Baydq no siempre fue la gran reina árabe, todopoderosa guerrera, confiada y valiente; protectora del reino y de su esposo; que todos conocen.

En un inicio; cuando despertó en este lugar donde la guerra lo es todo, donde la batalla es el pan de cada día y donde cada vez que abre los ojos un nuevo oponente aparece frente a ella, en el lugar que los vikingos seguramente llamarían Valhala; ella era solo un soldado raso, carne de cañón, un peón posicionado en el frente de batalla.

Baydq no era débil, ni mucho menos cobarde, pero tampoco lo eran sus aliados y enemigos. Aquí todos eran elites, guerreros de los más altos estándares enfrentados en eterna batalla cada vez que eran invocados. En este lugar donde se trascendió la fuerza física, la inteligencia, la audacia y la estrategia juegan el papel principal.

En esas batallas silenciosas, renaciendo siempre con su figura esbelta, algunas veces con piel blanca como nieve u oscura como una noche sin luna, donde la confianza de Baydq fue rota, moldeada y reconstruida. Cada muerte sin importar si era en medio de una victoria o una derrota, le daban a esta mujer la determinación de llegar al final del campo de batalla, para ascender por encima de todos y reinar con el máximo poder.

Fue en medio de la batalla más larga y ardua donde por fin tomó lugar su ascensión. Baydq apareció en el flanco izquierdo y con el pasar del tiempo todos a su alrededor empezaron a desaparecer. La mayoría de sus aliados murieron en la trampa que idearon contra la reina enemiga, dándole la oportunidad a Baydq de avanzar entre las líneas enemigas. Derrotando a un caballero y pasando la zona protegida por las imponentes torres enemigas.

Al llegar al final del campo de batalla, en medio de una guerra que ya parecía perdida, Baydq se convirtió en la reina que siempre había estado destinada a ser. No solo ella lo noto, todos a su alrededor lo vieron también, pero ya era muy tarde para sus enemigos que desaparecían por donde ella pasaba. Transformando lo que parecía una derrota inminente en una hermosa victoria.

Con una hermosa corona sobre su cabeza Baydq apuntó su espada al cuello del rey enemigo diciendo la famosa frase que cimentó su reinado:

― Jaque Mate.

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Ejercicio sobre el personaje.