Cuando el último rayo de luz del día
Se esconde en el horizonte
Y sube en el cielo una estrella
Su luz brillante acaricia las flores,
Se desliza por los pétalos y hojas
Hasta llegar donde una mujer
Está preparada para una nueva etapa.

Aquella luz blanca baila,
Paso tras paso encima de su vientre
De una manera suave y delicada
Cómo si de un vals se tratara
Siguiendo la música que el viento toca
Al golpear las ventanas y las campanas
Hasta el último tono de la canción.

Se sumerge dentro de su piel
Escondiéndose para la próxima función
La cual comienza con lágrimas
Anunciando una nueva vida
Tan brillante como la estrella
Qué ansiosa espera recibir
Una nueva alma para acompañar.

Pasaron cada uno de los días,
Cada una de las estaciones
Desde primavera a invierno,
Y cada uno de los meses
Desde enero a diciembre
Dónde aquél pequeño y la luz
Bailaban y crecían a la par.

Con cada paso que daban
En un hermoso y verde campo
Bajo el cielo azul
Y la calidez del sol
Una nueva nota comenzaba a sonar
Y el niño crecía
Hasta volverse un hombre.

Cuando el vals se tornó lento
La luz se volvía más apagada,
El viento ya no cantaba,
Parecía más un susurro,
El hombre ya no escuchaba
Y sus pasos se volvieron torpes
Sin poder seguir el vals.

Una vez el susurro se volvió arrullo
La luz se disolvió en el pecho
De aquel hombre viejo
En el cual reposó cansado,
Y durmieron, durmieron juntos...
Y la última nota se fue
Junto con el último suspiro.