Era Cuestión de Tiempo Parte I
Sunset Shimmer miraba el fúlgido sol de mediodía. Era realmente hermoso verlo en alto, en todo su esplendor y por un momento le entró nostalgia, porque le recordó a la Princesa Celestia.
Desde la ventana del salón que había pedido prestado para una entrevista, Sunset dejó escapar un suspiro ante los tantos recuerdos, todos nada buenos, en sus momentos que vivió en Canterlot como su estudiante. Sacudió la cabeza. Para eso volvió al periódico escolar, para dejar de pensar tanto en su pasado. Pero regresar le trajo alegrías y malos recuerdos, puesto que la última vez que estuvo como periodista estudiantil lo había hecho para sacar información de la human6 y así separarlas, cosa que logró con éxito y sólo Twilight Sparkle logró juntarlas de nuevo.
Sunset sonrió y acarició la portada de su diario con el que alguna vez compartió con la Princesa del Día y ahora lo hacía con la Princesa de la Amistad. En momentos como estos, desearía que estuviera aquí.
-Vives mucho del pasado, ¿cierto?
La voz era de Whooves, el joven alto de cabello lacio y particular reloj, que era demasiado grande y tosco que incomodaría a cualquiera.
-Hola, Whooves- saludó Sunset, dejando su cuaderno en un pupitre -. Gracias por tomarte el tiempo del almuerzo para la entrevista.
-Bueno, tú también lo hiciste- comentó, cruzando el salón.
-Sí, pero mis amigas no iban a dejar que pase hambre- tomó su mochila y sacó dos tarrinas. Uno contenía trozos de pastel de manzana preparado por Applejack y el otro cupcakes del SugarCube Crorner que le regaló Pinkie Pie -. Siéntete libre de tomar las que quieras.
-No debes decírmelo dos veces- rió y tomó un cupcake, sentándose en el pupitre próximo.
Sunset sacó una grabadora de voz del bolsillo, lo encendió y se sentó al pupitre junto a él.
-Muy bien. Sunset Shimmer para el periódico escolar de Canterlot High. Me encuentro con Time Turner, mejor conocido como Whooves o también Dr. Whooves, como lo apoda su novia Derpy Hooves.
-Ditzy Doo- le corrigió.
-Ya iremos por ahí, Whooves- se aclaró la garganta -. Mi reportaje tratará la historia de amor de la pareja más sólida y de mayor tiempo en Canterlot High, y como especial de San Valentín, he decidido entrevistarlos por separados para tomar sus diferentes puntos de vista de la historia. Primero entrevistaré a Whooves aquí presente y después a...- Whooves la quedó viendo y Sunset le sonrió -. Ditzy Doo. Muy bien empecemos.
-No me contestaste.
Sunset parpadeó.
-¿Ah?
-Cuando llegué dije: "Vives mucho del pasado, ¿cierto?"- levantó una ceja -. No me contestaste.
-Pues bien, no conviene en la entrevista y la que hace las preguntas soy yo.
-Pues fíjate que conviene.
Sunset arrugó la frente, confundida. Whooves parecía divertido con su reacción.
-Sunset Shimmer, ¿Qué dirías si te digo que eres la mayor parte de la razón de que Ditzy y yo estemos juntos?
Sunset enmudeció, incrédula.
-No apagues la grabadora- le advirtió al ver que movía el pulgar para presionar el botón.
-Ehh dudo que tenga algo que ver.
-Es triste, ¿Sabes?- pensó, mordiendo un trozo del cupcake –que nuestra felicidad se haya construido en la sombra que no te deja libre del todo todavía. Es decir, tienes cinco maravillosas amigas pero... ¿Es suficiente para Sunset Shimmer? Porque el pasado, aunque ya pasó, suele involucrarse en nuestro presente y por ende, futuro- suspiró -. Cuando ingresé por primera vez a Canterlot High estaba atareado de tantos pasados y mundos ajenos que fue alentador iniciar de cero en una escuela en el que podría vivir mi presente. Pero entonces apareces tú.
Fue entonces cuando Sunset recordó.
