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¡Así es el Espíritu! ... ¿O no?

Apenas iniciaba el día y los alumnos estaban en sus casilleros sacando los útiles para las primeras horas. Sunset Shimmer terminaba de guardar algunos útiles de sus casilleros cuando...

-Buenos días- saludó Applejack apareciendo a su lado mientras abría su casillero.

-Buenos días- respondió, lanzando una mirada rápida.

La vaquera la miró de reojo. Su tono de voz era distante. Debía estar aún enojada por lo de ayer pero, ¿de cuándo acá Sunset Shimmer se enoja con ella? nunca se habían hablado de la manera como lo hicieron, nunca habían peleado y nunca reservaría aún enojo hacia ella, siendo de las amigas que el enojo les duraría cinco minutos. Applejack bajó las cejas, tomó rápido un par de libros, cerró el casillero y se fue sin decir nada.

"No me dijo nada" pensó Sunset, cabizbaja. "Debe estar enojada conmigo por levantarle la voz ayer, pero es injusta con Trixie y yo la defendí, ¿pero habré exagerado? Ah, bueno, ¡Qué me importa!" agrandó los ojos "¡No, no, no! Claro que me importa. Es mi amiga, debe importarme cómo se siente. Además, ella fue la primera de Las Rainbooms que no dudó de mí".

-Deséame suerte- interrumpió una voz sus pensamientos.

Sunset arrugó la frente y volteó para encontrar a Trixie Lulamoon con un capri deportivo gris y una camiseta de tiras azul, tenía el cabello recogido en un alto moño y una sonrisa de autoconfianza infinita.

-¿Qué...?- quiso preguntar pero Trixie la interrumpió.

-¡Trixie hará las pruebas para ser porrista!- exclamó triunfal.

-¿Pruebas? Pero si ya terminaremos el año escolar.

-Tendrán una competencia y les falta un integrante que sin él no pueden inscribirse. Sólo escogerán a la mejor, ¡Obvio que me escogerán! Jejeje sabes a lo que me refiero.

-Trixie...- suspiró, cerrando su casillero -. ¿En serio quieres ser porrista?

-¿Qué mejor manera de ganarme la confianza del alumnado que siendo una integrante del espíritu escolar? Además será genial estar en un equipo ¡Y quién sabe! Ganar nuevos amigos.

-Ehm...ok... ¿pero en serio tienes las aptitudes de una porrista?

-A ver; soy bonita, talentosa, bonita, ¿Ya dije talentosa?- se rió -. Es chiste, Shimmer...bueno, más o menos.

-Trixie...

-¿Acaso dudas de Trixie?

-No es eso, es sólo que...bueno...eres...

Lulamoon se cruzó de brazos y levantó una ceja.

-¿Trixie es...?

-Bueno, te he visto bailar antes y...no... ¿Cómo decirlo sin comprometerme?

-¡Shimmer!- bramó, indignada -. ¡¿Estás queriendo decir que Trrrixie no sabe bailar?!

-¡Yo no dije nada!- exclamó para mirar a un lado y murmuró: -. Pero lo hiciste tú.

Trixie acentuó el ceño fruncido y la tomó de la muñeca, arrastrándola.

-¡Oye! ¿Dónde...?

-¡Verás la presentación de Trrrixie, te encantará y disfrutaré ver tu cara de admiración!

Sunset se vio atrapada mientras se dirigían al gimnasio.

En serio creía que Trixie no sabía bailar pero era un gasto inútil de saliva contradecir a Trixie cuando se propone algo, "como toda una Lulamoon" decía la propia Trixie. Al menos estaría allí como apoyo moral.

Ya había algunas chicas vestidas de igual manera que Trixie en una fila mientras eran llamadas con un "siguiente" por la entrenadora, que a su lado estaba la capitana y tras ellas las demás integrantes del equipo de animadoras.

"¿Acaso nacen para ser porristas?" se preguntó Sunset mientras se colocaba entre el público de jóvenes, un tanto incomodada al estar cerca de ellas, ya que como dicen por los corredores, eran las "más bonitas y sexys de la escuela" y estar a su lado, era como si ella fuera una muñeca que viene gratis en la comida rápida y ellas eran las de porcelana fina. "La maldición del uniforme", recordó con sonrisa, mirando el atuendo de las porristas.

Las jóvenes modelaban el uniforme que fue precisamente diseñado por Rarity. Eran de poliéster pesado, la blusa compartía los colores celestes y amarillos, sin mangas con largo hasta bajo el ombligo, en su centro tenía grabada con letras que sobresalían la palabra "Wondercolts" con un cruce rayos naranjas de fondo. Los pompones eran bicolor, celeste y naranja, y la falda era típicamente corta de tablones para el libre movimiento de sus complicados pasos de bailes y piruetas. "Y para el placer de los chicos", pensó Sunset rodando los ojos.

Ninguna les prestó atención, concentradas en la presentación de una debutante que no lo hacía nada mal, pero Sunset no tenía tiempo para esto y al mantener la cabeza vacía, sólo recordó el incómodo momento que pasó con Applejack. Torció el gesto. Nunca se había sentido tan incómoda con ella desde...

*Flashback*

"Sunset Shimmer caminaba por los pasillos con la cabeza gacha, tratando de hacerse oídos sordos por los cuchicheos de algunos alumnos que le recordaban sus errores pasados. No los culpaba, apenas el Baile de Otoño en el que fue derrotada fue el fin de semana pasado y tuvo el cinismo de presentar su cara el lunes. En vez de temerle, la menospreciaban y bufaban, como queriendo descargar todas las que ella les hizo...y Sunset estaba dispuesto a recibir ese castigo, inmutándose a sus miradas, comentarios y ciertas bromas pesadas. Ya había pasado un par de semanas en que esa rutina diaria ya se venía acostumbrando.

Sólo quería llegar a su casillero e irse a refugiar a clases, con los estudios y donde por el maestro, nadie podía decirle o hacerle algo. Llegó a su pasillo con afán de retirarse para dejar de sentir aquellas profundas miradas, tomó el candado de su casillero, dio los dígitos de su combinación pero este no se abrió. Sunset arrugó la frente, volvió a intentarlo pero nada. "¿Acaso es otra broma?", pensó. Frunció el ceño y comenzó a dar patadas hacia el candado, para romperlo y poder recuperar sus pertenencias, sólo ganando más malas miradas del resto.

-¡Eh, toro! ¿Qué tratas de hacer?

Sunset se detuvo de golpe con la garganta agarrotado mirando a Applejack.

Twilight Sparkle las había encomendado a enseñarle de la amistad...pero ellas eran humanas, y adolescentes, así que para ellas era también difícil hacer como si no pasó nada cuando pasó mucho. Siempre había un ambiente de comodidad cada vez que se juntaba con Las Rainbooms, por lo que Sunset decidió no buscarlas más y permanecer sola. Sea tal vez la voz del grupo, Applejack era la única que le insistía en comer con ellas durante el almuerzo, a que sea su pareja en algún trabajo o hacerle una que otra conversación mientras estaban en sus casilleros, siendo vecinas. Aun así, Sunset no podía dejar de sentirse incómoda a su lado...tal vez porque no se sentía digna de estarlo.

La vaquera se llevó una mano a la cadera, mirándola con atención, esperando respuesta.

-Ahm...mi casillero...mi combinación...el candado...- balbuceaba Shimmer señalándole el casillero con la puerta del metal hundido.

-Sunset- suspiró sonriéndole -. ¿A dónde anda esa cabeza tuya? Ése es mi casillero. El tuyo es el de adjunto, tontita.

Las risas no se hicieron esperar por parte de los presentes. Sunset se sonrojó bajando la mirada y Applejack frunció el ceño.

-¡Bueno pues, esto no es chiste! Déjenla en paz y hagan lo suyo. ¿Se les olvida que soy la más fuerte de Canterlot High?

Como que la memoria les fue refrescada porque cesó la risa y siguieron con sus cosas.

-Yo...- habló Sunset, mirando sus pies -. Lo siento...tu casillero...emmm...

-Caramelo- suspiró Applejack -. No tienes por qué temerme.

Sunset arrugó la frente y la miró mientras la rubia le sonreía confidente.

-Sip. Es lo que pienso. Me temes. A mí y a las demás. Por eso te bloqueas, tartamudeas y obstaste por huir de nosotras, ¿o me equivoco?

Shimmer volvió a bajar la mirada, negando con la cabeza. Jamás se había sentido tan enteramente humillada, insegura, perdida y sí, temerosa.

-Nunca antes habías tenido amigas como nosotras- continuó con voz serena y amable -y puede que te asuste un poco la idea. Tal vez sea incómodo, para todas, pero te estamos dando la oportunidad de ser nuestra amiga- le puso una mano sobre el hombro para que la viera -. Deja que te enseñemos lo que la amistad puede hacer por ti y ayudarte a convertir en lo que realmente has venido a este mundo- sonrió – literalmente.

