Tu amistad es mágica...Parte II
-Cherry... ¿Eso hiciste?
Y la rockera torció el gesto, tapándose el rostro, saliéndoseles las lágrimas.
...
Los alumnos continuaron caminando hacia la Cafetería, dejando el drama atrás mientras Cherry se mantenía sin voltear.
-No...no tienes derecho a reclamar nada...- jadeaba Crash, sin detener el llanto -. No tienes...no tienes...tampoco por qué decírselo a Bonbon- se dio vuelta para encarar a Trixie pero dejó las palabras en la garganta al ver que no se encontraba sola.
Sunset Shimmer estaba al lado de Lulamoon y enseguida sintió que estaba de más. Abrió la boca pero la volvió a cerrar para mirar a Trixie.
-Yo...las dejo hablar...
-Sí, gracias, Sunset- le sonrió Trixie y Sunset a ella, para luego mirar a Cherry y tratar de sonreírle también, con confianza.
-No hay mucho qué decir- dijo Cherry mientras trataba de retomar la compostura y Sunset se alejaba. -. No tengo que darte explicaciones. Ni a ti ni a Bonbon.
-Sí que las tienes- refutó, cruzándose de brazos -. ¿Acaso no te diste cuenta que un grupo de estudiantes acaban de escuchar que tenías a Bonbon como interés amoroso? ¿Esperarás a que se entere por sucios murmullos en vez de escucharlo directamente de ti?- negó con la cabeza -. Cherry Crash... ¿Cobarde?
-¿Y tú de cuando acá te crees con el derecho de venir a decirme qué hacer?- reprochó, ceñuda.
-Desde que te metiste con una amiga de Trixie- contestó, firme, y Cherry la contempló -. Bonbon es amiga de Trixie y me compete, muchísimo. Y no quiero que aparte de ser el chisme del momento, tenga que enterarse que lo saben por una discusión en la que está envuelta. Claro, aparte de saber que besaste a Sentry.
-¡¿Besaste a Flash Sentry?!
Una silueta se recargó sobre Cherry, y Trixie agrandó los ojos.
-¡Derpy!- se quejó la ilusionista y volteó, mirando al grupo de sus amigos caminar más atrás. Entre ellos Bonbon.
-¡Eso es una bomba!- celebraba Derpy ingenua mientras daba brinquitos pero se detuvo de golpe, para mirarla mejor -. Pero no tienes cara de haberlo disfrutado, ¿Tan mal estuvo?
-¡Por Dios, Derpy, vete!- exclamó Trixie desesperada.
-¿Qué pasa?- preguntó Lyra con el resto tras ella.
Derpy se volteó a ellos, abrió la boca para hablar o más bien, chismosear, pero entonces Trixie se abalanzó sobre su espalda para taparle la boca desde atrás y ambas cayeran al suelo.
-mammameemme- se quejaba Derpy, forcejeando con Trixie.
-La caída no estuvo planeada, Trixie lo siente pero no dejaré que seas una chismosa.
-mamemema.
-¿Qué?
-ammamme.
-Trixie te soltará pero más vale que no chismosees- y la soltó.
-¡Mi mufffiiiin!- lamentó y Trixie sólo ahí se dio cuenta que Derpy tenía una bolsa de papel en una mano, la cual se aplastó por la fuerza de la caída.
-¿Qué te sucede, Lulamoon?- se quejó Whooves para levantar a una lamentosa Derpy que ni bien de pie, abrió la bolsa para tomar el postre y ver cómo se deshacía en su mano, cayendo trozos y migajas al suelo.
-¡CRUEEEELLDDAAAADDDD!
-Lo...lo siento, Derpy- se apresuró Trixie -. Trixie te comprará los que quieras en la Cafetería pero en serio lo siento.
Derpy la miró y asintió, lentamente.
-Igual me lo merezco por querer ser chismosa.
-Pues...sí.
Derpy miró a Cherry.
-Lo siento pero...- entrecerró los ojos y se desconectó la disculpa -. ¡Wow! En serio tu rostro... ¡Te ves terrible! Debes estarla pasando muy mal, ¿no?
Cherry descompuso un poco el rostro haciendo notar a los demás la imprudencia de Derpy. Pasado esto, Cherry no pudo evitar mirar a Bonbon y Bonbon a ella.
-¡Necesitas un muffin con urgencia!- corearon Whooves y Trixie, tomaron a Derpy de cada mano y la condujeron a la Cafetería.
-Vamos, Bonboncito- le dijo Lyra su amiga enroscando un brazo al suyo y miró a Cherry. -. Disculpa a Derpy, a veces puede ser imprudente. Pero en serio espero te sientas mejor, sea lo que te ocurre, ¿ok?- le sonrió.
Como si no fuera de por sí incómodo, el comentario hizo que Bonbon torciera el gesto y Cherry mirara hacia otro lado. Lyra haló a Bonbon para caminar pero ella no movió ni un músculo y se soltó de su brazo.
-Espera- le dijo -. Tengo que hablar con Cherry.
"¿Por qué la tortura continúa?", se preguntó Crash mientras Lyra asentía y se marchaba con Bicmac tras el resto.
Bonbon la miró y Cherry cerró los ojos, realmente no quería estar ahí, oírla.
-Sólo...- comenzó Bonbon –quiero decir que...lamento que estés así por mi culpa.
Cherry se golpeó la frente con una mano, paseándosela por el rostro con fuerza que parecía querer arrancárselo que hizo a Bonbon arrugar la frente.
-¿Qué quieras que te diga, Bonbon?- preguntó con voz amarga-. ¿Gracias por el pésame? Pues gracias.
Bonbon desvió la mirada mientras Cherry ya no se aguantaba nada.
-Besé a Flash Sentry- escupió -. Lo besé y ahora Mistery me odia, porque a ella le gustaba. Ahora por reclamarme, ida del dolor, un grupo de estudiantes escucharon que me gustas y ya sabes cómo son los rumores de pasillos que pueden tergiversar todo.
Los ojos celestes de Bonbon de los firmes y duros que siempre están, flaquearon, pero permaneció sin reaccionar. Cherry apretó los dientes ceñuda.
-¡Di algo, Bonbon! ¡No te quedes con esa cara inexpresiva en un momento como este!- sonó la boca, encogiéndose de hombros -. ¡Y bueno! ¿A mí que me debe importar? Ya cumplí con decirte, pero te dije del beso sólo por lo que provocó, no porque deba darte explicaciones. ¡Qué te importa! ¡A mí no me importa! Yo...yo...- hizo una pausa, porque ni ella misma se creía sus palabras. Los ojos de Cherry vidriaron con fuerza -.¡¿Por qué me haces sentir de esta manera?!- le reclamó -. ¡¿Por qué me debilitas en vez de hacerme sentir fuerte?! ¿Por qué influyes tanto...en mi sensibilidad? Ni Sweet ni Stormy me han hecho sentir...lo que tú me haces sentir...yo te...tú...- y rompió una vez más en llanto.
Y era estúpido. Bonbon era una pesada, una huraña, no ponía miel en la flecha al decir lo que piensa, siempre seria, hasta sin expresión, con su ceño fruncido, la hacía enojar, ¡Rabiar!...pero así la quería, porque sabía que podría ser dulce, sensible, honesta, era única, con estilo propio y algo más tenía, algo que le provocaba atraparla sin poder mirar a nadie más.
