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Boys, Boys, Boys


El salón estaba en completo silencio. Todos los alumnos transcribían la explicación del nuevo ejercicio que el maestro de matemáticas, el Señor Gruñón Rebuznón, había escrito en la pizarra. Desde los diferentes puntos del salón, cada miembro de un grupo de amigos estaba ocupado hablándose a sí mismo en la cabeza.

(En la cabeza de Soarin):

"Hum, con que si muevo este signo puedo alterar el resultado de esta potencia. Ya veo. Nota personal: tener cuidado al pasar a esta parte del ejercicio. Debo practicar al llegar a casa para no olvidar ese truco que nos enseñó para no enredarnos para sacar este decimal".

(En la cabeza de Flash Sentry):

"¡Sí, claro! Si paso a Do menor la melodía cambiará bruscamente y sorprenderé a todos. ¡Sí! Tengo que hablar con los chicos de la banda para esta nueva idea. Ahora sí, a poner atención" Levanta la mirada y encarna una ceja. "¿Cuándo pasamos al otro ejercicio?".

(En la cabeza de Caramel):

"Un elefante se columpiaba sobre la tela de una arañaaaaa ¡Aish! Ya estoy harto, ¿A qué hora termina esta clase? Cielos, el maestro está mirando la lista de alumnos, ¡Va a sacar a alguien al pizarrón! Espero no ser yo, ¡Me la pasé contando los lunares de la blusa de esa chica de adelante! Uf, que alivio, sacó a Applejack, pero esto fue suerte. Debo aprender el ejercicio. Tranquilo, tu viejo amigo Soarin te ayudará, como siempre". Volteó y llamó con un leve ruido de la boca a Soarin. Él lo miró y Caramel levantó el pulgar.

(En la cabeza de Soarin):

¡Rayos! Quiere que le dé clases...de nuevo. Explicarle a él es como explicarle a un inquieto mono que no para de jugar con el balón de fútbol americano. Pero lo bueno es que paga bien. Ahora que tengo novia me cae mejor que nunca. Regrésale el gesto". Y levantó el pulgar.

(En la cabeza de Thunderlane):

"¡Wow, wow, wow! Miren a Applejack. Eso, vaquerita, ponte enfrente donde pueda deleitar tu hermosa presencia. ¡Vaya que es linda! Y madura y fuerte...muuuuy fuerte. Cielos, siempre me gustaron las rubias. Sus ojos verdes es un lenguaje que quisiera descifrar... Oh, no. El maestro está viendo la lista de nuevo. ¿A quién sacará? ¡Oooh! ¡A Sunset! Eso es, Sunset, ponte de pie. ¡Vaya! Que hermosa se la ve con su nuevo look. Esa chaqueta y botas la hacen ver tan indomable y ruda, pero a la vez tan angelical con esa blusa y sus ojos...son un sueño. Siempre me gustaron las chicas malas, bueno, en este caso las que fueron malas. ¡Rayos, Thunderlane! ¿Quién te gusta más? ¿Applejack o Sunset? Es difícil, ¡Las dos me vuelven loco! ¿Y si escojo a las dos? ¿Y si somos los tres pareja? "Se sonrojó, sonriendo pícaramente, "y si hacemos un ThunSunjack, ¡Oooooh, sí!".

Los tres amigos, desde sus puestos, ya conocían qué estaría pensando Thunderlane con esa expresión ida y que con sus dos manos juntaba las puntas de sus dedos, como si se besaran.

(En la cabeza de Soarin, Flash y Caramel):

¡PERVERTIDO!

El timbre sonó y Applejack dio un bufido al no poder ni llegar completar la segunda parte del ejercicio pero agrandó los ojos de sorpresa al ver que Sunset sonreía orgullosa de sí misma jugando con el marcador entre sus dedos mientras contemplaba su ejercicio resuelto. Por algo fue una unicornio de grandes potenciales como para llegar ser estudiante directa de la Princesa Celestia.

Mientras el grupo de amigos se reunía apenas salieron del aula hacia la Cafetería, Flash golpeó por detrás de la cabeza de Thunderlane, Soarin le pasó el pesado libro de matemáticas al estómago y Caramel hizo rebotar su pelota de fútbol americano en su espalda.

-¿Está vez por qué la violencia?- se quejó, tratando de sobarse las áreas afectadas.

-Tú sabes por qué- le dijo Flash, serio.

-¡Oh, es porque creo que tu ex es ardiente, ¿Cierto?!

Flash le lanzó una mirada ácida pero quien contestó fue Soarin.

-¡Porque debes respetarlas!- le exclamó, firme.