Cuando empezaba a dominar los pasillos de Canterlot High y a recorrer los pisos, con Snips y Snails a sus lados como compinches, Sunset atemorizaba ya a la mayoría de estudiantes por su pesada actitud y cómo se vengaba de aquellos que se atrevían a contradecirla. Envidiaba a quienes eran populares, y se hizo popular, aunque fuera por las razones equivocadas. Envidiaba a la ganadora del baile de otoño, se deshizo de sus competidoras y con dominio del terror, hizo que todos votaran por ella. Pero ahora, a pesar del terror que provocaba en los jóvenes, veía parejas que se rejuntaban, tomadas de las manos, como si estando juntos, ella no los haría temer demasiado. El poder que había ganado aquí no lo perdería por el amor, así que también envidió el amor de las parejas. Es así como decidió tener a alguien con quien dominar aun con mayor fuerza su poder y justo en su decisión, el chico nuevo se atravesó.
Ese era Whooves.
Un rubor de vergüenza coloreó las mejillas de Sunset. ¿Cómo pudo olvidar que antes de Flash, fracasó en su primer intento de emparejarse con alguien, con Time Turner? Sabía la respuesta y ante la mirada de Whooves, parece que él también. Sunset trató de hacerse la desentendida y trató de continuar la entrevista.
-¿A qué...a qué te refieres con que estabas atareado de pasados y mundos ajenos?
-Tú vives con carga de tu pasado, Sunset. Yo, debo cargar la de otros porque fui destinado a eso- sonrió y señaló el logo de sol de su blusa -. Eso que llaman en Equestria, ¿Cutie mark? Bueno, creo que mi versión pony tendría un reloj- sonrió -. Un reloj de arena, tal vez, ya que su tecnología no es como la nuestra.
Sunset dio un respingo, olvidando la vergüenza.
-¿Y tú cómo sabes eso?
-Ditzy confió en dos amigas, en Lyra y Bonbon. Me dijo que podría confiar en ti también, porque sólo los que fueron siempre buenos de corazón pueden recibir una segunda oportunidad.
-No entiendo a dónde quieres llegar.
-Ella cree que mereces saberlo- continuó –por lo que vimos en Equestria y creo estar de acuerdo con ella.
-Me estás alterando...
-Sunset, puedo viajar por el tiempo- señaló su tosco y grande reloj -. Mi abuelo era inventor y creó este reloj que salta el tiempo y diferentes dimensiones. Sólo yo puedo manejarlo- sonrió -.Aunque estoy pensando crear una máquina llamada TARDIS para mejorar mis viajes sin alterar tantos cambios- sacudió la cabeza –Esa es otra cosa. ¿Quieres tu historia? Pues así empieza...
"Como decía, era mi primer día de clases. Caminaba por los pasillos cuando de pronto todo el mundo empezó a hacerse a un lado, a apegarse a los casilleros. No entendía por qué cuando alguien me haló del hombro y me pegó a la pared.
-Se nota que eres nuevo- dijo una voz femenina. -. No es que tema de ella, sólo que no quiero que empieces con pie izquierdo tu primer día, terroncito.
La joven de acento sureño y bonito sombrero de vaquero me mantuvo contra la pared hasta que vi entrar a la que causaba tanto alboroto. Una joven bonita y de cabellera ondulada que parecían llamas apareció cruzando el pasillo con un par de chicos menores a ella. Enseguida emanó esa mala vibra con su ceño fruncido pero a la vez de coqueto andar.
-Podría ser el sueño de cualquiera si al menos sonriera- musité.
-Ella sonríe- murmuró la vaquera –pero nunca de buena manera, si me entiendes...
Seguí con la mirada a la chica piel dorada. Parecía ensimismada, pensativa, mirando por largo rato a una pareja cuando chocó los ojos conmigo. Enseguida se le esbozó LA sonrisa y comprobé lo que la chica campirana me acababa de decir. Su sonrisa era todo menos de buena manera. Despidió a sus compinches y caminó hacia nosotros.
-Vaya, vaya, hasta que la escuela se puso interesante al fin- apoyó su mano a centímetros de mi rostro, acorralándome con su rostro cerca al mío.-. Carne fresca...
La vaquera se movió, queriendo defenderme creo.
-Oye, Sunset...
