Un conocido Salvador.
¿?..., Diciembre 17, 1939, Carpa de Primeros Auxilios a 2 hs del Frente, 16:00 PM
Casi medio mes... Es el tiempo que ha mantenido los ojos cerrados desde que lo trajeron por ese severo corte del lado izquierdo del pecho, me aterra pensar que lo hemos perdido pero confío que tarde o temprano despertara y retomara su rifle para seguir luchando.
POV Paaveli:
Hace nada más un rato que desperté... No logro recordar nada después de que me sacaran del frente, en cuanto nos alejamos comencé a perder fuerza creí que quizá no viviría, pero... desperté... No sé dónde, no sé cuándo, y no sé quién me trajo... Pero le debo mucho.
Me podía mover, eso era bueno... así que comencé a buscar algo que pudiera decirme donde estoy, mire por el cuarto pero no había nada que reconociera a excepción de una figura de madera que había en una mesa a mi lado... podría ser de cualquiera, pero no sé qué me llevo a decir ese nombre.
-¿Soukka?- Pregunte levemente.
-Me alegro de verte... Venäläinen...- Me respondió desde la puerta de la sala, ahí estaba perfectamente como si nada hubiera pasado, vistiendo un uniforme blanco junto a sus propias ropas más la escarapela finesa, si el aun luchaba... yo también.
-Oye, me entere que te hirieron mientras estuviste en el frente...- Dijo acercándose. -¿Qué paso?-
Comencé a explicarle la situación, se nota que lo comprendía o no, no lo se... pero sabía que yo me había arriesgado más de lo que debería. Cuando termine solo me respondió
–Recuerda que le prometiste a tu familia no volver en un ataúd, Paaveli.-
Me reí por el comentario, me había hecho gracia recordar una promesa casi vacía que le hice a mi familia.
-Oye, ¿Cómo van las cosas?- Pregunte.
-Aun resistimos, y estamos venciendo por segunda vez a los soviéticos en Suomussalmi, quizá podríamos ganar...- Dijo otra voz.
Era la enfermera rubia del Lotta Svärd, Kaarina Hakalä, Soukka me dijo que ella me había estado cuidando mientras estuve inconsciente, también me dijo que podía volver a combatir, ya estaba recuperado... Aun tenia vendajes en el cuerpo y un parche en la cara, pero eso no me impedía tomar mi rifle de nuevo. Sin embargo, los soviéticos han estado ocupados, a pesar de vencerlos en repetidas ocasiones, ellos seguían llegando cada vez con más fuerza, tenía el presentimiento de que pronto íbamos a caer...
-Yo... Estoy bien?- Pregunte.
-Bueno, has despertado y tus heridas ya están cerradas... Supongo que puedo darte el alta para que vuelvas con tus compañeros.- Dijo Kaari.
-Si quieres cambiarte, tu uniforme esta por allí- Dijo señalándome hacia un lado de la habitación.
Me levante con la fuerza que aún me quedaba para buscar mi ropa, había sido lavada, y mi uniforme blanco estaba arreglado... Tome mi Mosin-Nagant que tanto me había ayudado en los primeros meses y me dirigí a Soukka quien sabia a donde quería ir yo, antes de irnos le di un beso a la Srta. Hakalä como agradecimiento y ambos cargando nuestros rifles al hombro partimos hacia donde quiera que estuviera el frente...
-Las cosas han cambiado drásticamente desde que entraste en coma, Paaveli- Dijo.
-Que... de que hablas?- Pregunte.
-Nos hemos ganado el título al defensor del año, dime ¿Por qué crees que mi uniforme esta así de rasgado?- Pregunto, y antes de que le respondiera dijo.
–Porque yo estuve durante la batalla de Suomussalmi, yo vi lo mal que están los Soviéticos... Paaveli, podemos ganar!- Dijo.
-Sabes que siempre tuve una buena visión sobre las cosas... pero no creo que ganemos. Fui testigo de lo que son capaces de hacer en el frente y conozco las condiciones actuales de la Línea Mannerheim... No aguantaremos mucho.- Respondí.
-Tu crees eso, pero todo el pueblo fines no piensa igual...- Dijo al tocarme el hombro
–Te llevare de nuevo hasta la línea Mannerheim, defenderemos Finlandia hasta el último hombre.-
Las palabras de Soukka me habían hecho darme cuenta, de que todos los finlandeses están unidos contra los rusos, quise llamar a esta unión entre cada fines de la parte más remota del país... El espíritu de la Guerra de Invierno... algo que los Soviéticos nunca nos quitaran. Antes de siquiera salir para irnos, algo me incito a ver dentro de otras salas, todas casi llenas de Fineses malheridos los cuales me hicieron entrar en ira, los rusos nos habían subestimado creían que los fineses éramos muy inferiores a ellos, pero nada más lejos de la realidad.