-¡Y las respeto! Respeto lo sexy que son.

-No tienes componte, ¿no?- suspiró Caramel.

-Miren, para que no digan que soy un loco de hormonas desesperadas, quiero que me ayuden a la crucial decisión de cuál de las dos invitarlas al baile de otoño.

-Ninguna chica debería ir al baile contigo con esa mente tuya- gruñó Flash.

-Ya que tocaron el tema del baile- comentó Soarin -. ¿Creen que deba comprarle esa flor que amarran a la muñeca a Rainbow? Digo, no es de las chicas que hace ojitos con cosas como esas y...

-Le regalaste una flor para San Valentín- observó Thunderlane.

-Sí, pero con esta debe usarla toda la noche y no creo que le agrade.

-Pues pregúntale- exclamó Caramel. -. No te compliques la vida, yo no me complico la vida con el baile.

-El baile es mañana y no tienes pareja- le recordó Thunderlane.

-Porque siempre hay una chica disponible para el mariscal de campo Caramel- se lució, señalándose orgulloso. Entonces se apartó del grupo e impresionó ante su repentina aparición a Colgate -. Hola, Colgate, ¿Quieres ir al baile mañana conmigo?

-Eh, lo siento, no, Caramel, pero gracias- sonrió, saliendo de ahí lo más prudente que pudo.

Caramel se quedó paralizado de vergüenza mientras sus amigos se doblaban de la risa.

-¡¿De qué se ríen si no tienen pareja tampoco?!- observó.

-Yo tengo a Rainbow- se defendió Soarin.

-Por mí invitaría a Sunset y Applejack al mismo tiempo ¡Un Thunsunjack!- se mordió la lengua al ver las miradas de desaprobación de sus amigos -. Digo, estoy por escoger a una de las dos.

-Bueno, yo tengo a alguien en mente pero...- murmuró Flash, rascándose el cuello y mirando el suelo -. Ella vive muy, muy lejos...

Sus tres amigos se compartieron una mirada.

-Vamos, Flash, hay muchos peces en el mar- quiso alentarlo Soarin -. Entre los dos encontraremos a una hermosa y genial chica con quien pasarás el baile.

-Pero yo ya la encontré...

-Insisto, ustedes se complican demasiado- disparó Caramel jugando con el balón -. Dile a Sunset que le escriba a Twilight en ese mágico libro que la invitas al baile.

-¡Oh, sí, gran genio Caramel!- saltó Thunderlane con sarcasmo -. Es una gran idea que Flash coja de mensajera a su ex para invitar al baile a Twilight, no es nada incómodo. Oh, no, porque el Señor Caramel es un geeeenio.

-¡Ya capté la idea!- se irritó el mariscal y volvió a hacer rebotar la pelota sobre su espalda.

-Thunderlane tiene razón- admitió Flash -. Aunque quedamos en buenos términos en el Día de San Valentín, aún hay cierta tensión cuando estamos juntos. No sé por qué.

*Flashback*

La maestra de computación nombraba las parejas de trabajo del día cuando por azar del destino, emparejó a Sunset y flash. Sin evitarlo, ambos sintieron los vellos erizarse mientras el aire se volvía pesado e incómodo.

-Ho-hola flash- saludó ella, acercándose a la computadora en la que trabajarían.

-Hola, Su-Sunset- devolvió el saludo.

Se sentaron juntos frente a la máquina y fueron los cuarenta minutos más silenciosos e incomodos que había pasado en sus vidas.

-Sí, fue fatal- dijo Flash regresando al presente.

El parlante que había sobre ellos crujió para dar paso a la voz de la directora Celestia.

-Por favor,Thunderlane, Soarin, Flash Sentry y Caramel, acercarse a mi oficina.

Los chicos se quedaron con un signo de interrogación sobre sus cabezas. ¿Para qué querría hablar necesariamente con este grupo? Todos caminaron hacia la dirección haciéndose ideas a la vez sin dejar de contemplar a una entusiasta Pinkie Pie saltando de un lado a otro con materiales para terminar de decorar el gimnasio.

-¡Vamos, Rarity, de prisa, de prisa!- le gritaba mientras caía confeti en el suelo, dejando un camino hacia el gimnasio.

-¡Ya voy, ya voy!- exclamó Rarity, cargando dos bolsas de más materiales. Entonces Caramel se respingó, corrió hacia ella dedicándole una galante sonrisa.

-Rarity, como siempre tan hermosa, dime, ¿Irías a expandir tu belleza a mi lado en el baile?

-Oh, querido, me halagas pero estaré ocupada ayudando a Pinkie a atender el baile, por lo que no tendré pareja pero gracias.

