Capítulo 14
Escape
Destiny
—¿¡Que tú qué!? —Abby escupió su café teniendo los ojos muy abiertos en señal de asombro.
—Lo... besé —repetí mientras desviaba la mirada hacia las calles.
Bueno, prácticamente él me besó.
Le había contado a Abby sobre el beso con Dareth ya que me era imposible no dejarlo pasar, necesitaba sacarlo con alguien y Abby era la mejor persona para hacerlo, aunque había omitido los detalles.
Jiji
—Vaya... no sé si estar feliz o preocupada, creo que soy ambas.
—Fue impulso supongo, dudo que vuelva a pasar —aclaré tomando un mechón de mi cabello intentando asimilar el beso intenso que había tenido con Dareth anoche.
—Yo creo que le gustas, te dije que esas miradas no eran cualquier cosa —contestó con entusiasmo— soy una genio.
—No le gusto...
—Si le gustas y él a ti también, tonta.
—No me gusta Abby, ya te dije que fue sólo impulso —intenté sonar segura pero divagué un poco mientras me ponía mi mochila sobre mi regazo ya que casi llegábamos a la universidad.
—Supongamos que te creo —entrecerró los ojos y yo asentí— ¡Qué va! Es broma, ¡no te creo nada!
—Yo nunca he sido... de parejas.
—Pero siempre hay una primera vez para todo —me guiñó un ojo—. Desconozco qué es lo que sientes, pero estoy segura de que te gusta y que tú también le gustas —aseguró mientras aparcaba cerca de la puerta principal y yo desabrochaba mi cinturón.
—Él no es... de tener relaciones que yo sepa nunca ha tenido una.
—Tienes razón, pero como dije antes, siempre hay una primera vez para todo —respondió aplicándose un poco de labial rosa—. De igual forma ten cuidado, no quiero que te rompan el corazón, pero estoy muy emocionada porque veo que es la primera vez que te gusta tanto alguien.
—No estoy segura —mordí mi labio inferior y negué con la cabeza.
—Pues yo te veo feliz y eso es lo que importa —sonrió tranquila y soltó un suspiro—. ¿Has sabido algo de Ronan?
—No, sólo sé que lo vi ayer y no parecía muy contento —recargué mi cabeza en el asiento recordando la mirada frívola y escalofriante del rubio que me tenía perturbada.
—Estuve investigando Des, Ronan no escapó, lo dejaron libre —confesó haciendo una mueca de disgusto.
—¿Cómo? —cuestioné dejando mis ojos muy abiertos en señal de asombro.
—Hablé con el dueño del piso donde vivíamos, al parecer no escapó, pagó fianza —me miró preocupada—. La verdad no pensé que tuviera para pagar, su papá no lo quiere y su mamá murió —suspiró y la miré anonadada—. No sé cómo lo habrá conseguido pero duró casi tres años ahí y con fianza y buen comportamiento salió antes.
—Carajo —maldecí en tono bajo y lleve mis manos a mi cuello sintiendo la tensión que se presentaba en él.
Ronan era un maldito infeliz, merecía mucho más que estar tras las rejas, porque estaba segura de que no sólo me lo había hecho a mí. Merecía pagar el precio de sus acciones, merecía sufrir. Por mí, y por todas las chicas a las que les pudo haber hecho eso. Esa vez, más que miedo o tristeza sentía coraje y decepción interno se fue expandiendo por todo mi cuerpo abarcando cada parte y haciéndome temblar de impotencia al no poder haber hecho nada. Porque habían sido sólo 3 semanas y ni siquiera me había llegado la noticia.
—No sé cómo lo haremos, pero tiene que estar tras las rejas —me dijo Abby.
—No sé que es lo que quiera... pero me asusta que no haya hecho nada cuando ha tenido oportunidades de hacerlo.
—Yo creo que no las ha tenido, cuando lo viste fue en la casa de los Callon y luego aquí en la universidad, yo creo que quiere esperar al momento en el que te encuentres sola —explicó en un tono serio.
—Tú tampoco has estado sola, ¿cierto?
—Creo que sí... aunque siento que está más enfocado en ti por ahora.
No lo dudaba, Ronan era una persona obsesiva, estaba segura de que buscaba venganza, puesto que estar dos años en prisión no debía ser bonito, sobre todo cuando fuimos yo y Abby quienes nos encargamos de que estuviera ahí. Me causaba mucha impotencia el hecho de no haber podido hacer nada para evitar que saliera, no tenía familia a la que el gobierno pudiera acudir para justificar mi ausencia en el juzgado. No sabía cómo había logrado hacer ver a las pruebas falsas, pero estaba segura de que no lo había hecho solo, alguien lo tuvo que ayudar.
Pero ¿quién?
—Ni en Suiza nos libramos de ese malnacido —puse los ojos en blanco y masajeé mi cien.
—Sólo evita estar sola, cualquier cosa que necesites sabes que puedes pedírmelo.
—Te quiero Abby.
—Y yo a ti Des.
