06: Novio pt2
Hongjoong siempre había tenido una vida complicada, aunque para los ojos de los demás pareciera lo contrario. Su familia era acomodada, vivían en una casa grande, y nunca le faltó nada material. Sus padres, empresarios exitosos, siempre se aseguraron de que él y su hermano mayor tuvieran lo mejor de todo: ropa de marca, los mejores colegios, y hasta viajes extravagantes. Sin embargo, había un vacío constante en su vida. Sus padres, aunque generosos económicamente, estaban casi siempre ausentes. Viajaban mucho por trabajo, y cuando estaban en casa, se mantenían ocupados con reuniones o eventos importantes. Las cenas familiares eran silenciosas, formales, como si fuera un simple protocolo más en sus apretadas agendas.
Peor aún, estaba su hermano mayor, un joven brillante y ambicioso, pero que nunca tuvo tiempo para Hongjoong. Desde que eran pequeños, su hermano lo ignoraba, lo trataba como si fuera una molestia o, peor, como si no existiera. Hongjoong se acostumbró a las respuestas cortantes, a las miradas frías, y a la indiferencia total. Al principio, intentó ganarse su afecto, siguiendo a su hermano por la casa, buscando atención. Pero cuando entendió que era inútil, que su hermano no iba a cambiar, comenzó a cerrar su corazón a los demás. Así fue como, desde muy pequeño, se convenció de que todos los "hyungs" —los chicos mayores— eran malos.
"Los hyungs son crueles. Los hyungs no te cuidan, no te protegen, no te quieren."
Esa fue la lógica que Hongjoong desarrolló con el tiempo, una coraza que le ayudaba a enfrentar la soledad. Nunca confiaba en los chicos mayores que encontraba en el colegio o en su vecindario, siempre manteniendo su distancia, convencido de que no valía la pena acercarse a ellos.
Sin embargo, esa percepción cambió de manera inesperada cuando conoció a Seonghwa. Era una tarde de verano, y Yunho, un amigo de la infancia, lo había invitado a jugar al parque. Yunho era uno de los pocos amigos que Hongjoong tenía en ese entonces. Siempre alegre y bondadoso, Yunho trataba de integrarlo en sus actividades y hacer que se sintiera parte de algo. Ese día, Yunho no fue solo al parque. Llevó consigo a Seonghwa, un chico un poco mayor que ellos, de aspecto tranquilo y sonrisa cálida.
Al principio, Hongjoong fue desconfiado. "Otro hyung, otro que me ignorará o se burlará de mi" pensó.
Se mantuvo distante, observando en silencio mientras Yunho y Seonghwa hablaban y jugaban. Pero para su sorpresa, Seonghwa no lo ignoró. De hecho, desde el primer momento, Seonghwa lo incluyó en todo. Le preguntó si quería jugar, le ofreció su helado cuando vio que Hongjoong no tenía uno, y lo trató con una amabilidad que el pequeño Hongjoong no había conocido en mucho tiempo.
— ¿No te gusta el helado? —le preguntó Seonghwa, sonriendo de manera genuina cuando notó que Hongjoong seguía callado.
— No es eso, es que... no lo pedí —respondió Hongjoong en voz baja, encogiéndose de hombros.
— Entonces te daré del mío. No me gusta comer solo —insistió Seonghwa, extendiendo el helado hacia él.
Fue un gesto simple, pero para Hongjoong, fue como un rayo de luz en medio de su desconfianza. En ese momento, algo en él comenzó a cambiar.
"Este hyung es diferente," pensó.
Poco a poco, con cada juego compartido, con cada sonrisa de Seonghwa, Hongjoong comenzó a derribar las barreras que había construido a lo largo de los añitos. Seonghwa no solo lo veía, lo trataba como un igual, lo cuidaba de una manera que nadie más lo había hecho.