-Oye, Applejack- le interrumpió, sin moverse ni un centímetro de mí, sólo desviando la mirada hacia la vaquera -. Creo que hay un chiquero al que debes atender o un vaca qué ordeñar, ¿cierto? Estorbas. ¿O quieres que tu hermanita vuelva a pagar tus platos sucios? ¿Ya le volvió a crecer las cejas desde..."el accidente" en la clase de química?
Fruncí el ceño por su actitud. Esa chica, Applejack, mostró furia pero no contestó nada, sólo se retiró que la llevaban los diablos. Me hubiera gustado que no lo hiciese porque me había dejado solo con este interesante pero nada amable personaje.
-Entonces...- dijo ella, al fin soltando su brazo como barrera y se la llevó a las caderas -. ¿Cómo te llamas?
-Turner. Time Turner.
-Particular nombre...combina con tu reloj.
Inconscientemente escondí mi brazo izquierdo tras mi espalda. Ella sonrió.
-Con que te gusta jugar a las escondidas, ¿eh? Conmigo será muy difícil que logres ocultarte. Cuando me interesa algo, lucho hasta tenerlo y sí no lo obtengo...bueno, pregunta por los pasillos. Mi nombre es Sunset Shimmer y estoy interesada en ti.
-¿Así, de una?- dudé, con hilo de voz y debo admitir, nervioso y emocionado que el primer día de clases y a simple primera vista, una chica se fijara en mí.
-Lo sé, tienes suerte. No te pierdas la clase de historia de hoy. Escogen compañeros así que no escojas a nadie, porque yo ya te escogí a ti- me señaló colocando su dedo índice sobre mi pecho, moviéndolo en círculos, guiñó el ojo y movió su cabello, ventilando su perfumen hacia mí y continuó su camino moviendo las caderas".
En el presente, Sunset pausó la grabadora, muerta de vergüenza.
-Yo...te debo una disculpa...
-¿Por qué? ¿Por el segundo mejor coqueteo de mi vida? Intimidante, sí, pero hizo mucho calor...- rió.
-Basta. No es gracioso.
-Ese es tu problema. Debes reírte un poco más.
-Pero no de mi pasado.
-Te falta relajarte.
-No sé por qué te sigo la corriente- se alteró -. Dices saltar tiempo y dimensiones, cosa que no puedo creer hasta verlo, además, no sé qué tiene que ver mi intervención en Derpy y tú.
-En primer lugar, si creemos de una pony princesa que cruzó un portal mágico convirtiéndose en humano...y que tú seas una pony en el cuerpo de un humano que trató de volvernos zombie a conquitar una tierra mágica de ponies... ¿No creerás que puedo viajar en el tiempo?
Sunset se quedó pensativa.
-Touché.
-Y segundo: tranquila, ya iremos contestando todas tus dudas. ¿Puedo continuar?
Sunset estaba escéptica pero Whooves se mantenía tranquilo y seguro que decidió darle una oportunidad más. Si volvía a jugar con ella y su pasado, acaba la entrevista para siempre. Presionó el botón y el joven continuó.
"Antes de ingresar a clase me encontré con Applejack, quien parecía desahogar sus quejas con una chica de cabello esponjoso y rosa. De pronto me provocó un algodón de azúcar.
-¡Te lo digo, Pinkie! Me va a explotar una úlcera si esa Shimmer me sigue toreando de esa manera.
-¿Explotar? ¡Yo siempre exploto!- rió -. ¡Boom!- exclamó, abriendo sus brazos y serpentinas saltaron de la nada.
-No me refiero a ese tipo de explosiones, Pinkie.
-¿Applejack?- llamé y ambas me miraron enseguida.
-Oh, tú, ¿Qué te hizo Shimmer?
-Pues, coquetearme.
Applejack y esa Pinkie agradaron los ojos, sin saber cómo reaccionar.
-Lo ha de hacer siempre, ¿no? Digo.
-Pues...no- admitió Applejack. -.Es raro. Nunca antes mostró interés en alguien.
-¡Más bien es como si odiara a todos!- exclamó Pinkie.
-Bueno...no a mí. Dijo que me escogerá para ser pareja en clase de historia y no creo sentirme cómodo con eso. ¿Podría ser pareja contigo?
-¡Ella es mía!- amenazó Pinkie, mostrando los dientes como perro y sujetando a Applejack. La vaquera le sonrió y se apartó lentamente.
