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19 Celo alfa.

Hi~ Seguimos viviendo a base de fe en este perfil, así que acá estamos, como les comenté chiquillos hoy comienza un arco un poco más fuerte, recalco bastante las advertencias del inicio y recordando las que son intrinsecas del canon para seguir leyendo, pero acá vamos con todo. Poco a poco acá nos vamos adentrando más en el pov de Eiji.

Mil gracias por leer~ Hoy no abra dedicación porque siento que igual sería cruel en estos capítulos tan feos, pero espero que les guste.

—Finalmente ha llegado nuestro gran debut, Okumura. —Yut-Lung lo rodea con falso compañerismo de los hombros, Eiji no sabe si el gesto es para apoyarlo o intimidarlo, más, logra hacer ambas—. Por fin vamos a adentrarnos a la mansión del viejo, está todo listo.

—Grandioso.

—Anda, finge un poco más de entusiasmo al menos. —El más joven lo fustiga—. Es un suicidio doble.

—No toques a Eiji. —Ash toma con la punta de sus dedos la manga de seda del vestido chino sacando de encima al otro omega—. No quiero que lo apestes con tus feromonas.

—Vaya que tienes pelotas para decirlo. —Yut-Lung chista.

—¿Y eso qué significa?

—¿Crees que estoy ciego? Puedo ver esa gigantesca marca hasta si la trataron de tapar con un parche barato.

—¿B-Barato? —El alfa impresiona indignado—. Salió bastante costoso para tu información. —Yue se traga una sonrisa contra el dorso de su palma, casi como si encontrara hilarante e irónica la situación.

—Eso suena bastante tacaño considerando que te robaste un fondo de la mafia para jugar a la casita.

—Primero, no me lo robé por eso. —Ash lo confronta con indiferencia, sus ojos relumbran por el frío cayendo tal como copos de nieve—. Y segundo, ¿celoso?

—No. —El omega no baja la guardia ni cede—. No podría estar celoso de una cantidad tan miserable.

—¿Miserable? —Shorter palidece agarrándose la frente, retrocediendo hasta chocar contra el lujoso automóvil que los escoltará hasta la mansión de Dino, esta es la despedida—. Esos dos son peligrosos juntos.

Eiji se queda al margen procesando lo que pasará, lo llevarán como "tributo" a la mansión de Golzine, deben aprovechar que no se encuentra en la ciudad y que por ende, las cartas están siendo arrojadas por Arthur quien a pesar de ser un sádico que literalmente lo desgarró cuando era un conejo, todavía resulta mucho menos peligroso que el propio Dino, para que no sospechen Shorter lo entregará ante la excusa de haber traicionado a Ash, la misión del alfa será hurtar una muestra fresca mientras nadie sospecha de Yut-Lung y al contrario, lo felicitan por su trabajo.

Sí, es un plan infalible, al día siguiente Ash entrará con la pandilla a quemar la mansión, estarán bien.

—Hey. —Y aun así—. ¿Eiji?

—No pasa nada.

Le cuesta normalizar eso y fingir que está bien, a diferencia de Ash, Yut-Lung y Shorter le es imposible mantener los nervios de acero, es mucho más fácil cuando "juegan a la casita" y le da risa, porque todo eso es verdad.

A fin de cuentas es un amo de casa.

Ese es el papel que se le ha asignado, Eiji es quien debe proveer de confort y cotidianidad aun si para todos es falso. Es el sostenedor. Lo doméstico. Lo habitual. Lo encerrado. Debe ser un hogar inclusive si nunca tuvo uno, no uno saludable al menos. Suspira. Sus ojos escaldan, sigue sudando frío, todavía tiembla, pero Ash no lo nota porque está encerrado en sí mismo reclamándole a Yut-Lung acerca del plan, no debería intervenir en estos asuntos y ya. No puede ser una carga. Eiji se abraza. Está cansado pero debe fingir que está bien. El mundo es ruido blanco. Tiene que contener las lágrimas. Aun siente la nuca irritada y sangrienta pese al parche. Es una herida abierta. Es mejor que nadie lo note así. Lo mejor será no pensar en todo lo que Arthur le dijo. En todo lo que puede pasar. En lo que nunca será.