-Y van dos- anunció Thunderlane sin resistirse a tirar una risa.

-Cállate y vamos donde la directora- refunfuñó, avergonzado por el nuevo rechazo.

Una vez frente a la puerta, anunciaron su llegada con leves golpes y ella los dejó pasar. Apenas frente a su escritorio, la directora les sonrió.

-Hola chicos, los llamo ya que un chico de intercambio estudiantil ha llegado a Canterlot High y necesita orientación sobre la escuela y el baile de mañana. Así que manos a la obra.

-Eh, claro, pero, ¿Por qué nosotros?- dudó Caramel y Celestia retrocedió la cabeza, sorprendida.

-¿Cómo que por qué ustedes? Son parte del Comité de Bienvenida.

-¿Qué somos qué?- corearon todos excepto Thunderlane, que quiso irse sigilosamente pero la directora sacó un papel y se los pasó.

-La anterior representante, Sunset Shimmer, me aseguró haberlos reclutados a ustedes.

Soarin tomó la hoja y se enrojeció, indignado.

-¡Son nuestros nombres escritos con tu letra, Thunderlane!

El chico los miró resignado y cayó de rodillas al suelo.

-¡Lo siento! ¡Ya se los dije, ME VUELVEN LOCO!

*Flashback*

Thunderlane caminaba tranquilamente por los pasillos cuando vio a una desanimada Sunset Shimmer mirando a la nada hacia su casillero abierto de par en par.

"¡Por Dios, por Dios! Está sola. Aprovecha, Thunderlane, aprovecha y dile –hola-".

Thunderlane se colocó a su lado y Sunset lo miró.

-Hola- sonrió Thunderlane sin poder evitar que su cuerpo se sienta colapsar al estar tan cerca de la Chica De Fuego, como le decía él en su cabeza.

-Oh, hola, Thunderlane- contestó con una fugaz sonrisa, dejando una libreta dentro de su casillero.

"Hasta triste es taaaaan linda".

-¿Qué pasa? ¿Por qué la cara larga?-le preguntó.

-Bueno, después del que las últimas nuevas alumnas hayan sido malvadas sirenas de otro mundo, nadie quiere inscribirse para ser parte de Comité de Bienvenida. Llevo una semana pero no logro convencer a nadie- suspiró cerrando los ojos, desanimada.

-Oh, pues, lo siento, Sun...- calló en seco cuando la joven sin previo aviso empezó a desprenderse de su chaqueta (de su antiguo conjunto) y dejó lucir sus brazos descubiertos con la blusa rosa que se amarraba al cuello.

-Lo siento pero hace calor, ¿decías?- le dijo, sacudiendo su cabello de fuego y pasando la mano a lo largo del rostro, secándose el sudor mientras separaba sus labios, dejando salir un jadeo como reacción al clima caluroso de esa mañana.

-ahjsadndjfelfj- balbuceó, sintiendo la boca seca.

-¿Qué?

-Que ahora sí hace calor.

-¿Disculpa?- dudó, enarcando una ceja.

-¡Yo te ayudo!- tomó su libreta y empezó a escribir -. Mis amigos y yo con gusto seremos parte del Comité de Bienvenida.

-¿En serio, lo harán?- se animó, juntando las manos.

-Por ti, Sunset, lo que sea...- y cerró los ojos, inclinándose hacia ella como para recibir de recompensa un beso.

-Eh... ¿Qué haces?- dudó, frenándolo al ponerle una mano sobre su frente.

-¡Nada!- y continuó escribiendo en la libreta el último nombre.

Mientras en el presente, sus amigos le amenazaban con la mirada al comprometerlos en algo en el que jamás aceptaron pertenecer.

-Un momento, ¿Por eso también recibes una jaba de sidra de manzana cada fin de mes?- quiso saber Caramel.

*Flashback*

Thunderlane acompañaba a su padre, dueño de un restaurante local, a la granja de la abuela Smith para cargar manzanas para sus platillos, cuando vio a Applejack salir del granero, cargando una jaba de sidra mientras gruñía, sus cabellos rubios se pegaban al rostro cubierto de sudor y el gesto del esfuerzo que hacía dejaban libre la imaginación de Thunderlane.

Al sentirse muy observada, Applejack levantó la mirada y lo vio. Ella sonrió, dejó la jaba al suelo y se llevó una mano a la cadera y con la otra se sacó el sombrero para ventilarse, lo que hizo danzar sus cabellos.

-¿Te gusta la sidra?- le preguntó, levantando la pierna sobre la jaba.

