Tal Vez
Siempre pienso que los tal vez son una parte de la imaginación humana. Es decir todas la palabras creadas fueron un producto de la imaginación humana, pero al menos todos representan cosas que existen. Pero los "tal vez" sólo representan escenarios hipotéticos que no sucederán realmente.
Me gusta saber el hecho de que nuestro amor haya superado las barreras del género y de los prejuicios sociales, pero a veces pienso que si tal vez nuestro amor no se hubiera dado, puede que yo me haya sentido asqueroso durante bastante tiempo y tu habrías seguido con tu vida, pero teóricamente eso ya no importa para cuando estés leyendo esto, ya que esto está en mi testamento para que te sea entregado justo después de mi muerte, quiero creer esto fue despues de muchos años de haber estado juntos y si no fue así, espero haberte demostrado todo el amor que siento por ti hasta tal punto de que me haya tomado la molestia de haber escrito esta carta dedicandote estas palabras.
Pero volviendo al tema con el que empeze, pienso que tal vez no he logrado demostrarte todo mi amor por ti, tal vez si no me hubiera dado la oportunidad de conocerte hace tanto tiempo no estar escribiendo esto mientras te veo dormir, tal vez nuestro amor era prohibido, tal vez la cabeza de las personas están llenas de mierda, tal vez nosotros hicimos lo correcto amándonos por sobre la opinión popular, tal vez nos amamos de verdad, pero como ya dije al principio, los "tal vez" sólo representan escenarios ficticios, pero hay algo que tengo muy claro y es que...
TE AMO.
Con amor,
Luis.
Y así con lágrimas en los ojos, que reflejaban felicidad, por aquel último regalo de su difunto esposo, tristeza, por que sabía que aquel no volvería nunca más, melancolía, al recordar todas las cosas que hicieron juntos, solo pudo decir un débil y tenue gracias, que sonó casi como un susurro, con todo el dolor contenido y nostalgia que tenía, por fin Sebastián pudo sentir la paz que necesitaba para poder morir sin remordimientos de la muerte de su esposo, después de tanto tiempo, con 89 años de edad, con lágrimas que recorrían su ahora arrugado rostro, que ahora es nada de lo que fue cuando era más joven, y una sonrisa en sus labios, y bajo la mirada ensombrecida de su hijo y nieto, murió.
Por qué tal vez, ellos se volverían a encontrar, tal vez sólo sea un deseo tonto y sin sentido, tal vez ellos se amaron como nadie más los amo, tal vez... Esto no sea un adiós.
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