Lo que comenzó con un final

Destiny

El día que vi a Ronan había sido un viernes, por lo que aproveché el fin de semana para analizarlo todo. No era como yo lo había planeado, sin embargo había resultado mejor de lo que esperaba aunque aún seguía sintiéndome mal, sintiéndome sucia, sintiendo su aliento en mi oreja y el calor de su cuerpo contra el mío.

El hecho de que volviera había derrumbado cada cimiento que había formado para bloquear el dolor que me había provocado lo que había hecho.

—¿Cuánto tiempo estará en prisión? —le pregunté a Abby mientras me miraba las manos que no dejaban de temblar desde que había visto a Ronan. Estábamos fuera del consultorio esperando a la psiquiatra, la cual había sido una recomendación del tío de Dareth y Ellie, quien se me hacía bastante familiar, sólo que no sabía de dónde. Estaba consciente de que mi estado mental no estaba del todo bien, que necesitaba ayuda nuevamente y averiguar un diagnóstico primero era buena opción.

—Es cadena perpetua Des, Ellie testificó lo que intentó hacerle Ronan también, con todas las pruebas de lo enfermo que es, ya no es necesario hacer nada —me brindó una mirada compasiva y me tomó la mano—. Se acabó, ganaste, no más Ronan Blake.

—¿Soy una mala persona Abby? —la miré a los ojos analizando cada gesto que hacía para detallar algún indicio de mentira, pero ella sólo me miró tranquila y compasiva.

—No lo eres Des.

—¿Entonces por qué me siento como una? —agaché la cabeza y me recargué en la banca.

—No lo sé...

—¿Destiny Shallow? —habló por primera vez la mujer de muy baja estatura con su bata blanca, cabello rojo y ojos miel.

—Soy yo —dije y Abby me sonrió para luego entrar al consultorio.

Le agradecí bastante por recibirnos un domingo, ya que generalmente los doctores no hacen consultas esos días. Le hablé de lo que había ocurrido, de mis ataques de pánico, de las sensaciones que experimentaba, aunque omití la parte de los sueños porque una parte de mí estaba segura de que no tenía que ver con algo de medicina.

Al final me diagnosticó trastorno de estrés post traumático, con el cual ya había vivido años antes poco después de lo de Ronan,  y ahora lo volvía a tener por él. Me recetó los medicamentos necesarios al igual que sesiones con un psicólogo para ayudarme a sobrellevarlo todo.

Sabía que no sería fácil, pero tampoco me parecía imposible al saber que Ronan estaría tras las rejas toda su vida pagando por lo que hizo.

Luego de comprar los medicamentos Abby me llevó a casa; al entrar me encontré con los padres de Dareth, quienes me saludaron de inmediato y me preguntaron qué tal mi día. Ellos no tenían idea de nada de lo que había pasado, ni siquiera se dieron cuenta de la cámara rota ya que el abuelo la había reemplazado de inmediato.

Me puse mi pijama y comencé a leer un nuevo libro que tenía en el armario para poder salir por un momento del caos de realidad en la que me encontraba y sumergirme en un nuevo caos ficticio.

Poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse y me recosté abrazando la almohada para sumergirme en un sueño profundo.

"Berna, Suiza
1987

Michael y yo estábamos bastante emocionados de adoptar, por fin teníamos la oportunidad de formar una familia luego de un año completo de haber escapado de Matt, el cual aseguramos que nos había perdido por completo el rastro al estar en otro continente lejos de America.

—¿Nervioso? —le pregunté a Michael tomando su mano, notando lo sudorosa que estaba debido a los nervios.

—Bastante —apretó el agarre de mi mano y tocamos la puerta del orfanato donde se encontraría nuestro próximo hijo.

Una religiosa de mediana edad abrió la puerta analizándonos a detalle para luego curvear su boca hacia arriba en una ligera sonrisa.

—Ustedes deben ser Michael y Olivia —nos extendió la mano para luego tomarla aún nerviosos—. Por favor pasen —nos dijo y asentimos entrando a la gran casa.