Thunderlane tragó lo que le quedaba de saliva, contemplando a la vaquera.

-Ahora me encantan.

-¡Estaba perdido con su encanto campirano!- lamentó Thunderlane de vuelta al presente -. No sé en qué momento me comprometí a recibir toda una jaba cada mes.

-Ehh, ¿chicos?- llamó Celestia con una ceja levantada.

-Lo siento directora por eso- se excusó Soarin mientras Flash y Caramel arrinconaban a Thunderlane. -. No estábamos al tanto pero no se preocupe, cumpliremos.

-De acuerdo. - miró tras él -. Tú estarás al mando. Veo que eres la voz de la razón del grupo- y señaló a sus amigos.

-¡Que sea la última vez!- le regañaba Flash.

-Cuidado y un día de estos nos casas- bramó Caramel.

-¡No es mi culpa, son ellas, SON ELLAS!

-¡Hey, atención chicos!- les gritó Soarin y los tres se aclararon la garganta de vuelta hacia Celestia, como si no pasó nada.

-El chico se llama Cheese Sandwich- anunció la directora.

-¿Cheese Sandwich? ¡¿Qué clase de nombre es ese?!- exclamó Thunderlane.

-¡Shhhh!- les cayó sus amigos.

-Es mexicano e hizo intercambio con la estudiante Coco Pommel. Él salió a comprar agua y debe estar por lle...

-Aquí estoy- anunció una nueva voz.

Los cuatros giraron para ver apegado al marco de la puerta, a un joven de piel color amarillo gamboge y cabellos rizados café, usaba poncho y cubría su rostro con un singular sombrero.

-Cheese, ellos son Thunderlane, Soarin, Caramel y Flash. Ellos conforman el Comité de Bienvenida y te darán un recorrido por las instalaciones. Cualquier pregunta, no dudes en preguntárselos a ellos... - anunció Celestia pero entonces miró a Flash tocar la guitarra en el aire, a Caramel rebotando el balón en la espalda de un distraído Thunderlane que murmuraba un "Thunsunjack" con los ojos idos -...o mejor hazlo directo a Soarin, sí, mejor eso.

Cheese levantó el sombrero, mostrando su temple serio y ojos verdes hacia los jóvenes, quienes detuvieron lo que hacían para mirar lo que sería la personalidad calmada y seria de su compañero.

-Un gusto, chicos.

-¡Genial, lo que necesitamos, otro Soarin, otro aguafiestas!- exclamó Thunderlane y Flash le dio un codazo para que se callara.

-El sentimiento es mutuo, Cheese- exclamó Sentry y el grupo se movió hacia afuera.

Cada uno, a su manera, le indicaban los salones, horarios, reglas hasta dejar al chico nuevo escéptico cuando Thunderlane le platicó los sucesos mágicos que habían ocurrido.

-¡Y tengo a dos de esas mágicas chicas rendidas a mis pies!- anunció, inflándose el pecho.

-De todas las cosas descabelladas que has dicho- dijo Cheese sin perder su seriedad –increíblemente esa parte es la que menos me creo.

Thunderlane se desinfló mientras Flash, Caramel y Soarin le daban palmadas en la espalda al nuevo.

-¡Este chico ya me agrada!- exclamó Caramel.

-Creo que este es el comienzo de una hermosa amistad- agregó Soarin.

-Eres serio pero cool, como Soarin- opinó Flash.

-Me trolleó- murmuró Thunderlane, secándose una lágrima, conmovido -. Sólo un amigo de verdad me trollea sin que me sienta ofendido, ¡Ven acá, cuate!- y lo abrazó mientras sus amigos giraban los ojos. -. Así se dice a los amigos en tu país, ¿no? ¿"cuate"?

Y sin perder su semblante serio, Cheese sonrió.

-Bueno, por último mañana hay un baile, el baile de otoño- anunció Soarin mientras todos con sus charolas llenas de comida se sentaban en una mesa de la sobrepoblada cafetería.

-¿Baile?- preguntó -. ¿Y tengo que tener pareja?

-No necesariamente. Puedes ir solo aunque gran parte de la diversión es ir con una pareja.

-Y ustedes ya deben tener la suya- confirmó en general.

-Sólo yo- se sonrió Soarin, como al fin tener la oportunidad de sobresalir de sus amigos -. Soy el único de aquí con novia. Así que puedes venir con los chicos en grupo.

-¡Hey! Yo ya tendré mi pareja- anunció Caramel y retrocedió su asiento, atajando a Lyra y Bonbon que pararon en seco ante su interrupción. -. Lyra, querida de encantadores ojos dorados, ¿Quieres ir al baile conmigo?

