Esto Sí Pasó - Capítulo 5
Una vez terminado el evento aún quedaba suficiente luz del sol en el día para otras actividades. Los ciclos superiores comenzaban sus clases mientras que los inferiores terminaban la limpieza de todos los salones y áreas usados. Tras su debate, Tom se despidió de Roxana con una última burla hacia los otakus y le dijo que esperaba poder debatir de nuevo con ella en un futuro evento. Ella no se tomó tan bien lo dicho, pero le causó gracia su atrevimiento. Por su parte solo sonrió incómodamente y le dijo que para la próxima mínimo sepa lo que ser otaku significa.
Tras pasar un rato y despedirse de otros compañeros que encontró en la universidad, Roxana se encaminó hacia su casa, la cual no quedaba demasiado lejos. Quedaba cruzando a través del enorme "Parque Del Centro" donde solían hacerse eventos de arte muy a menudo, ferias artesanales, gastronómicas, de deportes, etcétera. A ella le gustaba mucho ese lugar y siempre agradecía el no tener que usar el transporte público para llegar a su casa de estudios. Dicho parque tenía árboles enormes y áreas verdes decoradas con las más vistosas y coloridas variedades de flores, las cuales en primavera y verano daban un gran espectáculo a la vista además de una hermosa sensación de paz, sobre todo en las mañanas.
Ese día, como muchos otros antes, decidió tomarse su retorno con calma y admirar la puesta de sol desde su banca favorita, la cual encontró desocupada. La particularidad de aquel lugar era que las bancas estaban una a la espalda de la otra, lo que permitía situarse desde cualquier ángulo y elegir qué ver. La que ella eligió, además, tenía un pequeño arbusto en la división con la posterior, lo que le daba una sensación de privacidad que las demás no tenían.
Se detuvo entonces y buscó entre sus cosas su celular y unos audífonos. Tomó una libreta y comenzó a escribir diversas ideas para un cortometraje que tenía pendiente como tarea para su universidad. Se suponía que tendría una reunión con su grupo al día siguiente para definir el proyecto que harían y ella quería aportar algunas sugerencias.
Casi al mismo tiempo, una pareja se sentaba en la banca de atrás mientras tomaban un descanso tras una larga caminata que habían tenido momentos antes por todo el parque. Esta pareja era Tom y su anteriormente mencionada novia Naiara, una señorita muy risueña, de las que no se toma en serio muchas cosas que se le diga, de cabello largo y rubio con tonos verdes que solo brillaban si le daba la luz en un determinado ángulo, un tanto más baja que su pareja y de un acento particular que denotaba que era extranjera. Ambos acomodaron sus cosas y tomaron asiento para conversar un momento sobre lo ocurrido en su día.
—Bueno, me has tenido dando vueltas todo el santo día —comenzó Naiara— ahora si dime que no la regaste en el evento Tom.
—Mujer de poca fe, me fue sumamente bien, de algo sirvió que me hicieras ver tanto anime últimamente.
—¡¿A que soy una senpai confiable?!
—Como digas "Naia-chan" —dijo sarcásticamente, fingiendo una reverencia de mayordomo.
—¡Naia-senpai cuando hablemos de estas cosas! Cuéntame más we —solicitó ansiosa.
—No hay mucho que contar. Más bien que bueno que tu papá salió casi ileso de ese accidente.
—Si, solo unos cuantos moretones, ese chofer de bus iba muy distraído con la música a tope. Lo fuimos a ver todos preocupados, pero no pasó de eso.
—Me cae bien el señor.
—¡Ahora sí dime!
—Pues ya sabes, lo típico, otakus hablando de sus cosas, exagerando sobre hechos obvios, yo no estaba tan seguro de que hablar así que solo fui un buen suplente y opiné cuando me lo pedían.
—Ajá, ¿Y qué más?
—Pues eso... ya sabes cómo se ponen de intensos los fans con lo que les gusta.
—Anata —le dijo acariciando sus cabellos— supe que los ánimos se caldearon en el debate, me dijeron que solo tú podrías explicarme lo que pasó, así que dime la verdad o saco a la yandere que llevo dentro - continuó ya demostrando su enojo.
—De acuerdo, de acuerdo, es posible que yo... —comenzó Tom nervioso— haya tocado un tema tabú.