A medida que fueron creciendo, Seonghwa se convirtió en una figura constante en su vida, alguien en quien podía confiar plenamente. Donde antes había resentimiento y desconfianza hacia los chicos mayores, ahora había admiración y gratitud. Yunho seguía siendo su amigo más cercano, pero Seonghwa... Seonghwa era diferente. Era el primer hyung que no era "malo," el primero que le enseñó que no todos lo ignorarían o lo tratarían con desprecio.
Aunque en su mente, Seonghwa era mucho más que un simple hyung; con el tiempo, se había convertido en alguien especial, alguien que le había mostrado lo que era el verdadero afecto.
Sin embargo, la vida no era tan sencilla, y a pesar de esa conexión, el vacío que Hongjoong llevaba dentro por su familia ausente seguía presente. Y aunque intentaba no pensarlo demasiado, siempre estaba ahí, como una sombra que le recordaba que, fuera del círculo que había creado con sus amigos, la soledad todavía era una parte muy real de su vida.
A medida que los años pasaban, los sentimientos de Hongjoong por Seonghwa comenzaron a transformarse en algo más profundo. Lo que alguna vez había sido admiración y gratitud por su bondad, se convirtió lentamente en algo más difícil de ignorar: amor.
Al principio, no sabía cómo interpretarlo. Siempre había sentido una conexión especial con su hyung, pero cuando esas sensaciones comenzaron a intensificarse, Hongjoong se encontró confundido y asustado. Seonghwa, con su paciencia infinita y su sonrisa cálida, siempre había sido su apoyo incondicional, y cuanto más tiempo pasaban juntos, más evidente era para Hongjoong que sus sentimientos habían crecido mucho más allá de la mera admiración. Seonghwa era alguien que lo comprendía sin palabras, alguien en quien confiaba plenamente.
Pero había un obstáculo, una barrera que parecía insuperable: la diferencia de dos años de edad.
Aunque dos años no parecían tanto a los ojos del mundo, para Hongjoong era un abismo. Seonghwa era mayor, más maduro, y aunque nunca lo había tratado con condescendencia, Hongjoong siempre sintió que esa diferencia lo ponía en desventaja.
"¿Cómo podría gustarle a alguien como Seonghwa?" se preguntaba a menudo.
Además, había otra cuestión que lo atormentaba: no sabía si Seonghwa compartía las mismas preferencias que él. Nunca había tenido indicios claros de que Seonghwa pudiera verlo de una manera romántica, ni siquiera sabía si Seonghwa se interesaba en chicos. Y esa incertidumbre lo hacía dudar aún más.
Entonces, en lugar de enfrentar sus sentimientos, decidió enterrarlos. No podía arriesgarse a perder la amistad de Seonghwa, ni la seguridad que sentía al estar a su lado. Así que Hongjoong hizo lo que le pareció más sensato: trató de disipar esos sentimientos, de dejarlos ir antes de que le hicieran más daño. Fue en ese proceso de alejamiento emocional cuando conoció a Yeosang.
Yeosang era todo lo que Hongjoong necesitaba en ese momento. Calmado, bondadoso y siempre dispuesto a escuchar, Yeosang tenía una personalidad que le recordaba mucho a Seonghwa, aunque en una versión más tranquila y menos reservada. Desde el primer momento en que comenzaron a pasar tiempo juntos, Yeosang se ganó el afecto de Hongjoong con su actitud comprensiva y su naturaleza tranquila. Con Yeosang, las cosas eran fáciles. No había complicaciones, no había barreras, y sobre todo, no había esa tensión emocional que siempre sentía al estar cerca de Seonghwa.
Un día, después de compartir tiempo y de desarrollar una relación cercana, Yeosang le confesó sus sentimientos. Hongjoong, aunque sorprendido al principio, no tardó mucho en aceptar. Yeosang era un buen chico, alguien con quien sentía paz.
"Tal vez esto es lo que necesito," pensó Hongjoong en ese momento. "Alguien que me quiera sin complicaciones, alguien a quien pueda corresponder sin sentirme atrapado por el pasado."
Así fue como comenzó su relación con Yeosang.
Sin embargo, a pesar de su decisión, había una parte de él que seguía atada a Seonghwa. En los momentos de calma, cuando estaba solo con sus pensamientos, Hongjoong se encontraba regañándose a sí mismo.