Y es que se había enamorado de ella. Lo que sólo causó que se deshiciera en más lágrimas.
Bonbon de a poco levantó el rostro para mirarla. Caminó para estar frente a ella, le quitó las manos de su rostro y admiró sus ojos dorados llorosos mientras le bajaba las manos y los enredaba con los de ella.
Cherry se quedó con un signo de interrogación sobre su cabeza pero toda duda se disipó cuando Bonbon se le acercó y le dio un corto beso en los labios, para después darle otro y otro hasta abrirlos completamente y adueñárselos, saboreándolos, perdiendo cuidado, como queriendo borrar el beso de Flash y le agarró el rostro, con ambas manos, apretándolo. Cherry sintió su corazón palpitar con fuerza, ya que nunca Bonbon la había besado tan...suelta.
-Yo te empujé a ese beso - le dijo entre besos que Cherry devolvía enseguida, hasta torpe, con temor que lo esté sólo imaginando -. Dime qué beso te gusta más. Dime quién te gusta más y si no es el mío, me iré.
-No, no te vayas- jadeó, rodeándola con sus brazos -. No te vuelvas a ir, te quiero a ti, lo juro, Bonbon, tus besos- hizo pausa para seguirla besando, como si competían cuál de las dos dominaba -. Tus besos...no tengo palabras, me vuelves loca, con tu forma de ser, con tus ojos duros, con esa sonrisa rara en tu rostro y tus vestidos...rayos, te extraño, no me dejes de nuevo- suplicó quebrándole la voz -. Eres mi Lady y yo tuya. Pero no vuelvas a dejarme. No juegues conmigo...Por favor.
Bonbon sintió húmedas sus mejillas, pero no eran sus lágrimas. Abrió los ojos y se separó para ver cómo en el rostro de Cherry se le resbalan hilos de lágrimas.
En tan sólo imaginar que ella era la causante de esas lágrimas, de aquel rostro roto, hizo que su corazón se revolcara.
Bonbon retomó el beso, enroscando su cuello hasta levantar con la punta de sus pies y Cherry la envolvió, devolviéndoselo.
Sus corazones iban muy de prisa, y tenían muy poca intensión de parar. Por lo que la rockera se movió, sin detener el beso ni alejar a Bonbon en ningún momento, torpemente llegando a una puerta, la abrió de golpe y la hizo entrar elevándola un poco del suelo y girándola para que pasara. Cerró la puerta con el mismo cuerpo de Bonbon para apegarla en ella pero la vibración del golpe al cerrarse las hizo separarse un breve momento pero enseguida reclamaron para fundirse de nuevo en sus labios.
El aula vacía acentuaba el sonido de sus respiraciones irregulares y de sus labios moverse, entregarse, con demasía, cuando Cherry desvió sus labios de los suyos. Bonbon sintió cortos besos detrás de su oreja que bajaban de vuelta al cuello, cerrándosele los ojos y suspirando entre su cuello disfrutando de la sensación que la hacía sentir que brillaba, alzando su mano a su cabello corto verde y haciendo puños entre unos mechones que animó sólo los besos de Cherry, robándole más suspiros y que su corazón terminara por enloquecer.
"¿Por qué no puedo dejarla ir?", se preguntó Bonbon, rozando sus labios a un lado del rostro de Cherry acariciando su cabellera. Tal vez porque quería que se quedara.
No había que negarse más, darle más vuelta. Quería esto. Quería sentirse así, con ella, y no perderlo de nuevo. No dejaba de ser la misma Bonbon que todos conocían, sólo porque lo que se supone que debía sentir por un chico, lo había sentido por Lyra y ahora, por Cherry Crash...ambas chicas.
Sabía la intolerancia que aún existía. De tantas cosas que se dicen...que se escuchan...algo que se le venía encima al aceptarse y aceptar a la chica que la hacía sentir tan querida y a quien quería.
Como adivinando sus pensamientos, Cherry de explorar entre su cuello se apartó, le tomó el rostro que estaba rojo ante sus besos y la hizo mirar, comprobando al fin una expresión diferente en ella que no sea seriedad o ninguno. Veía sus ojos celestes más suaves y con cierto brillo, mirándola fijo, con ternura, sus facciones también se habían suavizado, sus labios estaban levemente separados, de donde salía un aire caliente que acariciaba el rostro de Cherry y el sonrojo de sus mejillas, la hacían ver tan dulce y tierna...representando al fin la razón de su nombre.
Cherry sonrió. Veía amor en el rostro de Bonbon.
-Estoy contigo, Bonbon- le dijo, firme y seria, comprometida -. Trixie tiene razón. Debo ser más paciente y lo seré porque te quiero. ¿Me oíste?- volvió a besarla -. Te quiero, Bonbon- y le tomó una mano para colocarla sobre su pecho, donde podía sentir un enloquecido corazón latir desaforadamente.
-Yo...- balbuceó, sorprendida de que su corazón latía...exactamente igual al suyo. Cerró los ojos pero los abrió enseguida, sonriendo, soltando por primera vez un: -. Te quiero- y la sedujo bajando las manos, con sus ojos concentrados sobre los suyos, mientras la acariciaba lentamente a los lados de su cuerpo hasta llegar a su cintura y la haló hacia ella, pegando sus vientres, lo que hizo suavizar sus ojos dorados y sonrojar las mejillas, mirándola con cariño y Bonbon elevó la sonrisa, sólo esa que Cherry le provoca sacar, juntando sus frentes, susurrando: -. Yo también te quiero, Cherry Crash- hizo unir de nuevo sus ya algo cansados labios, y sin saberlo, dijo lo que Cherry tanto necesitaba escuchar: - vales todo para luchar, por ti.
...
La Cafetería, como siempre, estaba en ese ambiente típico de cubiertos que chocan contra los platos, conversaciones que se enredaban con otras y una que otras risas se escuchaban...cuando la puerta se abrió de par en par.
-¡Beatrix Lulamoon!
Trixie agrandó los ojos y la comida que tragaba se quedó en plena garganta que Derpy se puso de pie en un salto y le dio un sólo puñetazo en la espalda. La comida resbaló pero...
-¡Casi le vuelvas los pulmones a Trixie!- bramó la ilusionista pero no tuvo tiempo para eso, sino para encontrar a su padre entrar a la Cafetería, buscándola -. Oh, no- se puso nerviosa.
-¿Ése es tu padre?- preguntó Bicmac levantando una ceja.
-¡Parece furioso!- exclamó Lyra, curvando las cejas.
-Trixie lo sabe...- jadeó para ponerse de pie e ir a presentarse.
La joven caminó hacia él y al escuchar los pasos, Serverus apenas la vio, caminó hacia ella, le tomó un brazo y la haló de golpe en su dirección.
-Padre...- murmuró, mirando a sus compañeros, avergonzada de que la tratara así frente a todos.
-¡Ahora no, Beatrix!- la frenó para halarla a la fuerza para que lo mirara de frente ante su colérico rostro-. ¡Ni sabes en el lío que te has metido! ¡¿Cuándo dejarás de ensuciar nuestro linaje?! ¡¿Cuándo actuarás como una Lulamoon?!