-Lo que quiere decir es que siempre hacemos pareja de estudio juntas.
-Ya veo...gracias de todas formas.
-Ah, antes de que te vayas, ¿Ves ese grupo de ahí?- señaló a tres chicos de aspectos nada limpios y corpulentos. -. Bueno, ellos suelen hacer bromas a los nuevos y durante nuestra conversación me di cuenta que te andan ojeando así que mejor evítalos.
-Gracias por la advertencia.
-También apártate de una tal Fluttershy- advirtió Pinkie ceñuda -. Que su timidez no te engañe.
-O una tal Rainbow Dash...- agregó Applejack.
"Cielos, aquí será difícil hacer amigos con tantas advertencias" pensé.
El timbre sonó y entramos a clase. En el salón, no supe bien dónde sentarme, para mi desgracia, esa Sunset estaba en uno de los asientos de atrás y palmeó el pupitre frente a ella con sonrisa a un lado y ojos para derretir iceberg. No sólo su apariencia parecía representar el elemento del fuego, sino su coqueta actitud. Tragué saliva y la ignoré. No debió gustarle porque entonces escuché un golpe sordo sobre el metal del que está hecha la banca. La seguí ignorando. Me senté enfrente y al rato, a mí alrededor se sentaron los tres chicos que Applejack me alertó. Suspiré mientras ellos me daban una "cálida bienvenida" y expresaban "el gusto de tener un nuevo" con seguidas risas. El maestro llegó, tomó lista y avisó que formaría las parejas. Me miró y sonrió cálidamente.
-Señor Turner, ya que es nuevo, ¿qué le parece si escoge usted primero con quién trabajar?
-Eh, no conozco a nadie.
-A Derpy- susurró alguien.
-¿Ah?- dudé, volteando a ver uno de los tres chicos.
-Derpy Hooves. Es la más inteligente de la clase.
Lo miré con recelo.
-Me advirtieron de ustedes.
-No, en serio, Derpy es el cerebro de clase. Lo juro.
Inconscientemente miré hacia la chica de cabello de fuego, quien no apartaba la mirada coqueta de mí y se pasó el dedo índice hacia ella. Quería que la escogiera...
-¿Y bien, señor Turner?- apuró el maestro.
Tragué saliva y me arriesgué.
-Derpy Hooves.
El salón enmudeció para lanzar miradas hacia la nombrada. Yo también volteé, ya que no la conocía, entonces me cortó el aliento ver a una simpática joven de cabello rubio que inocentemente levantó la mirada hacia todos y después hacia a mí. Debo admitir, que al principio sí me tomó por sorpresa sus ojos bizcos, pero en cuanto me sonrió y saludó tiernamente, no pude evitar un sentimiento cálido que hizo que el panorama sea abierto y no se centre en sus...particulares ojos.
Pero el momento se cortó con otro golpe sordo al pupitre. Miré a Sunset y estaba mirándome ya no con ojitos de encantos, sino de ira y llenos de oscuridad. Un gran contraste con la enternecedora mirada de agradecimiento de la tal Derpy Hooves.
Los tres tipejos trataron de ocultar su risa tapándose la boca. Ohh esa era la broma. Una de muy mal gusto tratándose de que buscan burlarse de aquella chica de...diferentes ojos.
El profesor anotó mi pareja y continuó con el resto. Una vez que todos teníamos parejas, debíamos juntarnos para realizar un trabajo de lectura. Me levanté para ir con Derpy, pero ella ya estaba cruzando entre los pasillos que forman los pupitres.
-Hola, desconocido- saludó, tambaleándose ya que llevaba a cuestas su mochila en la parte delantera del cuerpo y estaba toda abierta, exhibiendo cuadernos y útiles.
-Soy Time Turner.
-¿Qué clase de nombre es ese?- rió.
-¿Y qué hay del tuyo?- se me salió decirle y Derpy bajó las cejas.
-Ohh, sí.
-¿No te gusta tu nombre?
-¿Te gusta el tuyo?- preguntó, cabizbaja. Le miré y tiré una risa, para animarla.
-¡Pues fíjate que no! Lo detesto.
Derpy me miró de inmediato y amplió una enorme sonrisa.
