15. Collar de protección.
Hola mis bonitos lectores~ a mitad de la dinamica, arrastrandonos hasta fin de año, como siempre, pero todavía acá, de verdad estoy muy empeñada en que al menos una de estas dinamicas salga bien en el año, con toda la fe del mundo. Bueno, como cacharon el capítulo anterior este evocara varias cosas acerca del pasado de Ash por lo que habrán mención de abuso sexual infantil, PTSD y las advertencias de BF en general, así que tenganlo en cuenta, nunca está de más reforzar.
El capítulo de hoy tiene que ir para MakikoMakiMaki que eres una escritora extraordinaria por miles de razones, sin embargo, hoy te pensé especialmente por la primera aparición formal de Griffin, hasta donde yo sé, tú le has dado una personalidad e importancia canonica a ese hombre, por eso leerte siempre es especial, siento que tienes un manejo tan bakan y complejo en diferentes niveles y con diferentes personajes, a diferencia de Yoshida, tú sí les haces justicia. Así que nada po, se te quiere mucho mujer.
Su peor pesadilla es volver a Cape Cod, tonto considerando todos los horrores que se ha visto forzado a encarnar, lo comprende, no obstante, aquel lugar es dónde falleció la inocencia y el hermanito que tanto adoraba Griffin, cuando Barba Azul lo violó mató una parte suya que jamás recuperará, es duro tener que confrontar esos traumas cara a cara sin tener herramientas efectivas, da igual, supone que está tan roto a estas alturas que ya no puede ser peor regresar.
—Oh my darling, oh my darling.
O al menos eso creía hasta que...
—Oh my darling, Clementine.
Hasta que le tocó viajar con Max.
—Cállate. —Solloza tapándose los oídos, intentando proteger sus tímpanos de reventarse—. ¡Viejo!
El desafinado canto de Max retumba en la camioneta con tal fuerza que Ash se cuestiona gravemente si debería bajar el vidrio para aventarse a la carretera y seguir viajando a pie, más asume que eso no sería inteligente y que retrasaría una búsqueda que está en cuenta regresiva, tiene hasta que Golzine justifique las cosas con la mafia, se dice a sí mismo, intenta concentrarse en el paisaje acomodándose sobre las fundas de cuerina como si se estuviera derritiendo, está decidido a soportar el viaje con un carácter impermeable, no dejará que lo altere y de hecho, contará como una técnica de mindfulness.
Uno. Dos. Tres. Inhala. Cuatro. Cinco. Seis. Exhala. Siete. Ocho. Nueve. Inhala. Diez. Once. D-Doce.
—Oh my darling, oh my darling.
¡Al carajo la meditación! No tiene paciencia suficiente.
—Oh my darling, Clementine. —Es imposible, no entiende ¿qué diablos hizo para merecer semejante castigo? Sin duda Dios es un sádico.
—Cállate. —Se tiene que bajar los lentes de sol para mostrarle lo violenta que es su cólera y de paso confrontarlo—. ¿Por qué sigues cantando la misma frase?
—Lo siento, no me sé el resto. —Lo entona con una sonrisa tensa sin apartar su atención del camino.
—Tch. —Ash chista regresando su mirada a los prados que crecen al costado de la carretera, aun con el paso del tiempo sigue haciendo un calor de mierda que impresiona licuar la autopista, para nada extrañaba esta porquería.
—Estás algo irritable, ¿eh? —Max lo dice con su típico tono relajado e inclusive juguetón—. ¿Cuándo fue la última vez que viniste a casa?
No le responde, si bien, el propio Aslan le comentó que venía de Cape Cod para que supiera el motivo de su tan exacerbada reacción al sitio no le dio más detalles, bueno, no es fácil volver a "casa" y más considerando que se escapó de ella, no sabe ni siquiera si Jim sigue vivo, seguramente falleció gracias a alguno de sus malos hábitos, tenía una amplia gama de vicios dentro de los cuales escoger, ¿fue el alcohol?, ¿la hipertensión?, ¿la diabetes? o ¿su intolerancia por fin lo metió en una riña que no ganó?
Hay bastante de dónde elegir, después de todo, heredó la personalidad autodestructiva de su amado padre.
—Verte hacer pucheros me recuerda que aún eres un niño. —Dice y lo toma con la guardia baja, ¿no debería tener más cuidado? Max sabe lo que es y lo que puede hacer—. Realmente eres un niño por más que te esfuerces en demostrar lo contrario.