Era bastante acogedora, con piso de mármol y paredes con papel tapiz crema. Nos mostró la habitación donde dormían los niños la cual era demasiado grande y tenía al menos treinta literas. La cocina no era tan grande pero el comedor si lo era, y no sólo era uno, eran tres en el mismo cuarto. Las puertas eran de madera oscura y no veía a ningún niño por ninguna parte, a lo que la religiosa nos comentó que se encontraban en los jardines tomando su receso. Antes de llevarnos a conocer a los niños, primero nos llevó a su oficina, la cual tenía tres ventanales que dejaban ver los jardines.

—Y bien... ¿quieren algún bebé? Tenemos bastantes, si quieren puedo llevarlos ahora mismo —comentó con entusiasmo.

—No, buscamos niños un poco más grandes —respondió mi esposo mientras tomaba asiento, pero yo no lo hice, me dirigí a los ventanales donde logré ver a los niños jugando con un balón.

—Oh, entiendo, tenemos niños muy bien portados que pueden agradarles bastante, de hecho-

Me perdí en sus comentarios al observar al pequeño niño castaño con kilos de más, alejado de la multitud comiéndose un sándwich cuidando que nadie lo viera. De inmediato su mirada se cruzó con la mía y agachó la cabeza de nuevo mirando el sándwich que tanto le estaba gustando disfrutar. Una sensación de tristeza se cruzó por mi pecho al recordar que cuando era niña era muy gordita, por lo que al igual que él, me escondía cuando comía porque creía que así los demás no creerían que sería mi culpa.

—A él —señalé al niñito del sándwich—. Él será mi hijo."

Desperté con la sensación de un gran vacío en el pecho. Mi rostro estaba sudoroso y me llevé una mano al pecho comprobando que estuviera respirando ya que tuve la sensación de que no lo hacía. Chequé la hora en mi teléfono la cual marcaba las 8 am, justo a tiempo para meterme a bañar e ir a clases.

Tomé una ducha para luego comer el desayuno con Ellie. Me sentía mejor, estaba de un mejor ánimo aunque nuevamente el sueño se me había hecho extraño, aunque me había puesto feliz. La sensación de felicidad de ese sueño se transportó a la vida real brindándome la felicidad que no había tenido en muchos días.

Vi a Dareth bajando las escaleras y entonces recordé que tenía clase con él, por lo que terminé rápidamente mi café.

—Buen día —lo saludé de forma amistosa y me miró extrañado.

—Alguien amaneció de buen humor —sonrió y tomó un pan del comedor mientras que Ellie nos miraba fijamente comiendo su desayuno—. Me alegra que estés bien —suspiró y se sirvió un vaso de leche el cual tomó rápidamente —. ¿Lista? —asentí y nos dirigimos a la puerta no sin antes despedirnos de Ellie.

Subí a su auto y me quedé mirando nuevamente la bocina en forma de macrófago la cual me parecía bastante original.

—Sigo sin creer que no escuches música, es bastante extraño —le dije mirándolo mientras conducía.

—Sigo esperando las recomendaciones de canciones tan estupendas que dices que escuchas.

Cierto.

Toma nota mental, Des.

—Pronto lo haré y te encantará —aseguré.

Llegamos a la escuela y bajé del auto junto con Dareth quien se miraba calmado, pero feliz, cosa que también se me hizo raro puesto que siempre estaba muy serio. Las primeras clases no las tenía con Dareth por lo que no estuve con él, sino con Leca, ya que Jared había faltado a clases.

Finalmente llegó el turno de la clase de anatomía animal, por lo que me senté junto a Leca esperando a la profesora. Dareth y James llegaron y me saludó con la mano a lo que devolví el gesto.

—A mí me hacen así y me desmayo —me comentó Leca y la miré un poco confusa—. ¿Ya averiguaste su signo?

—Es Aries —le respondí soltando una risita.

—Dios, ¿Aries y libra? —inquirió expectante— son opuestos complementarios, me encanta.

—¿Dónde aprendes tanto de signos? —cuestioné mirándola intrigada.

—Pues de TikTok, mi para ti está saturado de eso, y me encanta.

—En mi para ti sólo aparecen videos de gatitos —le respondí al recordar un video de un gatito que vi en TikTok diciendo ñam ñam.