-¿Por qué eres buena conmigo?- preguntó, con real curiosidad levantando al fin la cabeza -. Yo me burlaba de tus raíces y costumbres. Te achicaba y molestaba a tu hermanita para tu sufrimiento. ¡Le volé las cejas una vez!

-Lo sé, pero la Sunset que ven mis ojos ahora...no es la misma que hacía esas cosas. Te siento diferente y sé que eres diferente a lo que fuiste.

-¿En verdad?

-Sunset...hay algo de lo que siempre debes estar segura de mí, y es que yo jamás miento. Mi corazón puede identificar ese cambio positivo en ti.- elevó la sonrisa y la sorprendió con un abrazo -. Créelo tú también. Déjame enseñarte.

Aquello fue la llave, el código para que Sunset abriera su corazón a la amistad, porque era verdad. Ella no era más la antigua Sunset y Applejack parecía ser la primera persona en reconocerlo sin duda alguna...hasta reconóceselo a ella misma".

Sunset rompió el recuerdo en cuanto llegó el turno de Trixie. Los murmullos de las porristas se elevaron. "¿Qué hace esa ególatra aquí?" "¿La has visto bailar antes?" comentaba otra tirando risitas. "jajaja su apellido no la ayudará entrar". Sunset les frunció el ceño, molesta al hablar a espaldas de su amiga.

-Shhh- las mandó a callar y las demás le lanzaron miradas por su atrevimiento.

-¿Trixie Lulamoon?- dudó la entrenadora mientras la capitana se sonreía contemplando a Trixie.

-¡Así es!- confirmó sonriente y con una confianza voraz. Miró hacia un lado, donde estaba Vinyl Scratch quien era que mezclaba las pistas para la audición. -. ¡Vinyl! ¿Lista?- le gritó.

La DJ sonrió a su dirección levantando el pulgar y la música inició.

Ni bien lo hizo, Trixie expandió sus brazos e hizo varias piruetas hacia atrás hasta llegar a la pared del fondo que con sus piernas formando un arco, pegó sus pies al muro para hacer impulso y se regresó hacia adelante con las mismas piruetas, dar un giro al aire, aterrizar al suelo con una rodilla levantada y otra en el piso para ponerse de pie, aplaudir y dar increíbles pasos de baile.

Vinyl bailaba feliz por la mezcla.

Las porristas dejaron caer sus bocas a la vez que sus pompones.

La entrenadora se sonreía, agradablemente sorprendida.

La capitana tenía la quijada colgándole y los ojos engrandecidos contemplando (o más bien envidiando) la increíble flexibilidad y pasos de Lulamoon.

Y Sunset...era una mezcla de las reacciones antes mencionadas.

Cuando la música cesó y Trixie terminó con una nueva pirueta, mirando sonriente y agitada mientras su pecho iba arriba abajo hacia su público.

Ninguna reaccionaba. Las porristas parecían querer reaccionar según como lo hacía su capitana, quien se limitó en cerrar la boca y mirar hacia una pila de papeles, con quemeimportismo, por lo que ellas recogieron sus pompones y desviaron sus miradas de Trixie para hablar entre sí. La entrenadora le asintió sonriente, anotando algo en su libreta.

-¡Siguiente!- avisó y Trixie frunció el ceño.

-¡¿Eso es todo?!- se quejó mientras caminaba para dar paso a la otra chica pero apenas lo hizo se mordió la lengua ya que todas la miraron mal -. Lo siento, lo siento. Trixie quiso decir gracias por darle la oportunidad a Trixie a mostrar sus increíbles e incomparable dotes- las ácidas miradas se acentuaron y volvió a morder la lengua -. Digo...digo...

-¡Mejor no digas nada!- exclamó Sunset abrazándola de golpe -. ¡Estuviste increíble! ¡Lamento haber dudado de ti!

-¡JA!- bramó Trixie sonriéndose y levantando una ceja -. ¡Así es, Shimmer! ¡Abraza a la Gran y Poderosa Trrrixie para que se te pegue algo de su talento!

-Y...- dijo rompiendo el abrazo –arruinaste el momento.

-¿Qué?- se quejó bajando las cejas-. ¡Booo! Sabes que bromeo...

-Y sabes que yo también- le sonrió confidente y rodeó un brazo sobre sus hombros, abrazándola de lado mientras caminaban fuera del gimnasio. -. Eso fue demasiado genial. ¿Dónde aprendiste hacer eso?

-Trixie hace gimnasia desde que tiene memoria- contó mientras caminaban por los pasillos y sonaba el timbre -. Además, Trixie es una porrista frustrada. Siempre quise ser una. Pertenecer a un equipo y me entrenaba por mí misma. Baila por bailar en fiestas pero otra ¡Es bailar para porrista!

-¿Y por qué no habías hecho una audición antes?

-Porque...era demasiado genial para estar con aficionadas- sinceró suspirando -. Trixie era demasiado ególatra, ¿cierto?

-Obvio que sí, pero ¡Hey!- dio un suave choque de cabeza con el de ella -. Lo que importa es que reconoces tu error y ahora quieres no sólo darte la oportunidad de ser mejor, sino dársela a los demás.

-Ojalá se lo den a Trixie.

-Lo harán, ya verás- comentó para desviar la mirada al notar que se acercaban en donde Applejack estaba. Pese sentirse aun ciertamente enojada con ella por su escepticismo fuerte contra Trixie, odiaba tener que hacerle la Ley del Hielo, por lo que le dedicó una mirada y sonrisa-. Hola- saludó amistosamente.

-Hola...Sunset- respondió mirando con entrecejo a las dos.

Sunset bajó las cejas y desvió la mirada, decepcionada por aquella mirada arisca hacia ambas. Trixie percibió aquel nada amigable semblante por lo que dejó cerrar la boca al querer también saludarla.

Al día siguiente, durante el almuerzo, Bonbon y su grupo recién se sentaban en su mesa de siempre cuando Whooves preguntó algo que ya todos estaban por preguntar.

-¿Han visto a Trixie?

Todos negaron con la cabeza y como invocada, una nube de humo se esparció en la mesa, haciendo toser como siempre a los presentes.

-¡Rayos, Trixie!- se quejaba Bonbon pero ni bien se disipó el humo, agrandó los ojos al igual que el resto al ver a Trixie sonriente modelando el uniforme de porrista con el cabello levantado con un colorido moño alusivo al uniforme dejando su flequillo decorando su frente.

-¿Les gusta mis pompones?- preguntó juguetona y sonriente sacudiendo los pompones frente a ella.

Tanto Derpy como Lyra le taparon los ojos a sus novios y Bonbon se maldijo por dentro aún con los ojos grandes "Rayos, ¿En qué momento me parece atractiva Trixie?".

-Trixie se ve más genial, ¿no creen?- exclamó Lulamoon colocando los brazos hacia atrás con los pompones y moviendo la cadera de un lado a otro haciendo bailar los tablones de la falda, divirtiéndola.

-¡La maldición del uniforme!- bramó Derpy.

-¿Ah?- dudó Trixie, deteniéndose.

-¿No sabes de la maldición del uniforme?- preguntó Lyra -. ¡Eres inevitablemente atractiva con el uniforme de porrista puesto!

"Y eso responde mi pregunta", pensó Bonbon para llevarse el tenedor con tallarín a la boca.

-Eso no existe...- comentó Whooves quitándose la mano de Derpy de los ojos para mirar a Lyra.

-¡Vamos, Turner! Eres chico. Obvio que caes algo en el encanto que da el uniforme.

Whooves abrió la boca pero Derpy lo miró ceñuda.

-¡Tú solo tienes ojos para mí!

-Claro que sí, Ditzy- se rió.

-Trixie no necesita un uniforme para ser atractiva- exclamó la lilusionista colocándose las manos a la cintura.

-¿Ah, sí?- dudó Lyra, señalando hacia atrás de ella -. ¿Y antes tenías un público como ese?

Trixie se volteó y vio a algunos chicos sonriéndole y saludándola con ojos soñados.

-¡Ese uniforme es mejor que la capa y el sombrero!- corearon Snails y Snips arrimados entre sí derretidos.

-¡Trixie almuerza con nosotros!- gritó otro y sus compañeros de mesa asintieron mientras echaban a uno al suelo para dejar libre una silla.

-¡¿Te tomas una foto conmigo para subirlo de perfil?!- exclamó alguien más levantando su celular.

-¡Sí, yo también quiero!

-¡Y yo!

-¡¿Serás mi pareja para el baile de fin de semestre?!

-¡No! Yo la invitaré.

-¡Yo!

-¡Ninguno, yo!