-¡Que coincidencia! También odio el mío.
-¡Y es que no es nuestra culpa! ¿Cierto? No escogemos nuestros nombres.
-¡Así es! Éramos bebés.
-¡Exacto! Es decir, si lo hiciéramos...nos llamaríamos "agu" o "Brr" o peor "Buaaaa"
Derpy rió, contenta y aplaudió dando brinquitos, pero la mochila salpicó útiles por todas partes.
-Opps- murmuró y se agachó a recoger.
-Ven, te ayudo.
Mientras cogía ciertos lápices, levanté la mirada. La chica seguía riéndose sola por mi comentario. Me llenó de tanta alegría verla feliz, algo indescriptiblemente bello nació en mí y al parecer se sintió muy ojeada ya que levantó la mirada para verme y detuvo su risa. Como no miramos lo que recogíamos, nuestras manos se encontraron al tomar el mismo objeto. Sí, dilo cursi, o genérico, pero sucedió y no pude estar más contento por eso porque sentí una calidez maravillosa. Me hubiera gustado que durara más pero Derpy la apartó enseguida y se puso de pie.
Aclaramos nuestras gargantas y nos sentamos. Veo por qué los tres chicos se burlaron de ella al decir que era la genio, ya que se distraía con facilidad y tuve que llamarle la atención para que continúe la lectura. Pero era tan genial. Tan pura. Tan cálida. Conocía bastante gente que después no volvería a ver, pero Derpy...era el tipo de persona que no querría volver a perder rastro jamás.
Fuimos el penúltimo grupo en terminar, ya que no quería hacer el trabajo solo. Quería que Derpy participara y lo hizo muy bien que se enorgulleció de su trabajo. Quienes fueron últimos eran Shimmer y un chico de pelo azul, quienes habían pasado todo el tiempo conversando que trabajando, aunque a mí parecer estaban más bien coqueteando ya que ambos se hacían ojitos. Por un lado respiré a salvo, ya no vendría a buscarme y por otro fue de alegría, porque con tal de evadirla, escogí al azar a Derpy y fue mejor decisión que hice en mi vida".
En el presente, Sunset se había maravillado con la historia.
-Fue el destino- murmuró.
-Si así quieres llamarlo...
-Así lo llamo. Tu destino fue amable contigo...pero conmigo...- puso pausa de nuevo a la grabadora -. Flash me escogió a mí ese día, porque nadie me había escogido. Se acercó al pupitre que te había invitado a sentar y fue amable, atento y su sonrisa me inquietó ya que nadie había sido así conmigo hace mucho. Él recientemente era nuevo también entonces y tal vez no me conocía del todo. Así que creí...que podría enamorarme de él y me olvidé de ti, aunque fue sencillo, sin ofender.
-No lo hago.
-Pero...no salió bien nuestra relación ya que le hice gustar con una falsa Sunset. Con él era dulce y atenta, pero con el resto mantenía la mano dura, cosa que no le gustaba. Cuando le dije para que ambos gobernemos la escuela a mi estilo, él se rehusó y me dio el ultimátum. O era el poder o él. Le dije "sabes que no hay competencia". Él terminó conmigo. No me dolió, porque mis sentimientos hacia él también eran falsos. Por eso no lo juzgo que hasta ahora aún no me hable- se cubrió la cara -. Era una terrible persona.
El timbre de fin de almuerzo sonó pero ninguno de los dos se inmutó. Un par de minutos después, Sunset se descubrió la cara.
-Que me hayas contado una versión tan diferente de ese día- exclamó, sacudiendo la cabeza -. Me ha hecho pensar...qué tan diferente esta Sunset puede ver a la pasada.
-¿Y qué ganarías con eso, además de torturarte más de lo que ya haces?
-Necesito verme. Necesito desconocerme y aceptar de una buena vez lo fui- lo miró -. Porque ese es mi problema. No puedo aceptar lo fui porque no puedo creerlo. A veces pienso que fue una pesadilla porque lo que sentí antes...es tan diferente a como siento ahora. Es como si esa Sunset haya sido poseída por alguien más.
-Por la ambición y poder.
