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Capítulo 3

Capítulo dedicado a Karol bb, con quien tengo crisis existenciales por los libros que leemos juntas. Quien me acompaña a stalkear a mis crushes y se emociona conmigo cada que tengo algún ligue nuevo. ❤️

Choque de recuerdos.

Destiny

"Virginia

Febrero 1955

—¡Corre! ¡Vamos, más rápido!

Mis pies dolían de tanto correr y el cansancio se hizo cada vez más presente.

—¡Ya casi llegamos, ven!

Seguí por en sendero y llegamos a la cima. La vista era maravillosa y los pastizales eran naranjas por el otoño. La brisa era fresca y azotaba mi rostro.

—¿Lo ves? Te dije que te gustaría —dijo aquella persona con la mirada profunda que atravesaba mi alma y ablandaba mi corazón".

Mi pecho subía y bajaba, estaba muy mareada, y me hubiera dejado caer en el piso de no ser porque Dareth rápidamente me tomó del brazo y evitó que eso pasara.

Cuando tocó mi piel una descarga de electricidad se hizo presente, como si todo mi cuerpo respondiera a él, como si fuéramos cables que se enlazan con la corriente. Sus brazos firmes y tonificados sostuvieron los míos y yo me sentía como si hubiera tocado algo maravillosamente irreal. Lo miré de nuevo, era aún mejor que la foto, Abby estaría orgullosa. Sus ojos verdes eran mucho más profundos y su rostro era tan perfecto y simétrico que me pregunté si estaba en el mismísimo cielo o incluso en el infierno por ver a un ser tan bello. Era bastante alto, le calculaba al menos 1.90 y tenía una camisa azul marino de manga larga.

—¿Estás bien? —preguntó con preocupación mientras me llevaba a la sala, aún sosteniendo mi brazo.

—Si... lo siento —respondí nerviosa. Me senté en el sillón al igual que él mientras mi cuerpo se calmaba nuevamente y mi cabeza dejaba de dar martirio.

—No te preocupes —chasqueó la lengua.

Lo miré nuevamente, su mandíbula se marcaba y él apretó los labios mientras dirigía su mirada a la cocina, luego me miró y aparté la mirada, avergonzada.

—¿Qué haces mirándome tanto, Destiny Shallow? —aquella pregunta me tomó por sorpresa y mis mejillas se pusieron rojas.

Y no sabía que me causaba mayor vergüenza, el hecho de que me haya visto viéndolo o que se supiera mi nombre completo. Con los nervios a flor de piel y sus ojos mirándome fijamente, logré decir:

—¿Cómo es que sabes mi nombre?

—Bueno... —suspiró mientras se recargaba en el sofá y bostezaba, mirando hacia la cocina nuevamente. Joder, ese hombre se ve perfecto hasta bostezando— hace poco contactaron a mi familia para recibir a una estudiante de intercambio, y no es por juzgar pero necesitaba estar seguro de que no eras una loca demente que pudiera matarnos en la noche —aquello me hizo reír un poco y el se acomodó de nuevo, mirándome, como si estuviera detallando cada facción de mi rostro— Creo que no investigué tan bien por lo que acabo de ver hace unos minutos.

—¡Eres un acosador! Y, ¡Perdona pero hiciste que mi dona cayera! —respondí indignada.

—¡Yo no soy ningún acosador, sólo quería estar seguro! ¡Además tú chocaste conmigo no sabía que estabas ahí!

—Bueno, ahora me debes una dona —lo miré fijamente y él comenzó a reír.

—¡Aún hay más donas, puedes ir por otra! —exclamó sonriente.

Es cierto, si para pendeja no se estudia, Des.

Cállate consciencia

—Bueno, pues no me había dado cuenta —intenté remediar mi error.

—Ajá —rodó los ojos— además no me refería a eso, tonta, me refiero a la parte en la que te quedaste en blanco y casi te desmayas ¿Qué pasó? —dijo en un tono más serio.

Oh, eso

Ojalá yo también supiera qué pasó

Tengo anemia, a veces me dan mareos y eso... —mentí.

—Vaya... en tu expediente no decía algo sobre anemia —explicó con su mirada un tanto confusa.

—Es que... tal vez checaste mal, y no siempre toda la información la encuentras en un currículum, Dareth Callon —fuck, acabas de llamarlo por su nombre.

Genial, ahora creerá que eres una acosadora.

Y mentirosa...