-Nada es más atractivo que una porrista- siguió Lyra con voz neutra–pero más aún una que es carne fresca. La nueva.

-¡Trrrixie no es la carne fresca de nadie!- vociferó ceñuda y miró a los admiradores -. ¡Atrás! ¡Nadie tendrá nada de la Gran y Poderosa Trrrixie porrista!

-¡Se hace la difícil!- gritó uno y los demás miraron más soñados e interesados.

-Pfff, nadie es competencia contra Applejack y Sunset Shimmer...- murmuró Thunderlane desinteresado continuando su marcha hacia su mesa.

-¡Un momento!- reaccionó Trixie, agrandando los ojos. "Trixie tiene admiradores. ¡Tiene pretendientes! ¡JA! Se lo echaré en cara a la tonta de Lady Honey y al resto de mi familia". Entonces Trixie sonrió, aclaró la garganta e hizo hacia adelante las caderas jugando con los pompones-. ¿Saben qué? Trixie se siente de buen humor...tal vez los deje tomar una foto grupal, ¿Qué dicen?- levantó los pompones cerca del rostro, sonrió de lado y guiñó un ojo, lo que hizo que varios chicos despejarán sus sillas para ir con ella a tomarse la foto.

-¿Qué haces, Trixie?- dudó Bonbon.

-¡Silencio y toma la foto!- dijo pasándole su celular - ¡JA! ¿Quién es la de miles pretendientes ahora, Lady?- se dijo ella misma mientras buscaba espacio entre los chicos para tomarse la foto.

Bonbon resopló acentuando su ceño fruncido y levantó el celular pero Trixie sintió unos dedos tomarle de la oreja que la arrastraron al mismo tiempo que el flash salía, por lo que foto salió movida.

-¡Aaahhh!- se quejaron todos ceñudos viendo cómo Sunset Shimmer arrastraba a Trixie de la oreja.

-¡Auch, auch! ¡Lastimas a Trixie!

-¡Pues bien hecho!- la soltó y la miró ceñuda -. ¿Qué tratas de sacar provecho?

-¿Trixie? Nada...

-Vamos, Trix, te conozco. Quieres aprovechar la maldición del uniforme para presumirle a tu familia, ¿cierto?

-¿Tú sabes de la maldición?

-Todos saben de la maldición. Como sea, no respondiste mi pregunta.

Trixie se cruzó de brazos.

-Si es así ¿Y?

-¿Cómo que "y"? no puedes seguirles el juego. Vas a retroceder a la ególatra que nadie quiere.

-¿No has visto a tu alrededor? Nadie quería ni miraban a Trixie a menos que sea para juzgarla o recordarle su pasado, y ahora, ¡Mira! Tengo admiradores y las chicas del equipo seguro admiran también a Trixie por su increíble e inigualable habilidad de porrista.

Sunset bajó las cejas, sin evitar sentirse decepcionada. Trixie percibió su reacción y por dentro sintió molestia.

-¿Ya olvidaste por qué hiciste la prueba en primer lugar?- preguntó Sunset cruzándose de brazos -. Fue para hacer lo que tanto anhelabas, sentirte dentro de un equipo y acentuar el espíritu escolar. Creí que querías amigos, no "admiradores"; que no son los mismos- suspiró, desilusionada y mirando hacia un lado -. Ya te lo había dicho...pero veo que lo olvidaste.

Trixie sintió como un balde de agua fría la empapaba entera. Ese rostro de decepción fue como una daga en pleno centro de su estómago.

-Cielos...- murmuró, reconociendo el error -. Trixie se dejó llevar...pero esto es difícil, de esa parte antigua de ti queriendo reclamar su espacio, pero tú lo haces ver tan fácil.

Algo cambió en el rostro de Sunset. Algo nada agradable.

-No es fácil, Trixie- confesó, mirando un punto vacío y voz repentinamente seria -. Es...una lucha diaria que no parece acabar nunca.

Trixie se olvidó por completo de ella y contempló a Sunset. Por supuesto que no sufría de falta de memoria y recordaba lo que Sunset se convirtió en el parque de diversiones, de cómo le gritó y miró con aquellos ojos duros cyan. Pareciera mentira que eran los mismos ojos suaves y dulces de aquel domingo, el día después del incendio, que le brindaron seguridad, confianza, y cariño, mucho cariño. ¿Cómo alguien que le brindada tan cálida seguridad...podría tener una parte oscura dentro de ella? Pese esto, Trixie no le temía. Todo lo contrario. La hacía admirar más.

-Trixie no tiene que depender tanto de ti para luchar contra lo que fue- exclamó y Sunset le devolvió la mirada, viendo sus ojos rosados oscuros firmes pero a la vez cálidos. -. Eres fuerte. No te des por vencida que Trixie no lo hará- sonrió y dio vuelta hacia sus repentinos admiradores. -. ¡Trixie cambió de idea así que dispérsense!

Todos resoplaron desilusionados, regresando a sus asientos.

-¡Gracias, Sunset!- se quejó uno y Shimmer sonrió encogiéndose de hombros.

-Sí, gracias, llamitas- exclamó Bonbon con sinceridad al poder calmar el breve pero pesado arranque ególatra de Trixie.

Ante el apodo, Sunset le respondió una sonrisa forzada. Aún le seguía incomodando pero entonces Trixie le compartió una sonrisa y esbozó una sincera, Lulamoon regresó a su mesa al igual que ella.

-La maldición del uniforme- resumió todo Shimmer sentándose en su silla con Las Rainbooms.

-¿Qué puedo decir?- se sonrió Rarity -. Puse mi esencia y encanto marca "Rarity" en el diseño del uniforme.

-Eso explica muchas cosas- se burló y las demás sonrieron...excepto Applejack.

Sunset la miró. Estaba escarbando su arroz con atún con la mirada fija a su charola.

-ohm...ahm...- balbuceó Sunset en su dirección pero cerró la boca, volviendo su vista a su plato y tomar de su sopa de verduras. No quería que las cosas cambiaran si era amiga de Trixie, pero la vaquera no le hacía las cosas fáciles con su semblante distante.

Applejack aunque no se movió ni se inmutó, sabía que Sunset iba a dirigirse a ella. Suspiró. Sentadas como estaban, le recordó un almuerzo en específico ya tiempo atrás.

*Flashback*

Estaban las seis comiendo en la mesa con aquel aún incómodo ambiente. Ninguna parecía no saber qué tema de conversación tratar. Ya había pasado unas buenas semanas tras la derrota de Sunset Shimmer y sólo Applejack era quien se juntaba con honesta confianza a ella. Pero la vaquera no podía culpar mucho a sus amigas, ya que Sunset tampoco ayudaba, quedándose callada e insegura, a un lado, fuera del grupo que Applejack debí rejuntarla a ella y siempre aconsejarla a no temerlas y ser ella misma, reformada ahora, claro.

-Ahm...- empezó Fluttershy hacia Rainbow Dash pero llamando la atención de todas -. Hoy sirvieron el pudín de chocolate que tanto te gusta.

-Ni me lo recuerdes- dijo mostrando su charola sin el postre -. No alcancé a coger uno.

-¡Yo cogí diez!- anunció Pinkie feliz con restos del pudín en su boca y los diez envases vacíos a su alrededor. Rainbow rechinó los dientes.

-Gracias por encarármelo, Pinkie- suspiró, desganada -. ¡Es el más asombroso y genial pudín que sirven muy rara vez y me lo pierdo!- se dejó caer en la silla -. No es justo.

-¿Quieres el mío?

La voz de Sunset Shimmer hizo que todas la miraran. Ante la repentina atención, Sunset dudó y miró Applejack, como si esperara su aprobación de que si estaba bien lo que hacía. La vaquera le conmovió su rostro y le sonrió, asintiendo una vez. Sunset entonces tomó su pudín y se lo estiró a Rainbow, esbozando la más agradable sonrisa que podía.

-¿Segura?- preguntó la deportista y Sunset asintió con confianza. Rainbow estiró la mano hacia ella y tomó el postre -. Vaya, ¡Gracias, Sunset!- sonrió con sinceridad y abrazó el pudín con ansias.

Applejack volvió a fijar su vista en Sunset, a quien le vio esbozar una sonrisa pero a la vez fruncía el ceño, como confundida rascándose la cabeza.

-¿Te pasa algo, terroncito?- le preguntó Applejack.

-Siento...algo raro...- confesó -. Cuando vi a Rainbow lamentarse por el postre, sentí un hueco y algo amargo, y cuando ofrecí mi postre y la vi feliz yo...ese hueco se llenó y me sentí...bien. Trato de descubrir esta extraña sensación de confortación y calidez. Se siente raro, pero bien al mismo tiempo- sopló, doliéndole la cabeza -. No entiendo qué es esto.

Y Applejack le sonrió cálidamente para luego mirar a la portadora del elemento de la generosidad.