Ellos jamás lo admitirían pero sabían que les estábamos venciendo.
No quise quedarme más tiempo, así que tome a Soukka del uniforme casi arrastrándolo hacia afuera, y no pidiéndole, sino que casi exigiéndole le pedí que me llevara hasta donde tuviera que luchar.
-Nosotros sabíamos que no ibas a darte por vencido.- Dijo Soukka tranquilamente
Me guió hasta un camión Soviético capturado pintado con las Esvásticas Finlandesas donde otros también esperaban para ser enviados a donde fuera. Tenía dudas sobre aquel camión, pero poco me importaba aun si moría en él, sabía que había hecho una contribución al esfuerzo de guerra Finlandés.
Ese sentimiento de lucha se reforzó al ver a Matti, arriba de aquel camión alentando a las tropas que se comenzaban a marchar.
-¡Soukka! ¡Paaveli! ¡No saben cuánto me alegro de verlos!- Dijo al abrazarnos a ambos. Es claro antes de seguidamente golpearnos a los dos.
-¿Y eso por qué fue?- Pregunto Soukka.
-Eso, fue por mantenerme preocupado el último mes!-
-Ahora basta de formalidades, vamos ¡Tenemos que reforzar a los que resisten en la línea de Carelia!-Agrego.
-¿Aun resiste la Línea Mannerheim?- Pregunte por lo bajo.
-Por ahora, si...- Respondió Matti.
Sabiendo que la situación era delicada, no dudamos en partir inmediatamente hacia Carelia, las dos horas de viaje las aproveche para ponerme al día con los chicos, y sacando algunas victorias los soviéticos ni siquiera habían logrado romper la línea Mannerheim. Oleada tras oleada tras oleada de soldados del Ejército Rojo estaban cubiertos por capas de nieve que cubrían lo que para nosotros era una masacre.
2 hs después, Línea Mannerheim, Sector sur de Carelia, 18:00PM
Al llegar hasta el frente lo primero que pude ver fueron las líneas, que estaban reducidas a múltiples trincheras hechas apresuradamente. Las alambradas que teníamos ya casi no existían algunas incluso estaban aplastadas por los tanques que habíamos podido destruir, tuvimos que ir casi arrastrándonos debido a la poca altura de las trincheras que se veían agravadas por los cráteres que nos dejaban los cañones soviéticos. Eso si agradecíamos la poca cobertura que nos daban los árboles que habían sido derribados.
-Oye Soukka, ¿Que sucedió aquí?- Pregunte
-Te dije que las cosas habían cambiado desde que te fuiste, ahora los chicos que te conocen están de guardia.-
-Agradecerán verte de nuevo aquí- Dijo
Seguimos durante un par de segundos antes de encontrarnos con los restantes chicos de la escuadra de Carelia, la cual había sido muy castigada.
-Saludos desde la retaguardia...- Dije al verles.
-¡Venäläinen!, Ahora si tenemos un centinela bien descansado para esta noche, no es así...- Dijo alguien que me sujetaba del brazo
-Seguro, pero, ¿Qué paso con todos los demás?- Pregunte al no ver a mucha más gente.
-Tu qué crees... Muchos se han tenido que marchar y otros varios han muerto, nos alegra saber que al menos tú sobreviviste.- Dijo Matti, quien venía detrás nuestro.
Me quede callado la saber la noticia, me preguntaba como de muchos yo fui uno de los pocos que regreso.
-Oigan, porque hay tantas líneas... Qué diablos quieren que hagamos con todo esto?- Pregunte.
-Eso pregúntaselo a los soviéticos, han intentado encerrarnos cavando sus propias trincheras durante la noche.
De seguro piensan que somos lo suficientemente imbéciles para caer en eso.- Me respondió otro
-¡Oye Paaveli, ven aquí guarda tu equipo!- Me grito Matti.
Cuando me acerque a la trinchera principal, un chico al que reconocí como un voluntario no despegaba su vista de mí.
-¿Podremos seguir resistiendo?- Pregunto.
–Tu qué crees... Solo el tiempo lo dirá...-
Respondí antes de entrar y tener que comenzar mi guardia esa misma noche.
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