Y los ojos rosados oscuros de Trixie se vidriaron, mirando hacia abajo, sintiéndose nada mientras empezaba a hiperventilar.
-¡Trixie!- se puso de pie Sunset Shimmer desde su mesa y Serverus al verla, algo encendió la llama de su furia.
Mientras Sunset lo miraba preocupada, Serverus lo hacía con amenaza, y ella no entendía el por qué.
-Padre, basta...- murmuró Trixie, mirándolo con ojos caídos.
-Señor Lulamoon- ingresó Celestia a la Cafetería -. ¿Qué es este espectáculo en mi escuela?
-¡Yo sólo vine por mi hija!- exclamó, desviando la mirada de Sunset, quien hizo el movimiento para ir hacia ellos pero Trixie le lanzó una mirada y negó con la cabeza para que se quedara en donde estaba.
-Si acostumbra a tratar a su hija de esa manera en su casa, no permitiré que lo haga bajo el techo de mi escuela- encaró Celestia, ceñuda y firme -. Y no debería de hacerlo ni en su casa. Esas no son maneras de tratar a un hijo, por más enojado que estuviera.
Serverus la ignoró por completo y caminó de prisa hacia la salida, arrastrando a Trixie en el trayecto como si fuese un saco qué tirar.
-¡Trixie!- volvió a exclamar Sunset sin resistir el trato hacia ella y se alejó de la mesa pese los peros de sus amigas.
-Sunset...- la llamó Celestia, tras ella.
-¡No!- le refutó, mirándola decidida y Celestia la contempló -. No puedo permitir que Trixie sea tratada así, no puedo...ella ya no está sola, ¡Me tiene a mí!- y se giró para ir tras ellos pero...
-¿Y qué vas hacer?- la atajó tomándola de un brazo y la hizo mirar -. Sólo complicarás las cosas y vas hacer que Trixie pase mayor vergüenza.
-Pero...
-Dale un día. Habla con ella mañana cuando venga, cuando las cosas se calmen.
Mientras Sunset se resignaba, Serverus caminaba hacia donde Trixie le indicaba donde estaba su casillero, en donde Bonbon estaba pegada al suyo y Cherry frente a ella, con un brazo rodeándole el cuello lo que hizo a Serverus agrandar los ojos.
-Trixie- soltó Bonbon haciéndose a un lado al verla halada de su padre y rompieron la cercanía. -. ¿Qué sucede?
-Recoge todo- dijo Serverus a su hija, que una vez que sacó la mochila iba cerrando su casillero.
Trixie lo miró arrugando la frente, queriendo refutarle pero la mirada ácida la detuvo.
-He dicho...
-Ya voy- y empezó a recoger sus cosas.
Bonbon frunció el ceño, mirando las extremidades de Trixie temblar como hoja.
-Señor, ¿Qué sucede?- le preguntó Bonbon, preocupada.
Pero Serverus la ignoró, como si no fuese con él.
-¿Puedo ayudar en algo?- insistió.
Bonbon se lo quedó mirando sin tener respuesta. Entonces Cherry le tomó la mano y le besó un hombro y luego los nudillos, lo que hizo que el hombre endureciera más el rostro. Bonbon se dio cuenta de lo que quiso demostrarle Cherry con ese gesto y percibió con sabor amargo la reacción de Serverus. Miró a Cherry y ella asintió una vez.
-Pues lo siento- le dijo Bonbon firme captando el mensaje -, pero Trixie es mi amiga, no me importa, porque me preocu...
-Estoy bien, Bonbon- le interrumpió Trixie, dándole una forzada sonrisa. -. Por favor, vete almorzar.
-No, Trixie.
-Bonbon- suplicó con los ojos vidriosos y su amiga la miró, impotente, siendo halada suavemente por Cherry.
-Cuídate, Trixie- deseó Cherry y miró a Serverus -. Con permiso y buenas tardes- y ambas se fueron de allí.
-¿Ya guardaste todo?- preguntó su padre.
Trixie despegó la última cosa de su casillero, ahora completamente vacío, como su pecho. Le tembló la barbilla al abrir la boca.
-Me... me sacarás de Canterlot High, ¿cierto?
-Obvio que sí.
A Trixie se le resbaló una lágrima, con los ojos bien abiertos mientras bajaba la cabeza.
-¿Por qué?
Su padre no contestó, sólo la volvió a tomar del brazo y la haló a la salida, hasta el auto negro y entraron.
Una vez en la mansión, Serverus no perdió tiempo y la condujo hacia la sala, donde un hombre con uniforme de cuerpo entero aguardaba frente a una laptop y se marchó hacia la otra habitación apenas ingresaron. Serverus reprodujo un video y la hizo sentar para que lo vea.
Trixie al principio no reconoció lo que veía, ya que estaba en modo nocturno, pero entonces vio una silueta familiar, una silueta que parecía hablar sola, que después se puso a llorar, como si abrazara a alguien cuando era la única en la habitación. Después hubo silencio, un par de minutos de silencio para después esta desprendiera alas de fuego de su espalda. "¡TU NO ERES TWILIGHT SPARKLE!" bramó la criatura que empezó a atacar con bolas de fuego el lugar.
Trixie se llevó una mano a su pecho y la otra a su frente, admirada al ver lo que la cámara de seguridad del juego de la Casa de los Espejos grabó cómo Sunset Shimmer incendió el mismo. El video continuó mostrando cómo se elevaba hacia el tumbado, tirando fuego hasta tomar vuelo y atacar a una persona. A Pinkie Pie.
Trixie sentía el corazón acelerado, desconociendo a la criatura que arrinconaba y amenazaba a su propia amiga.
-¡Esa es tu amiga!- exclamó Serverus señalando la pantalla-. ¡La que invitaste a la gala! ¡A la que pudo causar otra tragedia como esta ya que atacó verbalmente a tu prima!
Trixie desprendió la mirada del video para verlo.
-¡Así como lo oyes! Tu tía me llamó llena de pánico, ¡Tu "amiguita" amenazó a Lady Honey!
-¡No, no es cierto!
-¡Hay testigos, Beatrix! Su pareja y otros jóvenes vieron lo sucedido- sacudió la cabeza -. ¡¿Y qué se supone que es ella?! ¡¿Qué clase de criatura es para transformarse y atacar a la gente?! Tu prima dijo que su temperatura estaba hirviendo, que hasta vio fuego salir de ella pero su madre no le creyó. ¡Pero con este video aporta que es verdad! ¡¿Qué si se hubiera transformado en la gala?! ¿Qué clase de amigos tienes, Beatrix?
-¡Ella no estaba consciente de lo que hacía!- la defendió, poniéndose de pie -. ¡Ella no sabe lo que le pasa!
-¡Pues que se vaya a averiguarlo! ¡Tú no volverás a verla, ni a ella ni a ninguno más de esa escuela! ¿Qué pasa por la cabeza de Celestia y Luna al permitir esta locura?
-¡Sunset Shimmer no es lo que crees! ¡Ella y sus amigas han defendido la escuela de otras amen...!- se mandó a callar con los ojos desorbitados.
