Este primer día tengo esperanzas de matar todo el mal que hay en mí. Y ese mal es mi flojera y el nunca terminar mis historias. Así que este grupo de escritura es mi esperanza.

La primera vez que entré al grupo vi que habían pasado 14 horas desde la publicación de nuestra querida fundadora. Fue un momento agridulce porque otra de mis colegas escritoras ya había publicado su historia. Muy a tiempo. El demonio de la procrastinación me seducía a dejarlo para mañana. Así que decidí hojear lo que mi colega había escrito. Y, vaya, gran sorpresa me llevé.

El escrito de mi colega me hizo recordar que no estamos solos y que tenía que dejar de ser la mujer del mañana y aprovechar el ahora.

Desde luego, mi demonio de la proscrastinación me sigue tentando con aventuras digitales, y jugosos chismes en las redes sociales. El intentar exorcizarlo no será fácil, sin embargo, al ser mi primer día en el grupo y conocer a Susi (Dory White, alias, para mí: Siri) y a Carolina Buenfil me doy cuenta que se debe dar un paso a la vez. Así que este es mi granito de arena.

Todavía no conozco a todos los integrantes del grupo,  espero hacerlo. Leer sus escritos será tan grandioso como atemorizante, porque muchos de ellos tendrán una vasta experiencia en este mundillo de la escritura. Sé que una parte de mí sentirá gran envidia por su gran manejo de las palabras. Sé también que disfrutaré leyendo y me diré que espero tener algún día su habilidad de escritura.

Debo decir que no soy una novata, mas bien soy una viajera: porque voy y vengo. Lástima que en ninguno de mis viajes he llegado a la meta.

No sé si ustedes habrán conseguido llegar al final de uno de esos viajes que hacemos en nuestra imaginación, espero que sí. Tal vez si son bondadosos puedan compartir la gratificante experiencia de cómo es terminar tu primera novela.

Sí, ninguna de mis novelas están terminadas. Tengo el inicio y el final, y jamás he podido poner la palabra Fin.

Una vez escuché que Stephen King escribe un cierto número de palabras al día siempre. Por eso es tan exitoso; su perseverancia es la chispa que debe tener cada escritor. Sé que cada uno de los miembros de este grupo la tiene por eso nos reunimos aquí a exorcizar a ese demonio en común. Me parece que será un viaje increíble y espero llegar a la meta y que todos lo hagamos. Me esforzaré.

Algo que me gustaría saber sobre mis colegas escritores es con qué novela o cuento se encontraron con este demonio de la procrastinación. Dicen que la flojera proviene de lugares oscuros y arcaicos. Y que es un mecanismo de defensa para evitar algo. Quizá la novela o cuento con la que estamos atorados tiene un elemento aterrador oculto. ¿Será cierto? Puede que sea así. Stephen King (lo siento, soy una gran admiradora) dijo que no hay mejor catarsis que sacar tus miedos en los escritos. Así que en lugar de rehuir de esa novela o cuento que tanto hemos dejado en el olvido debemos desempolvarlos y llegar hasta el fin. Bueno, al menos yo espero poder hacerlo, cada quién decidirá qué es lo que más conveniente.

¿Qué espero lograr con la ayuda de este grupo? Supongo que entrenarme, después de todo, la imaginación es como un músculo. Así que a entrenar se ha dicho. Y claro deseo aprender de los escritos de cada uno de mis colegas escritores.

Una cosa más antes de terminar, deseo que me corrijan y expliquen mis errores. Creo que podemos aprender tanto de los errores ajenos como de los nuestros. Como dicen en mi país: echando a perder se enseña. No sé, talvez y no se diga así. Bueno, espero que me entendieran.

Por último, escribiendo esta dinámica aprendí a tener paciencia y a seguir escribiendo aún a pesar de que no tenga nada más que decir o sin total inspiración. Por ello desde ahora si la inspiración no viene a mí yo seguiré sin ella. Quién sabe y la encuentre en el camino.