Lyra sonrió, encogiéndose de hombros.

-Lo siento, espero la invitación de alguien más.

-¡¿Cómo?! ¿Alguien mejor que el mariscal de campo que llevó a la victoria más de una vez a Canterlot High?

-Eeeyup- contestó sonriente, levantando la mirada hacia donde se hallaba almorzando Bigmac. -. Aunque él es muy tímido. Creo que debo ser yo quien lo invite, ¿Dónde dice la regla que sólo los chicos pueden invitar? ¡Oh cierto! No me gustan seguir las reglas- cambió su rostro a un gesto coqueto y esquivó la silla de Caramel, caminando directamente hacia Bigmac.

Caramel entonces miró a Bonbon y ella a él, con su entrecejo y amargado rostro, aplastándolo como cucaracha.

-Ni siquiera lo pienses- le dijo con voz ácida y esquivó su silla para sentarse con Whooves y Derpy.

-Dios, esa Bonbon debe aprender a relajarse- comentó Flash.

-¿Me van a ayudar a decidir a quién invitar, sí o no?- le interrumpió Thunderlane.

-¿Cuáles son esas chicas mágicas que dices?- preguntó Cheese, bebiendo de su jugo.

Entonces Flash señaló la mesa de la Rainbooms, no muy lejos de la suya.

-La más hermosa es mi novia- le susurró Soarin, divertido.

Entonces Cheese miró a cada una con cuidado.

-Oh, ¿La rosada?

Y los cuatros rieron a carcajadas ¡Hasta Caramel golpeó la mesa de la risa! Cheese frunció el ceño y gruñó, sintiéndose ofendido por lo que Soarin cesó las risas.

-Oh, lo siento, bueno, la belleza es subjetiva. No, mi novia es la del cabello de arcoíris, Rainbow Dash.

-¿Y la del cabello rosa y esponjoso?- preguntó, señalando a la chica que jugaba metiéndose sorbetes en la parte superior de su boca y aplaudió, simulando ser una morsa. Cheese no pudo evitar sonreírse y suavizar la mirada.

-Ella es Pinkie Pie y lo siento si nos reímos, es que Pinkie Pie es... Pinkie Pie, ¿Cómo decirlo?

-Buena amiga, buena fiestera, pero nunca lo suficiente para ser buena novia- comentó Caramel.

-¿Por qué?- preguntó el extranjero, ceñudo.

-Pues, como te dije, es demasiado...- decía Thunderlane, halándose los cabellos de exasperación y los tres chicos volvieron a reír, dándole la razón.

-Sí, tienes razón- dijo Cheese con voz molesta y poniéndose de pie con toda y charola -. Es demasiado para ustedes...- arrastró la silla hacia atrás y se marchó.

-Muy bien, ¿Qué pasó aquí?- se perdió Caramel.

-Hum, creo que le gustó Pinkie- murmuró Flash -. Y nosotros lo ofendimos.

-¿Nosotros? Me suena a manada- replicó Soarin -. Fueron Caramel y Thunderlane.

-¡¿Eh?!- se quejaron ambos.

-No, Soarin, nosotros también- le corrigió Flash -. Nos reímos, ¿ya te olvidaste?

-Oh...sí- se desanimó.

Tras terminar el almuerzo, todos se dirigieron a clases. Aunque bien dieron su recorrido el grupo, Cheese se desorientó un momento hasta encontrarse con un camino de confeti. Levantó una ceja y miró a su alrededor. Siguió el improvisado camino que lo dirigió hasta el gimnasio.

Cuando llegó a la puerta abierta de par en par, encontró una hermosa decoración casi por acabar. Se quedó boquiabierto, admirando con grandes ojos los colores, las luces, los globos, las serpentinas, expandiéndosele la más grande y hermosa sonrisa que nunca antes había esbozado, ocupándole medio rostro. Entonces una música se encendió, apareciendo de la nada y entre serpentinas y globos Pinkie Pie.

-¡Linda sonrisa y adoro hacer sonreír! –exclamó entusiasta y sopló un silbato en el que cubrió a Cheese de más confeti -. ¡Eres nuevo, nunca antes te había visto, ¿Me quieres ayudar?!

-¿Qué si quiero?- preguntó entusiasta y con el rostro completamente transformado de dicha lanzó al aire su poncho y sombrero, descubriendo su esponjoso cabellera café y camisa amarilla. -. ¡Manos a la obra, pequeña!- enganchó su brazo al de ella y saltaron de un lado otro al ritmo de la música.