—¡¿Qué dijiste?! —Se exalta provocando que su palma se resbale del manubrio por solo un instante.
—Oh, vamos. —Chilla—. ¿Ahora por dónde? Tú tienes el mapa y yo apesto con las direcciones. —Su pregunta francamente lo cabrea, solo existe un camino por miles de kilómetros más, ¿a dónde podría meterse sino es la autopista?, ¿al pasto con las vacas?, ¿al trigal?, ¿al lago?—. ¿Ash?
—¡Solo sigue derecho!
—Bien. —Tararea—. Oh my darling, Clementine.
—¡Cállate la puta boca de una vez!
Gimotea y lo admite, no está del mejor humor posible.
Es duro volver a casa, desde que Griff se fue a la guerra no solo dejó de ser un hogar, sino que sucedió a un pueblucho atestado de violencia justificada, además, el último encuentro que tuvo con su padre lo vuelve todo más complicado, si bien de adulto ha sido capaz de darle más vueltas al asunto porque necesita encontrar una razón coherente para que Jim haya dicho semejante atrocidad la herida sigue abierta, lo comprende ¿está bien? Probablemente en el cerebro de su papá fue buena idea el gritarle a un niño que se dejara violar mientras le pagaran, es decir, si lo hubiera querido prostituir fácilmente habría encontrado otros clientes en Cape Cod pero no lo hizo, seguramente creyó que pedir plata le daba cierta seguridad, al final, eso le permitió matar a su entrenador
Se confió porque le pagaba.
Pero aun sabiendo esto y llegando a pensar que tal vez esa fue la manera tan visionaria de protegerlo ¿cuál era el resto del plan?, ¿prostituirse para siempre con su entrenador con tal de que no lo matara como a los otros? Vaya mierda, lo peor es que se quedó con eso y aprendió a manipular vendiéndose.
—Joder. —Por eso venir a Cape Cod es un dolor de culo.
—Ya casi llegamos, cálmate.
—Estoy calmado.
—Ajá. —No le cree—. Intenta ser amable con mi pareja cuando lo veas, aquí han sido crueles con él.
Pueblo pequeño, infierno grande, se le hace curioso nunca haber conocido al amante de Max por lo mismo, pero bueno, se escapó cuando tenía ocho años, no es como que le hubiera prestado atención a los adultos además, debe ser un poco mayor de lo que Griffin sería si siguiera con vida, quizás hasta lo conoció ¿no sería lindo poder hablar con alguien de su hermano? Nunca pudo hacerlo, no, no vino por esto, debe desechar la fantasía y recordarse por qué está aquí. Dino. Matará a Dino. Banana Fish.
Eiji.
Eiji confía en él.
—Llegamos, ya nos podemos bajar.
—¿Eh? —Ash mira alrededor y todo luce demasiado ¿familiar? Es decir, el tipejo se estacionó delante de la cabaña de su infancia, pero asume que es un punto de referencia común, sí, acá los pueblerinos son hostiles y la casa está visiblemente abandonada—. ¿Estás seguro?
—Muy seguro.
—Okey.
—Primero debemos pasar al comedor. —Y es toda una putada que justo apunte al "Green Hill Diner".
—A comer algo, claro. —Sin embargo, es el único local de comida en Cape Cod y además auxilia a la comunidad proveyéndoles alcohol y ayudándolos a tolerar sus vidas de mierda.
—Sí, a comer. —Max impresiona confundido—. Tienes razón, debes tener hambre, no hemos parado desde que salimos de Nueva York.
—Pero tú lo propusiste. —Balbucea—. Cómo sea, tus sándwiches apestan, ¿cómo has sobrevivido si ni siquiera sabes cocinar?
—Podría decir lo mismo sobre ti. —Max lo abraza por la espalda como un papá lo haría, la disonancia es tan grande que pierde el aliento y se enturbian sus feromonas, por suerte Max es un beta, sino lo huele puede tragarse sus mentiras—. ¿Cómo has sobrevivido tanto, mocoso?
—¿Qué te puedo decir? —Ríe—. Eiji es un maravilloso esposo cuando lo desea. —Ignorando el natto.
—Tú realmente quieres a ese chico. —No es una pregunta.
—Por eso hay que volver pronto. —Y Ash no lo niega.