-Empatía, querida- dijo Rarity sonriente hacia Sunset -. Lo que sentiste es empatía. Un acto muy generoso. Sentiste lo que Rainbow sentía y entregaste tu postre desinteresadamente, sin recibir nada a cambio.

-¿Nada a cambio?- dudó -. Sí recibí algo, digo, recibí la felicidad de Rainbow.

Todas sonrieron al mismo tiempo que intercambiaron miradas. Rainbow sacó la lengua.

-No seas cursi, Sunset. Estoy comiendo- se burló y las chicas tiraron una risa, a la cual se unió Sunset que al darse cuenta que se reía con ellas, no pudo evitar frenar la risa para contemplar a las demás. Su felicidad...era la suya.

Applejack contemplaba la reacción de Sunset muy contenta y satisfecha. Su amiga parecía un explorador descubriendo la luz después de estar tanto tiempo en la cueva. A partir de entonces, las relaciones con las demás chicas se estaban tejiendo muy bien y Sunset empezó a soltarse para las demás, ya no sólo con la vaquera; sin embargo, parece haberse acostumbrado a buscar siempre su compañía y Applejack la recibía con gusto, despejándole dudas, animándola, y más que nada, terminándola de conocer. Llegó un punto en que la una se acostumbró a la compañía de la otra que aunque aquel ambiente incómodo en el grupo desapareció, seguía siendo las dos, compartiendo cosas pequeñas pero importante como llegabar juntas a la escuela, caminar por los pasillos, intercambiando ideas entre sí cuando alguna otra de las chicas hablaba, y se sentaban juntas durante las clases y el almuerzo".

"Y ahora...en estos par de días" pensó Applejack, mirando su reflejo en el vaso de jugo de naranja, "ya no estás como siempre junto a mí y ya ni nos hablamos" desvió la mirada para ver de reojo a Sunset comer igual de desanimada "Extraño tu compañía... ¿Extrañarás tú la mía?", pensaba, sin darse cuenta que Rainbow Dash la miraba y que se apiadó de Applejack, al percibir sus duros ojos verdes que habían perdido brillo; lo que significaba una cosa: estaba llorando por dentro.

...

Después de clases, Trixie se apareció en el gimnasio para lo que sería su primera práctica tras la reunión de esa mañana que tuvo con la entrenadora para la buena noticia de que había pasado por alto sus expectativas y le entregó el uniforme.

-¡Trixie está lista!- anunció acercándose al equipo que estaban reunidas en un círculo en el que en la cabecilla estaba la capitana. -. A las órdenes- sonrió ansiosa a la joven de piel lavanda, ojos rojizos y cabello purpura.

-Trixie...el equipo y yo hemos estado hablando de la decisión de la entrenadora de escogerte como una de nosotras- empezó sin evasivas -. Pero ninguna cree que cumples con los requisitos para pertenecer realmente en el equipo.

Trixie no pudo evitar bajar los hombros mientras curvaba las cejas.

-¿Qué...qué quieren decir? Digo, Trixie no quiere sonar tan petulante pero di una buena presentación y la entrenadora dijo...

-"Entrenadora dijo..."- repitió de mala gana -. ¿No prestas atención, Lulamoon? Te decimos que no estamos de acuerdo con la entrenadora. No nos importa lo que haya dicho. No cumples con lo necesario.

Lulamoon enserió el rostro y puso sus caderas hacia adelante, su pose a la defensiva, cruzándose de brazos.

-¿Y qué no cumple Trixie, según tú?

-Para empezar, eres demasiado ególatra y nadie te aguanta eso.

-¡Trixie cambió!

-Qué cinismo- murmuró una chica que hizo a Trixie mirar hacia las demás porristas.

-Trixie- le llamó la capitana –ayer fuiste una pesada total al reclamar que te debíamos una pila de adulaciones.

-¡Trixie no pidió eso! Bueno, sí, pero no una pila, un comentario positivo por su excelente trabajo...pero...

-¿Ves? Sigues encarando que eres mejor que todas.

-¡No, no! Pero tampoco es malo reconocer lo que haces bien...

-Además, ¿Crees que somos tontas? Te hemos visto que te juntas demasiado con Sunset Shimmer.

Trixie levantó la ceja, quebrando su pose defensiva.

-¿Y eso qué tiene de malo?

-Tratándose de ti te estás aprovechando de su historia de reformación y que la hayamos perdonado tras salvarnos de Las Sirenas, para que los demás piensen diferente de ti.

-Sí, la estás usando- dijo otra.

-¡Eres mala amiga con ella!- exclamó una más atrás.

-¿Mala amiga?- dudó.

-¡La tratas mal con tu egocentrismo!- lanzó otra.

-¡Sí!- exclamó una de cabello verde claro -. Cuando te abrazó para felicitarte dijiste un tonto comentario de "para que se le pegue algo de tu talento".

-No, no entienden- se apresuró en contradecir -. Trixie y Sunset nos bromeamos entre sí así...

-No te queremos en el equipo y punto- soltó de golpe la capitana de ojos rojizos, haciendo que Trixie la mirara de inmediato -. Ya lo discutimos y no te queremos aquí. Elegiremos a la segunda mejor que tú para la competencia y punto.

-Son tan injustas con Trixie...-murmuró, enseriando los ojos -...ni siquiera le dan la oportunidad...

-¡Deja de ser tan cínica!- explotó -. Apenas hace unas cuantas horas en la Cafetería te vimos abusar del poder del uniforme. Pese la disque "maldición del uniforme" nosotras no somos así. ¡Ensuciaste el uniforme! Has manchado el equipo con tu petulancia y egoísmo.

Más humillada no podría sentirse. Trixie paseó la mirada a las demás para asentir lentamente, dar la vuelta y regresar por donde vino.

"No llores, no llores, no llores", se decía caminando de prisa sin ver donde iba hasta que chocó con alguien.

-Perdón, Trixie no veía por...- habló pero calló al ver con la persona que chocó -. Applejack...

-Que bien que te encuentro.

-Applejack, ahora no- suspiró -. Sé que no te agrado y Trixie no está de humor.

-Tranquila que seré breve- exclamó poniéndose seria -. ¿Qué planeas con Sunset?

Trixie tiró una sonrisa triste.

-¿Tú también?- se comentó a sí misma, sacudiendo la cabeza.

-Como sea, sólo te advierto...

-¿O me amenazas?

-Tómalo como quieras. No permitiré que la lastimes, ¿oíste? Sabes que está pasando por algo que desconocemos ni estamos conscientes cómo repercutirá, por lo que sea que tratas de hacer deja de hacerlo. Nosotras somos sus amigas y nos haremos cargo. No intervengas.

-Trixie sólo trata de ser una buena amiga- se limitó en decir, dejando a Applejack sin qué decir mientras el semblante de la ilusionista se ponía firme. -. ¿Acabaste? ¿Trixie puede irse? ¡Bah! No necesito tu permiso, vaquera, y haré lo que se me venga en gana, ¿oíste? Falta algo más para que me separes de Sunset.

-¿Separar?

Ambas voltearon para encontrarse con Sunset Shimmer, pasando la mirada entre las dos.

-¿Qué está ocurriendo aquí?- miró a la rubia -. ¿Applejack? No me digas que estás enfrentando a Trixie.

-Sunset...

-¡No puedo creerlo!- se indignó -. ¿A estos extremos llegas? ¿Por qué no aceptas de una vez que Trixie Lulamoon también cuenta en mi vida ahora? Es mi amiga y puede que no sea la tuya, ¡pero respeta al menos que es la mía!- curvó las cejas, modulando su voz más calmadamente -. ¿No fuiste tú quién me enseñó a reconocer cuando alguien realmente ha cambiado? ¿Qué pasó con esa Applejack? ¿Dónde está? Porque la de ayer y la que está aquí frente a mí hoy no lo es y la desconozco.

La vaquera no dijo nada, sólo le sostuvo la mirada mientras Sunset se decepcionada más de ella. Desvió la mirada a Trixie

-Bueno, te acompaño al ensayo que ibas hacia allá.

-En realidad...me sacaron...

-¿Qué?

-No les agrado a ellas tampoco.

Sunset encolerizó de indignación e hizo la intención de acercarse al gimnasio a reclamar pero Trixie la atajó agarrándola del brazo.

-Déjalo así.

-Pero Trixie no es justo que...

-No quiero pertenecer a ese tipo de equipo que me juzgan por lo que fui y no pueden ver lo que soy y convertí- y miró de rojo a Applejack, que desvió la mirada para luego marcharse.

-Lo lamento, Trixie- exclamó Sunset con tristeza.

-Sí, bueno....al menos sigo viva, ¿no? Eso es algo- quiso ser chiste y logró soltarle una sonrisa a su amiga. -. Y te tengo a ti- prosiguió elevando la sonrisa -. Y a Bonbon, Derpy, Whooves, Bicmac y Lyra. Son buenos con Trixie también.