Para la salida, Camarel había sido rechazado seis veces más, sea porque ya tenían parejas o porque realmente no estaban animadas a ir con él. Flash Sentry cruzó el pasillo en el que se hallaba Sunset sacando cuadernos de su casillero, de reojo, pudo ver el libro con que el que se comunica con Twilight pero en tan sólo caminar a su lado, la atmosfera de incomodidad y tensión reapareció, ahogando las palabras para pedirle el favor de comunicarse con Twilight. Más atrás de Flash, estaba Thunderlane, espiando a Sunset, entonces Applejack hizo su aparición, que era vecina de casillero con la de Shimmer. Thunderlane sonrió y sacó una moneda del bolsillo.

-Cara, Sunset; Sello, Applejack- cerró los ojos, lanzó la moneda pero esta se le resbaló de la mano y rodó directo hacia las jóvenes, ambas miraron primero la moneda y después a Thunderlane, quien rió nerviosamente y corrió. "Estúpido, estúpido, estúpido" pensó mientras huía.

-¿Tú entendiste eso?- le preguntó Sunset acercándose a Applejack mirando confundida hacia donde huyó el chico.

-Nop- contestó, mirando el mismo punto. Entonces se llevó una mano a la barbilla, pensativa -. Pero algo me dice que ese chico algo intenta con nosotras dos...

Entonces ambas se miraron fijamente, como pensando la misma idea y agrandaron los ojos, para luego encogerse los hombros.

-Neh...- dijeron al mismo tiempo quitándole importancia y caminaron juntas a clases.

Soarin y Rainbow caminaban juntos por las calles cuando ella se apartó para atajar su caminata.

-Muy bien, señor, ¿Qué sucede? Andas muy pensativo y cuando estás así no dejas de mover los labios.

-¿En serio?- preguntó e inconscientemente movió los labios.

-¡En serio! ¿Qué sucede?

-Bueno, creo que lastimamos al chico nuevo que tenía mucho potencial de ser nuestro quinto miembro.

-¿El del poncho y raro sombrero?- preguntó y Soarin asintió -. Bueno, ¿se disculparon?

-No ya que no lo encontramos por ningún lado y tiene una personalidad muy seria, no sé si nos perdone tan fácilmente- suspiró -. Qué mal es meter la pata.

-Tal vez se aparezca mañana en el baile. Intenten disculparse ahí.

-Tienes razón.

-¡Claro que la tengo!- bromeó, sonriente -. Por cierto, ¿Qué le hicieron?

Soarin dudó. ¿Se enojaría ella si le cuenta que fue porque se rieron de Pinkie Pie? ¡Claro que sí! Pero se vio la necesidad de decirlo.

-Parece que le gustó Pinkie.

-¿En serio?

-Sí y nosotros nos reímos.

Rainbow se desconcertó, separándose de él para verlo de pies a cabeza, como desconociéndolo.

-Lo sé, estuvo mal reírnos de ella, de tu amiga y lo lamento mucho, Rainbow, en serio. No volverá a suceder, con ella ni con ninguna.

-Admiro tu sinceridad- admitió, aún seria –pudiste haber mentido pero no lo hiciste.

-Lo siento. ¿Estás enojada?

-Lo estaba, pero ya que veo sincero tu arrepentimiento, ya no mucho. Pero sí, mereces un castigo.

-¿Castigo?

-Sí- lo miró fijo -. Nada de besos hasta el lunes.

-¿Qué?

-Sigamos caminando- le dijo, retornando la caminata.

-¿Es broma, verdad? Rainbow... eso son tres días, di que es un chiste...- pero la joven continuó con su marcha - ¿Rainbow?... ¡Rainbow!

Y llegó el baile.

Para las nueve parecía que toda la escuela ya estaba en el gimnasio que se superó este año en decoración y música. Sin mencionar de los anfitriones. Tanto Pinkie Pie y un irreconocible Cheese Sandwich andaban de un lado a otro, brincando, bailando, sacando de la nada más serpentinas y globos mientras entonaban canciones que animaba más la fiesta. Los cuatros amigos quedaron boquiabiertos al ver la transformada personalidad del nuevo.

-No ha sido para nada un aguafiesta- dijo Thunderlane. -. ¡Es asombroso!- exclamó levantando los brazos, haciendo que Flash haga caer su vaso de ponche.

-Gracias, Thunder- comentó sarcástico y caminó hacia la mesa de bocadillos para servirse más pero paró a raya al ver a Sunset Shimmer justo ahí, sirviéndose ponche. -. No, esta tontería de la incomodidad debe parar- dijo y continuó caminando.