Había roto el pacto de silencio.
-¡¿Cómo?!- explotó -. ¿Hay más como ella? ¡¿Cómo?! ¡¿Qué?! ¡No entiendo cómo pueden...!- decía ido de la indignación. -. ¡No, esto es un peligro para nuestra ciudad!
-¡Padre, escúchame!
-¡Hay que hacer algo! ¡Esto lo tiene que saber la alcaldesa, el presidente! ¡Deben deshacerse de ellas!
-¡NO!- gritó pisando con fuerza el piso con un pie -. ¡No voy a permitir que destruyas la vida de mi mejor amiga!
-¡¿Mejor amiga?! ¡Beatrix, por favor, ¿Qué tienes en la cabeza?! ¡Ese monstruo no es tu amiga! Y jamás, ¿escuchas? ¡Jamás volverás a verla! ¡Yo mismo me ocuparé de eso! ¡Ni a ella, ni a ninguno más de Canterlot High!
-¡No es un monstruo!- explotó Trixie -. ¡Y no puedes, no puedes hacerme esto! ¡Sunset Shimmer me enseñó sobre la amistad, me enseñó a ser amiga para los amigos que tengo ahora! ¡Enseñó a Trixie que existe toda clase de amor! ¡Yo amo a mis amigos y esperaré a que mi corazón me diga a quien besar, no cuando por una orden tuya para que Trixie se acerque al primer buen hijo heredero que quieres hacer nuero! ¡Así que no puedes alejarme de ella porque es la persona más importante de mi vida, la única que le ha dado esperanzas a Trixie, la única que creyó en Trixie cuando nadie no y ha hecho a Trixie más feliz de lo que ha sido en años, permitiéndole sentirse realmente querida y hacerle dar cuenta que puede entregar lo mismo!- tiró una risa amarga -. ¡¿Pero tú qué sabrás de eso?! ¿Amor? ¡Desprecias a mi madre, me separaste de ella por años y me limitas sus visitas! ¡No puedo verla, no puedo amarla como quiero!- agitada y llorando, se llevó las manos hacia su pecho, donde su corazón se aceleraba caóticamente -. ¡Trixie tiene mucho amor que dar y no podía hacerlo, pero cuando al fin lo puede hacer ¿Me lo vas a quitar?!- se sacudió y lo encaró de frente -. ¡No es justo! ¡A mí sólo me controlas, me regañas, me exiges y exiges, me presionas y Trixie está harta, harta de sentir que te decepciona todo el tiempo por más que se esfuerza a ser alguien que no es!- lo señaló, temblándole el brazo -. ¡Tú nunca amaste a mi madre, tú nunca amaste a Trixie! ¡Tú no amas a nadie ni a nada más que al apellido Lulamoon!
Trixie estaba temblando, con el corazón agitado, latiéndole demasiado de prisa. Se desconoció totalmente, que pese el miedo que le tenía a su padre, pudo disparar las palabras que tanto retenía. Tantos años acumulando, aguantando todo, la hizo explotar hoy. Y es que no podía...no debía...no quería que le quitara lo único bueno que al fin había encontrado en su vida; la amistad y su magia de convertir una vida amarga, en una más dulce.
Cerró los ojos, dejando derramar las lágrimas frustradas mientras su padre sólo la contemplaba.
-Beatrix...- habló con rejalada calma que perturbó más a Trixie, haciéndola mirar -. Tienes dos opciones...
...
Era tarde.
Más de la medianoche.
Pero Trixie estaba con su ropa de siempre, sentada en la orilla de la cama, recibiendo la brisa fría que salía del balcón de su cuarto...más enorme y vacío que nunca envuelto en su oscuridad, solo una débil luz de la luna llena y cielo estrellado que salía de su balcón, iluminaba una pequeña parte de la habitación, y Trixie tenía la mirada prendida hacia esa luz.
Cuando al fin escuchó unos pasos afuera, salió de aquel trance, suspiró y se levantó, presentándose en el balcón ante Rainbow Dash y Fluttershy, que se hallaban transformadas, con sus orejas de pony, cabello largo y alas.
-Debe ser muy importante para que me hayas llamado y nos pidas transformarnos- dijo Rainbow con seriedad.
-Lo es- asintió Trixie.
-Las...las demás ya nos están esperando- avisó Fluttershy.
Trixie asintió y levantó los brazos. Rainbow y Fluttershy se intercambiaron miradas para después tomar cada una del brazo a la ilusionista y se desprendieran del suelo, hacia arriba, hacia lo más alto para no ser vistas y sobrevolaron enormes y elegantes mansiones, después casas comunes y luego edificios, deteniéndose en uno en específico.
Al aterrizar en la terraza, estaban Pinkie Pie, Rarity y Applejack. Todas usaban un liviano suéter, ya que la temporada de frío y lluvia estaba por iniciar.
-Trixie...- habló Rarity caminando un par de pasos con las cejas curvadas y manos entrelazadas -. Querida, ¿Qué sucede?
-¡Si! ¡Estoy nerviosonadísima!- chilló Pinkie Pie sacudiendo los brazos con brinquitos.
-Las cité aquí- empezó Trixie, viendo a cada una de las cinco reunidas –porque Trixie se va.
-¿Eh?- soltaron todas.
-¿Cómo puedes irte? ¡Acabas de llegar!- se exasperó Pinkie y la sacudió de los hombros -. ¡No te vayas sin decirnos por qué nos reuniste!
-¡PINKIE!- retaron todas. No era tiempo de su inofensiva mente distraída y Applejack la separó de Trixie.
-¿Cómo es eso que te vas, Trixie? ¿Adónde? ¿Por qué?- cuestionó la vaquera.
-¿Es por eso que tu padre entró enfurecido?- quiso saber Fluttershy, que en tan sólo recordar la escena se ponía nerviosa.
-Chicas...- suspiró y del bolso que cruzaba sobre su pecho sacó un disco. Lo contempló un momento y se los estiró -. Aquí...está el video en donde Sunset Shimmer se transforma, incendia el juego y ataca a Pinkie Pie.
Todas enmudecieron, petrificadas de la sorpresa mientras lo único que se movía eran sus cabellos que danzaban a un lado de sus rostros por la fría brisa nocturna. Applejack fue la primera en reaccionar, mantuvo la compostura mientras le recibía el disco.
-Con razón no la citaste a ella. ¿Pero cómo...?
-Entre los escombros de lo que queda del juego encontraron una cámara- informó –un trabajador lo vio y como el padre de Trixie estaba presente, ambos lo vieron y reconoció a Sunset. Él la conoció cuando estaba en el hospital y la presenté como mi amiga, entonces, eso lo volvió loco, de que un...- torció el gesto- "monstruo", como dijo él, sea amiga de Trixie...- bajó la mirada –mi mejor amiga- tomó aire y las volvió a mirar -. Me dijo que sacaría a Trixie de la escuela y que me separaría de ella y el resto de mis amigos. Tuvimos una fuerte pelea, en la que Trixie se reveló y pudo sacar todo lo que sentía. Entonces mi padre me dio dos opciones. Uno; era quedarme en la ciudad, en Canterlot High, pero contemplando cómo capturaban a Sunset para ser encerrada, estudiada y averiguar al resto de estudiantes que son como ella. Es decir, las terminaría por encontrar a ustedes. Tal vez a Sonata. Mi padre es muy influyente y es capaz de todo, mover cielo y tierra con tal de encontrarlas. Dos; guardaría el secreto, "pagaría" el silencio del trabajador y me entrega la única evidencia, si Trixie se va a un internado fuera del país donde me puedan "corregir" y...bueno, que Sunset se marche.
