicos. Los chinos están también acá dentro. La mansión está en llamas. Se cae a pedazos. Van por los autos. Ash comprende lo duro que será para Eiji separarse, para ese pequeño conejito que a pesar de todo sigue de pie con sus ojos brillantes y su calidez incondicional. Pero Shorter. Shorter no merece quedarse acá. No pudo hacer nada por Griffin cuando lo inyectaron, pero puede hacerlo por su mejor amigo. Shorter merece que...
—No me dejarás ir contigo ¿verdad? —Y claro que Eiji lee sus pensamientos con suma claridad.
—Por fin estás siendo razonable.
—Porque me siento igual que tú al respecto. —Suspira y algo cambia con el aura de su amado cuando le dice:—. Pero, ten cuidado, si te pierdo a ti me volveré loco.
Mierda, Eiji siempre.
Y Ash nunca.
—Alex, cuida bien de él. —No va a volver a arriesgarlo, no puede perderlo, la pandilla sabe lo mucho que ama a Eiji incluso si nunca lo dice—. No lo dejes solo ni un segundo hasta que yo regrese.
Se da vueltas. Tiene que irse. Dino no puede llegar todavía.
—¡Ash! —Su alma se paraliza cuando Eiji lo llama—. ¡Vuelve a salvo!, ¡te estaré esperando, siempre!
Así que tiene que volver.
Cuando llega al laboratorio se encuentra con una pelea insólita, es una lucha entre una víbora y una hiena. Arthur volvió. Yut-Lung está demacrado. ¡Carajo! Las cosas van de mal en peor, si sigue tirando a la serpiente va a matarla, Arthur es un asesino despiadado y sanguinario.
—Shorter... —Yut-Lung dice cuando fue derrotado—. Sigue vivo.
Ash mira a su mejor amigo horrorizado.
Arthur arroja una risa sañosa, se le tira encima.
🐾
Sing le prometió a sus hombres ir a investigar a la mansión apenas escuchó la explosión, Ash mató a Shorter por lo que le dijeron y no puede creerlo, conoce a Ash o al menos eso creía cuando...
Rojo, es todo lo que ve dentro del laboratorio.
Pero no por el fuego, sino por el infierno que un colosal lince dejó a sus pies, hay incontables cuerpos debajo de sus patas, su hocico está escurriendo sangre, sus ojos son jade, un jade hermoso pero que impresiona vacío, Sing retrocede hasta caerse de bruces, va a matarlo, grita su aroma, traga duro sin hacer mucho ruido, se arrastra para atrás y solo ahí, repara que debajo de las garras de la bestia yace descuartizado el cadáver de Arthur. Lo mató. Pero no solo lo mató. Lo torturó. Lo mutiló. Lo destrozó. Ese no es el Ash que conocía. Esa cosa no es Ash. Es un homicida.
Los otros capítulos son más calmos en comparación porque necesitamos ser felices, pero nos quedan solo 10 capítulos, so, hay que meterle nitro.
Mil gracias por tanto~
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