Ash sufrirá viendo cómo Dino se divierte contigo. Voy a destruir todo lo que es importante para él. El viejo pervertido te drogará y te dejará seco.

¿Importante para Ash?

Si es tan importante entonces al menos debería...

Es triste quedarse afuera.

—A tu jaula, Okumura. —Eso es todo—. Tenemos que irnos ya, mi clan no está bromeando y prefiero no arriesgarme provocando a Arthur, el sujeto ya es lo suficientemente inestable como para tentarlo.

—¿Me tienes que adormecer?

—Solo lo sentirás como un pinchazo. —Yut-Lung saca una aguja larga, se cuestiona cuánto más podrá fingir que está bien con tal de mantenerse al lado de Ash—. Ni siquiera sentirás el tiempo, estarás al otro lado en un abrir y cerrar de ojos siendo rescatado por tu novio escapando de una casa en llamas.

Aunque el chiste levanta los ánimos, Eiji solo puede forzar una sonrisa puesto que entiende la verdad detrás de tal humor, es la única debilidad de Ash después de todo, es quién encarna las cosas que el alfa no deja de lamentarse por haberlas perdido, es un refugio incondicional que toma toda la mierda del resto sin quejarse porque ¿cómo podría? Le salvaron la vida y lo hacen constantemente, por esto los enemigos del lince lo atacan y lo secuestran convirtiéndolo en una damisela en apuros, le gustaría tener más herramientas para defenderse: saber disparar o convertirse en algo temible, más ¿en serio cree que podría hacerlo? Nunca ha matado a nadie.

—Estoy listo. —Así que eso es todo lo que puede hacer por ahora: no estorbar—. Puedes pincharme.

—¿Estás seguro? —La mirada de Ash es transparente, Eiji nunca ha logrado pesquisar una hermosura magna y lejana, para él siempre han sido los ojos de un niño—. Todavía te puedes arrepentir sino lo quieres.

—Estaré bien. —Eiji lo consuela tanteando su parche, es una manta de seguridad en este plan—. Soy tu onii-chan después de todo ¿no? Confía en tu hermano mayor.

—Sí. —Ash sonríe y no es de verdad—. Tienes razón. —Son conscientes de lo que arriesgan inclusive si ninguno lo dirá. ¿Desde hace cuánto quiere tener una vida?, ¿desde hace cuánto quiere compartir dicha vida con alguien más? Es tan ilusorio que le da risa.

—Nos vemos del otro lado.

Pero de todas maneras Eiji se convierte en un conejo y Yut-Lung lo paraliza con una de sus agujas, su respiración se torna tenue y calmada casi como en un estado de ensueño, el alfa se inclina para tocar la mordida una última vez, hacerlo se siente asfixiante e increíblemente cruel. No quiere que se vaya.

—Si algo le sucede te arrancaré la cabeza con mis propios colmillos. —Ash le advierte descorazonado porque se niega a perderlo—. Mantenlo a salvo.

Bro. —Wong lo ciñe por la espalda, recordándole que también irá—. Lo cuidaré con mi propia vida.

—No hace falta ponerse tan dramático. —Ríe, la posibilidad le aterra en demasía, ¿perder a los chicos más importantes en su vida una misma noche? Debería estar acostumbrado a enterrar cadáveres de quienes fueron sus amigos—. Regresa a salvo.

—Claro que lo haré, ¿por quién me tomas? —Shorter sube al vehículo sosteniendo a un Eiji durmiente contra sus piernas—. Sé un buen compañero para Sing por mientras, el mocoso tiene potencial.

Yut-Lung se sube y da la orden de irse dejando a Ash con las palabras en la boca, listas para decírselas cuando vuelvan.

🐾

El viaje hacia la mansión resulta sorprendentemente calmo, Shorter se va acariciando el lomo roñoso del conejo mientras que Yut-Lung se pierde en su mente, si bien Ash tiene su lealtad por una cuestión de enemigos en común pretende examinar la muestra para desglosar lo qué es la droga y así utilizarla sobre sus hermanos, obviamente no el mismo prototipo que le inyectaron a Eiji o a Arthur, le interesa mucho más el del soldado cero, esa que se come el cerebro, impresiona ser LSD pero más potente y destructiva, casi como una droga de hipnosis.