-Sí- admitió -. Me cegó. Whooves, decías que fuiste a Equestria, que tú y Derpy vieron algo y que me compete, por eso me revelas tu supuesta capacidad de viajar en el tiempo y dimensiones- mantuvo la mirada -. ¿Qué vieron?
-Ya llegaremos a eso. Ya que tu intervención en nosotros aún no termina. Continuemos con la entrevista.
-Tenemos clases.
-Que nos extrañen un momento. Estoy inspirado- sonrió y Sunset encendió la grabadora.
"Después de clases, invité a Derpy a comer al Sugarcube Corner. Ella muy entusiasta pidió un muffin, así que yo también. Mientras comíamos, ella señaló mi reloj.
-Qué raro reloj. Tu nombre es raro. Eres muy raro pero eres lindo.
Yo no pudo evitar sentirme inmensamente halagado.
-Ese es el mejor coqueteo que he escuchado en mi vida- le dije".
En el presente, Sunset pulsó pausa.
-¿Ese es tu primer mejor coqueteo?
-Pues, ¿Qué te puedo decir? Ditzy mismo lo dijo ¡Soy raro!
-¿No recibes muchos coqueteos seguidos, no?
-Sólo los dos que ya conoces- sonrió y Sunset tiró una risa.
-Ok, volvamos- y encendió la grabadora.
"Bueno, y así pasamos los días juntos. Tanto dentro como fuera de la escuela nos reuníamos a hacer las tareas o simplemente a pasar el rato. Sus dos amigas, Lyra y Bonbon, eran escépticas conmigo, ya que nunca un chico se había interesado tanto en Derpy y querían protegerla. Pero no entendía por qué, Derpy era la mejor persona que había conocido. Y era tan bonita y dulce, que empalagaba. Un día, cuando terminaron las clases, ella y yo nos recostamos en la cancha de césped y miramos el cielo.
-Ditzy- dijo de repente. La miré y ella sonría sin apartar la mirada del cielo. -. Ditzy Doo- completó.
-¿Quién es ella?
-Pues yo- expandió la sonrisa y me miró -. No sé. Suena divertido.
-¿En serio lo crees?
-¡Sí!- contestó, con inocencia. Ya estaba acostumbrada a seguirle la corriente.
-Con que Ditzy Doo...
-Se escucha bien...si lo dices tú- dijo sonriente. Me perdí un momento en aquella sonrisa.
-¿Quieres que te llame así en hora y adelante?
-¡Sí! Claro que sí- se entusiasmó -. Si quieres puedes cambiar tu nombre también.
-Bueno, pues, me llamaría...emm...Hooves.
-¡No se vale! Ese es mi apellido.
-Pero me gusta.
-Pero no puedes robártelo.
-Entonces Whooves.
-Eso suena tonto, mejor Doctor Whooves.
-¿Doctor?
-Le da algo distinguido, ¿no lo crees?
Me reí a carcajada limpia con su ternura y no pude evitar tomarle de la mano.
-Bueno pues, en hora y adelante, tú serás Ditzy Doo y yo...- me reí -. ¡El Doctor Whooves!
Derpy...mejor dicho Ditzy, se rió conmigo y enredó más sus dedos con los míos. Me acosté de lado y ella también. En ese momento, lo sentí. Me había enamorado de ella. Mi corazón latía feroz en cuanto la sentí tan cerca, y quería estarlo aún más. El césped, el viento fresco, el sol bajando de a poco. Me sentí romántico, con mucha seguridad y me empecé a acercar. Quería, moría por besarla. Ditzy enrojeció y sacudió la mano con la que sostenía la mía...donde uso mi reloj. Ella sin querer movió un botón y entonces...desaparecimos.
Caímos de pronto en plena calle y un carruaje alado por potros casi nos pasa por encima. Como aun la tenía de la mano la hale hacia mí y rodamos juntos fuera del peligro.
-¿Dónde estamos?- se alarmó, apartándose de mí y completamente asustada. -. Esto no es la escuela, no es la cancha...-jadeó, mirando más carruajes alados y casas de arquitectura clásica.
-¡Ditzy, Ditzy!- la llamé, tomándole la cabeza para que me mirara sólo a mí y no el pueblo antaño del siglo XVI en el que estábamos -. Tranquila, tú confías en mí, ¿cierto?