—Está bien, comemos algo, le pedimos las llaves de la casa al dueño y te presentaré a mi amado más rápido de lo que te imaginas.
—¿Pedirle las llaves al dueño? —Pero el dueño de este local es...
La vida es una verdadera perra.
Porque apenas entra su mirada se enfoca en la barra y lo ve, luce exactamente a cómo recuerda con su barba desarreglada, su camisa repleta de manchas y sus ojos tristones. Papá. Verlo es una cuchilla directa en el corazón, el dolor es insoportable, es un dolor crudo, la misma clase de dolor a esa noche que regresó a casa con la ropa rota y ensangrentada buscando el refugio de su papá para encontrarse con burlas, para entender que él había seducido a su violador siendo un crío, eso no fue lo más cruel, Ash habría pasado hasta ese punto, la cosa es que cuando se escapó Jim no lo buscó. Era un niño sin recursos ¿qué tan lejos podía llegar? Y aun así, no hubo ninguna alerta Amber, ni un cartel, ni siquiera una noticia local, ¡nada! Se perdió y Jim lo dio por muerto, Ash se juró que lo odiaría al verlo, pero a pesar de todo, estando cara a cara con alguien que ni lo reconoce...
¿Por qué ahora? Realmente la vida disfruta pateándolo cuando está en el piso, nunca lo golpea como para matarlo, siempre lo deja al borde de la muerte extendiendo la agonía lo más dable, eso es peor.
—Glenreed. —Aslan no es capaz de entrar apenas escucha su voz, se queda paralizado como si nunca hubiera pasado el tiempo y todavía fuera un crío—. Te dije que no eras bienvenido, vete o llamaré a la policía.
—Hey, no vine con malas intenciones. —Max alza las manos antes de sentarse en la barra—. Prometí que volvería por él una vez saliera de prisión.
—Sí, pero me dejaste a ese vegetal durante meses, Jennifer tuvo que estar esclavizada asegurándose de que no se muriera en la noche ahogado por su propio vómito o algo así ¿cómo te atreves a volver?
—Le dije que era una medida temporal, suegro. —Los engranajes crujen en su cerebro y quiere reírse por lo estúpidamente cruel que resulta toda la situación—. Y acá estoy, vine por Griffin.
Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griffin. Griff. Grif...
¿Por qué ahora?
Cuando Ash ya se había resignado a dejarlo ir.
—Te llamas Max Glenreed. —Dice para sí mismo tan despacio que ni siquiera es capaz de escucharse.
Griffin le dijo en una de sus cartas que tenía un único amigo real que se llamaba "Max Glenreed", en serio tuvo que haberle preguntado por su seudónimo, así se habría ahorrado esto y no habría venido.
—¿Realmente me negará a mi novio, suegro?
—¿Suegro? —Ash finalmente ríe, más no es una risita divertida—. ¿Tu amante es Griffin Callenreese?
—¿Ash...? —Jim se pone pálido apenas repara en su presencia casi como si hubiera visto un fantasma y ¿no es hilarante considerando la situación? Ja. Ja. Ja—. Pensé que estabas muerto.
—¿Se conocen?
—Vaya porquería. —Ash carcajea—. Vaya porquería. —Se da la vuelta sin escuchar más para escapar.
🐾
La primera vez que leyó el guardián entre el centeno fue porque encontró una copia en la cabaña, le pertenecía a Griffin cuando iba a la escuela (antes de que tuviera que dejarla para ponerse a trabajar) por lo que realmente quería impresionarlo mostrándole lo inteligente que era, más la historia resultó confusa para su mente tan infantil, debe admitir que le gustó el humor de Holden y el amor que pese a todo le tenía a su hermana, sin embargo, habían partes en donde se ponía más existencialista sobre no querer crecer y atrapar a los demás niños antes de que cayeran al vacío que le resultaban... tristes.
Sí.
Le daba mucha tristeza que Holden hubiera llegado a ese punto, más Griff lo animaba prometiéndole que si lo veía acercarse al precipicio él mismo lo salvaría y más adelante hubieron muchos precipicios en su vida, pero no hubo nadie que lo salvara de caer.
Y acá está.