No es que no confíe en Shorter para asesinar a su clan, es decir, dejó incluso que lo marcara, aun así, la situación cambió desde que se involucró en Chinatown y vislumbró que Wong es un buen hombre.

Es hipócrita, critica a Ash y lo trata como si fuera un pecado que buscara salvarse con redes de apoyo como amigos o el no-noviazgo con Eiji, más ¿acaso no está haciendo lo mismo? Está arriesgando sus objetivos jugando a dirigir Chinatown, fingiendo que son amigos cuando lo mataría si le diera chance de hacerlo, saboreando una felicidad falsa, se refrenda diciendo que es efecto de la mordida, que es estrecho su vínculo como efecto secundario y eso mismo lo deja portarse como un omega vulnerable que no debe venderse constantemente, pero sabe que no es así.

—Okumura debe importarles mucho para que lleguen tan lejos. —Está divagando en el auto, los ojos oscuros, más, casi amatistas, yacen clavados en la ventana, es tarde, llegarán al anochecer.

—Pues es obvio, Eiji es importante para Ash.

—Debe ser lindo. —Se le sale el pensamiento—. Si te gustan las cosas patéticas claro. —Así que trata de arreglarlo.

—¿Tu familia no te cuida así?

—Acordemos que si quiero matarlos es porque no me cuidan mucho. —Suelta el comentario, sañoso y herido—. ¿Qué hay de ti?

—Mi familia es maravillosa. —Quiere sentir envidia, odiarlo por tener algo que no tiene—. Conociste a Nadia el otro día ¿verdad? Ella te encontró encantador, te sabes comportar lindo. —Pero no puede.

—Ella fue muy amable. —Porque en el fondo, Shorter le abrió sin reticencia las puertas de su mundo.

—Lo es. —Y no se siente con el derecho de desmoronar eso incluso si eso implica luchar contra todos sus mecanismos autodestructivos, Shorter vale la pena, genial, debe estar delirante porque entiende mejor que nadie que sino vela por sus propios intereses nadie lo hará—. ¿Vas asustado?

—No tengo nada que perder. —Chista—. Además, confío en que saldrá bien, no tendremos que estar frente a frente con Dino, Arthur es fácil de manipular, Hua-Lung igual, especialmente cuando siente ya sabes, deseos de alfa. —Sus dedos viajan hacia su nuca.

—Deseos de alfa.

—Cosas más instintivas de la casta.

—No tienes una mordida. —Ambos saben lo que implica eso.

—No me pueden vender tan bien si estoy marcado, por eso Ash lo hizo con Okumura. —Lo protegió.

—Ya veo. —Shorter no sabe qué decir.

—¿Qué hay de ti? —Da igual—. ¿No estás asustado?

—No realmente. —Se lo dice con tal franqueza que tiene que creerle, de hecho, se saca los anteojos para mirarlo y por alguna razón eso lo pone nervioso, no lo entiende, sus ojos son comunes, rasgados y alargados, no tienen nada de especial, aún así, le fascina vislumbrarlos—. Voy sin arrepentimientos.

—¿En qué sentido?

—En que Nadia y Sing estarán bien, ellos son lo más importante para mí, mis chicos igual se quedarán en buenas manos si me llega a pasar algo.

—¿Qué hay de ti? ¿Nunca quisiste algo?

—Solía querer una familia. —Ríe apenado—. Es tonto, lo sé. Es un ciclo de pobreza, solo podría haber ofrecido un restaurante familiar, dejé la escuela cuando era joven y creo que por eso exagero con mi mocoso, no quiero que Sing siga mis pasos, quiero que sea alguien en la vida.

—Aún así. —Yut-Lung intenta romper el contacto visual—. No es un sueño tonto, creo que ya habrá una chica lo suficientemente estúpida para enamorarse de ti y querer ser la señora Wong. —En lugar de enfadarse el alfa suelta una risa y entrelaza sus manos para la sorpresa del contrario.

—Espero que así sea. —Musita—. Pero por mientras protegeré con mi vida a mis seres queridos, eso es todo lo que puedo hacer.