Sunset se dio cuenta de que se acercaba. Tragó saliva y le sonrió mientras se hacía a un lado para darle espacio a que se sirviera el ponche.

-Ese chico está loco, ¿no?- comentó ella, señalando a Cheese que rodaba en un queso gigante con Pinkie riéndose tras de él.

-Pero parece feliz, es lo importante- se terminó de servir el ponche y miró el vestido cyan de Sunset -. Estás...bonita.

-Gracias- miró el traje de Flash -. Tú también.

Y ahí estaba, el incómodo y tenso ambiente.

-¿Y te diviertes?- quiso romper el hielo Flash.

-¿La verdad?- sonrió fugazmente y negó con la cabeza -. No mucho. Sé que dejé el pasado atrás pero aún estoy trabajando en ello y es inevitable que me lleguen malos recuerdos de los bailes pasados, conmigo como la mala princesa, sin mencionar el último que tuve... Por eso no me rendí hasta que conseguí que este año no hubiera nominadas y los alumnos podrían votar para que cualquier chica de la escuela tenga la oportunidad de ser princesa.

-Es verdad- reconoció.

-¿Sabes? No tienes que sentirte obligado a hablarme.

Flash se la quedó mirando mientras ella le sonreía.

-Ambos sabemos que hay algo incómodo cuando estamos juntos, como justo ahora. Si no te sientes bien conmigo cerca, siéntete libre de no acercarte, no me ofenderé. Lo entiendo.

-Sunset, tú no eres el problema. Es decir, también sientes esa incomodidad, ¿cierto?

-Pues sí.

-¿Por qué?

-Muy buena pregunta.

-Ahora esperemos una buena respuesta.

Se sostuvieron la mirada y Flash quiso ser directo.

-¿Es porque sientes algo por mí?

-No. ¿Y tú por mí?

-No.

Sunset se sonrió.

-Ya que tocamos el tema. Juraba que ibas a pedirme que le escriba a Twilight Sparkle para que vaya al baile contigo.

-¿En serio? ¡Es lo que quería hacer!

-¿Y por qué no lo hiciste?

-Porque, bueno...eres mi ex.

Entonces a Sunset se le iluminó algo en la cabeza.

-¿Es eso? ¿Por eso aquella incomodidad? ¿Porque somos exnovios?

-Sí...eso debe ser, ¿pero por qué?

-Esa definición nos pone así, de incomodos...

-Entonces habrá que cambiarla, ¿cierto?

-¿A cuál?

Flash sonrió y levantó su vaso de ponche.

-A amigos.

Sunset elevó la sonrisa y chocó su vaso con la de él.

-Amigos- afirmó y bebieron.

Desde donde estaba, Thunderlane podía ver tanto a Sunset hablar con Flash y a Applejack con Fluttershy. Entonces el chico sacó otra moneda, cerró los ojos, repitió "Cara, Sunset: Sello, Applejack", la tiró y al caer sobre su mano, comprobó. "¡Sello! El destino ha hablado", sonrió, subiéndose el cuello de la camisa y caminó hacia la vaquera. Frente a ellas, cerró los ojos y estiró la mano.

-¿Quieres ser mi pareja de baile esta noche?

-Umm, ¿yo?- dudó Fluttershy sonrojada.

Thunderlane abrió los ojos y se dio cuenta que al cerrar los ojos no se dio cuenta que estiró la mano más bien a la joven tímida que a la vaquera.

-Acepta, Caramelo- apoyó Applejack a Fluttershy.

-P-pero a mí nunca nadie me ha invitado, ¡Oh! No debí decir eso...y-yo...

Ante esto, el joven se conmovió por su actitud y sonrió con honesto interés.

-Bueno, yo nunca he invitado a bailar así que estamos iguales. Vamos, Fluttershy, iremos a tu ritmo.

Applejack le sonrió a Thunderlane mientras Fluttershy asintió, aun avergonzada, y tomó su mano. Ambos caminaron a la pista de baile mientras Soarin miraba la escena, ya bailando con su pareja.

-Qué sorpresa. Thunderlane sacó a bailar a Fluttershy.

-¿Qué? ¿Ahora te reirás de ella?

-No es eso, es que él se debatía entre... ¿vas a seguir con el tema?

-Pues te metes con mis amigas, te metes conmigo. Por eso no hay besos.

Soarin refunfuñó mientras Rainbow se divertía con su tortura. Caramel veía frustrado como sus amigos bailaban con pareja, hasta Flash había sacado a bailar a Sunset y Cheese bailaba unos pasos de un pasado éxito k-pop con Pinkie Pie, aunque la música era dance.