-Y lo mereces.

-Sí, lo merezco- dijo con calidez y Sunset no sintió ni una pizca de petulancia en el comentario, ya que era verdad.

-¿Conservarás el uniforme?- preguntó mientras caminaban a la salida.

-Sí...puede que sea útil más adelante, ya sabes- sonrió moviendo las caderas haciendo danzar la corta falda a los lados -. La maldición del uniforme puede que sea una "bendición".

-No te entendí del todo...- levantó la ceja -...y tampoco quiero hacerlo.

Trixie soltó una risa, más animada, y Sunset sonrió.

...

Era una temprana mañana. Apenas empezaban a llegar de a poco los estudiantes. Whooves vio su reflejo en el espejo del baño de hombres de Canterlot High.

La piel café claro de su rostro estaba más pálida de lo normal y tenía las manos frías. Dejó escapar un suspiro mientras se decía "no te puedes enfermar hoy".

Decidió no prestar atención a los síntomas. Tal vez todo era mental y en un par de minutos se sentiría bien.

Paseó sus ojos azules, que se veían más intensos por su lividez, hacia su cabello café oscuro. Estaba bien. No tenía lagañas y posó la vista hacia abajo, percatándose de que el nudo de su corbatín verde se había aflojado un poco. Se lo estaba arreglando cuando su compañero Thunderlane salía de un cubículo.

-Hola, Turner- saludó colocándose junto a él y abrió el grifo para pasarse jabón y lavarse las manos. -. Feliz cumpleaños.

-Gracias, amigo- le sonrió sin apartar la vista de su corbata.

-Bueno, dale crédito a Facebook. Gracias a él me entero que todos mis compañeros tienen cumpleaños.

Y ambos tiraron risas.

-Así que, ¿Qué se siente ser un adulto?

Whooves rodó los ojos y lo vio.

-Apenas cumplí dieciocho años a las seis y cuarto de la mañana. Me siento igual.

-¿A esa hora naciste? Hiciste madrugar a tu madre, mal hijo- y le salpicó agua -. Yo en cambio no la dejé almorzar. Estaba en un restaurante cuando entró en labor de parto.

-¿Tan mala era la comida que no la dejaste comer?- se burló.

-Eran coles de Bruselas. ¡A mi madre le daban antojos de coles de Bruselas!- e hizo cara de asco.

-La mía le daba por comer papel higiénico- y se rió al ver la cara de sorpresa del joven de ojos dorados -. Pues sí- y se carcajeó más.

-Las mujeres son raras cuando se embara...- se interrumpió al ver que Whooves parpadeó rápidamente seguido de varias arcadas para terminar vomitando sobre el lavamanos. -¡Hey!- se apartó antes de que le salpique -. Hablando de embarazos- se carcajeó -. ¡No pues, Turner, andas con mareos matutinos! ¿De cuántos meses estás? ¿Es niño o niña?- se burlaba mientras su amigo abría el grifo, limpiaba el lavamanos y se enjuagaba la boca. -. Qué mal, enfermarte el día de tu cumpleaños- y le pasó una larga tira de papel higiénico. -. Con razón te veía medio paliducho.

-Estoy bien- jadeó, limpiándose con el papel. -. No puedo enfermar. Me niego a enfermarme hoy.

-Ah, lo dices por la fiesta de cumpleaños que tendrás.

-Sí- lo miró, con el rostro más descompuesto -. Ditzy ha estado toda la semana organizando la fiesta con Cheese y Pinkie Pie. No puedo defraudarla.

-¿Sabes qué? Vamos, te acompaño a la enfermería para que te den algo y te recuestes unos minutos. Tal vez haya sido el viaje en bus y se te pasa enseguida.

-Tal vez tengas razón. Gracias- y salieron del baño.

Caminaron por el pasillo cuando sentido contrario a ellos pasó por su lado Sunset Shimmer que revisaba su celular mientras la brisa le levantó el cabello hacia atrás. Thunderlane cerró los ojos y aspiró su shampoo, "¿Acaso olí coco con avena?" se desconcentró y desvió su caminar para voltear e ir tras ella con cara de idiota.

-¡¿No me ibas a acompañar?!- le reprochó Whooves ceñudo y despertó a Thunderlane.

-¡Oh, sí! Lo siento- y volvió con él -¡Son ellas, son ellas!- se excusó mientras el enfermo sacudía la cabeza tirando una risa.

...

Mientras tanto, Sunset Shimmer llegaba al punto de encuentro. Justo al lado de máquina dispensadora favorita de Trixie. Allí ya la aguardaban Rarity y la ilusionista que comía sonrojada sus galletas de mantequilla.

-Mmm, mmm- saboreaba Trixie de placer perdida en sus galletas que ni notó su presencia.

-Es ya su tercer paquete- dijo Rarity sonriéndole a Sunset.

-Tienes un problema, Trixie, ¿Lo sabes?- se burló Sunset y Trixie le frunció el ceño mientras terminaba de masticar, para luego soltar una sonrisa y le estiró un sobre manila. -¿Qué es esto?- dudó y abrió el sobre -. ¡¿Qué, qué?!- jadeó, agrandando los ojos.

-Es el dinero para tu vestido, maquillaje, zapatos...

-¡No, Trixie!- envolvió el sobre y se lo estiró -. No puedo aceptar tu dinero. ¡Es demasiado!

-Técnicamente no es de Trixie. Es de mi padre.

-¡Peor entonces!

-¡Por favor! No me lo hagas decir pero eso solo son centavos.

-¡No para mí!- y sacudió el sobre pero Trixie no tenía intenciones de cogerlo.

-¡Pero para Trixie sí!

-¡Porque eres ricachona!

Trixie retrocedió la cabeza, volviendo a fruncir el ceño.

-Lamento si te molesta que Trixie sea de clase alta pero yo no pedí nacer en cuna de oro.

-No, no quise decir eso. Lo siento- suspiró.

-¿Terminaron?- preguntó Rarity quien las miraba cansada y con una mano en la frente. Fue ella quien agarró el sobre, mirando a Sunset -. Querida, este evento no es cualquier evento y seamos sinceras, no tienes el dinero para vestirte para la ocasión.

-Lo sé- se resignó -. Tal parece que es como una Gran Gala del Galope- comentó Sunset. -. Allá asimismo sólo entran con invitación exclusiva y debes ir de gala. Pero no gastamos tantos bits, digo, dinero.

-Porque aquí es distinto- le recordó Rarity para mirar a Trixie -. Yo me encargo del dinero. Gastaremos en lo estrictamente necesario y lo que sobre te lo devolveremos, ¿Está bien?

-Es lo único que Trixie pide- aceptó Trixie y se llevó una galleta a la boca.

-¿Estás segura de invitarme a mí?- preguntó Sunset -. Creo que Bonbon también es cercana a ti.

-Lo sé. Pero sabes cómo es Bonbon y su carácter. Preferiría colgarse del edificio más alto antes que aguantar a tantos petulantes egocéntricos. Además...- se sonrió -ella tiene algo mejor qué hacer mañana.

*Flashback*

"El celular de Trixie sonó, cortándole el sueño. La ilusionista se sentó en la cama y tanteando torpemente en la mesita de noche cogió el celular y contestó:

-Habla la Adormitada y Somnolienta Trrrrixie- balbuceó.

-Hola, Trixie.

-¿Bonbon?- apartó el celular para ver la hora y volvió a colocárselo en la oreja -. Son la una y media, interrumpes mi sueño de belleza, ¿qué sucede?

-No puedo dormir...creo que necesito decírselo a alguien.

-¿Eh?- bostezó, parpadeando lerdamente.

Escuchó un suspiro resignado.

-Me besé con Cherry y saldremos el viernes por la noche.

-¡¿Qué, qué?!- se despertó de golpe. -. ¿Cómo, dónde, cuándo, por qué?

-Sin comentarios. Sólo diré eso.

-Wow, bueno, digo, bien por ti. Pero, ¿quiere decir que ya son pareja?

-Eh, no, es decir, nos gustamos y veremos cómo van las cosas. Por eso saldremos.

No podía verla pero Trixie estaba segura de que estaba sonriendo, su típica corta sonrisa, pero sonreía.

-Con que se besaron...- levantó una ceja, pensativa -. Trixie nunca ha besado. ¿Cómo se siente?

-¿Qué?- dudó.

-¿Te asfixias? ¿Duele? ¿A qué sabe la saliva?

-¡No voy a contestar eso!

-¡Vamos! ¿Cómo sabes que deberías ir a la izquierda o la derecha? ¿No se chocan las frentes?

-¡Oh, Trixie, vete a dormir!- y le colgó".

Trixie se cruzó de brazos, ceñuda. Sunset y Rarity se intercambiaron miradas.

-¿Qué sucede?- preguntó la modista y Trixie miró a Sunset.

-¿Qué se siente besar?

-¿Eh?- se sonrojó Sunset.

-Digo, tú ya es besado. ¿Qué se siente? ¿Duele? ¿Te asfixias? ¿A qué sabe la saliva? ¿Cómo sabes que deberías ir a la izquierda o la derecha? ¿No se chocan las frentes?

Y Rarity se carcajeó agarrándose el estómago mientras Sunset Shimmer pasaba a distintos tonos de rojo, haciendo un tic en un ojo.

-¡No voy a contestar eso!

-¡¿Por qué todos le dicen eso a Trixie?!- bramó levantando los brazos, inquieta por la curiosidad.

-En vez de incomodar a la gente con esas preguntas, ¿Por qué no lo averiguas tú misma?- le apuntó Sunset.

Y Trixie agrandó los ojos, llevándose las manos a la barbilla.

"Tal vez en buena hora me encontraré con Moon White..." y sonrió lentamente con risas profundas, jugando con sus dedos y sus ojos le dieron un semblante pícaro que dejó a las dos chicas dudosas.

-Pareciera que planea violar a alguien- le murmuró Rarity a Sunset y ella frunció el ceño.

-¡Deja esa cara pervertida!- le retó Sunset chasqueándole los dedos a Trixie, despertándola.

-Trixie no es ninguna pervertida- se defendió llevándose las manos a la cadera -. Sólo es muy curiosa.

-Cuidado con esa curiosidad...- soltó Rarity -. Una palabra: protección- y su comentario hizo a Trixie y hasta a Sunset agrandaran los ojos y sonrojarse, intercambiándose miradas entre ellas.

-¡Que Trixie no es una pervertida!- bramó y Rarity se volvió a reír, le parecía divertido molestarla para después contemplarla mientras discutía graciosamente con Sunset. -. Aún no conozco a nadie digno de la Gran y Poderosa Trrrixie- bramó, con sus poses y acento de reina del mundo.

-¡Como sea! Debes respetar la privacidad de los demás- soltó Sunset con una risa burlesca cruzándose de brazos -. Ir preguntando al azar qué se siente besar...

-¡Mojigata!- lanzó, también cruzándose de brazos y ceñuda.

-¡Pervertida!

-¡Que Trixie no es pervertida, es muy curiosa!

-¡Me levantaste el short cuando dormiste en mi cuarto la primera noche!

-¡Para ver tu Cutie Mark, no porque sea pervertida! ¡Era curiosidad! ¡Y ya quisieras Shimmer! ¡Todo el mundo ya quisiera!

Se sostuvieron la mirada, ceñudas y de brazos cruzados, para luego reventarse en risas y apoyarse una a la otra, dándose amistosos golpes en los brazos.

"Tal vez Applejack exagera" pensó Rarity sonriéndose divertida mirando la complicidad amistosa entre Shimmer y Lulamoon, "Trixie no es tan mala...sin embargo", curvó las cejas, abrazando el sobre manila contra su pecho "Sunset Shimmer no tiene esa complicidad con ninguna de Las Rainbooms, ¿Acaso Trixie Lulamoon le ofrece algo que nosotras no podemos?" sonrió "al menos me alegra que encontrara lo que buscaba en Trixie".

...

Ya faltaban pocos minutos para que inicien las clases. Trixie mientras caminaba a su casillero se había encontrado con Lyra y Derpy, quien esta última daba brinquitos casi iguales a los que da Pinkie Pie al caminar, pero ella lo hacía emocionada por la fiesta de esta noche.

-Oye, pero no he visto a Whooves hoy- le dijo Lyra y Derpy dejó de brincar.

-Es cierto. Se le ha hecho tarde.

-De seguro está en el laboratorio de química apartándote un lugar, como siempre- la tranquilizó Trixie sonriéndole y Derpy le devolvió la sonrisa asintiendo, le abrazó de lado pero lo que dejó sorprendida, hasta hacerle sonrojar, fue el beso en la mejilla.

-¿Por-por qué besaste a Trixie?- preguntó.

-No lo sé. Me nació. Es que te quiero mucho- se sonrió tiernamente -. Eres genial cuando no hablas de ti todo el tiempo y actúas de forma divertida. Me alegra mucho que seamos buenas amigas ahora.

Trixie suavizó la mirada. Aquellas simples palabras, habían tocado el corazón de Trixie y la dulce sensación del beso lo hizo envolver con una delicada calidez. Era importante para ella escucharlas de alguien que no sean Bonbon (a su modo, claro) o Sunset Shimmer. Alguien más creía en su reformación, aunque del círculo de chicos con los que almuerza y Sunset, no se habla con nadie más, ya que algunos la miran con recelos, otros son secos a la hora de contestarle y hasta algunos se burlan de su actitud de pesada. Trixie dejó escapar un suspiro. Pese el mensaje de unión y amistad...los adolescentes no dejan de ser lo que son.

-Gracias- soltó sonriente mientras Derpy la soltaba y seguían caminando -. Es importante para Trixie escuchar eso. También eres genial.

Lyra sonrió conmovida e iba expresar también la buena amiga que resultó ser cuando paró a raya, agrandando los ojos.

-Eh, chicas...- dijo y Trixie y Derpy miraron donde señalaba Lyra, hacia el casillero de Bonbon...quien sonreía... ¡SONREÍA! No una típica corta... ¡UNA COMPLETA!

-Buenos días, chicas- saludó Bonbon y cerró los ojos, ladeando la cabeza y ensanchando la sonrisa.

Las jóvenes agrandaron aún más los ojos, con sonido de terror viendo la sonrisa.

-¡AAAAAHHHHHH!- gritaron las tres, llevándose las manos a la altura de su corazón.

-¡Bonbon sonríe, Bonbon sonríe demasiado!- chilló Derpy -. ¡No, no, el fin del mundo, yo quiero viviiiiiiiir!- gimió pasando las manos a la cabeza.

-¡Va a llover meteoritos, ya puedo escucharlos venir!- gritó Lyra, sacudiendo a Trixie. -. ¡Ya vienen!

-¡Cúbranse!- exclamó Trixie y las tres chicas sincronizadas se acuclillaron al suelo, protegiéndose las cabezas con los cuadernos que cargaban.

Bonbon, sin borrar la sonrisa, levantó una ceja y negó con la cabeza.

-Tus amigas son raras- se apareció Cherry Crash, observando a las tres chicas en el suelo.

-Lo sé, ¿no son geniales?

-Sí que lo son- le sonrió y Bonbon le devolvió la sonrisa, mirándola mientras cerraba su casillero. -. ¿Quieres ser mi pareja para química?

-Sabes que no tienes que preguntarlo.

Ignorando a las dramáticas, caminaron juntas hacia el laboratorio.

-¿Ya pasaron los meteoritos?- preguntó Derpy, mirando a Lyra y Trixie, quienes se reían.

-Pero en serio, ¿Por qué está tan feliz?- preguntó Lyra poniéndose de pie con las demás.

-No hay que preguntarnos por qué alguien está feliz, sólo estar felices de que lo sean- observó Trixie.

-Sí, pero hablamos de Bonbon, MI Bonbon. Soy su mejor amiga desde hace tiempo y nunca ha sonreído de ese modo.

-¿Cómo?- quiso saber Trixie, a ver si Lyra procesaba la idea y la joven de ojos dorados agrandó los ojos.

-Como yo...cuando me enamoré de Bicmac...- una sonrisa cubrió la mitad de su rostro -. ¡Nuestra Bonbon está enamorada!- celebró y abrazó a Derpy y después a Trixie -. ¿No es eso genial? Si tiene novio, entonces podremos tener citas dobles, es decir, triples. Bicmac y yo, Derpy y Whooves, Bonbon y quién sea quien logró conquistar su terco corazón.

-¡Cielos!- se sorprendió Trixie -. ¡Es verdad! Todo el grupo tendrá pareja... ¡Excepto Trixie! Trixie será la violinista- y se golpeó la frente con su cuaderno. -. ¡Y ni siquiera Trixie ha besado a alguien! Lo que me recuerda- miró a Lyra y Derpy -. ¿Qué se siente besar? ¿Te asfixias? ¿Duele? ¿A qué sabe la saliva? ¿Cómo sabes que deberías ir a la izquierda o la derecha? ¿No se chocan las frentes?

Lyra y Derpy se compartieron una mirada cuando sonó el timbre.

-¡La campana!- corearon ambas y corrieron al laboratorio.

-¡¿Por qué nadie quiere contestar a Trixie?!- dramatizó dejándose caer de rodillas y levantando los brazos hacia arriba.

-Porque eres una tonta.

Trixie dejó el drama y mientras se volteaba para ver quién la había insultado, una pesada y bien cargada mochila aterrizó en su rostro con tal fuerza que la hizo caer al suelo.

Escuchó risas mientras sentía arderle la comisura de labio y saboreaba algo amargo y caliente. Su sangre. Levantó la mirada, viendo que un grupo de chicas continuaban su marcha mientras hablaban sin siquiera detenerse a mirarla.

-¡Uy, gran y poderosa Trixie!- se bufó una chica haciendo muecas y las demás soltaron risas.

-Ridícula. Y se supone que viene de Los Lulamoon- murmuró otra y las risas se alzaron.

Trixie se llenó de vergüenza y coraje. Se pasó el torso de su mano hacia su pequeña herida que se había hecho tal vez con el cierre de la mochila y vio un hilito de sangre, reteniendo orgullosa las lágrimas cuando sintió nuevos pasos tras ella y vio la sombra de un brazo que se estiraba hacia ella.

-¿E-estás bien?

Aunque reconoció la voz, Trixie se puso en pie por su propia cuenta y se sacudió la ropa.

-Trixie está bien, Fluttershy. Gracias- y sin decir más, caminó hacia el laboratorio mientras la joven de cabello rosa pálido miraba con tristeza a Lulamoon.

...

Bien tenía razón Trixie. Derpy sonrió con el corazón hinchado al ver a Whooves en una mesa de trabajo en el laboratorio. Pero estaba con la frente pegada a la mesa, por lo que él no la vio. Derpy caminó con las manos hacia atrás, se puso frente a él y lo llamó con golpecitos en el hombro.

Whooves levantó el rostro y agrandó los ojos cuando lo sorprendió un corto pero profundo beso.

-¡Feliz, feliz cumpleaños!- chilló ella y lo abrazó, pegando cachete con cachete.

-Ahora sí es uno muy feliz- le sonrió.

Whooves trató de mantener la sonrisa. Aún se sentía mal pero se negaba a demostrarlo. Mientras, Derpy se sentaba a su lado y colocaba las manos sobre la mesa, éstas le temblaban un poco. La joven frunció el ceño, sintiendo como se le revolvía el estómago. "No, no otra vez. Me tomé el té y me sentí mejor" pensó Derpy manteniéndose ceñuda y llevándose la mano al estómago. "Hoy no. Es el cumpleaños de Whooves".

-¿Pasa algo?- le preguntó Whooves, que le empezaban a sudar las manos.

-No, nada- mintió, ignorando la molestia y lo miró mejor -. ¿Estás pálido?

El joven negó con la cabeza y ambos lanzaron un suspiro de alivio cuando Luna ingresó al laboratorio para empezar las clases.

...

Para la hora del almuerzo, Pinkie Pie daba brinquitos con las demás hacia su mesa. Sus amigas no sabían cómo podía saltar sin regar nada de la charola. Pero era sólo Pinkie Pie siendo Pinkie Pie.

-Ya te estoy viendo con el vestido que dije que vi para ti- habló Rarity a Sunset.

La modista tenía un rostro de encanto. En serio quería graduarse ya y especializarse en modas y estilismo. Se llevó su cabello morado ondulado sobre sus hombros y lanzó un suspiro soñada mientras se veía a ella con un vestido que vio mientras escogía el de Sunset, caminando en el elegante y refinado salón del Baile Juvenil de Gala. ¿Quién sabe? Tal vez se encontraría con su Príncipe Azul, que no se resistiría a su belleza y elegante educación que pese ser de clase media, actuaba como toda una señorita de la alta alcurnia.

Su rostro ido mientras jugaba con su cabello hizo que dos chicos que pasaban con sus charolas sentido contrario a ellos se chocaran por contemplarla.

-Ehh, ¿Rarity?- la llamó Sunset.

-La perdimos- confirmó Rainbow Dash.

-¡Rariiii!- le chilló Pinkie Pie, sacando un globo inflado de la nada y lo reventó en su cara.

-¡Ahhh! ¡Pinkie!- gruñó, frunciéndole el ceño.

-¡Es que estás en la luna!

-¿Yo qué?- preguntó la subdirectora que justo pasó caminando por su lado.

-jeje, nada, nada- sonrió Pinkie. -. ¿Cupcake?- le ofreció y Luna rodó los ojos aceptándolo y siguió su camino. -. Bueno, quería contarles algo que me hizo llorar ayer- avisó haciendo un puchero.

-¿Qué? ¿Se te terminó el polvo de hornear?- se burló Applejack.

-¡Ni digas de chiste!

-Bueno, cuéntanos- le incentivó Rainbow Dash.

-Oki doki loki. Aquí va la parte del flashback del fanfic.

-¿Eh?- dudaron todas.

-¡Como sea! ¡Allá va!

*Flashback*

"Sonata Dusk estaba jugando una partida de damas chinas cuando su cuerpo se sacudió cuando una energía tan dulce y empalagosa le recorrió su aura. Sonata sonrió, saltó de la silla y se volteó gritando:

-¡Pinkie Pie!

-¡No es justo! Te quería sorprender- se quejó la rosada, que se había quedado en posición para saltar sobre ella.

-Tu energía te delata y ya estoy controlándolo mejor- se rió llevándose el dedo índice a la barbilla. -. ¿Qué te trae a la Casa Hogar?

-Pues los pies- se burló.

-Oh, sí, es verdad. Qué torpe soy- se disculpó tomando con seriedad su respuesta.

-Bueno y también esto- y le estiró un pequeño sobre.

-¿Qué es?- preguntó tomándolo y abriéndolo.

-¡Es una invitación a una fiiiiiesta!- chilló, elevando los brazos haciendo soltar serpentinas -. Es el cumpleaños de nuestro amigo Time Tunner. Ya es mayor de edad ¡Es el más viejo de nosotros! jijiji y Derpy quiere festejarlo en grande con las cosas que le gustan, aunque sólo entre amigos, claro y...- calló, parpadeando incrédula -. Eh, ¿Estás llorando?

-¡Claro que sí!- chilló Sonata llevándose un brazo a sus ojos mientras le recorrían las lágrimas.

-¡No llores! Me vas a hacer llorar a mí- dijo con puchero Pinkie mientras sacaba un pañuelo de su cabello.

-Lo siento... es que...es que...- hipaba, tomando el pañuelo -. ¡Nunca me habían invitado a una fiesta!

Y Pinkie inhaló dramáticamente, como lo haría Rarity, llevándose las manos a la boca mientras le vidriaban los ojos.

-¡Esta sería mi primera fiesta y estoy feliz!- continuó la exsirena, dejando ver sus aguados ojos cerezas.

-¡Ya me hiciste llorar!- chilló Pinkie Pie soltando en lágrimas. Sacó otro pañuelo de su loco cabello y se sonó exageradamente la nariz, para acto seguido ambas abrazarse y unir su llanto ante los rostros escépticos de los demás".

De vuelta al presente, Pinkie Pie se había puesto llorar de nuevo y se sonó la nariz fuertemente que hizo asquear a Rarity.

-¿NUNCA HABÍA IDO A UNA FIESTA? ¿EN MÁS DE MIL AÑOS? ¡ESO SÍ QUE ES MUY MUY TRISTE!- lloriqueaba Pinkie Pie.

-Ooookey. Calma- le dijo Fluttershy con una risita mientras le palmeaba la espalda. -. No llores, al contrario, ponte feliz porque tendrá como primera fiesta una organizada por ti.

-¡Es cierto!- se emocionó Pinkie dejando de llorar de golpe -. ¡Esta fiesta debe ser la mejor tanto para Whooves como para Sonata!- chasqueó los dedos poniéndose de pie de golpe -. ¡Ya sé! Agregaremos al menú, ¡Tacos!

-¿Tacos?- dudó Rarity.

-¡Tacos!- confirmó de nuevo la rosada, llena de energía. Tomó su charola y se marchó hacia la mesa que compartía Cheese con sus amigos -. ¡Tacos!- le dijo y él captó el mensaje.

-¿Quieres poner tacos en el menú para que Sonata tenga una buena experiencia en su primera fiesta de cumpleaños porque nunca ha sido invitada a una?

-Eh, dudó que sea eso- le dijo Soarin con cara de poker.

-¡Exacto!- le confirmó Pinkie Pie.

-¿En serio?- se sorprendió Flash y miró a Cheese -¿Cómo sabías?- le preguntó y él se encogió de hombros.

-Corazonada.

...

Whooves llegó, una vez más, primero que todos para la clase de Historia. Volvió a sentarse con pesadez y pegar su frente al pupitre. "No, no y no. No me puedo enfermar. Remedio... ¡Haz tu efecto!" exigió frunciendo el ceño cuando sintió unos característicos golpecitos en su hombro. Sonrió, imaginándose a Derpy otra vez queriéndolo sorprender pero esta vez quiso él sorprenderla a ella. Levantó la cabeza sin espera y atrapó aquellos labios con los suyos, pero apenas lo hizo, supo que no eran los de su novia, por lo que abrió de golpe los ojos para chocar con los iguales o doblemente abiertos ojos de color cyan.