-¿Se marche?- dudó Pinkie.
-¿Cómo? ¿Que regrese a Equestria?- preguntó Rainbow.
-Sí- asintió -. Trixie no puede hacer mucho. No sé qué hacer pero ustedes sí, es decir- miró a la vaquera -. Ustedes tienen más tiempo conociéndola. Tienen a alguien como Twilight Sparkle para saber qué hacer. Fueron sus primeras amigas y tienen un lugar en su corazón, en su vida, que Trixie no ha logrado entrar del todo. Son las únicas que pueden ayudarla. Por eso...- cerró los ojos –las dejo en sus manos. Por favor, ayúdenla. Trixie prometió salvarla...pero no puede hacerlo. Se me va de las manos...es asunto de magia, de Equestria...y yo no participo nada en eso.
-Trixie- exclamó Applejack levantando una mano a su hombro y con la otra le levantó el rostro para que abriera sus ojos vidriosos y llenos de tristeza -. La estás salvando al sacrificar tu ya de por sí corta libertad. Y siempre podrás salvarla, mientras la otra persona lucha hombro a hombro para serlo. Sunset lo ha estado haciendo y ella misma se salva todos los días. Claro que haremos todo por ayudarla y luego iremos por ti. Lo prometo- y la sorprendió con un abrazo -. Lamento haber dudado de ti. Eres una amiga de verdad y me hubiera gustado que seas mi amiga cuando tuve la oportunidad.
Trixie entrecerró los ojos y le correspondió el abrazo, rodándole las lágrimas. Las demás se acercaron y se unieron al abrazo grupal hacia la ilusionista, ante tal muestra de lealtad y una suave y confortante energía las envolvió, fundiéndolas.
-¿Y cuándo te vas?- preguntó Fluttershy que se les desbordaba unas lágrimas.
-Mañana. A las nueve a la mañana sale mi vuelo.
-Te...extrañaremos- habló Rainbow Dash y le estiró la mano -. Te voy a extrañar, Trixie.
La ilusionista sonrió tomando su mano pero ambas se juntaron en un abrazo.
-Fue un honor y divertido ser tu rival, Dashie.
Y la deportista la apretó más.
Trixie había pedido encontrarse en ese edificio por una buena razón. Después de aclarar todo, la joven bajó de la terraza, tomó el ascensor y bajó hasta el octavo piso. Se acercó a la puerta 305, tomó su celular y marcó un número. Esperó.
-¿Trixie? Son las...
-Trixie está en tu puerta. Sal- se limitó en decir para colgar.
Par de minutos después, una despeinada y adormitada Bonbon la recibió en pijamas. Trixie sonrió entre su semblante triste. Hasta para dormir usaba un delicado vestido.
-¿Estás loca? ¿Qué haces aquí? Una cosa que yo te llame en la madrugada y otra que tú vengas a...- se interrumpió al sentir sus brazos rodearla en un fuerte abrazo.
-Eres una buena amiga. Una buena persona y te quiero, Trixie te quiere y lo sabes, ¿Verdad, Bonbon?
-¿Trixie?
-Lo sabes, ¿Cierto?- insistió, poniéndose frente a ella.
-Trixie...- dijo curvando las cejas, más preocupada al verla llorar -. ¿Qué sucede? ¿Por qué vienes hasta acá de madrugada a decirme esto?
-Bonbon...
-¿Qué hizo tu padre? ¿Qué pasó, por qué fue a verte así? ¿Por eso...?
-Me voy- le interrumpió -. Y donde Trixie va, no vas a estar. Nadie lo estará. Trixie se va lejos y no podrá comunicarse contigo, ni con nadie.
-¿Qué? ¿Pero...?
-No hagas más preguntas, por favor.
-¡No puedo evitarlo! No puedes permitir que haga esto. Si las cosas están tensas, puedes quedarte conmigo. No habrá problema convencer a mis padres. No es grande el departamento pero compartiré mi cuarto contigo, te cedo mi cama, siempre hay un plato más de comida y...
-¡Basta, cállate, Bonbon!- jadeó, muy triste y conmovida por su oferta-. Sólo lo haces más difícil. Sólo te puedo decir que Trixie se va para convertirse en una verdadera Señorita Lulamoon y quién sabe cuándo volveré- "quizás nunca" pensó con tristeza pero continuó -. No lo sé pero perderé contacto contigo y quería decírtelo.
-¡Pero no es justo!- estalló -. No es justo que tu padre...no es justo para ti, sólo asientes cabeza, ¡Ponte los pantalones y enfréntalo!
-Y Trixie lo hizo, Bonbon. Pero esto va más allá de mí, de él...va por Sunset Shimmer.
-¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
-Mucho.
Y en breves minutos, Trixie le contó todo, dejando a Bonbon apegada al marco de su puerta, sin saber qué decir.
-La verdadera razón de mi partida...no puedes decírselo a nadie, especialmente a Sunset- miró hacia un lado -. Ya sabes cómo es. No dejará que me vaya y será mucho más difícil.
-De cualquiera manera iba a ser difícil.
La ilusionista no supo qué decirle, sólo la volvió a mirar, tratando de esbozar una sonrisa.
-Trixie te va a extrañar- terminó por decir.
-Yo...quisiera hacer algo...
-Ya hiciste mucho- sonrió y su sonrisa contrastaba su rostro apagado -. Me diste tu amistad. Cuida a Lyra, a Derpy, a Whooves y a Bicmac. Sólo diles que mi padre me envió a ser una señorita y punto- sonrió, en visualizar a los chicos en su mente con cariño -. Fueron muy buenos con Trixie también y me la pasé genial mientras permanecí en su grupo. Se los agradezco.
-Trixie...
-Te voy a extrañar- volvió a decir, retrocediendo un par de pasos y de su bolso sacó una bolita, la miró por última vez con una corta sonrisa -. ¡Trixie, se va!- y lanzó la bolita al suelo, esparciendo el humo.
Bonbon empezó a toser con los ojos cerrados y tratando de ventilar el área. Ceñuda, iba a encontrar a Trixie inútilmente tratando de ocultarse y todo fuera una broma de mal gusto. Pero entonces el humo se disipó y se encontró sola. Bonbon agrandó los ojos y salió enteramente del departamento, revisando el pasillo y el siguiente, presionó el botón del ascensor que se abrió de inmediato y no había nadie.
Trixie realmente había desaparecido...y los ojos de Bonbon se llenaron de lágrimas. Impotente, furiosa y triste pateó la pared en un berrinche.