Mirando el campo de centeno en una cabaña rota con el corazón de un niño sangrando en las palmas de un asesino, se siente tan estúpido, era evidente ¿verdad? Era cuestión de ponerle cabeza para así comprender que eran demasiadas coincidencias, por supuesto que su hermano en vez de morir sano y calmo acabó con el cerebro jodido por una droga, al menos ahora sabe que el primer prototipo era de control e hipnosis, muchas gracias destino de mierda, además, ¿cómo es posible que todo sea un resumen de Max y sus amigos? El beta conoce a Ibe, Charlie y Griffin, no le hace ni puta gracia. Nunca se imaginó que eso pasaría y quiere llorar de rabia, incluso sino encontraron el cuerpo había asumido que Griffin se había muerto y ya ¿pero ahora?
Sabiendo que tiene el cerebro podrido, que no es más su hermano, que está jodido y que ni reconoce al hombre que lo ha cuidado por casi diez años siente esperanza y se odia por eso.
Griffin a pesar de todo sigue vivo.
Y está acá.
—¿Por qué? —Ash se hace un ovillo contra sus piernas—. Deberías haberte muerto, ¿por qué ahora?
—Mocoso. —Y definitivamente la última persona con la que quiere hablar es Max—. Oye, en relación con lo que pasó antes...
—Largo.
—Ash.
—¡Qué te vayas!
Pero Max es porfiado y no se va, en su lugar, se sienta en el pórtico a su lado y Ash está muy cansado como para contradecirlo o poner resistencia, basta, hasta él tiene un límite. Se rompió. Está roto. No es más que trizas en el piso. No vale la pena. Crack. Crack. Ja. Ja.
—Griffin me hablaba mucho sobre ti.
—No haremos esto. —No. No. ¡No!
—Todos estábamos jodidos en Irak, pero tu hermano siempre tuvo la esperanza de volver porque te quería ver otra vez más que nada, solía pasar mucho tiempo pensando en qué escribirte en las cartas o qué cosas contarte para que no lo extrañaras tanto, realmente lo salvaste, Aslan.
—Ese nombre ya no es mío. —No lo mira cuando lo refiere, es demasiado doloroso y ya está hastiado de tener que soportar golpe tras golpe tras golpe ¿de qué mierda le sirve que Griff esté vivo si en las dulces palabras de su papá "es un vegetal"? De nada—. Ya no soy ese niño.
—Mocoso.
—Solo... —Ash se sobresalta antes de que lo toque, no quiere su consuelo, se convence de que nunca lo ha necesitado de nadie—. Solo déjame ¿ya?
—Ya. —Max no se mueve—. No diré nada más, lo prometo.
—Mejor lárgate, me harías un favor.
—Ah.
Pero se queda a su lado y Ash no sabe cómo tomarse eso, la ambivalencia lo está matando casi como si estuviera en uno de esos potros medievales en donde lo estiran hasta desgarrarlo, es muy doloroso dejar de pensar en su hermano como si hubiera fallecido y peor, haber conocido a alguien que estuvo personalmente con Griff y sabe a ciencia cierta lo que pasó en Irak, cómo perdió la cordura dado que su hermano no estaba hecho para asesinar y seguramente lo resintió, se enlisto para darle una mejor calidad de vida ¿no? Tarde o temprano habrá visto que él no valía el sacrificio.
—¿Cómo...? —Ash traga duro—. ¿Cómo sigue vivo? Esa versión de la droga te hace enloquecer, ¿no?
—Le disparé en las piernas.
—¿Qué?
—Griff está en silla de ruedas. —Cuando las cosas no podían estar peor le cae otro balde, pero ya no de agua fría, sino que de hielo puro y crudo—. Lo hubieran matado sino lo hacía, tenía que detenerlo.
—Ja, qué noble de tu parte.
—Tu hermano era una persona demasiado bondadosa para estar ahí, no lo resistió y por eso se metió en las drogas, sino hubiera recurrido a esa escapada probablemente habría terminado disparándose en la boca.
—¿Lo estás justificando?
—No. —Max lo mira con seriedad—. Pero yo tuve una pistola en la boca, sé lo qué se siente, no seas tan duro con él por lo mismo, Irak era el infierno.
—Bueno, ¿quién soy yo para criticarlo, además? He hecho cosas mucho peores que las drogas, hasta yo mismo he probado algunas. —En algún punto se volvieron el consuelo entre clientes ¿no es triste?
—Ash.
—Está bien, no es como que me afecte. —Ash sostiene la navaja entre sus manos y la retuerce en su corazón porque quiere que duela, merece que le duela, Griff se fue por su culpa mientras que él está hablando con Max, Dios es injusto, se lleva a los mejores—. Mi hermano es un drogadicto ¡gran cosa!