—Así que, acosador yo ¿eh? —levantó la ceja y se acercó a mí, lo miré fijamente y no retrocedí.

—Bueno... tal vez yo también quería saber un poco y asegurarme de que nadie me hiciera tirar mi comida a mitad de la noche, aunque creo que no investigué tan bien —sonreí al igual que él. Detallé el verde de sus ojos y luego miré a sus labios, el hizo lo mismo y tragó saliva, un instinto me hizo querer acercarme pero permanecí quieta.

—Entonces creo que ambos somos pésimos investigadores —dijo casi en un susurro y tomo mi mentón para acariciarlo un poco y acercarme aún más a él. Su respiración estaba agitada al igual que la mía y casi pude percibir el rose de sus labios.

Cuando al fin creí que nuestros labios iban a unirse un ruido se hizo presente en el pasillo y retrocedí rápidamente.

—¡Familia, ya llegué! —Entró Ellie al parecer borracha y Dareth se frotó la frente haciendo una mueca de disgusto —¡Epa, hermanito! —dijo Ellie acercándose a nosotros— ¡Ya conociste a Destiny! ¿A qué es guapísima?

Dareth sólo la tomó del brazo y le susurró algo al oído. Ellie asintió y subió las escaleras.

—Debo cuidarla, si mis padres se enteran, seguro van a castigarla —ladeó los labios— fue un gusto conocerte, Destiny.

—Igualmente, Dareth —sonreí y él subió las escaleras dejándome en el sofá con la gran pregunta de qué diablos acababa de pasar.

Ese día no había sido como esperaba, de hecho, había sido mejor, ya había conocido a la mitad de la familia y todos me habían parecido muy amables. Me pregunté si era cierto lo que me había dicho Abby acerca de que él era muy indiferente con alguien que no estuviera en su círculo cercano, que incluso llegaba a ser indiferente con las personas de ese mismo círculo. Pero el Dareth que me sostuvo en la cocina, y sonreía vacilante en el sofá no era el que me imaginaba cuando Abby me habló de él, sino el que yo me imaginaba cuando vi por primera vez su fotografía. Porque eso era lo que transmitía Dareth Callon cuando lo veías, luz pura.

Miré mi brazo un momento y llevé mi otra mano a él, ese choque... y esa sensación de electricidad que apareció cuando me tocó el brazo era bastante extraña. Luego pensé en el momento en que sostuvo mi mejilla y todo para mí dejó de existir, porque sólo me centré en él, en su tacto y sus hermosos ojos verdes, el rose de su respiración y el casi ¿beso?

No iba a ser un beso... por supuesto que no... sólo, fue una charla amistosa.

Ajá

No me ayudas, consciencia.

Iba a ser un beso, hasta te sostuvo la mejilla, hazte tonta...

No, chance y tenía algo en la mejilla e intentó quitarlo.

No lo creo

Que sí

No

No

Mejor ya vamos a dormir.

Subí a la habitación y me recosté en la cama, miré al techo blanco y no pude evitar sonreír al recordar cuando choqué con Dareth y tiró mi dona. Oh, en verdad estaba buena esa dona. Pero luego el sentimiento de agrado cambió por uno de confusión y miedo, la escena que apareció en mi cabeza cuando lo miré... esos ojos... esa mirada...

¿Acaso estaba volviéndome loca?

Me levanté cuando alguien abrió la puerta de la habitación, pero los volví a cerrar cuando la flojera se hizo presente.

—Hola Des —me susurró Ellie al oído moviendo un poco mis hombros para despertarme— en unos minutos habrá desayuno familiar y te presentaré a mi papá, abuelo y hermanito que son los que te falta conocer.

¿Acaso ayer no entró borracha? ¿Qué tal la resaca?

—Oh... —estiré los brazos y di un bostezo, luego me incorporé en la cama— deja me cambio la pijama y listo.

—Oh... no es necesario, es domingo, los domingos son para flojear, todos estamos en pijama.

Miré fijamente a Ellie quien se encontraba con una pijama calientita de corazones y unas pantuflas de Homero simpson, así que supuse que mi mameluco de estrellitas no estaría mal.

Vaya, las películas acerca de familias ricas me han mentido.

—Está bien, vamos —sonreí.

Ellie se adelantó y yo la seguí, esta vez no me guió hacia la cocina sino hacia un gran comedor. Era de madera y había doce sillas blancas de estilo francés.