-¡Claro que lo sé, tonta, claro que sé que me quieres, me lo has demostrado desde el primer día hasta ahora!- su voz salía agitada, tanto del movimiento violento como del llanto -¡Y yo...yo también te quiero! ¡No sé en qué momento te dejé entrar pero lo hice, a la molesta Trixie Lulamoon!- lloriqueó, pegándose a la pared de espaldas -. Claro que te quiero...eres mi amiga...- cerró los ojos y se pasó la mano a la frente. -. Y tu amistad me va hacer mucha falta...
...
Los estudiantes caminaban hacia la escuela para empezar un día más de clase.
Las nubes cubrían completo el sol y la brisa fría de la mañana los obligaba a meter las manos en sus bolsillos y encogerse de hombros para sentir calor.
Cherry Crash encontró a Mistery Mint apoyada en la estatua del caballo cuando se dirigía a la entrada. La joven de cabello verde quiso hacer el intento y se acercó a ella. Mientras caminaba, Mistery levantó la mirada hacia ella y no la evitó, la dejó acercarse.
-Sólo déjame hablar- le suplicó Cherry una vez frente a ella.
-Te escucho.
-Mistery... soy una idiota. Una completa idiota. Una rata, ¡no, no! La pulga de una rata. Así de pequeña, asquerosa e insignificante soy.
-Vas bien. Continúa...
-Lamento muchísimo que mi luto me haya llevado a besar Flash. Él se había portado tan bien conmigo en días de mucho dolor y de un momento a otro, lo estaba besando, fue un espejismo, duró poco algo que no existe, porque no lo quiero...no quería besarlo a él...- y Cherry miró a un lado avergonzada. -. Por eso cuando él me apartó y caí en la realidad...y lo vi... ¡No sabes lo miserable que me sentí!- gruñó y se quiso golpear la cabeza con la base de la estatua pero bastó un golpe para que le retumbara el dolor en toda la cabeza. -Auch...no es como golpearse con el metal delgado del casillero- jadeó llevándose las manos a la cabeza y agrandó los ojos al ver a Mistery explotar de risas.
-¡Qué tonta, por favor! ¡Sólo...jajajaja sólo a ti...jajaja se te ocurre semejante burrada jajajaja!- pero detuvo en seco la risa, agrandando los ojos -. ¡No, no! ¡Estoy furiosa contigo, te odio!
-¡Mi dolor es tu diversión!- exclamó, recordando -. Siempre lo ha sido. Mistery...soy capaz de golpearme contra la estatua cuántas veces quieras para que me perdones.
Y se golpeó dos veces seguidas e iba por la tercera cuando algo la hala del cabello, reteniéndola.
-¡Estúpida, no lo hagas!- exclamó Mistery, soltándola. -. ¿Quieres quedar más idiota de lo que ya eres?
-¡No me importa!- torció el gesto del dolor mientras suavizaba la mirada -. Me merezco rompérmela por herirte. Lo siento, nunca terminaré de pedir perdón. Lo lamento tanto, Menti...digo, Mistery Mint, por favor. ¿Me arrodillo?- y se tiró de rodillas al suelo -. ¡Por favor, perdóname! Perdona a esta pulga de rata.
-Cherry...- murmuró Mistery -. Ponte de pie. Nos están viendo.
-¡No me importa!- y se abrazó de sus piernas.
-¡Cherry!
-¡Lo siento, lo siento!
-¡Parecemos parejas! Sería el colmo que crean que cosecho del otro lado del campo. ¡Ahí si pierdo para siempre a...!- suspiró, resignada -. ¿Qué digo? No puedo perder nada que nunca fue mío.
-Mistery...- jadeó Cherry, poniéndose de pie. -. Yo...
-Déjame hablar- suspiró -. Tuve todo el día de ayer, hasta no dormí pensando y... llegué a concluir que diste ese beso...por las razones que me dijiste. Es decir, ¿Te olvidas como nos hicimos mejores amigas?
-Ay, no...- se llevó las manos a la cara, avergonzada.
-Estabas de luto por lo que te hizo Stormy cuando nos empezamos a juntar más. Estábamos escuchando música compartiendo los audífonos... ¿Y tú que hiciste?
-Te intenté besar porque tus ojos me recordaban a los de ella- dijo realmente con voz amarga -. Soy un desastre cuando estoy de luto...
-Lo sé...entonces ¿yo qué hice?
-Me diste una cachetada apenas me viste inclinarme.
-¿Y qué dije?
-"¡Idiota, no soy Stormy!".
-Exacto. Eres un desastre de luto, pero...- torció el gesto, mirando hacia el piso -eres mi mejor amiga... y sé que no querías lastimarme. Pero no puedes reaccionar así. Terminas lastimando a quienes quieres. No lo tomes por excusa.
-Lo sé y lo siento tanto, mentitas...- y la abrazó con más fuerza -. Lo lamento tanto. Con ver que te iba a perder... ¡Ni más haré semejante estupidez! Promesa de Best Friend. Adiós a la Cherry tonta de luto.
Mistery sonrió cortamente.
-Lamento haberte insultado frente a...
-No te disculpes. Bien merecido lo tenía. Lo siento...en serio...siempre te lo repetiré. Lo siento. Perdón. Lo haré toda mi vida si es necesario y haré méritos, todos los días porque en verdad, en verdad lo siento.
-¿Estás llorando?
-Snif, snif, Eh... ¿no? Snif snif- dijo con voz quebrada y Mistery rodó los ojos -. De verdad me alivia tener tu perdón y... ¡En serio me duele la cabeza!
Mistery soltó un suspiro y se separó.
-Qué suerte que tienes la cabeza igual de dura. Y pareces un mapache- se burló, mirando su rímel corrido bajo sus ojos -. Vamos a la enfermería.
-Lo siento, mentitas...en serio. Perdón. Te quiero mucho. Mi vida pierde sentido sin ti. Lo siento, perdón.
-Ya, ya...- exclamó, colocando un brazo sobre sus hombros -. ¿El golpe fue tan fuerte que te hace repetir las palabras?
-En serio... lo siento.
-¡Ya cállate!
Caminaron juntas hacia la escuela...pero ambas sentían, sabían, que algo no estaba igual. Cherry miró a Mistery y su amiga, aunque tenía esa corta sonrisa, no era de dar ese tipo de sonrisas, su mirada aún estaba apagada y su brazo que cubría sus hombros estaba tieso, no relajado. Sin agregar que en el abrazo fueron los brazos de Cherry los únicos que rodearon a la otra. Cherry cerró los ojos y lo sabía. Aun Mistery no sanaba de la herida que ella le provocó por impulsiva y de que siga pasando penurias por un amor no correspondido. Cherry se sentía tan mal. En serio debía reconquistar a su mejor amiga...o sin darse cuenta ninguna de las dos, se irían alejando...para siempre.
...
-¿Roseluck?
-¡Presente!
-¡Rainbow Dash!
-¡Presente!
-¡Rarity!
-¡Presente!
-¡Trixie Lulamoon!
Silencio.
-¿Trixie Lulamoon?- insistió Celestia desprendiendo la mirada de la lista para ver a los estudiantes.
-No vino...- exclamó Bonbon inexpresiva.
Sunset Shimmer posó sus ojos hacia la banca vacía detrás de Lyra, donde se sentaba Trixie. La joven curvó las cejas, realmente preocupada. Tras cómo se fue ayer y que haya faltado hoy...nada bueno debió haber pasado.