-Sí.
-Sabes que jamás te mentiría.
-Lo sé.
-Entonces debes creerme cuando te digo que mi reloj me hace viajar por el tiempo.
-¡¿Qué?!
-Moviste un botón cuando intenté be...- callé en seco y maldije al sentir mis mejillas ruborizadas.
No sé si Ditzy captó el mensaje porque no preguntó nada, sólo se calmó aunque un tanto inquieta por el extraño lugar. Yo suspiré y tomé mi reloj, presionando coordenadas, moviendo manecillas y girando una de las ruedas.
-Listo. Podemos volver a casa.
-Dr. Whooves- murmuró, más calmada -¿Escuchas eso?
Escuché una música a lo lejos, una tocada de piano rápida como para mover el esqueleto.
-Sí, lo escucho.
-¿Te molesta si pasamos a ver?- sonrió.-.¡ Me encanta bailar!
-¿Hace un segundo no estabas asustada? Además no podemos. Si movemos o interactuamos con alguien, podemos cambiar el curso del tiempo. Es decir, que si cambiamos algo aquí, lo más mínimo, va a cambiar nuestro presente de una manera u otra.
-¡No tocaré nada!- exclamó -. No hablaré con nadie. Sólo contigo- parpadeó e hizo un puchero -. Sólo un rato, por fis...
Volví a sonrojar. Se la veía tan tierna y el estúpido corazón mandó en ese momento.
-Está bien...sólo un minuto.
-¡Yay!- celebró, tomó mi mano y me arrastró hacia el restaurante donde mantenían la música en vivo.
Ni bien ingresamos, Ditzy me tomó ambas manos, me hizo girar y me adentró a la pista de baile con otras personas más de trajes y vestidos largos. Arremedamos los pasos que los demás hacían y Ditzy disfrutó cada momento pero yo estaba nervioso de que tropezáramos con alguien o nuestra simple aparición aquí cambie algo, que ni bien paró la música, le insistí para irnos. El piano volvió a tocar, pero una música lenta, para parejas.
-Sólo este último baile- me pidió Ditzy.
-No, lo siento, ¿Y si tocas a alguien por error?
-¡Sólo te tocaré a ti!- y me aplastó sobre su cuerpo, presionándome con sus brazos.
Ditzy era inocente y tal vez pueril...pero eso no dejaba de que tenía el cuerpo de un hermosa chica, por lo que su abrazo me enbrutó demasiado, la cabeza se me nubló y no pude hablar. Sólo me volví a dejar a su merced y bailé una pieza lenta con ella".
De vuelta al presente, Sunset sonreía al ver el rostro ido y sonrojado de Whooves. Sus ojos parecían idos en ese pasado y mantenía una pequeña pero sentimental sonrisa.
-Ese baile...- murmuró –fue...- suspiró –no tengo palabras. Tal vez siempre la amé, pero en ese momento, lo comprobé al cien por ciento.
-Lástima que no podré ponerlo en la historia. Ya que dices que tus viajes en el tiempo es un secreto.
-Lo es. Puedes poner que bailamos en la coronación del baile de otoño de ese año.
-Claro- murmuró. -. ¿Qué pasó después?
-Volvimos a casa- suspiró, regresando al presente y extendió la sonrisa -. Pero fue el principio de nuestras aventuras. Ditzy se llamó mi "asistente" y empezamos a viajar en el tiempo y continuar descubriendo e investigando pasados, que era el fin de mí abuelo y yo continúo la tradición. Yo había dejado de viajar hace mucho, pero con mi nueva asistente, los viajes eran emocionantes. Ditzy respetaba las reglas y tomaba notas que dictaba, aunque a veces olvida que no podemos llevarnos algo, como en mi último viaje que fui solo creyó que le traería un muffin- se rió -.Bueno, aunque cada día crecía más mi amor hacia ella, Ditzy no lo notaba o fingía bien, nunca me lo admite- enserió el rostro -. Pero una vez, hicimos unas nuevas coordenadas en el reloj y esta vez no viajamos al pasado de nuestro mundo, sino de otro.
Sunset lo miró fijo.
-Equestria- murmuraron ambos.