-¡Bueno pues, ¿acaso nadie quiere bailar conmigo?!- bramó.

-Únete al club- dijo Trixie de brazos cruzados a pocos metros lejos de él, mirando a Lyra y Bicman bailar en la pista -. La Gran y Poderosa Trixie no ha sido invitada ni como pareja ni para bailar.

-Y yo he sido rechazado tantas veces que perdí la cuenta.

Ambos se quedaron en silencio, ensimismados, hasta que Caramel habló:

-¿Quieres bailar conmigo?

-Ya que- y entraron a la pista.

Tras una hora después, la directora Celestia anunció a la Princesa de Baile de Otoño.

-Y es... ¡Sunset Shimmer!

Sunset quedó de piedra mientras todos la aplaudían.

-¿Yo?... ¿Pero cómo...? ¿Yo?- jadeaba, incrédula mientras sus amigas la empujaban a la tarima. Una vez arriba, Sunset aún dudaba, susurrándole a Celestia mientras caminaba hacia ella -. No lo merezco. Ya he ganado tantos años injustamente. Alguien más se lo...- pero fue interrumpida por la directora al hablar por el micrófono:

-Sunset, las votaciones han hablado. Sin duda hablo por todo el alumnado, que no hay nadie más admirable que merezca esta corona este año tanto como tú, representando la esperanza y fe de que sí podemos cambiar para bien, coronándote por primera vez con sincera felicidad, nuestra querida Princesa de Baile de Otoño.

El alumnado estalló en aplausos en cuanto la joven fue coronada, reafirmando las palabras de Celestia. Sunset sintió como los recuerdos de los bailes pasados se desvanecían al sentir la corona y los cálidos aplausos de sus compañeros. No podía evitar sonreírse y agradecer a cada segundo, miró hacia a un lado y ahí estaban sus cinco amigas, pero Sunset fijó sus ojos en una de ellas. En Rarity. La llamó para que se acercara, quitándose la corona y colocándoselo en su cabeza.

-Mereces una digna coronación después de que haya arruinado la tuya tiempo atrás.

-Oh, querida...- musitó Rarity y la abrazó, haciendo que los aplausos se eleven más.

-¡Bueno, pues, sigamos con la fiesta!- chilló Pinkie, dándole una señal a Vinyl que alocó los parlantes con sus mezclas.

Rato más tarde, cuando la celebración estaba por su fin, Cheese Sandwich salía del gimnasio sin desprender su gran sonrisa pero se detuvo a raya al ver a Soarin, Thunderlane, Flash y Caramel, aguardándolo.

-Cheese, te debemos una disculpa- le dijo Thunderlane, serio, con las pocas veces que en realidad lo es. Los demás asintieron de acuerdo.

-Oh, chicos, vamos, creo que exageré- dijo el joven, acercándose a ellos.

-No, no lo hiciste. Me hubiera molestado si alguien se hubiera reído de Rainbow- observó Soarin -. Lo sentimos, en serio y esperamos ser amigos después de esto.

-¡Pero claro que sí!- saltó, rejuntando a los cuatro para un improvisado abrazo de grupo.

-Por cierto, ¿Eres bipolar? Porque antes eras muy serio y ahora eres toda chispa que no deja brillar- dijo Caramel.

-Bueno...puedo ser serio cuando la situación lo demanda hasta liberar mi lado chispeante como dices- miró hacia atrás, con Pinkie bailando con todas sus amigas -. Sólo necesitas que la llama suficientemente cálida para sacar esa parte de mi- miró a sus amigos -. Y creo que ustedes ya lograron eso también demostrando su lealtad disculpándose.

El grupo sonrió mientras Photo Finish salía del gimnasio, siendo retenida por Flash.

-Compañera, ¿Podrías tomarnos una foto?- miró a sus amigos -. Este ha sido un loco y particular baile que debemos recordar, ¿no lo creen?

Todos asintieron de acuerdo y se reunieron para cegarse un momento con el flash de la cámara de Photo Finish, saliendo una fotografía en el que Thunderlane ponía cara de galán de telenovela, Cheese hacía muecas divertidas, Caramel ponía una posición de jugada de fútbol americano, Soarin era el único presentable y con una tranquila sonrisa, y Flash como si estuviese tocando una guitarra.

-Vaya grupo...- comentó Pinkie Pie a sus amigas, viendo desde la pista a los amigos -. No sé cómo hacen para llevarse bien siendo taaaan diferentes.

Las demás se intercambiaron miradas irónicas y soltaron risas.

-Veo que no sólo nosotras tenemos la magia de la amistad- comentó Rarity y todas asintieron, de acuerdo.

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