—A Okumura. —Chista.

—Y no solo a Eiji. —El aferre de Shorter se tensa en los asientos de cuerina—. Aprecio a alguien más.

—Debes tener un gusto sumamente destructivo. —No quiere tener esta conversación, odia ceder el control porque nadie puede conocer su verdadera naturaleza, siempre procura mostrar lo peor dado que así nada dolerá, la gente no podrá rechazarlo si se resiste antes ¿pero esto?, ¿qué es esa tensión?

—Realmente eres más frágil de lo que te gustaría admitir. —El omega quiere sacar sus colmillos y así clavárselos en la yugular para envenenarlo y matarlo—. Cuando se acabe te invitaré apropiadamente a una cita conmigo, cuando finalmente podamos cerrar el tema de Dino.

—¿Una cita? —Ríe incrédulo.

—Una cita.

—Ja. —Chista indignado—. En serio eres increíble.

—¿No te gustan? —¿Dónde diablos están las prioridades de ese hombre?, ¿acaso no ve la situación?

—No sé. —Aún así, el omega se hace pequeño—. Nunca he ido a una.

—Cambiaremos eso.

—No te creo.

—Entonces tendré que demostrártelo con acciones para que me creas, no con palabras.

Yut-Lung se queda en silencio con la mirada clavada en la ciudad, los brillantes rascacielos se mezclan contra el vidrio polarizado del auto, acomoda su cabeza sobre el hombro de Shorter, aspira su aroma, se acurruca en su calidez y solo por un rato se permite disfrutar de la promesa aun si es una mentira.

🐾

—¡Nos traicionaste! —La botella de vino se estrella contra el suelo desparramando el líquido encima de las elegantes alfombras de terciopelo de la mansión, Hua-Lung se pasea de un extremo al otro al frente de Arthur y sus secuaces, está cabreado, Yut-Lung le ha destrozado el ego y ¿quién sabe? Con suerte podría haberle roto el corazón—. ¿Cómo te atreves a darle la espalda a tu propia familia? ¿A tu propia sangre?

—La sangre no significa nada. —Yut-Lung se mantiene reticente, Shorter tiene a Eiji todavía dormido en su regazo siendo un conejo y aunque le vale un carajo lo que pase con esos dos...—. Me enseñaste eso cuando por primera vez me deseaste ¿no? —No dejará que los toquen.

—Insolente.

—¿Siquiera sabes qué significa esa palabra?

—¿Qué dijiste?

—Además de incestuoso analfabeta ahora eres sordo, vaya combinación ganadora, hermano mayor.

—Ya verás. —Hua-Lung ríe pisando la montonera de cristales que ha salpicado por el cuarto con una sonrisa torcida, incrustando sus uñas en el cuero cabelludo del omega para jalarlo con tal brutalidad que resulta impropia—. ¿Qué tienes para decir en tu defensa? Acá te lo ofrecimos todo, te ofrecimos educación, un techo para vivir, comida y ¿así es cómo nos pagas?, ¿con traición? —El omega procura no mostrarse alterado por las amenazas del mayor, ya ha pagado con creces—. Discúlpate.

—No me disculparé, preferiría envenenarme antes que hacerlo.

—No te disculparás. —Hua-Lung le alza el mentón despacio, a pesar de todo el omega es incapaz de moverse un solo centímetro por la bruma de feromonas grotescas, Eiji debe estar peor, piensa, hasta durmiendo esto tiene que afectarlo y él es un debilucho—. ¿Sabes qué haremos? Vas a ser un regalo para Dino, le gustan las cosas hermosas y traicioneras.

—Qué pena más grande que Dino no esté acá, supongo que me tendré que conformar con el remedo de alfa que vino a reemplazar a Ash.

—¿Quién dijo que no estaba acá? —Yut-Lung palidece—. ¿Realmente creíste que seríamos sinceros luego de enterarnos de tu traición?

—Tu hermano tiene la razón. —Finalmente el pandillero interviene—. Todo esto es una emboscada.