La maestra llegó y nos explicó un poco más sobre el proyecto, además de justificar mis faltas ya que no había asistido a dos clases debido a todo lo que había ocurrido, además de que también era la misma maestra de anatomía humana. Teníamos que analizar bastante bien la estructura de un animal y llevar las muestras en frascos, además de un ensayo comparando los órganos con los del ser humano y sus semejanzas con las plantas.

—¿Qué te parece si vamos a buscar un sapo? —le comenté a Dareth mientras conducía a casa.

—¿Un sapo? —frunció el ceño bastante confundido.

—Pues si, de los que saltan y se comen las moscas.

—Ya sé qué es un sapo Des —aclaró agrandando su sonrisa.

—Estaba pensando, que en el proyecto, podíamos tomar un sapo real, ese podría ser el animal que podríamos comparar.

—Creo que en el laboratorio hay sapos disecados, no creo que debamos buscar uno —me miró de reojo, riendo. Yo me crucé de brazos ya que no era lo mismo.

—Pero no es lo mismo, además será divertido ir a buscarlo, como una aventura cool, podríamos ir a los Alpes y encontrarlo —propuse sonriente. Estaba de buen humor y mi espíritu aventurero había vuelto.

—¿Ahora?

—¿Por qué no? —respondí feliz aunque luego me puse a pensar que era muy pronto y que no era necesario hacerlo en ese momento. Pero no tenía mucha tarea, además de que no sabía si esas ganas de buscar un sapo en medio del bosque volverían de nuevo—. Pondré música, así podrá ser la primera recomendación que te hago —le comenté abriendo spotify para reproducir mi playlist.

—Puedes usar la bocina, después de todo, algún día tenía que usarla —me dijo y mi sonrisa se amplió aún más.

—Saldrá aleatoria —encendí la bocina y activé el Bluetooth de mi celular para luego reproducir la primera canción de mi spotify—. Someone to you, es buena —me incorporé en mi asiento y comencé a moverme al sonido de la canción lo que provocó que Dareth riera.

—Estoy seguro de que si te pone así lo es —contestó honestamente y comencé a tararear la canción olvidándome de todo lo malo y centrándome en ese momento, en un momento donde me sentía segura, donde me sentía feliz.

Y me di cuenta de que en un lugar repleto de espinas, yo encontré en Dareth un lugar libre de ellas.

Comencé a soltar carcajadas al darme cuenta de que mi actitud estaba fuera de sí, aunque de hecho me gustó, porque sentía que había reprimido toda esa energía durante muchos años, y ahora estaba volviendo a salir a pesar de todo lo malo que había pasado. El dolor había endurecido mi corazón, pero Dareth lo ablandó de una manera tan fácil que me causó miedo y emoción a la vez.

Mis emociones con él comenzaban a tener claridad, no sabía lo que se sentía el amor con exactitud, tampoco sabía cómo se sentía estar enamorado de alguien, pero me imaginaba que si me sentía tan segura y feliz con él, entonces si lo era.

Yo seguía moviéndome y Dareth me siguió aún sin saberse la canción, la total plenitud de la felicidad que tanto había anhelado me hizo sentir de pronto pánico de que se fuera, y de la nada, una visión nubló mi mente.

"Virginia
1968

—Huir, eso es lo que haremos —me repitió Michael tomando todas las cosas que podía de la casa mientras que el pánico me invadía por completo.

—No podemos dejarlo todo así nada más, ¡tenemos toda una vida! —exclamé tomando sus brazos para que dejara de agarrar todo lo que viera a su paso.

—Tenemos que hacerlo, él lo sabe todo —dijo volviendo a tomar todas nuestras vidas y meterlas en una maleta. Yo me llevé una mano al pecho al notar que mis pulmones respiraban con dificultad.

—¿Qué es lo que sabe? —una lágrima brotó sobre mi mejilla.

—Sabe que lo recordamos todo."

Nota de autora

Ahora si ya las cosas se empiezan a poner más claras e interesantes.

¿Quién creen que sea el asesino?

¿Ya averiguaron por qué los mató?

Esa y muchas preguntas más que serán respondidas luego, de mientras disfruten su semana.

Los quiero,
Katylove🤍✨