¿Debería seguir hablando en presente de un cadáver andante? Realmente le dan risa esas ironías en donde finalmente estaba estable, queriendo construir una vida y ¿ahora? Lo siento tanto.
—Él era mucho más que eso ¿sabes? Era sensible, creativo, resiliente, escribía la poesía más preciosa que te puedas imaginar, yo no sé nada de poemas y aun así, siempre me sentaba a escucharlo recitar sus borradores, le costó al inicio, era bastante tímido y retraído con sus creaciones pero creo que me debí ganar su confianza en cierto punto, era adorable.
—Es decir, es tu pareja ¿no? —Decirlo en voz alta se siente raro, ni siquiera se cuestionó la sexualidad de su hermano hasta este punto—. Tú lo dijiste, tú lo escribiste, tú... tú has estado aquí para él.
Y yo no.
Eh ahí el verdadero punto, él no se siente con derecho a esperanzarse por alguien a quien no conoce.
Max probablemente es la única persona que genuinamente conoció a Griff y eso le da mucha tristeza a pesar de comprender el motivo por el que siempre se mostró "bien", pero a Ash también le hubiera encantado conocer al poeta, al ingenuo, al bondadoso, al enamoradizo, así también hubiera adorado conocer al que se derrumbaba, al en plena crisis, al que maldecía, se drogaba, mataba y luego dejaba que esas emociones lo carcomieran, su hermano fue un poco de todo eso, fue mucho más que todas esas farsas bonitas que le construyó, Ash realmente hubiera amado saber quién era Griffin, no puede expresar lo jodido que es tener la certeza de que incluso teniéndolo vivo ya nunca lo conocerá.
Fue.
No lo hizo y debería quedarse con las cosas buenas, con el recuerdo, pero Ash no puede y ya no sabe qué le da más miedo: nunca poder conocer a su hermano o conocerlo en este estado y que eso mate todo lo que Ash alguna vez creyó del soldado, o pierde o pierde, ¿qué gracia tiene?
Solo sabe que se siente muy pequeño y quiere llorar entre sus brazos, desea que lo consuele, que lo estreche como solo él sabía hacerlo y le prometa que lo atrapará si se cae en el centeno.
—Esto es jodido. —Pero Griff no está y Ash mira el centeno a través del barranco—. Es tan enfermizo.
—Lo es.
—¿Sabes qué es lo más gracioso, viejo? —El aludido lo ve con una expresión ininteligible—. No estoy seguro de recordar su cara, tengo una fotografía pero... —Pero. Pero. Pero.
—¿Te gustaría verlo?
—¿Eh?
—Ahora, ¿te gustaría entrar a verlo?
—No. —Max ríe.
—Te entiendo. —Y no lo culpa—. No es un cambio bonito.
—¿Cómo lucía antes de la droga?
—Hermoso. —Ash puede escuchar cómo el corazón del beta se hace mierda cuando lo dice—. Griffin era el omega más hermoso y repleto de vitalidad que había visto, odiaba que le dijera eso, se cohibía diciendo que su apariencia era aburrida cuando nunca pudo verse, no realmente, no con mis ojos.
—¿Omega? —Se atraganta con su propia saliva—. Mi hermano es un beta.
—No, no lo es.
—Sí, estoy bastante seguro.
—Se manifestó allá, fue todo un desastre. —A pesar de la seriedad en sus palabras lo refiere con una risa juguetona y un brillo melancólico propio de un enamorado—. Le compré un collar de protección por lo mismo, quería cortejarlo como se corteja a su casta.
—¿Un collar de protección? —Ash frunce el ceño.
—Sí.
—Cortejarlo, qué raro, usualmente se usan como cadenas, es una medida para que no los muerdan.
—Lo confundí con las gargantillas. —Le explica—. Quería darle un regalo bonito, entonces me escapé durante uno de nuestros campamentos al pueblo más cercano para regalarle una artesanía, me llevó tiempo encontrar algo que fuera del tono exacto de sus ojos hasta que lo hice, nunca pude ponérsela ya que nuestra siguiente parada de descanso fue... bueno, hasta hoy conservo el collar, es mi amuleto de buena suerte, es lo que me recuerda porqué hago lo que hago.
—Debieron estar muy enamorados.
