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Capítulo 29

Un poco de anestesia y verdades.

Destiny

La respiración un poco agitada del chico que tenía al lado me despertó de repente. Estaba acurrucada en su pecho mientras que Ellie se encontraba roncando en el otro sillón. Moví mi cabeza para ver su rostro y vi que había despertado. Respiré hondo y me alejé de repente, cosa que provocó que frunciera un poco el ceño como si no le gustara que me alejara de él. Debido a la luz de la cocina que aún estaba prendida, pude ver que mis manos estaban algo sudadas como en el sueño que había tenido y las limpié en mi pantalón.

—¿Ya te sientes bien? —le pregunté al ver que ya no estaba hirviendo y la toalla ya no estaba sobre su frente.

—No me acuerdo de nada, pero si estás aquí supongo que no hice algo malo —me respondió con voz ronca, aún con la cabeza recargada en el sofá.

—Considerando que estabas tambaleándote, hirviendo y bastante ebrio, creo que debo agradecer que no hayas vomitado.

Él me sonrió de lado aunque noté que estaba un poco avergonzado. Pero en realidad no había de qué avergonzarse, él era libre de hacer lo que quisiera y además no era un borracho difícil de esos que se ponen muy agresivos; al contrario, era un borracho pasivo.

—Lamento que me hayas visto así, y también lamento haberte despertado, creo que me moví —se disculpó y de inmediato negué con la cabeza.

—No, tuve una pesadilla... —le comenté recordando la sensación de mis manos atadas contra una silla y una persona viéndome.

—Cierto, creo que ambos las tenemos muy seguido —se incorporó mientras me miraba con curiosidad, sus cálidos ojos verdes brillaban a pesar de estar contra la luz, en la oscuridad—. ¿No te ha pasado que estás en un sueño pero no eres realmente tú, sino otra persona la que está en él?

Aquella pregunta me tomó por sorpresa, porque la respuesta era un rotundo sí. Los sueños que había tenido los últimos meses no dejaban de pasar por mi mente intentando encontrar una razón del por qué y convenciéndome a mí misma de que no estaba loca. Me quedé callada por un momento, encontrando las palabras correctas para decir, para preguntar.

—Sí, y me pasa más seguido desde que te conocí —contesté sin más.

Esperaba que Dareth se sorprendiera, sin embargo no lo hizo. En cambio se incorporó por completo y se acercó a mí quedando a centímetros de mi rostro, mientras me veía fijamente. Como aquella vez en la que sujetó mi mentón en el sofá la primera vez que nos conocimos, y por primera vez se sintió la gran descarga de emociones que sentía cada vez que él estaba cerca.

—Algo parecido me pasó a mí —comentó bajito y sentí la oleada de curiosidad invadir por completo mi cuerpo.

Quería preguntarle muchas cosas, pero tener al lado a Ellie roncando y saber que en cualquier momento podían llegar los padres de Dareth no me animaba en lo absoluto. Giré mi cabeza hacia el lado contrario a su rostro, para luego sacar mi teléfono y ver la hora: 10:10 pm.

—Creo que debemos ir a dormir —le dije parándome del sofá.

—¿Juntos? Claro que sí —se paró de inmediato y ladeó la cabeza esperando una respuesta mientras que yo esbocé una amplia sonrisa mientras negaba con la cabeza.

—No puedo, estoy cochina —miré mi ropa, era la misma de ayer y en definitiva tenía que ducharme.

—No estás cochina tonta —negó con la cabeza y se acercó a oler mi cabello—. Hueles a hierbitas, es muy tú.

—Eso es un muy buen halago, adoro las plantas —le respondí en voz baja mientras miraba a Ellie quien permanecía en un sueño profundo.

—Creo que debo llevarla a su cama, buenas noches Des —respondió con simpleza mientras me daba un beso en la mejilla, para luego alejarse para cargar a su hermana. Sentí mis mejillas teñirse de rojo carmesí y nuevamente los bichitos aleteando en mi estómago.