Cuando me acerqué aún no había nadie, supuse que Ellie me había levantado bastante temprano, pero justo cuando pensé eso, la señora Nataly se hizo presente vestida con un vestido lencero para dormir, su cabello rubio envuelto en un moño y sin una gota de maquillaje al igual que su hija. Justo detrás de ella llegó un señor que había visto en el currículum, su cabello negro era brillante y sus ojos eran un azul extraño, tipo un azul eléctrico. Era alto, más alto que Dareth, tenía un pants gris y una camiseta blanca que le lucía bastante bien, a pesar de su atuendo casual, lucía bastante elegante.

—Tú debes ser Destiny, me llamo Oliver, pero puedes decirme Callon sólo para que no te confundas con el nombre de mi padre, que es el mismo —sonrió para luego acercarse y darme un apretón de manos— lamento no haber estado ayer, tuve algunos asuntos de negocios que atender.

—No hay problema, su esposa e hija me han recibido bastante bien —admití y Ellie sonrió.

—Espero que te sientas como en casa, cualquier cosa que ocupes puedes pedírnoslo —asentí para luego escuchar unos pasos apresurados dirigiéndose hacia nosotros. Me tensé un poco ya que podía ser Dareth, pero me calmé cuando un chico pequeño de ojos azules con pijama de Spiderman se hizo presente.— Él es Lucas, es mi hijo más pequeño.

—Vaya, hola Lucas —le saludé y él se acercó dándome la mano, un poco apenado.

—¿Y Dareth y el abuelo? —preguntó Nataly.

—Dareth fue a dar un paseo con... —suspiró rodando los ojos— ya sabes —una punzada de ¿celos? me atravesó el pecho— El abuelo no llegará hasta el fin de semana, tuvo algunos pendientes en Milán.

—Vale, vamos todos a desayunar —contestó acercándose al comedor y tomando asiento.

El desayuno fue estupendo, lo había cocinado Ellie y sabía muy rico, eran tacos dorados de pollo bañados en una salsa especial que ella había sacado de internet. Todos fueron muy amables y cuando terminamos, el señor Callon subió a la habitación ya que debía hacer algunos asuntos de trabajo.

Me preguntaba qué trabajo tenía que le pudiera dejar para esa enorme casa y esos autos lujosos.

Cuando volví a la habitación acomodé algunos libros que tenía en la estantería, a excepción de los libros de Pídeme lo que quieras ya que si alguien los veía, tal vez podría pensar mal... me pregunté en qué sitio podría guardarlos para que nadie los viera, el clóset no era tan buena opción ya que si Ellie llegaba podría abrirlo y estarían a simple vista, ya que los cajones estaban ocupados por mi ropa interior y otros estaban bajo llave. Igual le pediría la llave a Ellie después.

En el baño encontré justo lo que necesitaba, debajo del lavamanos había varios cajones, así que abrí el cajón de hasta abajo y los puse ahí.

Era un sitio seguro ya que nadie entraba a ese baño mas que yo a pesar de ser baño compartido, ya que la otra habitación estaba vacía.

Ya asegurándome de que nadie podía ver mis libros eróticos, tomé una ducha y me puse unos jeans y un suéter blanco ya que el clima estaba fresco.

Me quedé leyendo el programa administrativo de mi escuela y tenía bastantes dudas, al día siguiente iría a la escuela para entregar mis documentos, por lo que aprovecharía para preguntar mis dudas.

Llamé a Abby para ver qué tal estaba y me comentó que estaba aprendiendo a hornear galletas ya que Madge le estaba enseñando. Me prometió que me daría algunas y agradecí bastante por ello.

Esas galletas son lo más rico que he probado en la vida.

Me encontraba escuchando All these years, que irónicamente me recordaba bastante a Dareth. Escuché risitas afuera de la habitación y, curiosa abrí la puerta, me encontré con Dareth sujetando de la cintura a una chica pelirroja que estaba de espaldas.

Casi me desmayo cuando su mirada chocó con la mía. Pero sólo besó a la chica y se metió en la habitación del fondo.

Así que... este era el Dareth indiferente del que Abby me había hablado, y que, de alguna extraña forma, ya causaba algo en mi corazón.

Nota de autora

Gracias por seguir leyendo. ¿Quién más quiere darle un sape a Dareth y darle un abrazo a Destiny?

Espero que te haya gustado, nos vemos el siguiente lunes, no olvides dejar tu voto. 👀

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