—Sigo enamorado. —Ríe con tristeza—. A pesar de todo.
—Lo siento. —De su boca sale la voz de un niño—. Lo siento mucho por ustedes, merecían ser felices.
—Sí. —Max se apoya contra la pared de la cabaña—. Yo igual lo siento, mocoso.
Entonces Ash hace algo impropio, se deja caer sobre el hombro de Max en un intento para consolarlo o aplacar el dolor, puede que sea extraño sin embargo no le gustaría estar compartiendo el momento de intimidad con nadie más, este es el mejor lugar donde puede estar, acá, hablando con el único en ver a Griffin antes de que fuera un cascarón y quedara vacío, en conocerlo genuinamente, en intentar sanarlo incluso si no hay esperanza, Ash ve lo importante que es Griffin para el vejete y lamenta las atrocidades que le ha dicho, el beta en ningún momento lo invalida, entiende lo mierdoso, asqueroso y triste de su situación.
Max se inclina devuelta, no mucho, nunca invade su espacio personal, aun así encuentra una manera gentil y casi paternal de transmitirle su compañía, acoge todo lo que Ash trae pese al dolor, está bien que lo sienta, al final eso lo hace humano, puede lamentarse y maldecir por sus pérdidas, acá estará.
Acá estará Max porque Griffin no puede estar todavía.
—Esto ya es triste. —Ash rompe la tensión—. Y me está dando hambre.
—Tienes razón. —Max comprende el mensaje: es mucha intimidad por hoy, al menos fue provechoso en términos de la investigación—. Hace tiempo no hablaba de Griff, fue extraño.
—Si te sirve de algo. —Entonces empieza porque no sabe consolar, no tiene esas herramientas—. Te apuesto que habrías sido un cuñado de mierda, te habría odiado, vejete.
—¡Ah! —Max se lo toma personal—. Me habrías adorado, te habría comprado con dulces y juguetes.
—Ahora suenas como un secuestrador de niños.
—¡Mocoso! —Ash le patea la espinilla en honor a Eiji—. Realmente eres todo lo que Griff me advirtió que serías.
—Yo no...
—Y mucho más. —Lo detiene—. Eres mucho más de lo que crees. —Aslan.
—Habrías sido un cuñado de mierda. —Repite haciéndose pequeño—. Pero creo que serías un padre bastante decente, Max. —Y aunque el nombrado no tenga idea aprecia lo significativas que son estas palabras provenientes de un niño que tuvo que construirse él solo para ser devastado.
—Apuesto que tú eres un grandioso hijo.
—Sí. —Ríe—. No estoy tan seguro de eso, pero gracias.
🐾
Sin duda Cape Cod es una experiencia que no repetirá jamás, Ash quedó drenado, no obstante, pudo conocer a Max y darle su confianza, el adulto en todo momento fue honesto y protector, no lo obligó a entrar a la cabaña para analizar la información, Max se encargó de la búsqueda de campo así como de tomar muestras de la sangre de Griffin mientras que él se enfocaba a lo más racional.
No quiso volver a hablar con su padre, no quiso reconectarse con nada que haga alusión a su infancia, no quiso visitar su propia tumba ni los lugares donde fue feliz, no todavía, no está preparado y no se puede dar el lujo de abrir un proceso cuando Dino los persigue, por eso, toma la información y asume que está listo para irse, no fue mucho tiempo, pasaron más sentados en la camioneta, gracioso, ¿no?
Pero hay una cosa que siente que debe hacer antes de irse.
—Griff. —No lo mira, de hecho ni siquiera entra a la cabaña, ve el soporte de una silla de ruedas pero no tiene corazón para más—. Hola.
No hay respuesta.
—Solo vine a dejarte esto acá, finge que es una gargantilla, el viejo no tiene el coraje para regalártela, pero creo que te la mereces, creo que es tuya y ya.
No hay respuesta.
—Adiós. —Ash se aleja—. Te amo, Griff.
Ash se va sin mirar hacia atrás, se monta en la camioneta con Max de regreso a Nueva York y por eso no es capaz de escuchar que Griffin le responde una sola palabra.
«Aslan».
Nos vamos a capítulos de transición bonitos, resolvemos el tema de Arthur porque volvemos a Nueva York y ahí es cuando más fuerte pegara Griffin, así que por mientras podemos ser felices.
Mil gracias por tanto~
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