—Noches buenas Dareth tengas —respondí sin pensar y luego me di cuenta de lo absurdo que había soñado sintiendo mis mejillas arder aún más. Dareth me miró con una sonrisa burlona mientras cargaba a su hermana.

Dios, ahora sí que necesitas un buen balde para meter la cabeza.

—Okay... Noches buenas Destiny tengas —bufó y yo me quedé estática por un momento.

—Es que lo vi en un TikTok... suena padre, es la nueva moda.

—Por supuesto, la moda —me dijo y asentí mientras me alejaba pasito a pasito de la sala para luego llegar a las escaleras y correr rápidamente para llegar a mi habitación.

Uf, vaya noche.


—Estaba pensando... ir al laboratorio durante la clase de anatomía animal, podríamos avanzar el proyecto —me habló Dareth mientras conducía a la escuela.

—Claro —respondí alegre.

Seguía recordando sus palabras de ayer, ¿acaso él también soñaba algo parecido a lo mío? No podía negar que era extraño, desde la primera vez que lo vi sentí demasiadas emociones revueltas entre sí que no se dejaban ver con claridad hasta que después se fueron aclarando poco a poco, pero aún así permanecían. Los sueños parecían recuerdos, y el chico de mis sueños era similar a Dareth, no de físico, no de personalidad, ni siquiera de estatura, pero de alguna forma lo era, y no sabía con certeza de cuál. Quería preguntarle muchas cosas, pero quería hallar el momento indicado, ya que también quería indagar un poco sobre lo que me dijo Jared.

Pero ¿qué relación podía tener Jared con Dareth? Era bastante extraño.

Cuando llegamos a la escuela, vi a Jared a lo lejos, y supe que era el momento indicado para comenzar a infartar un poquito.

—¿Ves al chico de gorra roja? —le pregunté a Dareth animada mientras él se desabrochaba el cinturón—. Está en la entrada, es mi amigo, la otra vez hice pozole con él —le conté mientras lo miraba atenta y Dareth de inmediato buscó al chico del que hablaba, y en definitiva lo halló. Noté como su mandíbula se tensaba y lo miraba con cierto horror.

Te tengo.

—Genial, aunque no te imagino haciendo pozole —me sonrió y mi gesto de sonrisa triunfante cambió por una un poco desanimada.

¿De qué otra forma le sacaría el tema?


—Un poquito a la derecha... ¡No, ahí no! —le gritó Letizia a una de las practicantes de complexión robusta y cabello chino rojizo, tenía un matraz con un líquido dentro y su mano temblando—. A un lado, lo haré yo.

La pelirroja dejó el matraz en la mesa con la mirada cargada de pánico. Letizia puso el líquido en otro matraz que contenía un líquido diferente y provocó una reacción de humo ligero. Al finalizar apenas vio que habíamos llegado, por lo que de inmediato se sacó las gafas y se acercó a saludar.

—¡Buen día! Una disculpa por los gritos, es la tercera vez que se equivoca esta semana —aclaró y la chica bajó la cabeza—. Pueden ir al piso cinco, se desocupó por completo hace media hora —sugirió y supuse que Dareth ya le había dicho que íbamos a venir.

—Por supuesto, sólo ocupaba la rana disecada —le comentó con seriedad y Letizia asintió yéndose a unas repisas que estaban justo al lado del elevador, tomó un frasco y luego se lo dio a Dareth quien asintió y me hizo una señal con la cabeza para que lo siguiera—. Mira, hasta parece real —me indicó dándome el frasco para que lo observara.

Era cierto, el color de su piel y textura parecían de una rana viva y por un momento me sentí mal. ¿De dónde sacaban esos animales para experimentar? Dareth notó mi cara de preocupación y de inmediato aclaró cómo si estuviera leyendo mi mente:

—No te preocupes, generalmente cuando un animal muere en el zoológico o en algún albergue donan los cuerpos para la investigación científica, así que ningún animal en este laboratorio muere o sufre a manos de nosotros —me sonrió y entramos al elevador.