-¡Hey, Sunset!- la llamó Applejack al verla que pasó de largo de su casillero para tomar los libros de la siguiente hora. -. ¿A dónde vas?
-¿Cómo qué adónde? Obviamente iré a ver a Trixie- y continuó caminando.
-¿Qué?- se alarmó la vaquera y cerró su casillero para correr tras ella -. No... no puedes faltar a clases.
-No me importa. Algo me huele muy mal.
-Pero ya ves cómo es su padre- seguía buscando excusas mientras caminaba a la par.
-Tampoco me importa.
-Sólo lograrás perjudicar a Trixie.
-Dudo que lo haga.
-Además no puedes perder clases. Tus notas no han sido las mejores y ya estamos para los últimos exámenes que...
-Applejack- le interrumpió deteniéndose. -. ¿Me estás ocultando algo?
-¿Ah?
-Tu voz...- dijo mirándola fijamente –está acelerada y todo lo que dices suena a excusas...no sólo tú me conoces bien.
-Caramelo...-suspiró.
-¿No quieres que vaya a ver a Trixie?
-No es eso...
-Pues eso pareciera- se puso ambas manos en la cintura -. ¿Aún desconfías en ella? Sé que no es tu amiga pero es la mía. Haría lo mismo si fueras tú o las demás chicas.
-Sunset...- suplicó, sin saber qué realmente hacer.
-No puedo dejarla sola- continuó –porque ya no está sola.
La vaquera se pasó una mano en la frente, frustrada y atrapada, lo que hizo a Sunset desconfiar más en ella.
-Applejack...- la llamó con seriedad -¿Qué sabes?
Applejack miró sus ojos firmes y semblante serio. Sabía que tendría que enterarse algún día...pero no cuando aún podría tener tiempo de retenerla.
-Sabes algo...lo leo en tu rostro y no quieres decírmelo, ¿por qué?
"¡Maldición! Es mi culpa por andarle diciendo que la conozco bien" se reclamó la vaquera.
-Por favor, deja de dudar tanto y di algo. Te mantienes callada, balbuceas... ¿Qué sucede con Trixie?- le reclamó, preocupada.
-Sunset, cálmate...
-Cómo me calmo después de que el Señor Lulamoon trate a Trixie como títere, la humille frente la escuela, se la lleva hasta sobre Celestia, que la llamé ayer y nunca me contestó, no haya venido a clases hoy y que tú tratas de evadir que vaya a su casa tartamudeando, improvisando y te me quedas viendo con lástima.
Applejack se sintió atrapada, apretando los labios con las cejas curvadas, lo que hizo a Sunset asustar y enojar más, ya que la vaquera es la persona más firme y dura que conoce...para que reaccione de esa manera. Entonces la joven pisoteó con fuerza el piso y la tomo de los hombros.
-¡Dime la verdad!- le exigió.
-¡Trixie se va!- escupió para agrandar los ojos y tapar su boca con las manos. Los ojos cyan de Sunset se cristalizaron y sus cejas cayeron.
-¿Qué...?
-Trixie se...va de Canterlot High...de la ciudad- dijo en voz baja mientras Sunset la soltaba.
-No...no puede ser...- sacudió la cabeza, pero debe serlo ya que no parecía estar mintiendo -... ¡Pero Applejack! ¿Por qué se va? ¿Dónde? ¿Cuándo regresa? Ella no puede irse sin despedirse de mí al menos. ¡No puede hacerme esto! ¡Somos amigas!
-Sunset...
-¡¿Pero cómo lo sabes tú?!- reaccionó -. ¿Y por qué te mantuviste callada? ¿Por qué quisiste ocultármelo? ¡Sabes que es mi amiga y me ocultas que se va! ¿Por qué?- le reclamó, ya cayéndole unas lágrimas -. ¿Por qué me lo ocultaste? ¿Por qué trataste de evadir que vaya a buscarla? ¿Porque no confías en ella? ¡No me importa eso! ¡Que egoísta eres, te desconozco! ¿Y las demás lo saben también? ¡Entonces también me lo ocultaron!- gruñó, dolida -. ¡¿Por qué si se supone que somos amigas?!
-¡Ellas no lo saben!- improvisó la vaquera, haciendo su mejor actuación para que no se le saliera que mentía bajo esta presión. Si se iba enojar con alguien, que sea sólo con ella y que las demás estén para ayudarla -. ¡Sólo yo y nadie más que yo! ¡Y no te lo dije porque...porque...!- apretó los dientes y la abrazó de sopetón -. ¡No quiero perderte!
-¡Qué tonta excusa!- bramó, apretando los dientes, dolida -. Y...y mientes, Applejack- la soltó de golpe -. Nunca me habías mentido...y peor de esta manera tan sucia...ni tú ni las demás. ¿Por qué me hacen esto...a mí? ¿No somos amigas? ¿Esto hacen las amigas? ¿Creen que me lo merezco? ¿Lo merezco, en serio?
Applejack vidrió los ojos, viendo a Sunset hablar más con súplica y tristeza que de enojo. El corazón de la vaquera latió de prisa. No podía permitir que Sunset pierda la confianza en ellas. No podían romper su amistad, que era lo que la salvó.
-¿Cuándo se va?- preguntó -. Dímelo Applejack, es lo menos que puedes hacer.
-Hoy...- murmuró, mirando hacia el suelo porque sabía que era tarde -. A las nueve sale el avión.
Y Sunset agrandó los ojos, sacó su celular para ver la hora. 8:40.
-Applejack...- habló con voz baja pero pesada –si no la alcanzo...si se va...jamás volveré a dirigirte la palabra. No voy a perdonarte esto nunca, ¿me oíste? ¡Ni a ti ni a las demás! ¡Nunca!
Sunset le dio la espalda y corrió hacia la salida. Applejack apretó los dientes y al cerrar los ojos sus mejillas se humedecieron de lágrimas.
-Ambas perdimos amigas hoy, Sunset- dijo, llevándose una mano a los ojos. -. Y todo en nombre de la magia de la amistad-saboreó con amarga ironía.
...
Trixie Lulamoon se puso de pie en cuanto hicieron la llamada a su destino. Tomó por la agarradera de su maleta de ruedas y caminó con otros pasajeros hacia la puerta que la llevaría a su avión...a su nueva vida.
Tenía el rostro apagado y los ojos idos en algún lado. Le dolía el pecho y se sentía vacía, así como una culpa que le pesaba sobre su espalda.
Cruzaba el pasillo con caminar lento cuando escuchó unos pasos apresurados. Arrugó la frente, se dio vuelta y quien corría no pudo frenar e intercambiando papeles, como Deja vú, fue Sunset Shimmer quien hizo chocar contra sus frentes, haciendo caer a Trixie de espaldas soltando la maleta y su amiga la presionara con el peso de su cuerpo*.
-¡Trixie!
-¿Sunset?- se sorprendió, aguantando la alegría, alivio y a la vez preocupación de verla aquí.