"¿Lo acepté porque realmente me gusta Yeosang o porque su personalidad me recuerda a Seonghwa?"
Esta duda lo atormentaba a menudo, especialmente cuando notaba los paralelismos entre los dos. Ambos eran gentiles, ambos sabían cómo calmar su mente cuando estaba inquieta, y ambos le ofrecían una sensación de seguridad que siempre había anhelado. Pero no podía evitar sentirse culpable. Yeosang era su novio, y merecía más que ser una sombra de otra persona, un reemplazo de los sentimientos que Hongjoong no había sido capaz de soltar. Se sentía mal por él, por no poder entregarse completamente a la relación, porque en el fondo, aún esperaba que Yeosang fuera quien, de alguna manera, lograra sacar a Seonghwa de su corazón.
Cada vez que pensaba en Seonghwa, había una parte de él que lo reprendía. La realidad era que los sentimientos no desaparecían tan fácilmente. Seguían ahí, agazapados en el fondo de su corazón, esperando un momento de debilidad para recordarle lo que realmente sentía. Hongjoong quería que Yeosang fuera la solución, quería que su relación con él lo ayudara a dejar atrás el amor no correspondido que sentía por Seonghwa, pero la verdad era que, hasta el momento, no lo había logrado.
Y así, día tras día, Hongjoong se encontraba atrapado: queriendo entregarse por completo a Yeosang y dejar atrás sus sentimientos por Seonghwa, pero al mismo tiempo, sin poder olvidar del todo al chico que había sido su luz desde la infancia.
Hongjoong se encontraba en el auto junto a Yeosang, sintiendo una mezcla de nervios y ansiedad mientras se acercaban a la casa de Yunho. La reunión de ese día era especial. Por primera vez, presentaría a su novio al grupo de amigos que había sido su refugio durante años. Pero lo que más le inquietaba no era la reacción de Yunho, Wooyoung o San, sino la de Seonghwa.
Desde hacía un mes, Seonghwa había estado más distante de lo habitual. Hongjoong lo había notado, aunque tratara de justificarlo como "coincidencias." Parecía que nunca lograban coincidir en los mismos lugares, y cuando lo hacían, Seonghwa estaba ocupado o simplemente se comportaba de forma más fría, casi como si evitara estar a solas con él. El cambio sutil lo había confundido, pero había decidido no presionarlo.
Hoy, sin embargo, sería inevitable verse cara a cara. Hongjoong respiró hondo, tratando de calmar los nervios mientras miraba de reojo a Yeosang.
— ¿Estás bien? —preguntó el castaño, quien había notado la inquietud de su novio.
Hongjoong sonrió, intentando disimular su ansiedad.
— Sí, es solo que... estoy un poco nervioso. Es la primera vez que conocerás a todos juntos.
Yeosang, siempre tranquilo, le tomó la mano con una sonrisa suave.
— No te preocupes, seguro que les caigo bien. Son tus amigos, confío en que son buena gente.
Hongjoong asintió, aunque en su mente, la figura de Seonghwa seguía ocupando un espacio. "¿Cómo reaccionará cuando lo vea?"
Cuando llegaron a la casa de Yunho, los recibieron con entusiasmo. Yunho fue el primero en saludar, abrazando a Hongjoong con una sonrisa enorme.
— ¡Por fin, Hongjoong! Estábamos esperando para conocer a tu famoso novio. —Miró a Yeosang con curiosidad, extendiendo la mano para saludarlo—. ¡Soy Yunho, encantado de conocerte!
— El placer es mío —respondió Yeosang, estrechándole la mano con una sonrisa educada.
San y Wooyoung se acercaron enseguida. San, siempre directo, lo miró con ojos brillantes.
— ¡Hongjoong, siempre supe que encontrarías a alguien! —exclamó San, lanzando un vistazo a Yeosang antes de darle una palmadita en la espalda a Hongjoong—. Este chico se ve bien, ¿verdad, Wooyo?
Wooyoung, en cambio, observaba la situación con más cautela, sus ojos afilados tomando nota de cada detalle. Aunque sonrió, su mente estaba trabajando rápidamente, analizando las dinámicas. Miró a Hongjoong, luego a Yeosang, y finalmente, su mirada se posó en Seonghwa, que hasta ese momento había permanecido en segundo plano.
— No actúen como si no lo hubieran visto antes.
Seonghwa, sentado en el sofá, había mantenido una expresión neutral desde el momento en que Hongjoong y Yeosang entraron por la puerta. Aunque su corazón se sentía pesado al ver a Hongjoong con su novio, no podía permitir que los demás lo notaran. Se levantó lentamente y caminó hacia ellos con una sonrisa en su rostro, aunque sus ojos parecían un poco apagados.
— Hongjoong, Yeosang —saludó con un tono suave—. Bienvenidos.
El corazón de Hongjoong dio un vuelco al ver a Seonghwa acercarse. Por primera vez en semanas, lo tenía frente a frente. La sonrisa de Seonghwa parecía genuina, pero había algo en sus ojos que lo inquietaba.
— Gracias, hyung. —Hongjoong respondió, intentando sonar relajado mientras presentaba a su novio—. Este es Yeosang. Yeosang, él es Seonghwa.
Yeosang extendió su mano, educado como siempre mostrándole una tímida y bonita sonrisa.
— Un placer conocerte, Seonghwa. Hongjoong me ha hablado mucho de ti.
Seonghwa asintió mientras estrechaba la mano de Yeosang, manteniendo su sonrisa calmada.
— Lo mismo digo. Hongjoong siempre ha hablado muy bien de ti. Espero que te sientas cómodo aquí.
Aunque las palabras eran cordiales, había algo en la forma en que Seonghwa las dijo que no pasó desapercibido para Wooyoung. Mientras los demás seguían charlando, él mantenía la mirada fija en Seonghwa, observando cada gesto, cada pausa, cada mirada furtiva que lanzaba hacia Hongjoong.
Algo no estaba bien, y Wooyoung lo sabía.
— ¿No crees que Seonghwa está un poco... raro hoy? —susurró Wooyoung a San, que estaba al lado suyo.
San frunció el ceño, mirando a Wooyoung, pero luego lanzó una rápida mirada a Seonghwa.
— No lo sé, parece normal, ¿no? —San se encogió de hombros—. Quizás solo está cansado.
Wooyoung, sin embargo, no estaba convencido. "No, esto es más que cansancio," pensó mientras observaba cómo Seonghwa, después de la breve interacción con Yeosang, volvía a sentarse, casi como si estuviera intentando apartarse del grupo. Notó cómo Seonghwa evitaba hacer contacto visual directo con Hongjoong, y cómo sus respuestas parecían más medidas, como si estuviera controlando cada palabra que decía.
Mientras la tarde avanzaba entre todos, Hongjoong hacía lo posible por actuar con normalidad, aunque la presencia de Seonghwa lo ponía nervioso. Había esperado que la distancia del último mes hubiera sido solo una coincidencia, pero la tensión en el aire confirmaba lo contrario.
Yeosang, por su parte, no parecía darse cuenta de la incomodidad que flotaba entre ellos. Hablaba tranquilamente con Yunho y San, haciéndose rápidamente amigo de todos con su carácter agradable. Pero cada vez que Seonghwa y Hongjoong coincidían en una conversación, la atmósfera se volvía más densa, y aunque ambos fingían que todo estaba bien, Wooyoung, desde su esquina, no dejaba de observar.
"Esto no va a acabar bien," pensó Wooyoung para sí mismo, mientras cruzaba los brazos, analizando la situación en silencio. Sherlock estaría orgulloso de su capacidad de análisis.
Después de un par de horas de conversación, risas y una comida improvisada, Wooyoung y San se despidieron, alegando que tenían otros compromisos, de los cuales San parecía confundido. Yunho, fue un buen anfitrión, pero salió un momento a atender una llamada de sus padres, quienes estaban fuera de la ciudad, dejando a Hongjoong y Seonghwa solos en el salón. Yeosang, por su parte, había ido al baño, dejándolos en una situación que ambos habían evitado durante toda la tarde.