Me sentía muy agusto con él ya que a pesar de ser personas diferentes, sabíamos entendernos muy bien, y eso no se logra con cualquier persona por más parecidos que sean.

Llegamos al piso cinco, no lo había visto, el único piso que había visto era el de planta baja y el tres, donde se encontraba Letizia. No sabía con certeza cuántos pisos había, pero el edificio era muy grande, por lo que le calculaba al menos treinta.

El piso cinco era muy diferente al piso tres, mientras que el piso tres era un solo cuarto de laboratorio muy grande; el cinco tenía varios cuartos en él, las puertas eran de acero, aunque tenían una ventanilla trasparente que dejaba ver el interior, a excepción de uno que tenía la puerta completamente sellada, en algunos había aparatos para rayos x, al menos dos eran cuartos completamente vacíos, el cuarto en el que entramos era un poco pequeño, pero suficiente para realizar el proyecto. Ya teníamos la bata y los lentes puestos para acceder.

Había diversos instrumentos de laboratorio: matraces, microscopios, tubos de ensayos, rejillas y básculas; además de bisturíes entre otras cosas que podíamos utilizar. Acomodé una bandeja en la mesa mientras que Dareth acomodaba el microscopio. Observé nuevamente el frasco con la ranita. Íbamos a utilizar un sapo pero Dareth comentó que era más fácil conseguir a la rana y que ya teníamos las fotos del sapo, por lo que accedí ya que en realidad me pareció genial. Abrí el frasco donde estaba la rana, dentro tenía un líquido el cual no sabía qué era pero supuse que era para conservar mejor el cuerpo. En cuanto lo abrí, sentí el olor desagradable viajar hasta mi garganta.

—Dios, esto realmente apesta —hice una mueca de disgusto y él se acercó e hizo lo mismo, se tapó su nariz con una mano y con la otra me la tapó a mí.

—He olido muchas cosas, y en definitiva esta es una de las peores.

Me puse rojita y sonreí mientras volteaba a los lados para ver qué podíamos utilizar. En la esquina del cuarto, a un lado de la mesa, vi dos máscaras similares a las que te ponen cuando van a anestesiar. Quité la mano de Dareth de mi nariz para tomarlas mientras que él seguía tapándose la suya intentando aguantar las ganas de vomitar. Observé que las máscaras estaban conectadas a una máquina, comprobé que estuviera apagada y me puse una para luego darle una a Dareth. Di un suspiro y el olor de la máscara era muy dulce por lo que sonreí de inmediato.

—Bueno, manos a la obra —dije para luego acomodar nuevamente la bandeja.

Dareth me dio un par de guantes del latex, por lo que nos los pusimos y tomé a la rana para sacarla del frasco y ponerla en la bandeja. Tomé un bisturí y abrí la boca de la rana, un ojo de ella se abrió y me asusté por lo que di un salto y choqué con la máquina con la que estaban conectadas las máscaras.

—Tranquila, no está viva —me aclaró Dareth sosteniendo mis hombros y tragué saliva.

—Lo siento, es la primera vez que abro una rana —le comenté, había abierto un pollo en la secundaria, pero no una rana, y la piel de las ranas era mucho más suave.

Me pasó un bisturí y atenta, comencé a hacer una incisión en su estómago. Di un brinquito de felicidad, me había salido a la primera y además el corte era perfecto.

Mood cirujana plástica activado.

—¿Lo viste? ¡Soy estupenda! —exclamé y giré mi cabeza viendo el rostro de Dareth, lucía sereno y analizando el corte, como si quisiera juzgar algo—. No puedes juzgar nada, me quedó perfecto —le presumí y negó con la cabeza.

—No estoy juzgándote, estoy admirándote.

Oh

Tomó el microscopio y empezó a moverlo mientras que en mi rostro se comenzó a formar una gran sonrisa. Me sentía muy feliz, más de lo normal, más de lo que había estado en toda mi vida.