-¡No te vayas!- y la abrazó sin importarle la incómoda posición en la que estaban y las miradas extrañas de los demás viajeros -. No puedes irte. Sea cual sea la razón de tu partida...aunque te vayas....- se apartó para ponerse frente a ella -. ¡Cómo te atreves a irte sin despedirte de mí y del resto sí! Por favor...- suplicó y un par de lágrimas cayó sobre el rostro Trixie, haciéndola aguar los ojos también -. ¿No...no me quieres?- y sin importar lo que Lulamoon le dijo sobre la poca importancia del título que ganó su vida, Sunset dejó abrir su corazón: -. Yo sí doy valor al decir que eres importante para mí y que te quiero...y mucho. Tú sí eres mi mejor amiga.
-Sunset...- musitó con verdadero dolor y desviando el rostro.
No podía llorar. No podía dejarla ver cuánto le ardía su dolor, lo conmovida y cuánto le afectó el calor de cariño que transmitió usando las mismas palabras que dijo ella en el hospital, cómo aquellos ojos color cielo, brillaban de las capas de lágrimas aún sin derramarse como querían, llena de esperanza y con miedo. Le habían agujerado el corazón por resignarse a su plan B, plan que no quería hacer.
"Sunset, lo hago por ti" pensó, con los ojos hacia un punto exacto, hacia una silueta masculina que le ajustó esta condena, "está bien si me odias, jamás me lo perdonaré" y empezó:
-¡Deja de aplastar a la Gran y Poderosa Trrrixie!- bramó ceñuda, regresando su rostro que expresaba fastidio, frente a ella -. ¡Pesas una tonelada, no eres una pluma que se diga!
Sunset arrugó la frente desconcertada ante una reacción que no esperaba mientras se apartaba y se ponía en pie. Inclinó una mano para ayudarla a levantar pero Trixie se la rechazó, levantándose por su propia cuenta mientras se sacudía la ropa.
-Esta falda es cara, Shimmer. Espero no la hayas arruinado- la miró sobre el hombro con un resoplido -. ¡Ja! ¿Pero qué sabes tú? No puedes pagarla.
-Trixie...- soltó ella, incrédula. -. ¿Qué tonterías dices?- sacudió la cabeza -. ¿Dónde te vas? ¿Por qué te vas de Canterlot High?
-¡¿Y por qué no?! ¡Es algo que Trixie debió hacer hace mucho tiempo!
-¿Por qué hablas así? Tú no eres así. Además, eres feliz en Canter...
-¡JAJAJAJAJA! ¡Por favor! ¿Cómo puedo ser feliz en ese lugar, Sunset? ¿No has visto a mí alrededor? ¡Todos me odian, nadie se acostumbra a la nueva Trixie y detestan a la antigua! ¿Entonces qué quieren? ¡Estoy cansada de intentar satisfacerlos! Estoy harta de aparentar algo que no soy.
-Una Señorita Lulamoon- dio por hecho.
-¡No, Sunset! Una débil y sentimental chica. Esas cursilerías de la amistad no son suficientes para Trixie y ya estoy harta de tener que fingir todo el tiempo. De fingir amistad. No sólo Rainbow es buena actriz y estoy harta de actuar. ¡No puedo mentir más!
-¿Qué, qué?- reaccionó dolida pero aún incrédula. -. No...no es cierto, Trixie. Tú quieres a Bonbon, a su grupo, tú...me quieres. Tú mismo me lo dijiste. Dijiste que era...
-¿Mi mejor amiga?- soltó burlesca -. ¿Qué dijo Trixie ayer? ¡No tiene importancia! Eso fue caer bajo para Trixie...si te sirve de consuelo, al menos no me dolió que me lo hayas rechazado ya que sólo fingí. Traté realmente pero la amistad no es para Trixie. Tu amistad no es suficiente para Trixie.
Sunset agrandó los ojos, como si recibiera una bala en su corazón, ardiéndole el pecho y aquella sensación se esparció por todo el cuerpo mientras Trixie continuaba.
-¡No te hagas la sorprendida! ¡Es decir, por favor! ¡Mírame!- se señaló -. ¡Soy una Lulamoon! ¿Y tú? ¿Qué? ¿Una humana, una unicornio? ¡¿Qué eres?! ¿Por qué te transformas? ¡Vete de una vez donde perteneces! ¡Eres un peligro para todos con esas alas y fuego! ¡Regresa a Equestria en vez de perder el tiempo aquí! ¡Descubre lo que eres! Me aconsejas como si lo supieras todo, cuando no sabes nada. Busca a quienes sí son tus amigas, a Sparkle, y soluciona este dolor de cabeza que es para todos.
Sunset quedó sin reaccionar. Mirando con ojos grandes, desconociendo a Trixie. Sabía que para ella no parecía importarle su declaración como mejor amiga pero... ¿Y todo esto? no se lo esperaba. No sentía nada. No podía moverse. Sólo contemplar a Trixie de pie, con su pose egocéntrica mirándola por encima y aplastarla hasta romperla.
-Trixie lamenta que las cosas hayan sido así... pero ya que me voy, no vi mejor momento- se encogió de hombros -. Bueno, si no tienes nada más qué decir, Trixie se va- tomó la agarradera de su maleta, le dio la espalda y caminó hacia su destino -. ¡Al fin Trixie se marcha de esta patética ciudad!- vociferó despectiva mientras las lágrimas rebosan de sus ojos y su corazón latía violento, como si la golpeara desde adentro por ser una malagradecida y cínica con su mejor amiga... pero por eso mismo lo hizo. -. Lo siento, lo siento, pero debes dejarme ir- balbuceó secándose las lágrimas -. Debo dejarte ir y la única forma es...odiándome.
Shimmer seguía de pie, en la misma posición, sin poder reaccionar, por lo que no mostró la sorpresa que sintió por dentro cuando un hombre bien vestido, de piel azul claro y ojos aceitunas se acercó a ella.
-Ya la escuchaste- dijo Serverus, inclinándose hacia ella, intimidante -. Aléjate de ella. Vete donde perteneces y déjanos en paz, monstruo.
Se acomodó el traje, le dio la espalda y se fue.
Y Sunset Shimmer se mantuvo congelada.
Poco a poco, fue recuperando movilidad, sintiendo el mínimo esfuerzo de sus ojos para derramar lágrimas...pero no salieron.
Sus ojos de la expresión sorpresiva cambiaron a unos duros y fríos. Sus facciones suaves del rostro se estiraron, endureciéndolo. Y su semblante se transformó, oscuro.
Y todo aquel esfuerzo de retener esa extrañas sensaciones y energía recorrer su cuerpo, los dejó liberar de golpe, bañándola de un éxtasis que había olvidado la satisfacción que la hacía sentir.
Sunset dejó salir espasmos involuntarios de sus extremidades mientras aquella sensación liberal la recorría entera, reclamando su espacio tras tanto tiempo de encierro. Se mordió el labio, cerrándosele los ojos.
Sabía a añejo, amargo, pero muy, muy adictivo.
"Ya estoy harta de aparentar algo que no soy", había dicho Trixie con voz pesada y ojos ácidos hacia ella.
Sunset abrió sus tiesos ojos dibujando un viejo y característico ceño fruncido, esbozando una sonrisa misántropa mostrando los dientes.
-Yo también- dijo con voz pesada y sintió el mundo incendiándose bajo sus pies.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro