Hermosa mujer de increíble inteligencia, fuerte, perspicaz, y de infinita belleza.

  Ella no es una princesa, ella es una reina, la más segura, la más divina. Ella ha enamorado a medio reino, pero es seguro que aparte de lo sabido, sea probablemente el reino entero.

  Déjeme tocar para usted bella dama, déjeme tocar una hermosa pieza, gratificante y solo para gente increíble como lo es usted.

  Déjese llevar con el suave sonido del piano, mientras mis dedos juegan con las teclas. Déjese deslizar en las cuerdas de mi violín, mientras vibran en un estridente sonido, pero con un toque armónico.

  Salte en los tambores que marcarán el ritmo, y el hurdy-gurdy tocará una sonata en sus cuerdas vibratorias para darle la mejor canción de cuna que jamás se halla inventado.

Y su increíble belleza déjeme halagarla, con su cuerpo divino, que siendo sincero quiero devorar, perdone mi atrevimiento pero lo digo en verdad. Cualquiera envidiaría a su amor real, ya que cualquiera quisiera poseerla entre sus manos, marcarla y decirle entre roces bajo las sábanas lo bellísima que es usted.

  Disfrute su día como ningún otro, ¡Oh, bella mujer! Usted merece no solo el mundo entero, sino apresar el universo entre sus manos.

   Siga llenando con su presencia, y deleitándonos con su prestigiosa vida.

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Este escrito fue regalo para HimeCifer21.