-¡SUNSET!- exclamó retrocediendo violentamente rojo de la vergüenza-. ¡Lo siento, creí que eras Ditzy! ¡Perdón, lo siento, lo siento, lo siento!

Podía sentir su rostro hirviendo, realmente con ganas de hacerse tan chiquito como ratón, escarbar en la tierra y que se lo tragara, literalmente.

-Ahm...- balbuceó Sunset, igual de sonrojada y avergonzada, apenas le salían las palabras sintiendo las manos heladas -. Sé...que... no fue tu intención y...- frunció el ceño -. ¿Te estás limpiando la boca?

-Eh...- soltó con el torso de su mano sobre su boca -... ¿sí?...

-Como sea...- dijo, pasándose también el torso de su mano a la boca -. Sólo vine a decirte "feliz cumpleaños"- lo miró aún ceñuda -. Feliz cumpleaños.

-Ehm...gracias.

-Y también para disculparme porque no podré ir a la fiesta. Me comprometí con Trixie antes de que me llegara la invitación.

-Entiendo.

-...

-...

-Bueno...-corearon.

-Iré por allá... a mí pupitre...a borrar lo que pasó...

-Ok- suspiró para relajarse -. En serio lo siento.

-Lo sé, tranquilo...- se dio vuelta, hacia su pupitre mientras empezaban a llegar más alumnos.

"¿Qué se siente besar?", le había preguntado Trixie y Sunset se llevó una mano a sus labios. "Hasta ahora... sólo me han sabido a error", pensó, cerrando los ojos.

....

El resto del día pasó rápido y para ciertos estudiantes agradecían por eso. Rarity y Sunset Shimmer fueron al centro comercial a comprar todo lo que faltaba para la gala. Trixie tenía que partir asimismo a arreglarse que, por primera vez desde que asiste a la gala, iría con real emoción, ya que tendría una buena compañía con quien no podría fingir quién era ella en realidad. Whooves quería llegar a casa y descansar para sentirse un poco mejor para la fiesta. En cambio Derpy estaba apoyada en Pinkie Pie, que iban juntas a su casa a terminar la decoración.

-¿Te sientes bien?- le preguntó Pinkie y Derpy asintió para luego negar con la cabeza.

-No...creo que algún muffin estaba en mal estado- y se llevó una mano al estómago -. Vomité lo que almorcé.

-¿En serio? ¿Te enfermas justo hoy?

-¡Lo sé!- se quejó con tristeza.

-Mira, haremos esto. Cheese y yo nos ocuparemos de la decoración mientras tú descansas para que te sientas un poco más animada en la fiesta, ¿Oki?

-Pero se supone que la fiesta la estoy haciendo yo.

-Ya nos dijiste cómo la querías, te guiamos y ahora sólo la montaremos. De ahí todas las ideas son tuyas.

-Gracias, Pinkie- le sonrió expresando alivio con sus tiernos ojos.

Ambas se encontraron con Cheese cerca de la estatua del caballo donde contaron la situación. Mientras metros más atrás, Bonbon y Cherry se detuvieron cuando bajaron las escaleras de la escuela.

-Nos vemos esta noche- le dijo Cherry, realmente ilusionada.

-Claro- asintió, saliéndosele una sonrisa.

Cherry dudó un momento pero se animó en darle un rápido beso de mejilla y le hizo de la mano mientras se iba. Bonbon suspiraba, tratando de hacerse entender que esto era real, no era un sueño. "Realmente me gusta", pensó, sin evitar un sonrojo.

-¡My goshh, my goshh, my goshh!- chilló Lyra sorprendiendo a Bonbon. -. Estás sonrojada. ¡Te ves tan linda sonrojada!- y la abrazó brincando sin parar. -. Vamos, Bonboncito, ¿quién es?

-¿A qué te refieres?

-¡No te hagas! Conozco esa sonrisa. Es la sonrisa del amor. ¡Dime! ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Es deportista, artístico, ecológico? ¡Quiero detalles!- la sacudió.

-¡Basta!- le frunció el ceño y se separó. -. No sé quién te metió eso en la cabeza pero no me gusta nadie.

-¡Ya te dije que lo sé por tu sonrisa! Nunca sonríes tanto tiempo, y el tipo de sonrisa que cargas es de amor. ¡Soy tu mejor amiga! Tienes que decírmelo.

Bonbon miró hacia un lado, debatiéndoselo. No era momento ni hora para soltar algo que para ella era realmente importante. Suspiró y la miró.

-Es cierto. Eres mi mejor amiga y tengo que decírtelo.

-¡Así es!- se emocionó -. ¡Escúpelo!

-Sólo...puedo adelantarte que sí, efectivamente, me gusta alguien y yo a ese alguien también.

-¡Ayyyy!- chilló dando más brinquitos.

-Pero- le interrumpió, seria –no es nada oficial aún. Veremos cómo van las cosas y si todo sale bien, ahí sabrás de quién se trata.

-¡¿Por qué?!- se molestó parando la emoción en seco.

-Porque quiero estar segura.

-Pfff aburrida. Pero bueno, estoy de acuerdo. Al menos lo seguiré intentado en la fiesta de Whooves.

-Eh...yo no voy.

-¿Qué? ¿No vas a ir al cumpleaños de tu amigo?

-Ya lo hablé con él y lo compensé invitándolo al cine.

-Pero... ¿Por qué no irás?

-Porque...- se mordió el labio y desvió la mirada -.tengo una cita.

-¡Ayyyy!- volvió a chillar y volvió a abrazarla dando brinquitos. -. ¡Esto va en serio, en serio! Estoy tan feliz por ti, Bonbon- la miró -. Tienes tu carácter pero eres una chica genial, bonita y buena amiga. El chico que está ganando tu corazón espero sepa la suerte que tiene- y la volvió a abrazar.

-Sí...-suspiró, mirando hacia un lado -...wii...

...

Trixie estaba esperando su auto en la esquina de la calle de la escuela cuando unas sombras se posan sobre ella. La joven volteó y vio a las tres chicas que la atacaron esta mañana. Trixie frunció el ceño, dio dos piruetas hacia atrás para detenerse en pose de karateka. En momentos así daba gracias de usar licra bajo su falda.

-Esta mañana me sorprendieron pero ahora ya no ¡No dejaré que abusen de Trixie otra vez!

-Es cierto...- dijo la más alta a las otras, ignorándola. -. Tiene lastimado el labio.

Trixie arrugó la frente, sin entender.

-Lo sentimos, Trixie- exclamó la de cabello negro y las demás asintieron -. No pensé que mi mochila iba darte un golpe tan fuerte. No quería lastimarte.

Lulamoon no cambió su defensiva.

-Pero...sí molestarme.

Las tres se miraron entre sí.

-Lo sentimos- dijo la que faltaba, de ojos verdes -. Fluttershy tiene razón. La antigua Trixie nos hubiera devuelto los insultos pero no lo hiciste.

-¿Fluttershy?- dudó, rompiendo su pose karateka.

-¿Nos perdonas?

Trixie, aún incrédula asintió levemente. Las demás hicieron el ademán de irse pero Lulamoon las atajó.

-Esperen, ¿Qué tiene que ver Fluttershy?- preguntó.

*Flashback*

"Las tres se iban aún con su sonrisa plantada en el rostro cuando una voz tras suyo las interrumpe.

-¡Hey, ustedes!- llamó Fluttershy acercándose. Las tres agrandaron los ojos al verla firme, ceñuda y...y... ¡con aquella mirada, Su Mirada, La mirada! -. ¡¿Cómo se atreven a humillar y golpear de esa forma a los demás?! ¡Deberían darles vergüenza! Trixie se partió el labio y estaba sangrando ¡por su culpa! ¿Les gustaría que alguien más les hiciera eso? ¡Claro que no, pero bien merecido se los tendría! ¿Qué dirían sus madres al verlas actuar tan desdeñosamente? ¡Así que se van a disculpar con Trixie! Ella merece disculpas porque en vez de ser rufián como lo fueron ustedes, no les contestó porque ella cambió y no se rebajará a su nivel ¡Deberían de aprender algo de ella! ¿Oyeron?

-S-sí- balbucearon inclinadas hacia atrás y rejuntadas entre sí.

-¡¿OYERON?!

-¡SÍ! ¡PERO DEJA ESA MIRADA!".

"¿Eso hizo por Trixie?", sonrió Lulamoon mientras las tres chicas ya se iban tras contar la historia. "¿Alguien más cree en Trixie?".

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