Tanto como Yut-Lung y Shorter intercambian una mirada repleta de caos, si Dino está acá eso implica que no podrán llevar a cabo el plan y están sentenciados a morir, necesitan pensar en otro plan pero antes de que digan algo las puertas se han abierto revelando al grupo más influyente de la actualidad en América, por supuesto, todos son unos cerdos, son tal como se los imaginó, aun así...dan bastante miedo.

Papa, bienvenido.

Dino los ignora a todos con una expresión altiva caminando directamente a dónde está Shorter junto al conejo, sus feromonas son tan imponentes que incluso los otros alfas están afectados.

—Así que por fin nos conocemos, Shorter Wong. —El nombrado atrae al conejo hacia su torso, trata de pelear, más, el efecto de Golzine entorpece sus instintos, independiente de que fracasaran le dio su palabra a Ash. Protegerá a Eiji cueste lo que cueste—. Dámelo, no armes un show.

—No dejaré que lo toques. —El gruñido de Shorter es gutural—. No entregaré ni a Eiji ni a Yut-Lung.

—¡Pero qué conmovedor! —Arthur ríe desde atrás—. Mira qué caballeroso saliste, Wong. Con razón tienes una asquerosa marca en tu nuca.

—Caíste bajo, Yut-Lung.

—Ahora, entrega al conejo antes de que pierda la paciencia.

—Sobre mi cadáver.

—Cómo quieras.

Decenas de hombres se le abalanzan para inmovilizarlo pero Shorter es más rápido, se soslaya para sacar una navaja de sus jeans y la apoya contra la tráquea del conejo, el corazón se le aprieta porque Eiji respira con tanta calma sobre su regazo, ni siquiera está consciente, más, lo reconoce y ronronea en señal de confort. No dejará que le pongan un dedo encima. A ninguno. Yut-Lung no merece tratos de mierda. Eiji no irá a un puto laboratorio. Aunque tenga que matarlos con sus propias manos. Aun si salen en bolsas.

Así que apoya la navaja contra el cuello de su preciado amigo, lo liberará, lo protegerá como sea por Ash.

Lo siento, Eiji.

Te seguiré, no te dejaré solo.

—¡Intenta arrebatármelo y le corto el cuello! —Amenaza y no está bromeando, hunde la navaja poco a poco en el pescuezo del conejo hasta que ve sangre.

—Como quieras, Wong.

Los instintos de Arthur sin duda han mejorado por la droga porque le basta de un tirón para estampar a Shorter contra el piso y masacrarlo tal como la bestia sanguinaria que es, Eiji queda tumbado sobre el sillón, totalmente desprotegido, Shorter grita, llora, suplica. ¡No los toquen! ¡Por favor! Ruega para que Ash lo perdone por ser un terrible amigo, se disculpa silenciosamente con Yut-Lung por no lograr invitarlo a una cita y este le responde con una mirada cristalina. Dino se aburre de cursilerías, ordena que despierten a Eiji, Yut-Lung accede si le pasan una manta, no lo expondrá a esos pervertidos pese a que prefieran niños. Tapa a Eiji y lo pincha.

Es cuestión de tiempo para que la mota de pelos indefensa se convierta en un crío aún más indefenso encogido en una manta. Shorter quiere gritarle que se vaya de ahí, que huyan con Yue, que se olviden de él pero están en territorio enemigo y la batalla ya está perdida. Es todo. Realmente pasará.

—¿Y-Yue?

—Hace frío acá. —Yut-Lung cubre a Eiji con la manta, está temblando, su cara pierde color al observar a las personas que están dentro del cuarto, al entender en qué posición están y ¿qué otra cosa puede hacer Shorter además de disculparse? Le dijo que lo mantendría a salvo, lo prometió. Y al final... falló con ambos omegas—. Tápate bien, no sueltes la frazada por nada del mundo.

—¿Qué está pasando? —Los grandes ojos de Eiji se encuentran con los de Shorter y lo mata que aun en estas circunstancias estén repletos de una ingenuidad desmesurada, con razón Ash lo ama, carajo, Ash, ¿qué será de él si Eiji muere? O peor, ¿si lo prostituyen?—. No entiendo.

