La semilla fue puesta
En un agujero oscuro
Dejándola sola
Escondiendola del mundo.

Con agua y cuidado,
Y luz en el suelo
Que parecía vacío,
El fruto estaba tendido.

Pasaron los días,
Pasaron los meses,
La esperanza perdía
Pero ya estaba creciente.

El fruto con amor
Que poco a poco
Se secó
Fue como nació.

La semilla se abrió
Y unas hojitas salieron,
De verduzco color
Bajo la luz resplandecieron.

El amor ya lo sentía,
Pero lastimosamente
Si vivaz energía
No la recibía la gente.

Las plantas envidiciosas,
La gente con amargura
Odiaban con ganas
La reciente frescura.

Dedicados a destruir,
A lastimar y mentir,
Con su primer vestir
La criticaban a morir.

Sus primero pétalos
Fueron cayendo,
Con pedazos rotos
Uno a uno.

Nuestro personaje
Fue querido
Por primera vez
Por un juego amigo.

Una enredadera
Con esporas machos
Que se colgaba de sus ramas
Y se robaba lo poco logrado.

Cuando la flor
Se fue secando
La ramera se reía
Y el cielo estaba llorando.

Lágrimas caían
De las grises nubes
Que con su mirada decaída
Se mostraban lúgubres.

La muerte se avecinaba,
El agua la ahogaba,
Pero la ramera no sabía
Que no era la única que expiraba.

Cuando el agua subió
La ramera no alcanzó a separarse,
Y por maldadosa murió
Junto a su fiel y único amante.