El silencio que se extendió entre ellos fue casi palpable. Hongjoong se removió en su asiento, incómodo, y decidió intentar romper el hielo con un comentario casual.
— Ha sido una buena tarde, ¿no? —dijo, mirando brevemente a Seonghwa antes de apartar la mirada.
Seonghwa asintió, pero no dijo nada de inmediato. Sus dedos tamborilearon en el reposabrazos del sofá, una señal de que algo lo inquietaba. Finalmente, dejó escapar un suspiro bajo, como si estuviera debatiendo consigo mismo si debería decir algo o no.
— Sí, ha estado bien... —respondió, aunque su tono no convencía del todo a Hongjoong.
La incomodidad volvió a apoderarse del espacio entre ambos. Hongjoong sabía que había algo que Seonghwa no estaba diciendo, pero no estaba seguro de si quería preguntarlo. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Seonghwa tomó la iniciativa.
— ¿Sabes? —empezó Seonghwa, con un tono más serio—. Me llamó la atención que no corregiste lo que dije antes... sobre que siempre hablas de Yeosang conmigo.
Hongjoong lo miró, un poco confundido. No entendía a qué se refería exactamente.
— Sí... —respondió cauteloso—. Eso de que siempre te he hablado de él, que yo siempre...
— No, no lo has hecho —interrumpió Seonghwa, su tono ahora más firme, aunque trataba de no sonar acusador—. Nunca me mencionaste que tenías novio. Nunca me dijiste nada directamente sobre él.
La confesión dejó a Hongjoong en silencio por un momento. Se sentía como si el aire entre ellos se hubiera vuelto más denso, y no sabía qué responder. Intentó pensar si realmente le había hablado de Yeosang en alguna ocasión, pero no pudo recordar una conversación clara sobre eso.
— ¿Nunca te lo mencioné? —preguntó, más para sí mismo que para Seonghwa en uno tono de voz muy bajito.
Seonghwa lo miró con una mezcla de frustración y tristeza contenida.
— No, nunca. Todo lo que he sabido de tu relación ha sido por Yunho o Wooyoung y San que revela detalles por accidente . —Se detuvo, buscando las palabras adecuadas—. ¿Sabes lo raro que es enterarse de que tu mejor amigo tiene novio por terceros?
Hongjoong bajó la mirada, sintiendo una punzada de culpa, aunque en el fondo sabía la razón. La relación con Yeosang, por más que no quisiera admitirlo, había sido algo que intentaba mantener separado de su conexión con Seonghwa. No sabía cómo manejar sus sentimientos por su hyung, y eso lo había llevado a no ser del todo transparente.
— No fue mi intención ocultártelo, hyung —dijo Hongjoong, sintiéndose pequeño bajo la mirada de Seonghwa—. Supongo que... no lo sé, fue complicado.
Seonghwa soltó una risa breve, pero sin humor.
— ¿Complicado? —repitió, sin comprender del todo—. No entiendo qué tiene de complicado decirme algo tan importante, Hongjoong. Somos amigos, podemos ser honestos con el otro, o al menos eso creía.
El tono herido de Seonghwa era inconfundible, y eso solo aumentó el sentimiento de culpa en Hongjoong. Sabía que su mayor tenía razón, pero no sabía cómo explicar la verdadera razón detrás de su silencio sin desenterrar todos los sentimientos no resueltos que lo habían atormentado durante años.
— Lo somos... —murmuró Hongjoong, pero su voz sonaba vacilante, como si dudara incluso de eso—. Lo somos, hyung.
Seonghwa lo observó, intentando entender lo que estaba pasando por la mente de Hongjoong. Por un momento, el silencio volvió a reinar entre ellos, pero esta vez estaba cargado de palabras no dichas. Finalmente, Seonghwa dejó escapar un suspiro más profundo, el cansancio emocional comenzando a notarse en su voz.