—¿Cómo puedes ser tan estúpido? Le debes haber dado mucho trabajo a Ash. —Arthur ya no reduce a Shorter contra el piso, dos de sus hombres lo han levantado para que él pueda contornearse de un extremo a otro en el cuarto—. Descubrimos su plan, Yut-Lung es un traidor y ahora tendrán la misma misión, Dino pronto empezará con su celo, así que tendrán el honor de apaciguarlo.

—¿Su celo? —Eiji tiene que contener las náuseas contra el dorso de su palma. No. No. ¡No! Por favor.

—Así es, Dino volvió pronto para poder pasar su celo con sus nuevos juguetes. —Arthur esboza una sonrisa cómplice al nombrado quién impresiona más que satisfecho con la situación—. Mientras que tu amiguito irá directo al laboratorio para sernos de utilidad, esto está pasando de verdad, perdieron.

—No.

—Ash perdió.

—¡Mentira!

—Ya llévense a Shorter, está siendo un estorbo y no tenemos todo el día. —El nombrado lucha, patea y grita lo más que puede en vano. Es débil. Es débil. Es débil. Es débil. Es débil. Es débil. ¡Es patético!

Arthur arroja una risa desquiciada mientras que Eiji intenta alcanzar a Shorter, ¿para qué? Ni siquiera lo podría liberar, no sirve para nada, no puede pelear, aun así, extiende una palma y repite su nombre hasta quedarse afónico, se cae de bruces en el proceso, Yut-Lung debe ayudarlo, los guardias apresan sus brazos para inmovilizarlos mientras intentan arrastrar a Shorter fuera de la mansión.

—¡Shorter! ¡Shorter!

—¡Eiji! —El alfa aprieta los dientes mientras los matones lo sacan a rastras del cuarto. No. No. ¡Basta! Si lo sacan del cuarto no podrá proteger a nadie, no le importa acabar con el cerebro jodido mientras sea capaz de mantener a salvo a sus amigos, ellos no tienen la culpa, no pueden... basta, pero Yue le esboza una sonrisa triste repleta de resignación que le pide que pare, que no tiene sentido, que pese a odiarlo cuidará de Eiji. Eso hace que a Shorter le duela el corazón—. ¡Eiji! ¡Yue!

—¡Shorter! —El omega extiende su mano sin dejar de llorar, puede tomarla, casi la alcanza ¡sí puede!

—¡Eiji! ¡Yue! —No lo hace—. ¡Suéltenme, maldición!

—¡Shorter!

—¡No te preocupes, Eiji! Moriré antes de dejar que te toquen. —Los hombres de Dino llevan a rastras al chino afuera de la habitación—. ¡Es una promesa!

La puerta se cierra.

Arrodillan a Eiji enfrente de Dino quien se ha sentado en el sillón como si fuera su trono, la pestilencia del celo aumenta in crescendo y lo deja inmovilizado contra el piso, es asqueroso, no se asemeja en nada al aroma reconfortante de Ash, quiere huir, cada célula de su cuerpo lo grita. ¡Escapa! ¡Escapa! ¡Escapa o será muy tarde! Más, el agarre de los guardias es fuerte, no puede defenderse, solo puede quedarse ahí enfrente de Dino

—Encantado de conocerte, soy Dino Golzine. —Entonces se presenta—. El dueño de tu mejor amigo, Ash.

El alfa sonríe deslizando su mano debajo del mentón de Eiji, obligándolo a mantener contacto visual.

—Tenemos reservado un gran trabajo para Shorter. —Ríe—. Y para ustedes dos también.

Complacer el celo de un alfa.

Complacer el celo de Dino.

🐾

Tendrá que pasar el celo de Dino. El celo de un alfa. Celo de un alfa. El celo de un alfa. El celo de Dino.

—Cálmate, cálmate, cálmate. —Se ruega cayendo de rodillas en el baño, el porcelanato está mojado y tan helado que siente a la escarcha formándose como una delicada capa de nieve hasta sus huesos.

Las cosas no se supone que deberían ser así.

Dino nunca tendría que haber...pero ocurrió y ahora está atrapado en esta habitación, Ash no vendrá a rescatarlo y lo debe afrontar, no puede ser tan débil, sus amigos la han tenido mucho peor, Ash le contó acerca de su entrenador, Yut-Lung sobrevivió a sus hermanos, tiene que ser fuerte, se juró no ser una carga, debe recomponerse.

