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Responsabilizarse

Agudizando sus oídos, enderezó rápidamente su postura cuando escuchó unos pasos resonar muy cerca de su celda. Y es que, en serio, es el lugar más espantoso en el que ha estado jamás. Le urgía salir de allí.

--Señorito Jimin. -no pudo evitar la sonrisa que se forma en sus labios de manera automática al ver que no era su padre quién ha ido a pagar su fianza.

¿Será que su suerte está mejorando?

--Señor Kwang. -dice con voz cantarina --Gracias por venir por mí.

El abogado de su familia asiente ante sus palabras.

Un oficial -que ni siquiera había notado que se encontraba presente- abrió la reja que lo mantenía en cautiverio y le notificó que podía irse a casa.

El recién liberado omega iba en el auto junto al abogado en total silencio. Perdido en sus propios pensamientos acerca de lo ocurrido esa noche.

--¡Mi auto! -exclamó cuando recordó que lo había dejado atrás para ser trasladado tanto él como el alfa adolescente en una patrulla.

--No tiene que preocuparse por eso. Ya está resuelto. -aseguró, con una sonrisa de labios cerrados.

Una vez el auto aparcó frente a su hogar, se dispuso a bajarse luego de musitar un suave gracias. Deteniéndose ante la mención de su nombre.

--Jimin. Su padre lo espera en su estudio.

Con un leve asentamiento de cabeza, cerró la puerta del vehículo y se encaminó hacia su casa.

Tragó duro al anticipar la reprimenda que seguramente su padre le daría. Porque, si de algo estaba seguro, es que su padre estaría furioso.

Dió dos toques a la enorme puerta tras la cual su progenitor se encontraba esperándolo. Adentrándose en cuando escuchó un "pase" ser pronunciado desde dentro.

--Padre, ¿querías verme? -cuestionó algo inseguro.

--Así que cargos por permitir a un menor de edad conducir tu auto mientras ambos estaban ebrios. -el señor Park miró a su hijo de manera severa y Jimin de repente sintió su garganta seca, por lo que tragó saliva antes de atreverse a hablar.

--No tenía idea que era menor de edad. -se defendió --En todo caso, la culpa es de quien lo dejó entrar a la discoteca sin tener edad suficiente para beber.

Una mano golpeó de manera estruéndosa la superficie del costoso  escritorio --¡¿Me estás diciendo que saliste de ese lugar con un total desconocido?! -rugió el alfa airado
--¿Al menos sabes su nombre, Jimin? No, ni me contestes. Apuesto a que ni eso sabes.

--Por supuesto que sí lo sé. -respondió --Es solo que en este momento no lo recuerdo.

--Eres un maldito insensato. -espetó más cólerico aún --Estoy harto de tus idioteces. ¿Sabes acaso el maldito problema en el que te metiste?

--Y-yo no... -la palma de su padre impactó nuevamente en la madera pulida, deteniendo lo que estaba a punto de decir.

--Una demanda, Jimin. Los padres de ese chico menor de edad están dispuestos a demandarte por perversión sexual y por casi provocarle la muerte a su hijo.

--¿Qué? Pero eso no es posible. Es decir...Él y yo no... -Jimin intentaba ordenar las palabras en su mente, ya que no lograba hilar un pensamiento coherente.

--Esto es lo que sacas con tus insensateces. Ponernos en ridículo.

--Papá...

--No te quiero escuchar más. -sentenció --Te dije que estabas a punto de hacerme perder la paciencia con tu comportamiento y ¿qué hiciste? Lo mismo de siempre, una nueva estupidez.

--P-papá, espera, no era mi intención... -explicaba apresurado al ver como el mayor se disponía a abandonar el estudio.

--Me dijiste que es tu vida ¿No? que tú podías manejarla. Pues limpia tu desastre, porque no moveré un solo dedo por ti. -espetó antes de salir y dejar a un omega sumergido en la angustia.

¿Cómo se supone que solucionaría el problema en el que estaba metido?

A la mañana siguiente, un mortificado Jimin se encaminaba hasta la recámara de su padre.

Tras pasar completamente despierto las pocas horas que restaban antes del amanecer, en un vano intento de dar con la solución al problema en el que el solo se metió y fallar estrepitosamente, decidió que su única opción era rogar por ayuda.

Una vez se encuentra delante de la puerta de la recámara del canoso alfa, da dos fuertes toques escuchando la conocida voz de su padre dando permiso para entrar.

Cuando entra, lo primero que sus ojos enfocan es un semblante cansado y arrugado.

¿Desde cuando su padre se veía tan acabado?

¿Será que es debido a su reciente estado del corazón?

¿O es todo obra de los problemas que él mismo le ha causado?

No pudo evitar la punzada de culpabilidad que sintió al pensar que él era responsable.

--¿Viniste solo para contemplarme con lástima... -la voz ronca de su padre interrumpió sus pensamientos. --O planeas decirme a qué debo tu presencia en mi alcoba?

--Yo vine a pedir tu ayuda.

--Ya veo...

--Padre, por favor, necesito tu ayuda. Haré lo que quieras que haga.

--Madurar. -espetó --Compórtarte como el adulto que eres. Hazte responsable de tus acciones y conciente de sus consecuencias ¿Eres capaz de hacer eso, Jimin?

--Y-yo...puedo intentarlo pero...

--No necesito que lo intentes, necesito que lo cumplas. No siempre estaré para sacarte de tus apuros ¿lo comprendes?

--Sí, lo hago. -susurró, mirando directamente a los ojos cansados del alfa frente a él.

El señor Park suspiró --Me encargaré de todo, tú tan solo quédate en tu habitación y no hagas ni una tontería más. -dijo antes de salir y dejar a su hijo suspirando de alivio.

El señor Park llegó hasta la habitación del pelirrojo donde este se encontraba acostado boca arriba leyendo una revista, mientras sus piernas estaban recostadas en la pared con sus pies apuntando hacia el techo.

Dió un respingo ante la presencia de su padre al lado de su cama. Soltando la revista, se sentó con sus piernas tocando el suelo.

--Vine a informarte que la demanda en tu contra no procederá. -Jimin exhaló sonoramente ante esa buena noticia.

--Gracias, papá. -respondió con alivio. Había tenido que tomarse varios tés para controlar la ansiedad que lo consumía cada minuto que pasó sin saber cómo iba todo.

--No hay nada que agradecer, prometí que me encargaría y los Park somos gente de palabra ¿No es así?  -cuestionó, provocando que el menor ladera la cabeza con confusión.

--S-sí. -fue su escueta respuesta.

--Bien. -sonrió --Me alegro que lo recuerdes porque ahora te toca a ti cumplir con tu parte.

--Está bien. ¿Qué quieres que haga?

--Demuéstrame lo responsable que puedes ser.

----☆☆☆----

Siento que la trama avanza lento y por más que quiero no adelanto tanto como me gustaría. A este paso el fic excederá los 20 capítulos que me propuse como máximo para darle fin.

♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡

Akina》

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