Dicho esto bajé del auto y me adentré a los pasillos de la universidad, donde recorrí un largo pasillo para llegar a mi salón de clases, donde encontré a Leca intentando construir un castillo de cartas las cuales cayeron e hizo que soltara un grito de fastidio.
—¿Todo bien? —le pregunté mientras dejaba mi mochila y me sentaba en mi banca.
—Claro que no ¡soy un desastre con el equilibrio! —frunció el ceño mirando a las cartas que yacían ya en el piso y me agaché para ayudarle a recogerlas pero mi peso le ganó a la silla y terminé cayéndome.
—¡Dios mío! ¿Estás bien? —expresó Leca mientras me ayudaba a acomodar la silla y yo me sobaba mi rodilla por el golpe que me había dado.
—Si yo...
Me detuve por un momento cuando vi quién había entrado al salón. Dareth había aparecido con una camiseta negra que se adhería a su cuerpo dejando ver la espalda marcada y brazos definidos que portaba. Junto a él, un chico alto moreno con cabello negro rizado de complexión normal. Sus pasos eran vagos, todo pasó en cámara lenta como si fuera una escena de película y mis ganas de salir corriendo después de lo de anoche se habían hecho presentes.
—¿Qué clase es esta? —le dije a Leca casi en un susurro mientras ella miraba embobada a los dos chicos que acababan de entrar.
—La clase de los dioses ¿ya viste a esos chicos? Han de ser leo porque preciosos si están —respondió y una sensación de incomodidad al escuchar las palabras de Leca acerca ellos, sobre todo de Dareth me hizo sentir una sensación de incomodidad.
En ese momento su mirada se topó con la mía y mis manos comenzaron a temblar presas de los nervios. Noté que se acercaba a mí pero inconscientemente retrocedí haciendo que me dedicara una mirada de confusión y se sentará junto a su amigo del otro lado del salón.
—¿No se suponía que ahora tocaba la clase de física? —tragué saliva intentando soñar tranquila. Pero mi cuerpo era un manojo de nervios.
—No, esa es mañana, hoy toca anatomía animal, supongo que tú también la quisiste cursar antes ¿no?
—Ah, sí —mumuré por lo bajo sentándome en la banca manteniendo la vista hacia la pizarra para no ver al chico que se encontraba del otro lado — lo había olvidado.
Sinceramente sólo había leído los horarios pero no las clases que contenían ya que realmente lo había dejado pasar. Ni siquiera recordaba que Dareth estaría en la misma clase que yo, y era raro porque mi cabeza me repetía que saliera corriendo e ignorara lo que había pasado, pero mi corazón me repetía que me quedara y que tenía que hablar con él sobre lo que había pasado.
Poco a poco el salón se fue llenando de más estudiantes, incluida la chica pelirroja que vi en la casa de Dareth unas semanas atrás. La vi de reojo sentarse a un lado de él, quien noté que sólo mantenía la mirada en su libreta con una expresión que denotaba no me importa nada.
Una persona de mediana edad de cabello negro súper rizado y esponjoso entró por la puerta y comenzó a anotar algunas cosas que tneían que ver con los criterios de evaluación.
—Buen día chicos, para los que no me conocen soy Estela, estudié ingeniería biomédica en la universidad de Ginebra —comenzó a explicarse mientras caminaba de un lado a otro moviendo las manos para expresarse —. Anatomía animal no es cualquier cosa, son vidas de lo que estamos hablando. No sólo veremos imágenes sino que también abrirán, explorarán y comprenderán la anatomía de diversos seres vivos, en este semestre nos enfocaremos más en reptiles e insectos, ¿quedó claro?
Todos asentimos al mismo tiempo y ella tomó asiento en el escritorio mientras veía la lista escolar donde se encontraban nuestros nombres.
—Habrá un proyecto final que tendrán que desarrollar, este proyecto equivale al treinta por ciento de su calificación total —explicó mientras se paraba para comenzar a escribir nuevamente en el pizarrón—. Será en parejas, los he seleccionado por número de lista —aclaró tomando una hoja donde supuse que estaba la lista y de inmediato pensé en el apellido de Dareth y di un suspiro de alivio ya que su apellido empezaba con C y el mío con S, por lo que las probabilidades de que me tocara con él eran escasas. Por un lado me hubiera gustado estar con él, pero por el otro no sabía cómo lidiar con todo el revoltijo de emociones que él causaba —. Amanda Adams —señaló a una chica de gafas grandes y cuerpo de complexión pequeña—, tú irás con... Malcom Bridge. James Bonnet, te toca con Dareth Callon —cerré los ojos dándole gracias a Diosito por concederme la suerte de no pasar vergüenza—. Emily Flats, tú vas con Steve Falcon —le dijo a dos chicos que se encontraban cerca de mí—. Y Destiny... este nombre es nuevo ¿quién es?
—Yo... soy —contesté tímidamente alzando la mano y ella me sonrió.
—¿Quisiste adelantar materias?
—Sí, para terminar más rápido —me encogí de hombros jugando con una pluma que sostenía en la mano.
—Perfecto... —respondió tranquila mientras checaba su lista—. A ti te toca con Koriane Shane.