— Solo... —comenzó, aunque esta vez su tono era más suave—. Me dolió que no me lo dijeras directamente. No es solo que tengas novio, es... el hecho de que pareciera que no era importante para ti decírmelo. ¿Tan distantes estamos ahora?
Hongjoong levantó la cabeza al escuchar esas palabras, sus ojos reflejando una mezcla de confusión y tristeza.
— No es eso... —dijo rápidamente, queriendo aclararlo, aunque sin saber cómo expresar lo que sentía—. Nunca quise que te sintieras así. Hyung, eres muy importante para mí, siempre lo has sido. Solo que... supongo que no supe cómo manejar las cosas, esto es nuevo para mí.
Seonghwa lo observó en silencio, sus ojos buscando respuestas en los de Hongjoong. Pero antes de que pudiera decir algo más, Yeosang salió del baño, rompiendo el momento con su presencia.
— ¿Todo bien aquí? —preguntó Yeosang, sonriendo como si nada hubiera ocurrido.
Hongjoong le devolvió la sonrisa de manera automática, pero dentro de él, sabía que la conversación con Seonghwa aún no había terminado. Habían dejado demasiadas cosas en el aire, y aunque Yeosang no parecía darse cuenta de la tensión, Hongjoong la sentía claramente. Y Seonghwa, por su parte, guardó silencio, manteniendo su distancia, pero con la certeza de que algo entre ellos se había roto, o al menos, estaba cambiando y mucho.
Yeosang, quien acababa de salir del baño, se detuvo por un momento en el umbral de la puerta, observando la escena con una ligera sonrisa. No pareció notar la tensión en el aire o, si lo hizo, no dijo nada al respecto. Con un gesto casual, se acercó a ambos, sus pasos suaves pero decididos.
— Chicos, lo siento, pero creo que es hora de que me vaya —dijo, rompiendo el silencio de manera inesperada. Su voz fue tranquila, casi despreocupada, pero había una pizca de prisa en sus palabras.
El primero en reaccionar fue Hongjoong, quien asintió lentamente, tratando de disimular el torbellino de emociones que sentía por el mayor frente a él quien lucía muy triste.
"Seonghwa hyung nunca estaba triste"
— Claro, Yeosang —dijo con una sonrisa forzada—. Gracias por venir.
Yeosang asintió, como si nada fuera fuera de lo común. — Voy a recoger mis cosas. No tardo —añadió, dirigiéndose hacia la habitación donde había dejado sus pertenencias.
Cuando se alejó, el silencio volvió a instalarse en la sala, pero esta vez se sentía más denso, más cargado de todo lo que aún no se había dicho. Seonghwa, quien había permanecido inmóvil durante los últimos segundos, dejó escapar un suspiro largo, como si de repente todo el peso de la conversación lo hubiera alcanzado.
— Espero que te vaya bien con él, de verdad —dijo de repente, rompiendo el silencio. Su voz era suave, pero había una nota de sinceridad dolorosa en ella—. Mereces ser feliz, Hongjoongie.
Hongjoong lo miró, sintiendo un nudo en la garganta. Por un momento, las palabras se le quedaron atoradas, pero luego se forzó a hablar.
— Gracias, hyung. Prometo que... mejoraré como amigo —respondió con esfuerzo. Sabía que no era suficiente, que no cubría todo lo que sentía, pero no podía decir más.
Ambos compartieron una mirada, y en ese instante, entendieron lo que las palabras no podían expresar. El sentimiento era mutuo, innegable, pero ambos sabían que no podían permitirse admitirlo. Había demasiado en juego.
Antes de que pudieran decir algo más, Yeosang volvió, cargando sus cosas y con su sonrisa habitual en el rostro. — Bueno, hay que irnos. Nos vemos pronto, SeongHwa hyung.
Con un gesto amistoso, Yeosang se despidió y salió por la puerta con Hongjoond detrás, dejando al mayor en un silencio que decía mucho más que cualquier despedida verbal...
Tenía el corazón roto.
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