—¡Mantaku! ¿Cuál de todos?
—TK vs TH...
—¡¿Eres baka o qué?! ¡No me pinches jodas Tomás! —le recriminó Naiara verdaderamente enojada— ¡¿Sabes cuántos eventos pequeños se han arruinado por ese asqueroso debate?!
—Solo quise darle algo de emoción al evento amor, no es para tanto.
—¡Aish! Bueno... al menos defendiste al TH ¿no?
Tom sudó frío entonces y esquivó la mirada de su novia tanto como pudo. Ella se dio cuenta que él había tomado una postura contraria a la que habían acordado y que casi arruina el evento donde ella era la verdadera moderadora. Temió por su imagen dentro de la pequeña comunidad de su universidad y en un arranque de ira comenzó a darle pequeños puñetazos al pecho. Entre los silencios de su celular, Roxana escuchaba partes de una discusión cercana, reconoció el tema y suponía quienes eran, pero prefirió ignorarlo lo más que pudo para concentrarse.
—¡Naiara cálmate! ¿Cómo puedes ponerte así por un evento como este?
—¡¿Y cómo no idiota?! —comenzó a gritar, conteniendo algunas lágrimas que empezaron a brotar— no solo me haces quedar mal con mi gente, te burlaste de mis gustos y casi arruinas quizás la única oportunidad que teníamos para celebrar el gusto por los animes y mangas. Y lo peor... —comenzó a llorar— es que no tomaste partido por mí... ¿Y todo para qué? ¿Para tu diversión personal?
—Naia yo... —respondió Tom apenado— lo siento. Yo en verdad estoy de tu...
—Hasta aquí contigo Tomás —respondió firmemente Naiara— No quiero estar con alguien que no respeta en lo más mínimo mis gustos.
—Nunca habíamos peleado por nada ¿En serio quieres terminar conmigo por esto Naia?
—Deja de llamarme así —interrumpió tajantemente— y sí, por esto.
—Solo quería amenizar un poco las cosas...
—Pero no así Tom, no faltando el respeto a la gente y a mí, en mi ausencia.
—Tenemos poco tiempo juntos Naiara —le suplicó Tom intentando tomar su mano— no deberíamos terminar así, por favor.
—Pues poco tiempo me basta, suficiente para darme cuenta. Adiós Tomás.
Dicho esto, Naiara tomó sus cosas y se fue dejando a Tom solo. Para buena suerte, no había mucha gente alrededor, por lo que solo uno que otro transeúnte se topó con lo que ahí ocurría. Él estaba completamente incrédulo por lo surrealista de su situación, por un breve instante tuvo la esperanza de que Naiara se diera cuenta de su error, pero nunca regresó, lo cual lo frustró y optó por no seguirle el juego y quedarse en ese lugar. Siendo presa del tremendo fastidio por aquella situación, tiró su mochila a la banca, asustando a Roxana quien estaba del otro lado del arbusto en la banca contigua. El impacto la hizo levantarse y quitarse los audífonos a la velocidad de un reflejo. Estaba a punto de reclamar duramente a quien estuviera del otro lado, hasta que reconoció a Tom.
Cuando sus miradas se cruzaron, Roxana ató cabos entre la discusión que cada tanto escuchaba entre canciones y esos ojos tristes sin vida que se posaron sobre los suyos. Entendió que esa pelea de pareja que escuchó eran él y la chica que había visto en fotos apenas horas antes. Vio hacia un costado y distinguió una silueta femenina que se alejaba de ese lugar con un pesado caminar. Volvió a mirar a Tom, quien rápidamente apartó la mirada y le dio la espalda, ocultando así unas lágrimas que querían salir, más de frustración que de tristeza.
—¿Qué haces aquí? —preguntó él serio, con palabras ahogadas.
—Yo... eh... —Roxana dirigió su mirada a un costado, volteando a verlo cada tanto— solo estaba escuchando música y haciendo una lluvia de ideas para una tarea.
—¿Qué tanto escuchaste? —volvió a preguntar.
—Muy poco la verdad. No estaba segura si eras tú.
—No importa —respondió suspirando— ¿No te parece tonto? ¿Terminar por un evento como este? ¿Por no decir lo que ella esperaba que dijera?