Espera
Un momento
¿Esa no es...?
Sí consciencia, es la pelirroja que estaba con Dareth.
Mi corazón se detuvo por un instante y me sentí pequeñita cuando volteé a verla y me brindó una mirada de molestia mientras rodaba los ojos en señal de disgusto.
—No estaré con alguien de primero, tampoco es como que me vaya muy bien —se quejó—. Nos convendría a ambas estar con alguien de segundo, podría estar con James y yo con Dareth —propuso y miré a Dareth quien le hizo a la pelirroja una mueca de fastidio y apoyó su brazo en la mesita llevándose una mano a la sien.
Así que no te gusta ¿eh?
—Mmm tal vez tengas razón —dijo la maestra—. James, ¿crees que puedas quedarte con Destiny?
—Claro —El moreno me miró brindándome una sonrisa pícara lo cual provocó que agachara la cabeza un poco roja, pero luego observé que Dareth lo miraba con una expresión bastante seria lo que provocó que James se pusiera nervioso y se rascara la cabeza—. Aunque creo que sería mejor que Dareth esté con ella, él sabe mucho más que yo y sería de más ayuda para ella.
—Por supuesto, ¿estás de acuerdo Dareth?
—Si a mi compañera no le molesta por mí estaría bien —se recargó en su asiento y me miró fijamente expectante de mi respuesta mientras la pelirroja hacía una mueca de enojo.
—Yo... estoy de acuerdo.
Así que ahora tenía que compartir proyecto con el chico con el que casi cojo la otra noche.
Genial
La profesora continuó dando las parejas mientras yo analizaba cómo controlar mis sentimientos y hormonas cerca de él. Me imaginé diferentes escenarios en los que podía evitar la plática del beso o evadirla al menos hasta que quedara olvidado. Me limité a decorar mi título mientras Leca hacía lo mismo y cuando sucedió el cambio de clases salí del salón rápidamente y Leca me siguió guiándome al salón de matemáticas.
—Te notó un poco tensa... —me dijo ella poniendo una mano sobre mi hombro—. ¿Estás bien?
—Ah sí, todo bien —le sonreí mientras entrábamos al salón.
—¡Te tocó con el chico guapo! ¡Qué emoción! —movió sus manos poniendo los pulgares arriba.
—Oh, pues vive conmigo así que será más fácil —puse mi libreta sobre la encimera y acomodé mi mochila debajo de la banca.
—¡Debe ser un sueño! —exclamó— ¿serán compatibles? ¿Sabes qué signo es?
Reprimí una carcajada ante su obsesión por los signos y me incorporé arrugando las cejas puesto que no tenía ni idea de cuándo era su cumpleaños.
—La verdad no tengo idea —me limité a decir mientras el profesor ingresaba al salón y noté que Jared no había llegado aún—. ¿Jared no ha llegado?
—Ah, él no lleva esta materia, tomó la carrera de cinco años y lleva menos cada semestre —me explicó Leca y yo asentí poniendo atención a la clase.
Abby pasó por mí para llevarme a casa mientras se quejaba del hecho de que medicina llevara matemáticas puesto que ella pensó que no sería así, reí con ella ya que me pasaba lo mismo, las matemáticas no me gustaban sin embargo era buena y me gustaba mi carrera. Hablamos sobre sus clases y omitimos todo tema relacionado con Ronan Blake puesto que sabíamos que hablar de ello solamente nos pondría de mal humor.
Cuando llegué a casa no había nadie mas que el abuelo y Lucas, el menor de los Callon quienes se encontraba dormidos recostados en el sofá, comí lo que me había dejado el abuelo en la mesa con una notita que decía: "espero que te guste, va a ser la pasta más deliciosa que has probado en tu vida". Agradecí internamente por la familia con la que me había tocado estar y la deliciosa pasta que me había preparado Oliver.
Cuando subí a mi habitación noté a mi teléfono vibrar de un número desconocido y respondí para ver quién podría ser.
—¿Bueno? —respondí mientras escuchaba la respiración agitada de una voz masculina que reconocía bastante bien.
—Así que... Dareth Callon sí es tu tipo ¿eh? —contestó la persona causante de mis pesadillas con una voz rasposa y agitada.
Colgué de inmediato y mis manos comenzaron a temblar de forma involuntaria presas del miedo y angustia que había provocado Ronan ante su llamado. Mi piel se paralizó aún más cuando vi el mensaje que me envió donde se veía con claridad una foto del beso mío y de Dareth que se veía como si fuera tomada desde una ventana, la ventana de mi habitación. Me asomé para comprobar que él no estaba ahí y mi teléfono resbaló de mis manos por los temblores que me estaban dando.
Mi cuerpo quedó paralizado cuando vi que la puerta se abría.
Nota de autora
Aghhh ese Ronan sigue causando problemas, qué caray.
Espero que les haya gustado mucho mucho el capítulo, ¡ya somos 3.2k de vistas y no puedo estar más emocionada!
No olvides dejar tu votito y comentar qué te pareció ✨✨✨
Les mando muy bonitas vibras,
Katy.
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