—Estoy bien.

Se repite a sí mismo, sin embargo, está tirado igual que un estropajo en el piso, está desnudo porque la manta con que lo taparon se cayó en algún punto, tiembla por el frío, te estás haciendo daño, dice una voz en su cabeza y ¿a quién carajos le importa? Eiji aprieta los ojos cargado de tanta rabia, dolor, odio, frustración y una serie de emociones que explotan tal como un volcán activo que solo consigue agarrarse el cuero cabelludo y tirarlo, no basta, ese dolor se siente dormido, no le hace justicia a eso que está pasando, pero debe mantenerse fuerte, debe mantenerse vivo hasta que llegue Ash ya que si muere Ash se culpará y Eiji no quiere eso. Pero le duele. Le duele tanto. Es virgen. Mierda. Da asco pensarlo, pero realmente ansiaba que su primera vez fuera con alguien que amara, nunca se imaginó que sería una violación ¿acaso no es un maldito privilegiado? Con razón Yut-Lung lo odia. Eiji aprieta los párpados queriendo fingir que todo sigue bien y no se ha desmoronado.

Pero no puede.

—¿Okumura? —Yut-Lung lo llama del otro lado, los han encerrado en el mismo cuarto, más, él corrió más rápido para esconderse, necesitaba desmoronarse y que no lo viera ¿qué dirá si lo ve?—. Ya sal de donde quiera que estés, necesitamos concentrarnos.

Pero como aparentemente no tiene el control de lo que pasa con su cuerpo solo puede agarrarse la cabeza con aún más fuerza, usa sus uñas, se asegura de dejar marcas, de descargar este asco visceral que crece cada día un poco más y de estampar su cara contra las baldosas. Necesita que duela y que le duela mucho. Lo que pasará es real. Lo herirá. Nunca le podrá decir a Ash. Nunca se lo podrá decir a nadie. No puede tener esta crisis. Debe pararse. Debe arreglarse.

Estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, estoy bien, de verdad estoy... no estoy bien.

Pero da igual, Dino vendrá con su celo, Ash llegará mañana, Shorter será un ratón de laboratorio, lo usarán y luego experimentarán con él porque es un cambiaformas, nunca más irá a casa, le prometió a Ash que le mostraría un salto, le dijo que se quedaría para siempre, ¿por qué...?

—¿Eiji? —Le sorprende lo suave que es Yut-Lung para hablarle cuando debería estarle gritando para resaltar su debilidad—. Oye, las cosas estarán bien.

—No lo estarán. —No llorará. No llorará. No llorará. ¿De qué le serviría? Pasará igual.

—Trataré de que no sea tan desagradable para ti, trataré de llamar la atención de Dino, ¿entiendes? Y tal vez tengas que soportar que yo te toque un poco pero...creo que es mejor que él, prometo que no te haré daño.

—Pero eso tampoco es justo. —Su voz tiembla, su mente se va—. Tampoco es justo que te expongas acá.

—Tal vez, pero eres importante para Shorter y Shorter es importante para mí.

—Yut-Lung.

—Además es mi culpa que esto esté pasando. —No es cierto, quiere decirle ¿por qué deben culparse entre ellos si Golzine les hará daño?

—Chicos.

De cualquier manera.

—Adivinen quién está acá.

Dino entra.

Acá seguimos la línea del canon para que se queden tranquilos en el sentido de que no me da la guata para escribir una escena con Dino de ese calibre, pero sí se ahondara harto más en el trauma que poco a poco aflora en Eiji, no porque antes no haya estado, pero vamos, es super canon que el chico ha tenido que forzarse a normalizar muchas cosas que lo chocan como la violencia, la muerte y el abuso y que si bien, puede intentarlo para "no ser una carga" eso no significa que las secuelas no existen, a eso nos metemos más de lleno mañana. Y bueno, también recuerden que el dolor no es comparable, acá no existe el "x personaje sufrió más que y" porque sufren distinto y sufren y ya, nunca está de más recordarlo, lo mismo aplica para sus dolores chiquillos, el dolor es valido y punto.

Nos vemos mañanita con Eiji~

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