"Aparecimos entre dos libreros de una biblioteca. Estaba muy oscuro. Nos mantuvimos callados y quietos pero al segundo una voz estridente y llena de odio nos hizo respingar del susto.
-¡Cómo te atreves a ocultarme este tipo de magia! ¡Sabes que estoy lista para esto, puedo ser grandiosa!
Ditzy y yo asomamos la vista en el espacio entre los libros y un estante y nos sorprendimos al ver a una pequeña pero demandante equina dorada lanzar un tosco libro sobre una equina que parecía ser su superior por la corona que cargaba. El libro no alcanzó a golpearla ya que iluminó su cuerno, deteniéndole en el aire pero mirando firme a la pony dorada. Dos potros con armaduras se hicieron adelante, claramente furiosos por el ataque de la pony de crin de fuego pero la superior los detuvo con una pata delantera.
Yo miré y escuché horrorizado la carga de envidia y cinismo de la pony que demandaba a la equina alta con aires de una princesa, un cargo de "alicornio". Ante esta actitud de egoísmo, la equina blanca y de hermosa crin que se movía por sí sola, levantó sus enormes y bellas alas sin perder el control ni un momento.
-Sunset Shimmer, te retiro tu posición como mi alumna...- sentenció.
Continuó hablando pero Ditzy retrocedió reteniendo un grito. Era un magnifico evento que podría escribir en nuestra investigación pero el pánico del rostro de Ditzy me desconcentró completamente. Dejé de escuchar y ver para acercarme a ella y tenerla entre mis brazos.
-Es Sunset...Es Sunset...- balbuceaba, temblando de miedo.
-Shh- la callé con delicadeza y la hice sentar al suelo.
Ya no se escuchó más discusión, sólo una voz, un monologo de la equina blanca. Cuando al fin se retiró y nos encontramos solos. Ditzy buscó mi mano.
-Esa era Sunset Shimmer- habló con voz temblorosa -. Esa malvada equina está en nuestro mundo, ¿cierto? Tiene magia o la tuvo, ¿Y si la vuelve a tener? ¿Qué horrores hará en nuestro mundo? Con razón nadie sabe de dónde salió y tiene pinta enigmática. ¡No es de nuestro mundo!
-Tranquila. Ditzy...
-Hablaban de un espejo que atraviesa otro mundo, ¿el nuestro? Ella lo cruzó y por eso está aquí. Tienen el mismo color de piel y cabello. Su voz y actitud son las mismas. ¡Tenemos una pesadilla aguardándonos en casa!
-¡Ditzy!- levanté la voz, arriesgando nuestro escondite pero verla tan angustiada, llorando de nervios me hizo quebrar el corazón. Mi voz la hizo callar pero aun así no dejó de temblar. Pero no la juzgaba. Ella tenía toda la razón. Cada palabra que dijo era la plena verdad. Mejor no pudo haberlo dicho. La abracé. Acunándola en mis brazos -. Tranquila. No te hará daño, Ditzy, no lo permitiría. Te protegeré de todo lo malo. No estás sola. Me tienes a mí, siempre me tendrás. Nunca antes había viajado con nadie más y jamás lo haré, sólo contigo. ¿Sabes por qué? Porque eres mi única. Siempre serás mi única, Ditzy- ella sacó la cabeza. Había dejado de llorar y de temblar. Me miró con dulzura y mi corazón ya no aguantaba más ocultar mis sentimientos. Abrí la boca, para decirle cuánto la amaba pero Ditzy me calló, me calló con sus labios y yo, me dejé callar".
Sunset mantenía la mirada hacia el suelo. Whooves estiró el brazo, le quitó la grabadora de voz de su mano y presionó el botón.
-Ahí tienes tu historia, Sunset.
La joven levantó la cabeza y lo miró. Sus ojos estaban firmes y su rostro expresaba firmeza. Whooves presintió que diría algo. Sunset se puso en pie e hizo puños las manos. La luz del sol atravesó el cristal de la ventana e iluminó a Sunset. Por un momento, Whooves juró que su mente jugó con él, porque admiró sin aliento pedazos de auras amarillos brillosos que se paseaban alrededor del cuerpo de Sunset Shimmer y su cabello se iluminó por escasos segundos mientras decía:
-Pero la nuestra, aún está empezando.
...
Continuará...
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