Miré a Dareth de reojo y él también tenía una gran sonrisa, aunque su máscara tenía algo de ¿humo?Dejé el bisturí y me acerqué a él para tomarlo de la mano como si fuese una niña pequeña en el parque con su mamá. Me la tomó de igual manera y le sonreí como tonta, sus ojos lucían muy resplandecientes.

—Qué bonitos ojitos tienes, son verdes, como el pasto —lo alagué y el echó la cabeza hacia atrás para luego soltar una carcajada.

—¿Te digo algo Des? Quisiera ser la hemoglobina que vive en tu eritrocito, para llegar a tu corazoncito —puso su dedo índice arriba de mi pecho para señalar el corazón.

—Quisiera ser neumonía típica, para quitarte el aliento —levanté mi ceja y no pude reprimir la carcajada que salió de repente.

Me sentía como en un trampolín, saltando muy alto, con la gravedad a mi favor haciendo que flote. Dareth comenzó a reír a carcajadas y yo también.

—No necesitas ser neumonía típica para quitarme el aliento.

—Oh —solté con ironía.

Oh, oh, oh, it's magic, you know! —comenzó a cantar la canción sacudiendo la cabeza y comencé alcé los brazos debido a la emoción.

¡Por fin una canción que te sabes! —exclamé sintiendo mi voz aguda.

—Es que la vi en una película —una sonrisa malisiosa apareció en sus labios y reprimí una carcajada ya que se me figuró al payaso de It. Pero él no la contuvo y comenzó a reír nuevamente muy fuerte.

—¡Pareces payaso!

—¿Te has visto a ti? ¡Pareces Momo!

No pude reprimir la carcajada y comencé a reír demasiado fuerte al igual que él, sujeté mi vientre intentando calmarme pero no podía, las risas seguían saliendo y saliendo por parte de los dos.

¿A qué venía eso?

Por un momento mi cabeza hizo click, y observé la máquina, en la cual había un foco rojo encendido.

Cuando me asusté y choqué, prendí la máquina en la cual se encontraban conectadas las máscaras que traíamos puestas. Y esa máquina tenía la sustancia de anestesia; es decir que todo ese tiempo habíamos inhalado anestesia.

Parpadeé en repetidas ocasiones aunque sentía que mi cerebro no conectaba con el resto de mi cuerpo. No sé ni cómo, pero apagué la máquina y observé a Dareth el cual seguía perdido en su mundo riéndose de repente.

Suspiré y nuevamente las ganas de reír me invadieron por completo.

—¡Nos pusimos anestesia! —dije en medio de carcajadas y Dareth volvió a reír también.

—Pff, ya decía yo que estaba raro que me dijeras piropos —bufó mientras se agarraba la nuca—. Dios, esto marea...

Me acerqué a él y sin pensarlo, lo tomé del cuello de la bata y lo jalé hacia abajo conmigo, quedando ambos de cuclillas en el suelo. Le sonreí nuevamente y él hizo lo mismo. Mi cabeza daba vueltas y sentí mi cuerpo hormigueando.

Luego, un teléfono sonó y Dareth intentó abrir los ojos buscando su teléfono, lo encontró en su bata y yo lo seguía viendo con la baba de fuera.

—¡Bieeeenvenidos al Himalaya! —respondió la llamada alargando la e.

Yo solté una carcajada rara, sonó más como si se me hubiera atorado algo en la garganta, y alcé los brazos para luego acostarme en el suelo. El repitió el acto y dejó el teléfono a un lado.

—¿Dareth? —reconocí la voz de la madre de Dareth de inmediato, su teléfono estaba en altavoz—. Tu tío ya despertó.

Nota de autora

Les publico este hoy porque estaba esperando a que me entregaran este bello dibujo, literal son Destiny y Dareth en el capítulo hoy antes de sufrir los efectos de la anestesia, disfrútenlo mucho, fue hecho precisamente para esta historia.

Hecho por la increíble SBersecker

Nos vemos el viernes,
Katylove🤍✨

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