—¿Acaban de terminar por lo ocurrido en el evento? —preguntó sorprendida— Es una tontería... si... —respondió apenada.— Pero lo que no entiendo es ¿Por qué?
—La verdad... —comenzó a decir más sereno, mirando al cielo, aún sin dar la cara— quería meter leña al fuego, el debate en ese lugar se me hacía muy aburrido, no podíamos llamarlo debate siquiera, era más un foro de gente de acuerdo entre sí, casi como una secta leyendo su biblia. Metí el tema del TH y el TK y como te vi tan motivada con una posición similar a la mía, quise darte un poco la contra. Soy un tonto ¿verdad?
Ambos quedaron en silencio, Roxana quería darle la razón en esa última afirmación, pero sintió que una burla le haría sentir peor a como se sentía en ese momento. Pese a todo, ella era muy empática con los demás y entendía cuando un comentario irónico podría resultar muy hiriente en una conversación seria. Optó por no decir nada, generando un silencio incómodo que Tom no conseguía entender del todo, pero que de algún modo le tranquilizó y le devolvió la cabeza fría.
—Pudiste ganar en el debate ¿Sabes? —retomó él.
—¿De qué hablas?
—¿Has escuchado... —comenzó con voz entrecortada— sobre el fanart que el autor retwitteo de uno de sus asistentes?
—¿Fanart? ¿Hablas de la imagen TH que hizo un asistente y que supuestamente el autor confirmó que así sería?
—Esa misma.
—Pero, eso es un mito, nunca pasó.
—Eso dicen, pero Naiara y yo la vimos por casualidad cuando la publicó. Estuvo ahí como por una milésima de segundo antes que la borrara y conseguimos tomarle una captura. Cuando todo se destapó y mostramos la evidencia, nadie nos creyó. Hasta nos tildaron de falsificar la imagen.
Tom se secó las pocas lágrimas y sacó su celular, buscó la captura que tenía y se la mostró a Roxana, mientras lo hacía evitaba mirarla directamente. La imagen en efecto era un retweet hecho por el autor y el dibujo en cuestión tenía los tintes de un fanart. Luego de verla, Tom la puso en comparación con una imagen oficial de la nueva temporada, donde algunos elementos de la ropa se dejaban ver recién implementados y luego una publicación de una revista en japonés donde se veían siluetas ocultando las apariencias finales que tendrán los protagonistas del anime, la pareja TH tenían una pose similar a las vistas en el dibujo del asistente.
—Esperaba que lo mencionaras ¿Sabes? Ahí habría hecho el plot twist de pasarme a tu bando. Pero ni tú ni nadie lo mencionó. Lástima. —dijo finalmente Tom.
—¿Entonces crees que suceda? —preguntó Roxana muy alegre, mirando a los ojos a Tom y dejando ver un brillo de felicidad que puso nervioso al joven— ¿Crees que finalmente el TH se dé en la próxima temporada o en el time skip?
—Quién sabe —respondió él guardando su celular, mientras recogía su mochila ya para irse— En fin, ya nada de eso importa. ¿Te puedo pedir un favor? Roxana, ¿verdad?
—Ah sí —dijo ella recuperando la seriedad— Roxana.
—No le digas a nadie lo que pasó aquí por favor. Ya tendré suficiente cuando Naiara misma lo termine contando a todos en mi salón.
—Está bien, lo prometo —replicó ella sin un ápice de duda.
—Gracias, debo irme ya, adiós.
—Adiós.
Tom se fue con un semblante cabizbajo, frustrado, avergonzado, apretando manos y dientes. Para cuando terminó el día Tom vería a Naiara como una chica inmadura por la que no valdría la pena luchar, por lo que optó en quedarse en silencio y aguantar cualquier tipo de presión social que pudiera surgir al día siguiente en adelante. Al menos hasta donde su paciencia se lo permitiera. Roxana en cambio tuvo un golpe de empatía que no podía evitar sentir, lo vio alejarse mientras el sol se terminaba de ocultar. No lo conocía del todo, pero pese a la actitud mostrada en el evento no sintió que estaba tratando con una mala persona.
—Pobre chico, ojalá... pudiera animarlo —pensó.
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